Julio López
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Murió David Viñas; Jorge Asís se congratula!
Por reenvio - Friday, Mar. 11, 2011 at 5:42 PM

REFLEXIONES DE UNHIJO DE PUTA EN RELACIONA LAMUERTE DE DAVID VIÑAS...

OBITUARIO DE JORGE ASÍS
"Murió Viñas. Hizo bien. Un enemigo menos"

Con el título de "Incienso de sándalo", Jorge Asis, escribió sobre la muerte de David Viñas. Ellos mantuvieron, como muchos otros argentinos, lamentablemente, un diferendo en los '90 por la pacificación incumplida, y no hubo vuelta. Hay muchas cuentas pendientes y el que se muere, pierde. "Cínicamente me entristece, a mi manera, su muerte", explicó Asis..

11/03/2011 | 12:50

*

David Viñas.


por JORGE ASIS

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Jorge Asis Digital). Murió David Viñas. Hizo bien. Un enemigo menos.

Otro enemigo menos. Se me murió también David Viñas. Hizo bien.

El desdichado tuvo finalmente una buena idea. Morirse. Merece incienso de sándalo.

En lo personal, Viñas estaba muerto, desde hacía más de veinte años.

Chile Crea

La última vez que compartí una mesa con Viñas no fue en la calle Corrientes. Fue en Santiago de Chile, en 1988.

Asistimos separadamente invitados al “Chile Crea”. Una jornada político-cultural, organizada para oponerse al antojo de permanencia del General Pinochet.

El entonces Ministro Raúl Estrada Oyuela, de la embajada argentina, nos agasajaba, a los escritores, en un restaurante de la Almirante Simpson, situado frente a la Sociedad de Escritores Chilenos. El idóneo diplomático no pudo atenuar la violenta discusión que se entabló entre David Viñas y el autor de estas líneas.

Tenía 61 años y Viñas ya estaba legítimamente enojado con el universo. Pero sobre todo, además, conmigo. Por haber adscripto al menemismo.

Por mi parte, después del triunfo de Menem sobre Cafiero, en aquella interna inolvidable, comenzaba a recuperarme. A oxigenarme después del ostracismo interno que prefiero olvidar.

Evoco que me encontraba preparado para pelearme con Osvaldo Soriano, y de ningún modo para que me saltara Viñas.

Soriano era otro enemigo que también participaba de la comida ofrecida por Estrada Oyuela. En realidad, Soriano se comportó como un gordito inofensivo que quería amigarse. Arrepentido, acaso, de haber desparramado por Europa que mi literatura era neo fascista.

Más adelante, Soriano también se me iba a morir. Y le prendí otro incienso de sándalo. Como se había muerto también Cortázar, el protector de Soriano.

Pero a Cortázar no le prendí nada.

Fantasmas

Cuando era chico, era un escritor presentable. De izquierda. Aunque fuera comunista y prosoviético, un tierno reformista para la época.

Entonces Viñas era más bien chinófilo, como tantos madurados que prefiero no citar. Solía recibirme en su departamento de Corrientes y Uruguay, en un piso alto situado en el edificio del Banco Ciudad.

O compartía cafés por los bares de Corrientes, la calle perfectamente evitable. Contiene, ocultos, innumerables fantasmas de mi mismo.

Yo había leído varias de las novelas de Viñas. Hoy -todas- infortunadamente envejecidas. Como “Dar la cara”, “Hombres de a caballo”, y, sobre todo, “Cosas concretas” (confieso que jamás le pude entrar a “Un Dios cotidiano”, ni a “Cayó sobre su rostro”, y considero que pueden obviarse “Jauría”, “Cuerpo a cuerpo”, incluso, “Los dueños de la tierra”).

Pero el Viñas que me resultaba interesante era aquel “De Sarmiento a Cortázar. Literatura argentina y realidad política”. Para no defraudarme, nunca más volví a leerlo.

