Educación reprimida y abandonada
Por reenvío red eco alternativo - Friday, May. 13, 2011 at 11:33 AM

La policía de Salta agredió a estudiantes y docentes que se movilizaban para exigir soluciones a los históricos problemas edilicios que sufren en distintas escuelas de la provincia.

(Cecilia Litvin – Red Eco) Salta – El lunes 9 de mayo por la mañana, estudiantes, docentes y padres de la Escuela de Bellas Artes Tomás Cabrera (bachiller y terciario) realizaban una concentración, que incluía un corte parcial de calle, para exigir respuesta a sus reclamos por el estado deficiente del edificio. No era la primera vez que lo hacían. Pero esta vez, llegaron agentes de la Guardia de Infantería de la provincia, que con la eterna excusa de liberar “el espacio público” golpearon a los manifestantes, en su grandísima mayoría menores de edad.
Ante esta situación, desde el gobierno provincial intentaron calmar las aguas. Lo hizo a través del ministro de Gobierno, Seguridad y Derechos Humanos, Pablo Kosiner, quien no se hizo cargo del envío de fuerzas de seguridad a la movilización y aseguró que investigarían lo sucedido. Además, el gobernador Juan Manuel Urtubey desempolvó una propuesta de construir un complejo cultural en el barrio El Huaico, ubicado en la zona norte de la capital provincial. Prevén allí erigir cinco grandes edificios en los que funcionarían el Instituto de Formación Docente, la Escuela de Bellas Artes “Tomás Cabrera”, la Escuela de Música “José Lo Giudicce”, el Instituto Superior de Profesorado de Arte y la Orquesta Infanto – Juvenil (todos con históricos reclamos).
La primera etapa, que incluiría la construcción paralela de los edificios para el Instituto de Formación y el Tomás Cabrera, tiene una duración estimada de un año y medio, una vez que se realice la licitación convocada para las próximas dos semanas.
Pero los rechazos a la iniciativa no tardaron en llegar. Primero se criticó la distancia entre el barrio Huaico y la actual sede de la escuela (ubicada en pleno centro de la ciudad). Algunos padres aseguraron que sus hijos tendrían que tomar dos colectivos para llegar, lo que significa un dinero con el que no cuentan. A su vez, la construcción e inauguración del nuevo edificio demandará muchos meses, por lo que debe resolverse dónde cursarán los estudiantes hasta entonces. En el actual edificio es imposible continuar con el dictado de clases ya que hay problemas con los vidrios, estufas, picaportes y bisagras de las puertas. Además del pésimo estado de los techos que, según denuncian, pueden caerse en cualquier momento.
Al día siguiente de la agresión policial, los estudiantes y padres del Tomás Cabrera marcharon hasta la legislatura provincial, movilización a la que se sumaron chicos de otros colegios también con problemas edilicios, como por ejemplo, el Colegio Nacional, la Escuela de Música y la ENET 2. Tras esta movilización, los estudiantes y padres denunciaron que, aunque no hubo presencia policial, sí se presentaron civiles que los filmaron, tal como había sucedido en protestas anteriores.
Los padres del Tomás Cabrera adelantaron que realizarán una denuncia colectiva contra la policía, para que sea la Justicia quien investigue lo sucedido el lunes pasado.
En tanto, los alumnos de artes aseguraron que continuarán con las protestas, movilizaciones, intervenciones artísticas, dictado de clases en la calle (tal como ocurrió esta mañana) hasta que se confirme, al menos, la licitación de las obras del Complejo prometido por el gobierno de Salta.

Ni la primera, ni la última
La represión policial contra estudiantes del bachiller y terciario Tomás Cabrera no es la primera contra el sector educativo, ni contra otros espacios sociales que se han manifestado en Salta en reclamo de sus derechos.
En febrero de este año, la policía reprimió a 350 personas, en su mayoría mujeres y niños, por ocupar terrenos municipales que fueron destinados por el intendente, según contaron los pobladores, para un kartódromo.
Un mes antes, fueron reprimidos en Tartagal desocupados que bloqueaban la ruta 34 para exigir puestos de trabajo genuino.
En diciembre del año pasado, desalojaron violentamente a la comunidad Originaria Diaguita Calchaquí “Las Pailas”, a kilómetros del municipio de Cachi.
En mayo de 2010, se reprimió una protesta de trabajadorxs y desocupadxs en la ruta nacional 34, a la altura de General Mosconi, y una movilización de profesionales de la salud en la ciudad capital. En enero de ese año, estudiantes que se manifestaban en el centro de la capital contra el aumento del boleto urbano de pasajeros fueron reprimidos por la policía, con gas pimienta, palos, y hasta picanas (las tristemente célebres Taser). Hubo siete personas heridas que debieron llegar al hospital en remis porque nos se les permitió el uso de ambulancias, un detenido al que se le adjudicaron las causas de resistencia a la autoridad y tentativa de hurto; y, al igual que esta semana con los estudiantes secundarios, civiles filmaron a los manifestantes.
Sólo algunos ejemplos de la forma en que el gobierno salteño responde a las demandas de los ciudadanos.

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