Julio López
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Red de bachilleratos Populares en lucha
Por Movimiento Popular la Dignidad - Tuesday, May. 17, 2011 at 5:12 PM
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RED DE BACHILLERATOS POPULARES - Marchamos al Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires. Miércoles 18 de Mayo, 17 hs. en Av. de Mayo y Perú.

Red de bachilleratos...
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RED DE BACHILLERATOS POPULARES - Marchamos al Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires. Miércoles 18 de Mayo, 17 hs. en Av. de Mayo y Perú.

* Artículos

Por una ciudad sin desalojos y con políticas de construcción de viviendas populares, con educación y salud pública, y con trabajo para todxs. Sin discriminación y sin aparatos represivos policiales o para-policiales. Por una ciudad con organización y poder popular. Convocamos a todas las organizaciones del campo popular a solidarizarse con esta lucha, en el camino por una articulación genuina, con vocación autónoma y revolucionaria.

Marchamos al Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires. Miércoles 18 de Mayo, 17 hs. en Av. de Mayo y Perú.

Autonomía y Territorio Documento de la Red de Bachilleratos Populares Comunitarios

Objetivos de nuestros bachilleratos populares Somos organizaciones sociales y territoriales que construimos Bachilleratos de Educación Popular Comunitaria, a partir de la necesidad concreta de las comunidades que integramos de gestar nuevas formas de educación. El hecho de apostar a este tipo de proyectos es parte de la construcción de poder popular y de participación real, elementos que consideramos fundamentales en la prefiguración de la sociedad futura, en el camino por edificar nuevas relaciones sociales, igualitarias, justas, solidarias, libres, anti-patriarcales y anticapitalistas. Quienes formamos parte de estas experiencias de educación transformadora nos nucleamos en la Red de Bachilleratos Populares Comunitarios, que es una instancia de articulación horizontal, que concebimos como producto de un proceso basado en la escucha colectiva y el diálogo mutuo, en la confianza construida en común y sobre la base de una práctica militante, que rechaza cualquier imposición de opiniones y proyectos pedagógico-políticos concebidos por fuera de estos espacios de encuentro. Porque estamos convencidos que los proyectos y programas de lucha no pueden preceder a los sujetos políticos que los encarnan y llevan a cabo, sino que son un producto de su creciente articulación y confluencia. Como organizaciones sociales defendemos y luchamos por la educación pública y gratuita, frente al ataque neoliberal y la lógica privatista y sin renunciar a una crítica profunda. Y, si bien rechazamos cualquier tipo de propuesta de “charterización” o privatización solapada, paralelamente apostamos a la construcción de proyectos autónomos de las instituciones del sistema educativo formal, que puedan ampliar la noción de lo público más allá de lo estrictamente estatal, encarnándose en ámbitos y espacios comunitarios, que permitan contemplar e incluir los deseos, aspiraciones, propuestas y saberes de los sectores populares organizados. El sistema educativo formal construye e impone desde arriba planes de estudio, programas y modos de organización institucional, que reproducen las relaciones de poder hegemónicas y perpetúan vínculos jerárquicos al interior de los establecimientos educativos. No obstante estas enormes limitaciones, entendemos que a través de los esfuerzos y la lucha de quienes integran el sistema educativo público tradicional, por mejorar las condiciones materiales, en contra de la precarización salarial, por democratizar las instituciones educativas, es posible generar cambios. Sin embargo, creemos que subordinar los proyectos de Educación Popular a la lógica de la Educación Pública tradicional, implica perder la especificidad de un proyecto político-pedagógico que ha surgido históricamente desde abajo y es concebido para intervenir territorialmente y en función de una perspectiva comunitaria y contra-hegemónica. En la Red de Bachilleratos Populares Comunitarios enmarcamos la construcción de educación popular comunitaria dentro de un proyecto más amplio de transformación de la sociedad, que busca cuestionar los mismos cimientos de las instituciones estatales y de la sociedad capitalista. Creemos que para pensar un proyecto político-pedagógico transformador y crítico, desde sus propias bases, que busque subvertir las relaciones de poder hegemónicas en su conjunto, no se puede partir de las reglas que el mismo sistema pretende imponer. Buscamos construir una propuesta pedagógica propia que confronte con -e intente ir más allá- de esas reglas. Por eso defendemos la autonomía de nuestros proyectos para definir colectivamente la forma de organizarnos, la manera horizontal en la que tomamos decisiones, los contenidos pedagógicos que consideremos relevantes, a la vez que cambiantes, en función de las necesidades de la comunidad y del grupo, la elección de lxs educadorxs populares, la definición de nuestras prioridades pedagógicas y políticas, y todos los demás elementos que hagan falta para construir una educación transformadora, que simultáneamente contribuya a la construcción de poder popular en nuestros territorios de lucha. Estas prácticas y estas formas anticipan otros modos de relación que antagonizan con las estructuras jerárquicas dominantes y con los objetivos explícitos e implícitos de la educación pública tradicional, a la vez que apuntan a la modificación integral de la sociedad, teniendo como horizonte trascender el capitalismo.

