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Amenazas en Villa La Carcova
Por Fuente: Agencia Walsh -
Thursday, Feb. 24, 2011 at 6:54 AM
(AW) La casa de un vecino de La Carcova sufrió un intento de incendio por parte de los "transas" del barrio. El hecho sucedió hace pocos días. No han pasado 20 de los asesinatos de Franco Almirón y de Mauricio Arce el pasado 3 de febrero. El joven Joaquín Romero, baleado ese día, aun está internado en el hospital. Carcova es tierra de nadie. Carcova tierra arrasada. Carcova símbolo doliente de la exclusión en nuestro país.
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Buenos Aires, 23 de febrero de 2011.-
Por Rodolfo Grinberg
El atentado ocurrió aproximadamente a las 6.00 de la mañana y no fue tragedia gracias a la rápida intervención de vecinos que advirtieron lo que ocurría y apagaron el fuego. Dentro de la humilde vivienda se encontraban durmiendo en ese momento una pareja con sus dos hijos.
A pesar de las medidas tomadas, de la intervención a la comisaría, del pase a disponibilidad de 15 policías implicados en la represión y de los cambios producidos en la cúpula de la bonaerense, en la Villa La Carcova de José León Suárez, nada ha cambiado y el miedo domina al barrio.
La Carcova parece haberse convertido en una inmensa zona liberada donde las bandas de vendedores de drogas imponen el terror. Vecinos y vecinas temerosas que no quieren hablar por miedo a las represalias y mucho menos dar sus nombres, y la total ausencia de los móviles policiales es lo que se percibe en la villa. "No nos era muy grato verlos. Por el maltrato ¿Vio? Pero llama la atención que no aparezcan" afirmó a esta agencia una anónima vecina en relación a la llamativa falta de presencia policial.
Con la impunidad de quiénes se sienten poderosos, de quienes se sienten intocables, las bandas de los "transas" intimidan a la gente: "si hablás de vuelta con la gorra..."; "Si hablás de vuelta con los medios" dicen, "te vamos a quemar la casa"; "los vamos a echar del barrio" o "lo vamo´ a cagar a tiros" son el contenido más frecuente de las amenazas.
Los nombres o mejor dicho los apodos, que es como se los conoce en la zona, son hoy públicos. Los medios los han recogido en su momento. Se trata de Andrés, "El gringo", "Estefe", el "gordo Pei" y otros.
El vecino al que le quisieron incendiar la vivienda tuvo, supuestamente, un altercado con Andrés. "A algunos los joden por lo que hablaron en los medios, pero a otros simplemente les dicen por donde tiene que pasar y por donde no. Se sienten que son los dueños del barrio" nos cuenta un anciano que no dio su nombre.
La muerte injusta, injustificada sigue al asecho, como perro hambriento, en Villa La Carcova. Su nombre y sus habitantes serán rápidamente olvidados por los grandes medios hasta que la próxima trágica muerte alimente los titulares del miedo y todos corramos a comprar más alarmas y más candados. Pero lo que alarma realmente es que el negocio de la pobreza continúe sin que muchos inmuten. Es sabido, la droga y todos los sucios negocios que comparten transas, policías, empresarios y poder político en los barrios pobres, crecen en forma proporcional a la marginación social. Sin la voluntad política para modificar la profunda desigualdad social reinante, la muerte violenta seguirá siendo protagonista obligada de la realidad argentina.
AGENCIA DE COMUNICACIÓN RODOLFO WALSH