Viñas era un reconocido ladrón de libros. Un vicio perdonable. Los libreros de Corrientes se advertían entre sí cuando Viñas andaba cerca. O sea siempre.

Me aconsejaba escribir cuentitos que pudieran adaptarse para teatro. “Tenés que escribir cincuenta páginas”. Lo decía eufórico por el triunfo de “Lisandro”, su obra teatral.

Probablemente nadie recuerde el apoyo de Viñas al demencial FRA, en las elecciones de 1973. Ni sus chiquilinadas cuando aspiraba a ser el intendente de la ciudad, y sostenía que las plazas estaban para hacer el amor. Algo, siempre, el viejo ligaba.

El desastre escénico, anticipatorio de la carnicería profundizada en 1976, iba a costarle dos hijos.

Después, cuando estaba exiliado en Méjico, mantuvimos con Viñas algún intercambio epistolar. Reservo algún elogio que evoco en mi libro “Cuaderno del acostado”, de 1988. Justamente fue el año de la discusión que estropeó aquella cordial predisposición del ministro Estrada Oyuela, para agasajar a los escritores de su país. Invariablemente enfrentados.

La última vez que me crucé con Viñas fue por Corrientes, la calle de los fantasmas destrozados. Yo era embajador. Había bancado los indultos de Menem. Y lo decía: en nombre de la reconciliación nacional. Fui “un gil”, como el personaje del tango Fangal. “Y sigo gil”.

“Somos enemigos”, me dijo Viñas.

Tartabul

En adelante, de Viñas, sólo iba a recibir expresiones de desprecio. Alusiones, que las dejé pasar sin réplicas. Registradas en el prólogo de su deplorable libro sobre “el menemato”. Maniqueísmos del intelectual que fue brillante, pero envejecía mal.

Traficaba prestigio por haber rechazado 25 mil dólares de la Beca Guggenheim. La beca que había previamente tramitado. Van a sobrar los torpes de obituario que rescaten aquel gesto revolucionario.

En los textos periodísticos que publicaba Página/12, Viñas -pobre- desvariaba. Lo tomaba -debo confesarlo- para la joda. Se extraviaba en el interior de un párrafo. Agarraba para cualquier parte.

Después fue el turno del secreto colectivo. Se había instalado entre la canallada literaria. Indicaba que “Viñas convertía a Asís en personaje de su novela Tartabul”.

Fue el último texto -Tartabul- de Viñas que intenté leer. Para encontrarme retratado. Bruloteado. Con deseos de no dejárselo pasar, y preparar mi réplica literaria, para masacrarlo. Pero al pobre Viñas ya no se le entendía un pepino.

Tartabul es un texto de lectura y olvido simultáneo. Con sus guiñadas elitistas, destinadas, acaso, hacia los integrantes de la nociva “mafia de Puan”.

Es -”la mafia de Puan”- donde se deforman los averiados administradores de la literatura. Pedantes abreviados que generalmente se elogian entre ellos, en una estética decadente de circuito cerrado. Pero lograron, como escandaloso mérito, la indiferencia del mercado. La irrelevancia de la ficción. Que el editor aplauda si el autor vende 500 ejemplares.

En fin, se me murió Viñas. Hizo bien. Un enemigo menos.

Temo que me queden, en adelante, muy pocos. Aunque como me dijo Manuel Vázquez Montalbán, en Lisboa: “No te creas, Asís, a tí se te reproducen”.

Comprendo, a la distancia, la magnitud de la bronca de Viñas. Cínicamente me entristece, a mi manera, su muerte.

En su memoria, voy a quemar el último incienso de sándalo.

