Julio López
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La memoria es cuerpo,no respira sin él
Por ADMS - Thursday, Mar. 31, 2011 at 1:13 PM

La memoria es cuerpo,no respira sin él

Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada…Rodolfo Walsh Carta Abierta a la Junta Militar 24-03-1977

Ahora es necesario destruir las fuentes que forman y adoctrinan a los delincuentes subversivos, y esta fuente se sitúa en las universidades y en las escuelas secundarias… General Edgardo Vilas, Comandante de la V Región Militar, 1976

La gélida noche del 24 de marzo se impondría sobre el alba por demasiado tiempo. El reinado de la muerte, en todos sus flancos. El golpe de estado de 1976 golpeó para quedarse. Esta vez, la metralla no hablaba de restauración, de vuelta a un orden, de transición, esta vez la metralla sería gobierno. Llegó con un plan, un programa: destruir para re-destruir. Destruir una creciente contrahegemonía popular. Destruir el aparato productivo estatal. E instaurar en su lugar un sistema económico de re-destrucción: concentración de la riqueza, penetración de capital extranjero, expulsión de mano de obra, e instauración de una flexibilización laboral que dotara a las empresas de una reserva de mano de obra obligada a hincar el lomo por las sobras de ayer. La ESMA, la Perla, la D2, el Río de La Plata, el exilio o la inanición esperaban a los detractores de la miseria planificada. Los crímenes tienen explicación.

La memoria colectiva, la trasmisión de un pasado de lucha, de sus acciones y herramientas, de sus mártires, de su vida digna, de los derechos conquistados, de sus ideas e ideales, necesita de un nicho. La memoria es cuerpo, no respira sin él. No hay memoria con hambre. No hay memoria sin techo. No hay memoria sin salud. No hay memoria con gatillo fácil. No hay memoria con tortura carcelaria. No hay memoria sin trabajo. No hay memoria con discriminación de género. No hay memoria sin educación.

Desde la ADMS pensamos que las y los docentes, en tanto educadores, pero fundamentalmente en tanto trabajadores, tenemos un rol histórico a consumar: luchar cada día, en cada aula, en cada calle, en cada hogar, por que los derechos humanos sean cuerpo en Nuestra América.

No hay tamaña alfombra en el mundo donde ocultar los excluidos planificados. El frío en el aula de un colegio periférico de nuestra ciudad, es un grito gigantesco que ya nadie puede ignorar. ¿Quién puede embanderarse tras una memoria que silencia?

Este 24 de marzo las y los docentes marchamos para alzar la voz en grito de todo lo que nos falta, y todos los que nos faltan. Marchamos a tomar nuestro lugar en la trinchera, erigida ya hace mucho tiempo. Marchamos a romper el círculo que nos quiere huérfanos de nuestra historia. Marchamos por que ningún represor camine nuestras calles, mas también para exigir por todos y cada uno de nuestros Derechos Humanos. Marchamos por los que lo hicieron ayer, y por quienes hoy no pueden hacerlo.

Por los que están y los que no, los trabajadores y trabajadoras de la educación marchamos.

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