Vínculo con el Estado Queremos que quienes atraviesen los bachilleratos populares reciban un título o certificado oficial, es decir, que cuenten con las mismas acreditaciones que un bachillerato estatal. A pesar de que mediante la lucha muchos bachilleratos hemos logrado otorgar títulos oficiales, aún hay bachilleratos populares nucleados en la Red que no tienen esa posibilidad y ese es uno de nuestros reclamos principales. El problema surge cuando desde el Estado se pretende que para seguir otorgando títulos oficiales nos transformemos en un bachillerato estatal (o privado), intención que se manifiesta con el contenido de los diferentes instrumentos legales con los que pretenden regular el funcionamiento de nuestros espacios educativos. De ahí que volvamos una y otra vez sobre la autonomía y la identidad de nuestros proyectos, cuestiones que no estamos dispuestxs a negociar ni a entregar. No vemos viable el camino emprendido por los bachilleratos agrupados en la “Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha” ensayando una “escuela pública popular”, ni creemos que la lucha por los salarios deba ser lo que nos haga perder el proyecto radical en la carrera, un proyecto colectivo que se construye día a día, con esfuerzo, dificultad, amor, alegría y desde el barrio. Antes que la fundación de escuelas o la creación de fuentes laborales para docentes (y/o la militancia en sindicatos docentes), la construcción de este proyecto crítico y emancipador es nuestro anhelo, la síntesis de nuestros deseos.

Críticas específicas al futuro registro en la CABA En este contexto político, y siendo el macrismo una de las expresiones más recalcitrantes de la derecha ¿Cuál es el sentido de firmar un acuerdo con el Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad? Las características de este acuerdo expresado en el registro por firmarse entre el Gobierno de la Ciudad y la Coordinadora ¿aportan a un proceso democratizador hacia adentro de las estructuras educativas estatales o implican un avance del macrismo sobre las organizaciones sociales? Creemos que las características de este acuerdo, pese a no contemplar y a desconocer las experiencias nucleadas en la Red de Bachilleratos Populares Comunitarios, amenazan nuestros proyectos autónomos: sientan un precedente normativo en la órbita del Estado a partir del cual forzar a todo proyecto basado en la educación popular comunitaria o “pública no estatal”, a insertarse de manera ineludible en aquella instancia burocrática, so pena de ver peligrar el otorgamiento de títulos oficiales o el funcionamiento y la toma de decisiones horizontal, que hoy son dos características fundamentales de nuestras experiencias pedagógico-políticas. Además creemos que el contenido de este acuerdo tampoco aporta a la construcción de Escuelas Públicas Populares:

*

Coloca a los Bachilleratos en el ámbito de la Dirección de Educación del Adulto y del Adolescente dependiente de la Dirección General de Educación de Gestión Estatal, como parte de las “Unidades de Gestión Educativa Experimental”. Estas Unidades fueron creadas en 1990, en el marco del proyecto neoliberal de precarización y privatización de la educación publica. ¿Acaso no tiene ninguna implicancia dejarse enmarcar en esta Unidad? ¿Es conveniente en este contexto político, que el macrismo a través del Ministerio de Educación “acredite, evalúe, regule y controle la gestión de estos bachilleratos de modo indelegable”?
o

