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Indígenas panameños secuestran y amarran a mediador en conflicto minero
Por Terra - Saturday, Feb. 12, 2011 at 12:49 PM

11 de febrero de 2011 • Indígenas panameños secuestraron y amarraron temporalmente a un enviado del gobierno, que intentaba dialogar con ellos sobre las reformas al código de minería, aprobadas la víspera por el Congreso y rechazadas por las comunidades autóctonas del país.

"Yo fui a buscar caminos de paz, pero los ánimos estaban un poco caldeados y pasé un rato secuestrado y amarrado", dijo a RPC Radio Fernando Santamaría, quien había sido enviado por el viceministro de trabajo Luis Carles a dialogar con los indígenas a Hato Chamín, en la comarca indígena de Ngöbe-Buglé (Oeste).

"Me tuvieron como una hora y algo amarrado", precisó Santamaría.

El viceministro Carles encabeza una comisión nombrada por el presidente Ricardo Martinelli para buscar acercamientos con los indígenas, opuestos radicalmente a las reformas al código minero, con que el gobierno busca atraer inversiones extranjeras, especialmente de Corea, Singapur y Canadá.

Los indígenas bloquearon este viernes los accesos a Cerro Colorado, un yacimiento con unos 17 millones de toneladas de cobre, cuya explotación el gobierno estaría interesado en licitar.

También hubo protestas y cortes de calle en Santiago, capital de la provincia de Veraguas (suroeste del país). Allí, Juan Ramón Herrera, líder de un sindicato de profesores, anunció la posibilidad de huelgas en el sector educativo a partir del próximo 21 de febrero.

"El diálogo debe continuar, pero con la comarca (indígena Ngöbe-Buglé). Este debe ser un diálogo de respeto", dijo Carles, quien aseguró que los intereses de los indígenas prevalecerán durante las conversaciones que el gobierno pretende entablar con ellos.

Sin embargo, indígenas, ambientalistas y estudiantes han anunciado nuevas movilizaciones que provocan la preocupación de diversos sectores sociales, ante el riesgo de un estallido de la violencia.

Según diversos sondeos y encuestas, la mayoría de panameños rechaza las reformas al código minero, al entender que una mayor actividad minera sería fatal para el medio ambiente y supondría la cesión de la riqueza que hay en los territorios indígenas a compañías extranjeras.

Según grupos ambientalistas, el 40% del territorio panameño está sometido a solicitudes de concesiones mineras.

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