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Un excremento Así....s
Por David Garione - Saturday, Mar. 12, 2011 at 11:15 AM
dgarione@yahoo.com.ar Mar del Plata

La primera pregunta que uno se formula es si vale realmente la pena publicar íntegra la repulsiva pieza de Asís -cuya única y acostumbrada intención consiste en provocar a su auditorio, única relevancia a la que puede acceder escritor tan mediocre-, en un sitio como éste. Si no hubiera sido más atinado ignorarla olímpicamente, como a aquellas propiedades quánticas de las que uno solamente intuye que deben existir, pero que no tienen entidad alguna en nuestra vida cotidiana.
De si no hubiera sido mejor, por caso, realizar un digno obituario del desaparecido intelectual de Contorno, aún con sus claroscuros.
Pero no. La "Argentina Indymedia" parece estar así subsumida, como casi todo lo demás, en la Argentina de la chismografía, el cholulaje intelectual, algo así como un Gran Hermano literario.
Dejemos en esa cloaca a Asís, que es donde pertenece. Y parafraseando a Puig, maldición eterna al ladrón de las flores de Quilmes.

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Totalmente de acuerdo, David
Por Uno del montón - Saturday, Mar. 12, 2011 at 10:44 PM

Silencio eterno al provocador tilinguero-político, que vive --aunque parezca increíble-- de esa barata forma literaria que es la del "provocador profesional", sin calidad ni humana ni literaria ni política.
Un cero a la derecha, bah.
Silencio, y a otra cosa mariposa.
(Lo que es patético, en serio, es que todavía haya gentes de izquierda que "se divierten" con el bobo menemista.)

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Muy de acuerdo, David
Por Uno del montón - Saturday, Mar. 12, 2011 at 10:46 PM

Silencio eterno al provocador tilinguero-político, que vive --aunque parezca increíble-- de esa barata forma literaria que es la del "provocador profesional", sin calidad ni humana ni literaria ni política.
Un cero a la derecha, bah.
Silencio, y a otra cosa mariposa.
(Lo que es patético, en serio, es que todavía haya gentes de izquierda que "se divierten" con el bobo menemista.)

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es trizte no tener amigos
Por richard morton - Sunday, Mar. 13, 2011 at 7:44 AM
tupak@ozu.es

"Es muy trizte no tener amigos, pero mucho mas trizte es no tener enemigos , por que quien no tiene enemigos no tiene nada que se le pueda envidiar, pobre Asis , se te van muriendo los enemigos , ya pronto una sombra seras

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Un Maestro menos...
Por LUIS SAEZ - Sunday, Mar. 13, 2011 at 6:59 PM
saez41@speedy.com.ar 4483-1858 Santamarina 686 - Morón

Los comentarios poco felices de Asís no logran su cometido: Viñas fué un grande, mas allá de la palabra. De una coherencia absoluta, siempre se mantuvo al margen de los poderes de turno. Y siempre fué fiel a su pensamiento y a su sentir. Si me apuran, Walsh era mejor que Borges, se animó a decir. Últimamente se declaró abiertamente al margen de Carta Abierta, manteniendose hábil y discretamente al margen de cualquier poémica estérial. Rechazó una beca de U$S 25.000 en nombre de sus hijos desaparecidos, gesto que me pregunto cuàntos valientes defenestradores y fenicios compatriotas se hubieran animado a empardar. No coincido en desmerecer o descalificar la obra litearia de Asís al servicio de su postura política. Se trata, me parece, de discusiones distintas.

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INCORREGIBLE VIÑAS
Por Fernando E.O.Rossi - Sunday, Mar. 13, 2011 at 9:38 PM

INCORREGIBLE DAVID VIÑAS, QUE MANERA DE PERDER TIEMPO, DISCUTIENDO CON ALGUIEN TAN POR DEBAJO DE SU NIVEL INTELECTUAL, COMO ES EL SEÑOR ASIS. PERO ERA ASÍ, PASIÓN Y ENTREGA PARA DEFENDER LO BUENO, LO NOBLE, LO SOLIDARIO, CON SU ENORME CAPACIDAD DE EXPRESIÓN Y COHERENCIA DE VIDA.
LÁSTIMA QUE SIRVIERA ESTA PASIÓN DE VIÑAS PARA QUE ALGUIEN COMO ASIS, PUEDA DECIR QUE "DISCUTIÓ" CON ÉL

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