Obliga a tener una forma organizativa jerárquica (nombramiento de directorxs, secretarixs, preceptorxs, etc.), cuando nuestro objetivo es desnaturalizar, cuestionar esas relaciones de poder y roles escalonados. Sostiene la estructura vertical, inherente a la escuela estatal, una estructura contraria a nuestros recorridos en busca de participación y de toma de decisiones de manera asamblearia y colectiva. ¿Acaso no tendría consecuencias tener que ajustarse a normas de este tipo?
o

No se explicita la autonomía en la elección de educadorxs ni en la formulación de planes de estudio. Por el contrario, queda definido que las nuevas Unidades de Gestión Educativa Experimental deberán ajustarse a planes de estudios pre-existentes, anulando la posibilidad de la comunidad de definir y reformular continuamente sus propias propuestas educativas. Y se crean “cargos” docentes, cuya continuidad y regulación, al no explicitarse algo diferente, se regirá por el estatuto docente.
o

Habilita al Ministerio de Educación a mudar de establecimiento a los bachilleratos cuando “lo considere meritorio” ¿Qué quedaría del carácter territorial-comunitario de los bachilleratos populares que la suscribiesen? ¿Qué diferencias pueden haber entre el funcionamiento de un bachillerato popular dentro de un espacio reapropiado por el barrio (un centro cultural, un club, una fábrica recuperada) y un lugar definido arbitrariamente por el gobierno de turno? ¿Cómo impactará simbólicamente funcionar en la materialidad de una escuela estatal o en un establecimiento ajeno a los espacios habitados por la subjetividad de la organización o el movimiento popular que forma parte de ese proyecto pedagógico-político?
o

A través de este decreto queda pautado el pago por parte del Estado de salarios. Pero nos preguntamos, ¿Es lo mismo la lucha por un presupuesto propio que nos permita definir colectivamente y de forma autogestiva cuáles son nuestras prioridades de uso del dinero (incluso cuando eso pueda suponer la percepción de recursos para el equipo de educadorxs), que recibir salarios docentes de manera individual a través de contratos laborales precarios? Más allá de lo pertinente de esta pregunta, aclaramos que, para nosotrxs, la dicotomía no es “salario sí o salario no”. Los bachilleratos que integramos la Red no aceptamos recibir salarios, ya que entendemos que ponen en riesgo nuestra autonomía, debido a que habilita al Estado, a través de los condicionamientos del régimen salarial educativo, a intervenir en nuestros proyectos político-pedagógicos. En la Provincia de Buenos Aires, a pesar de que su gobierno esta alineado en el proyecto kirchnerista, hay proyectos regulatorios de la mismas características, con lo cual la lucha por mantener la autonomía de nuestros proyectos se extenderá más allá de la cuidad.

Plan de lucha Por todo esto, creemos necesario profundizar un plan de lucha de la Red de Bachilleratos Populares Comunitariospor el definitivo reconocimiento de la totalidad de los bachilleratos que la integran y el rechazo a la normativa que pretende reglamentar a los bachilleratos populares en la CABA, a fin de garantizar la continuidad de nuestros proyectos político-pedagógicos. Esto requiere obtener la garantía de títulos oficiales, a la vez que avanzar hacia un proyecto de ley que exprese las especificidades sustantivas de estas experiencias de educación popular comunitaria.

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Para pensar
Por ALguien - Tuesday, May. 17, 2011 at 9:48 PM

Antes que nada quiero decir que me parece buena la intención que tienen para esos chicos que es acercarlos a un espacio educativo, para que se puedan formar no solo en lo académico sino reflexionar sobre ciertas cosas y cambiar la relación alumno docente/autoridades en lo tradicional. Pero me parece que la propuesta debe ser más superadora. En este marco, no se puede suplantar al Estado que es quién dice cómo son las reglas de juego, quién sabe y quién no sabe, etc. La relación directivos, docentes, alumnos tiene que cambiarse a partir de la lucha de los estudiantes, de la conformación de centro de estudiantes. SI quieren enseñar una alternativa antipatriarcal, anticapitalista, es mejor para un alumno hacer la experiencia en una institución educativa defendiendo lo suyo a través de un centro de estudiantes combativo. Porque frente a una autoridad horizontalista, no aprende a pelear contra una autoridad, y en todos los ámbitos de la vida se va a encontrar con una autoridad patriarcal y capitalista. Segundo, el año pasado hubo varias tomas en diversos colegios por el estado de las escuelas. Realmente para felicitar a los pibes que tomaron la posta de defender la educación pública, sus espacios. Ahora bien, si nosotros le damos clases en lugares que no tienen calefacción, ni buena ventilación, bibliotecas, laboratorios, sala de informática, taller técnico, etc, estamos dándole como alternativa lo mismo que nos quejamos. Y si bien los materiales y las condiciones no hacen a toda la educación, es un aspecto importante. Pero también considerar que hay que luchar contra el sistema en todos los ámbitos, en la fábrica en la que trabaja el viejo de ese pibe, o ese mismo alumno que no le permite llegar a una clase porque no tiene para el colectivo. La educación pública deteriorada genera dos alternativas posibles, las escuelas privadas o los bachilleratos populares. Y creo que deberíamos luchar por la educación pública. Vuelvo a repetir, es una excelente intención preocuparse por los chicos, por los alumnos, pero pensemos bien si es el mejor lugar para dar esta lucha.

