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Mapuche renovaron los Che Mamull en el Cerro Ñielol
Por Avkin Pivke Mapu-Komunikación MapuChe - Wednesday, Mar. 16, 2011 at 11:29 PM
avkinpivkemapu@yahoo.com.ar

El pasado fin de semana, con una ceremonia al amanecer se inició la instalación de una serie de esculturas conocidas como Chemamull en el cerro Ñielol de Temuco. Se trata de las figuras que constituyen la representación de Ullcha Zomo y Weche Wentru (mujer y hombre joven), quienes junto a Kushe y Fucha (ancianos) contituyen la familia originaria, fundamentales dentro de la cosmovisión del Pueblo Mapuche. El proyecto fué ejecutado por el Machi, artista y creador Mapuche Cristian Collipal Velásquez.

Por Surco

Después de dieciséis años, dos de las cuatro figuras de madera (Chemamull) que se encuentran en lo alto del cerro Ñielol, fueron renovadas. Para los que no saben, estas imponentes esculturas representan a los cuatro primeros despues de la lucha de Kay-Kay y Xen-Xen, es la familia originaria en la cosmovisión Mapuche; dos jóvenes y dos ancianos.

Contempló la renovación de dos de las figuras y la restauración de las otras existentes en lugar. Las figuras que aluden a los ancianos, casi no recibieron daño. Se mantienen aún firmes. En cambio, las que correspondían a los más jóvenes debieron ser renovadas. Se encontraban más adelante que la otra pareja por lo que se vieron más expuestos a las inclemencias de la lluvia, el viento y el pasado terremoto.

Si uno reflexiona un momento sobre lo sucedido a los Chemamull, podría hacer un paralelo con la situación que estos últimos años han sufrido muchos jóvenes Mapuche. Alex Lemún, Matías Catrileo y Jaime Mendoza Collío, por mencionar sólo algunos, ofrecieron su vida por la lucha de su pueblo justa e histórica. Los que fueron golpeados e insultados por carabineros y fuerzas especiales, son ya demasiados.

Pero la rueda de la vida y la muerte sigue y si el tiempo hizo lo suyo con los jóvenes de madera significa que es tiempo de cambiar, de renovar uno por otro, que no necesariamente tienen que ser iguales, pero que sí deben conservar la misma esencia, la misma energía dice Cristián Collipal, artista, músico, Machi y autor de las esculturas de los jóvenes chemamul.


¿Cómo fueron concebidas estas esculturas?

Lo recibí a través de un sueño. En este aparecía un niño, estábamos en un lugar como con neblina y habían unas figuras de madera y él me preguntaba qué eran esas figuras y yo no sabía responderle bien qué eran. Me llamaron la atención las figuras así que empecé a investigar más. Hasta ese momento yo no conocía los chemamul y nunca había trabajado en madera. Pero de ahí en adelante comencé a trabajar con ese material, creando obras más tradicionales y otras más creativas. La idea detrás de los Chemamull, era reivindicar el trabajo escultórico del Pueblo Mapuche que estaba un poco perdido, porque estaba enfocado solamente a los Rehue. La idea era volver a levantar un poco esta visión estética de la madera y eso es lo que tratamos de hacer con Jorge Ancán, que fue quien esculpió las figuras de los ancianos. Pero también tiene que ver con una cuestión espiritual y con reivindicar los espacios territoriales del Pueblo Mapuche.


¿Qué representan para ti los chemamull?

Una cuestión energética muy fuerte, tanto para mí como para los que me ayudaron. El proceso de trabajo fue una verdadera guerra. Nos encontramos con un montón de obstáculos y dificultades para llevar el proyecto adelante. Siempre ha sido así, la primera vez también. Como que cuesta llegar allá arriba al cerro y yo creo que es por algo. Espero que más adelante, cuando yo no pueda seguir haciendo esas figuras, otras personas lo continúen haciendo.


¿Cómo fue el proceso de trabajo para realizar este proyecto?

Duró alrededor de seis meses y fue financiado por el consejo de la cultura. Tuvimos que renovar el convenio con la CONAF, que son los encargados de este cerro. La primera vez que instalamos las figuras, hicimos uno por diez años, así que pasamos seis sin renovar el convenio. Ahora volvimos a renovar, esta vez por doce. La madera que utilicé es coihue apellinado, y en alrededor de dos meses encontré la que iba a utilizar. Me costó empezar porque quería sentir el momento en que debía empezar, esperé hasta el momento ideal y dejé que la madera también reposara.


¿Por qué eligieron ese lugar?

Soñé que debía ser en el cerro Ñielol. Igual discutimos con Jorge dónde podríamos ubicar las figuras, si en una comunidad, en un sector rural u otro pero siempre primó el cerro. Usualmente se intenta limitar al Mapuche a un ámbito rural, así que nosotros pensamos que igual era bueno irrumpir en la ciudad, en el espacio urbano. Marcar territorio, decir que aquí estamos.


Para muchas personas los chemamul son un atractivo turístico de la región. ¿Qué piensas tú de eso?

Es algo que traspasa a las figuras, sobrepasa el contenido que ellos tienen. Estéticamente la gente se siente identificada con ellos, siendo Mapuche y no Mapuche, lo siente como algo que es perteneciente a la región, que es parte del patrimonio y la identidad del lugar. También es como un orgullo, un lugar de mostrar lo que somos, porque en cierto modo representa el origen de donde venimos. Hay gente además que siente mucha paz en ese lugar, siente armonía, va de vez en cuando, sube el cerro y se va allí a meditar, a escribir o a relajarse un rato. Es un lugar donde cualquiera puede ir, siempre que vaya con respeto. Por el espacio y por lo que representa, es un lugar santo.

Los Chemamull, fueron recientemente inaugurados en una ceremonia donde asistieron amigos, familiares y admiradores de la trayectoria artística de Collipal. El acceso es liberado, así que cualquier persona puede ir y visitarlos. Incólumes, los jóvenes de madera de yerguen en el Ñielol marcando territorio, irrumpiendo en la ciudad, en lo urbano como diciendo “aquí estamos” representamos la reivindicación Mapuche.

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