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La próxima batalla: rescatar a la resistencia armada
Por León Stofenmacher - Wednesday, Mar. 23, 2011 at 11:25 PM

En los prelegómenos de un nuevo Día de la Memoria comparto con vosotros este pensamiento mío. Los juicios por la memoria y este feriado no son suficientes. La condena del pasado no basta, porque aún falta algo importante. El rescate de los luchadores.

Hay que decirlo con todas las letras: la mayor parte de los 30.000 compañeros eran militantes. Algunos armados, otros pacíficos, otros más metidos en política que otros, y por supuesto de diversas ideologías. Pero todos tenían en común luchar por un país y un mundo mejor, y enfrentarse a este poder fascista reaccionario apoyado por el imperialismo.

Recordar el hecho de sus desapariciones y sus trágicas muertes es obviamente un gesto de humanidad y respeto. Pero no debemos caer en un extremo peligroso: la apolitización. El sólo hecho de llorar o lamentar la pérdida sin olvidar su contexto y sus causas.

Se torturó y se hizo desaparecer a quienes planteaban cambios. Se intentó acallar voces mediante las bajezas más grandes. Pero como decía una vieja consigna, y perdón si me tildan de insensible: al compañero muerto no se lo llora, se lo reemplaza.

El dolor está bien, pero no hay que quedarse en eso. Hay que convertir ese dolor y esa impotencia en lucha. Los mismo ideales de ayer siguen vigentes hoy. La realidad podrá cambiar, pero la lucha no.

La apolitización que viene de las manos de la hipocresía de las clases políticas que indultaron a los genocidas y llaman a la reconciliación, pero para las cámaras se sacan fotos llorando por las desapariciones. Una fecha como ésta debe ser de homenaje y reivindicación de ideales.

Y esto me da pie para la siguiente cuestión y la que le da el título al artículo. La reivindicación de ideales debe incluir también la reivindicación de la lucha armada.

Es posible que muchas personas no compartan el método violento, lo cual es respetable. Pero se debe entender la situación. El accionar guerrillero en aquel momento estaba más que justificado.

Las guerrillas nacen bajo los gobiernos de Onganía, Levingston y Lanusse, gobiernos golpistas e ilegítimos que echaban mano a las torturas y los fusilamientos sin juicio (Trelew). Bajo el gobierno de Cámpora sus actividades se dedicaron a combatir a las Fuerzas Armadas y a las empresas imperialistas ante la amenaza golpista. Y bajo los gobiernos de Lastiri, Perón e Isabel la actividad guerrillera legítima, al enfrentarse a gobiernos que recurrían a los crímenes y a los planes genocidas para acabar con la izquierda, ya sea terrorismo estatal (Operativo Independencia) o paraestatal (Triple A).

Y bajo el Proceso queda claro que estaba totalmente justificado y legitimado el accionar armado contra esa dictadura. Pero como sabemos las guerrillas ya estaban muy debilitadas y duraron poco.

¿Se cometieron errores? Por supuesto, pero las guerrillas perseguían objetos populares, al asegurar la democracia o querer restaurarla. No se atacaban civiles de forma sistemática e indiscriminada como lo hacía la dictadura.
Y además sus crímenes no pueden caer en la categoría de crímenes de lesa humanidad, ya que para el sistema legal argentino sólo se admite que son de lesa humanidad aquellos actos que forman parte de un plan sistemático orquestado desde el Estado.

Por lo tanto, en mi opinión no se hará justicia total en la Memoria Colectiva de los argentinos hasta que, además de condenar el terrorismo de Estado se recuerde a quienes lo combatieron.

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