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Para pensar dos veces
Por Cumpa - Wednesday, May. 18, 2011 at 2:54 PM

Los bachilleratos populares no son escuelas para pobres, son espacios donde los compañeros y compañeras se organizan y deciden por asambleas. Se genera pensamiento crítico y representan al pueblo organizado frente a la desidia estatal ( nacen en el contexto post 2001 en Argentina). Son un fin, la educacion popular, y un medio también, ya que también representa la creación de gérmenes de poder popular territorial en el camino de la revolución social. Claro, se puede no estar de acuerdo con la revolucion...
Lo real es que la escuela estatal representa una herramienta, no coercitiva, de como el estado monopoliza su discurso y obtiene poder. Es por eso que tanto estudiantes como los docentes revolucionarios de la escuela publica debemos luchar desde adentro para que esta educación represente otra cosa, para tyransformarla y hacer que sea realmente publica. Pero también es una realidad que los bachilleratos populares concebidos como espacios de educacion publica no estatales aportan al debate entre lo publico no estatal y lo publico estatal y excluyendo sistematicamente la opcion privada como forma de organizar la educacion.
Compañeros, compañeras, los bachilleratos populares de la RED de bachilleratos populares apoyan incondicionalemente la lucha por la Educacion Publica y gratuita ( la lucha gremial docente y estudiantil), pero consideramos que el pueblo tiene derecho a organizarce como quiere y donde quiera ( mucho mas pensando que hay bachis en fabricas recuperadas).
La revolucion no la haremos solamente expropiando al capital burgués sino tambien construyendo la cultura, la educación, el trabajo y la salud del pueblo.
saludos!

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Para pensar dos veces
Por Cumpa - Wednesday, May. 18, 2011 at 2:55 PM

Los bachilleratos populares no son escuelas para pobres, son espacios donde los compañeros y compañeras se organizan y deciden por asambleas. Se genera pensamiento crítico y representan al pueblo organizado frente a la desidia estatal ( nacen en el contexto post 2001 en Argentina). Son un fin, la educacion popular, y un medio también, ya que también representa la creación de gérmenes de poder popular territorial en el camino de la revolución social. Claro, se puede no estar de acuerdo con la revolucion...
Lo real es que la escuela estatal representa una herramienta, no coercitiva, de como el estado monopoliza su discurso y obtiene poder. Es por eso que tanto estudiantes como los docentes revolucionarios de la escuela publica debemos luchar desde adentro para que esta educación represente otra cosa, para tyransformarla y hacer que sea realmente publica. Pero también es una realidad que los bachilleratos populares concebidos como espacios de educacion publica no estatales aportan al debate entre lo publico no estatal y lo publico estatal y excluyendo sistematicamente la opcion privada como forma de organizar la educacion.
Compañeros, compañeras, los bachilleratos populares de la RED de bachilleratos populares apoyan incondicionalemente la lucha por la Educacion Publica y gratuita ( la lucha gremial docente y estudiantil), pero consideramos que el pueblo tiene derecho a organizarce como quiere y donde quiera ( mucho mas pensando que hay bachis en fabricas recuperadas).
La revolucion no la haremos solamente expropiando al capital burgués sino tambien construyendo la cultura, la educación, el trabajo y la salud del pueblo.
saludos!

