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Lepratti: La justicia sólo ha propiciado que se mantenga y fortalezca la impunidad
Por Indymedia Rosario -
Tuesday, May. 03, 2011 at 5:30 AM
rosario@indymedia.org
El pasado 26 de abril, la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de la ciudad de Rosario absolvió de culpa y cargo a cinco policías que habían sido condenados en 2009 por encubrimiento del asesinato de Claudio "Pocho" Lepratti. De este modo, para la justicia provincial, el único responsable probado en los asesinatos de diciembre de 2001 en Santa Fe es Esteban Velázquez, el policía que asesinó de un balazo a Pocho aquel 19 de diciembre, en la escuela de barrio Las Flores. "A 10 años de los crímenes la justicia argentina sólo ha propiciado que se mantenga y fortalezca la impunidad", aseguró Celeste Lepratti, hermana del militante.
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La Cámara de Apelaciones en lo Penal de la ciudad de Rosario, en Sala integrada por los Doctores Ramón Ríos, Carina Lurati y Juvencio Mestre, absolvió a los policías que en primera instancia habían sido condenados por el juez Julio García por falsificación de instrumento público y encubrimiento del asesinato de Lepratti. El dictamen beneficia a Marcelo Fabián Arrúa, chofer del móvil desde el que se hizo el disparo, y a su acompañante, Rubén Darío Pérez. También fueron absueltos el ex jefe de la subcomisaría 20ª, Roberto de la Torre, el titular del Comando Radioeléctrico, Daniel Horacio Braza, y el oficial de guardia la sub 20ª Carlos Alberto de Souza.
"La causa no había imputado a todos los responsables en el encubrimiento porque eran muchos más que 5 policías", no obstante "considerábamos importante la condena porque era la única causa en el país que investigaba este tipo de delito respecto a los crímenes del 2001" señaló Celeste Lepratti en torno al "encubrimiento por parte de la policía de sus propios crímenes".
Gracias al fallo de Ríos, Lurati y Mestre, la única causa judicial sobre los crímenes perpetrados durante las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 en nuestra provincia termina con un único detenido con condena firme: el policía Esteban Velázquez, quien asesinó de un tiro en la garganta a Claudio Lepratti cuando éste, desde el techo de la escuela en que trabajaba y en medio de la represión, gritó a la policía "¡bajen las armas hijos de puta, que hay pibes comiendo!". Así queda cortada la cadena de complicidades dentro y fuera de la fuerza que impulsó, planificó y encubrió los crímenes perpetrados durante la presidencia de Fernando De La Rúa y la gobernación de Carlos Alberto Reutemann.
Más allá del golpe que fue para la Comisión Investigadora No Gubernamental de los asesinatos de 2001 y particularmente para la familia de Pocho, Celeste afirmó que "no sorprende la resolución de esta cámara, porque a 10 años de lo crímenes es la única respuesta que nos viene dando la justicia argentina. Sólo han propiciado que se mantenga y fortalezca la impunidad, primero para los responsables materiales y luego y fundamentalmente para los responsables políticos, con Carlos Reutemann a la cabeza".
Consecuentemente cabe preguntarse qué fue de aquellas promesas de campaña del Frente Progresista Cívico y Social respecto al esclarecimiento de los asesinatos de diciembre de 2001. Pese a seguir utilizando la canción que León Gieco escribió en honor a Pocho para su campaña, "la gestión Binner no ha cumplido su compromiso respecto a las causas del 2001. Todo lo que posibilitaron no alcanzó. Una vez más es un gobierno que nos da la espalda teniendo las herramientas y las posibilidades de desmantelar esta impunidad pero ha faltado voluntad política", denunció Celeste.
Entrerriano de nacimiento, Pocho Lepratti había elegido a nuestra ciudad para desarrollar una amplia militancia que abarcaba el ámbito barrial, social y sindical. Ya instalado en Barrio Ludueña de Rosario, empezó a coordinar actividades para jóvenes logrando nuclear en diversos grupos a más de 150 pibes de barrio. Pocho cruzaba diariamente la ciudad en bicicleta y se solidarizaba además con todos los sectores en lucha. Es por eso que su recuerdo aparece en los más variados relatos de personas que resistieron y resisten. Así, pese a ser uno de los casos emblemáticos de las jornadas de 2001, su asesinato sigue impune y la condena a los autores intelectuales tan reclamada parece lejana. "Sin lugar a dudas la lucha sigue, por la justicia que no ha llegado para todos y cada uno de los caídos", cerró Celeste que, con mirada calma y firme, da cuenta de su afirmación.
Ver informe de la Comisión Investigadora No Gubernamental.