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Para seguir pensando
Por ALguien - Wednesday, May. 18, 2011 at 7:35 PM

El punto es que se sobredimensiona algunos fenómenos surgidos con mayor intensidad a partir del 2001 como es un bachillerato popular o una fábrica recuperada. Son intentos interesantes contra la desidia estatal y para buscarle una vuelta a la resolución de problemas que trae una crisis capitalista, pero que no son semillas que están germinando una revolución. Ambos casos, lejos de tener independencia para manejar sus asuntos por asamblea, dependen de lo que el Estado quiera ofrecerles. Algo que supuestamente es completamente independiente y autogestivo, termina siendo ultra dependiente del Estado. No se puede construir cultura socialista si no vivimos en un sistema socialista, si podemos generar cultura militante, que es algo distinto. Y la cultura militante, esto de que compañeros y compañeras se organicen y decidan por asamblea la puede hacer un centro de estudiantes o trabajadores estatales dentro de una institución estatal. Una fábrica recuperada es una fábrica que se inicia en un lugar con serios problemas de endeudamiento, vaciamiento por su ex patrón. En general tienen una situación legal muy inestable, con el miedo al desalojo constante. Deben hacerse cargo de las deudas del antiguo patrón y competir en un mercado capitalista, lo que genera autoexplotación (trabajar más horas y que sus horas de laburo valgan menos) o que funcionen como una tercerizada de otra empresa. Dependen de los subsidios que les brinda el Estado. En cambio si fueran una fábrica estatizada bajo su control, serían trabajadores estatales que deciden el ritmo de la fábrica por asamblea y no dependerían a ver qué político puede ayudar, sino podrían presionarlos como trabajadores estatales organizados. Lo mismo para el caso de los bachilleratos populares, si los estudiantes fuesen a una escuela estatal y estarían organizados en un centro de estudiantes y los docentes también estuviesen organizados en conjunto podrían luchar para transformar la dinámica de las escuelas y sería otra cosa la escuela pública. Con estas formas que mencionás, perdes poder. Por eso el Estado prefiere mil veces esto, porque no quiere quilombos en su interior.

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cuestionando el pensamiento
Por AntiSemilla - Thursday, May. 19, 2011 at 1:09 AM

Considero que el proceso desencadenado en los bachis no constituye una semilla de la revolución ni un germen socialista y creo que se trata de un proceso revolucionario en sí mismo, que enfrenta no pocos problemas tanto internos como externos.
Más allá que la total independencia y autogestión no existen, no deja de ser un dato que se plantee como utopía, como objetivo de máxima. Y si aceptáramos la medición en grados, el grado de autogestión en un bachillerato popular es notoriamente mayor al de una escuela estatal o privada.
La organización por dentro de las instituciones tradicionales claro que es posible y deseable, aunque es poco probable que allí pueda darse una relación asamblearia, dialógica y horizontal. Tanto sindicatos como centros estudiantiles evidencian crisis de participación en sus estructuras propias de democracia representativa, electoralista y a veces, hasta empresaria. Subvertir estas condiciones en las organizaciones gremiales exige un tipo de organización a prueba de aprietes que aún no ha sido creada.
Me parece muy interesante el planteo sobre "dar clases en pésimas condiciones es hacerle el juego al Estado", parangonable a lxs trabajadores de las fábricas recuperadas autoexplotándose. Creo que un primer problema de las imagenes es que intentan analizar una situación con los parámetros de otra situación semejante, aunque distinta. En este movimiento lo que se pierde es la situación misma, que es quizá lo novedoso a analizar. Un obrero laburando 15 hs. bajo la mirada del patrón está siendo sobreexplotado, pero alguien que se rompe laburando 15 hs. junto a compañerxs para que no les expropien las máquinas, es un obrero? es un patrón? pasa por ahí lo nodal de lo que sucede?
También es interesante cómo se disocia al Estado (ese que no quiere quilombos en su interior, esa superinteligencia maligna) de las instituciones estatales, como si ser trabajador estatal sólo implicara usar un overol celeste y blanco.
Para terminar, creo que para transformar el sistema educativo público, desde abajo, habrá que plantearle pelea tanto desde adentro como desde afuera, ambos escenarios son extremadamente complejos y requieren nuevas formas organizativas, nuevas teorías y prácticas que difícilmente salgan de un cerebro genial antes que de una discusión asamblearia en el barrio.

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Sigo pensando y...
Por Alguien - Thursday, May. 19, 2011 at 12:01 PM

Los alumnos que asisten a un bachillerato popular deberían tener el mismo derecho de formación que otros alumnos. Un alumno de bachillerato tiene que tener la posibilidad de, por ejemplo, utilizar internet para trabajar en sus clases. Seguramente dirán ¿tan fundamental es internet? Es solo un ejemplo de que no se genera igualdad de condiciones en la formación. Y es fundamental porque es una herramienta que permite la búsqueda de información frente a una desinformación constante. No podés buscar el juicio crítico en un alumno si no tiene las herramientas para buscar información, leer diversas fuentes por su propia búsqueda y hallazgo y emitir una opinión o juicio sobre lo que está analizando. También vuelvo a repetir, en los bachilleratos populares no hay centro de estudiantes, un espacio de práctica y formación política de los estudiantes. Yo no compararía al centro de estudiantes con los sindicatos, en la caracterización política que vos haces. Los centros de estudiantes hoy están más activos que nunca, más militantes que nunca y si bien falta seguir laburando y abrir centro de estudiantes en algunos secundarios, la muestra del año pasado sobre las tomas en los colegios y universidades, es contundente. Distinto es una burocracia sindical que está en problemas y el surgimiento de delegados que si apuestan a la libertad sindical y a defender a los trabajadores, no a la patronal.
Por otra parte, un obrero laburando 15 horas con patrón, es un obrero explotado por su patrón, generando plusvalía para su patrón. Un obrero laburando 15 horas para poder sobrevivir, en un sistema donde otros patrones marcan los ritmos de la economía, también está siendo explotado, autoexplotado. Y no podemos decir bueno, es mejor la autoexplotación porque al menos puedo cebarme un mate entre laburo y laburo, porque está mal que un trabajador trabaje más de 8 horas diarias. Y esas 8 horas diarias se conquistaron en un momento, no porque a alguien se le ocurrió un número, sino porque el trabajador tiene que tener tiempo para su desarrollo personal y familiar. Tiempo para descansar, para estar con sus hijos, salir un rato y ver el sol. Los trabajadores autogestionados siguen siendo trabajadores, siguen vendiendo su fuerza de trabajo, viven de la fuerza de trabajo, no del capital. Por más que no tengan “patrones” visibles, tiene un Estado que los oprime y ahoga, capitalistas que le marcan el ritmo, que les dicen cuanto vale su trabajo. Hoy los movimientos de fábricas recuperadas son defensivos, se mueven frente a un ataque, no son ofensivos. Y ese es precisamente el problema, por lo cual no es revolucionario, sino intentar resistir en formas pre capitalistas en una relación de dependencia encubierta.

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@revolucion
Por Educar(nos) para transformar(nos) - Thursday, May. 19, 2011 at 12:44 PM

me quedo con el planteo de "la internet" (y la "igualdad de oportunidades"), como habrán hecho, los soviéticos, los vietnamitas, los chinos, los sandinistas y los cubanos por poner algunos ejemplos. Pensar que la red de redes informa mas de lo que desinforma es de una ingenuidad llamativa, o al menos un argumento que no sirve para plantear una posición contraria a la de los bachilleratos populares.
El problema de la critica son las intenciones, nadie de los que aqui defendemos la educacion popular lo hacemos en desmedro de la educación estatal, cada espacio concreto de militancia tiene sus limites.

De la unidad se trata compañer@s

Abrazo

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Pero...
Por Alguien - Thursday, May. 19, 2011 at 1:21 PM

Los soviéticos tampoco hicieron la revolución a través de un bachillerato popular, construyeron un partido. Un partido revolucionario. Hoy día los cubanos tienen el gran problema de ver todo a través de Randy en mesa rendonda, y no acceder a internet para poder ver otro posicionamiento sobre lo que pasó en Libia. Por ejemplo, los alumnos podrían acceder a indymedia, a prensas de distintos partidos políticos, blogues independientes, plantear una discusión, mucho más que enterarse por los noticieros monopolicos oficialistas o de clarín. Ahi estará el docente, para proponer la busqueda de otras fuentes, discutir con los alumnos. Porque de hecho ya los estudiantes utilizan la red, para el face, twitter, jugar, etc, pero para educarse es otra cosa. Es una herramienta, depende como la uses.
Ya dije, entiendo que defienden la educación pública, no estoy diciendo lo contrario, entiendo las buenas intenciones, pero lo que estoy criticando es no que no lo vean así, sino el método.

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Reflexiones para seguir la conversa
Por Pampa - Sunday, May. 22, 2011 at 10:18 PM

Tal vez hay que tomar en cuenta que este puede ser un comienzo de nuevas formas de organización de base, cuyo camino recorrido no es tan extenso, y por esto mismo no están en condiciones de plantarse como una fuerza ofensiva revolucionaria; las fábricas recuperadas, el trabajo en cooperativas y las experiencias de educación popular (particularmente los bachis) siguen siendo experiencias minoritarias en relación a la fuerza opresora y legitimada que ejercen instituciones estatales y privadas en el marco económico y educativo. Son resistencia, y como tales, son revolucionarios en si mismos dentro de un contexto en el que la revolución no está planteada como opción sino para muy pequeñas minorías. Y por eso mismo, porque son resistencia, es que deben subsistir en condiciones que tienen poco de perfectas o ideales, y porque en su horizonte está el cambio social es que deben seguir resistiendo y nunca desde la soledad, sino buscando expandir el movimiento popular, autogestivo y comunitario para que pueda contagiarse y explotar en muchos focos más. Ese es el momento que se espera y por eso se lucha, por eso se trabaja 15 horas en una cooperativa, porque al mismo tiempo se aboga porque nazcan muchas cooperativas más y de esa forma el movimiento, formado de muchos movimientos más pequeños, logrará tener una fuerza que no solo sea de resistencia sino también de avance ofensivo, y donde la revolución social sea un camino un poco más definido.
Por otro lado, se está frenta a una ficcionalización de la realidad si se cree que la educación pública estatal brinda las herramientas intelectuales que permitirán un pensamiento propio, libre y con identidad. Quiero decir que pueden tener veinte salas de computación y 90 bibliotecas con acceso a internet, pero el pensamiento de quienes hagan uso de ellos estará, la mayoría de las veces, encapsulado en el sistema de ideas que legitima y perpetúa la sociedad capitalista y patriarcal que la escuela imparte y defiende.
Otra cosa que quisiera decir en relación a esto de que desde dentro de la institución estatal aparentemente se puede jugar un papel más fuerte o más protagónico dentro de la lucha, es que muchas veces quienes ingresan a un bachillerato popular lo hacen justamente porque les han sido cerradas las puertas a las instituciones estatales, porque plantean un cierto perfil de ingreso que muchas veces no puede ser cumplido por personas de bajos recursos, sin papeles o documentos, con problemas de movilidad, etc.. De esta forma es que estas experiencias post crisis, que nacieron como efecto de una falta, han podido convertirse en experiencias positivas, originales y generadoras de nuevos panoramas.
Perdón que me extendí tanto, pero espero que sirva para ampliar y continuar el debate.
Saludos.

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Estos no son Bachilleratos Populares
Por Carlos Jerez - Tuesday, Jun. 21, 2011 at 11:34 AM

Comentarles que estos en realidad no son los BACHILLERATOS POPULARES, sino otras experiencias alternativas politicamente oportunistas. Espacios que luchan por un titulo oficial del estado, pero que, por otra lado, no lo reconocen, espacios que detestan la educacion publica pero x otro lado en sus paginas de internet reciben dinero de empresas como: visa, mastercard, etc. Son 3 o 4 escuelas llamadas bachilleratos.
Sí existen en la Argentina Bachilleratos Populares, que son mas de 60 en diferentes lugares con una concepción diferente. Que luchan junto a los compañer@s docentes de las escuelas publicas, que piensan en una educacion popular en un espacio autogestionado por las organizaciones y movimientos sociales. Por eso brindo x los bachilleratos populares en lucha, no por estos grupos que se fundamentan en tantas contradicciones...
Saludos militante

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es mentira
Por Marita Arellano - Tuesday, Jun. 21, 2011 at 10:39 PM

Cumpas, como esta red apoya la escuela publica? basta leer este documento que envían para darse cuenta que en realidad son escuelas charter encubiertas, el documento esta más que claro.

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