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Desde hace un año, Mocovíes reclaman agua potable y energía
Por Agencia Fe - Thursday, May. 19, 2011 at 2:34 PM

La comunidad Com Caia, de Recreo, cortará la ruta 11. Además, indicaron que el riesgo de que productores privados vuelvan a sembrar soja en su predio “está latente”.

En junio del año pasado, la comunidad mocoví Com Caia, de Recreo, fue noticia porque en las tierras que les cedió el gobierno (unas 320 hectáreas ubicadas en el kilómetro 491 de la ruta nacional Nº 11), el productor Coco Alcober sembró soja y trigo, y levantó cosechas millonarias.

Tras exigir a la Dirección de Pueblos Originarios las diligencias necesarias para frenar ese uso ilegal por parte de terceros, integrantes de la comunidad mocoví de Recreo también reclamaron la instalación de servicios básicos, como luz eléctrica y agua potable. A casi un año de aquellas negociaciones, 25 de las 40 familias que habitan en el campo San José, denunciaron que continúan habitando en condiciones “desesperantes”, aseguraron que el riesgo de que les vuelvan a sembrar granos “es latente” y decidieron cortar la ruta nacional Nº 11. La protesta se realizará hoy a partir de las 9, en el kilómetro 491, a la altura del asentamiento.

Ayuda concreta
“En este momento, ni siquiera podemos enchufar un equipo de nebulizaciones porque no tenemos luz. Logramos con mucho esfuerzo conseguir camillas, pero no vienen médicos, no tenemos asistencia sanitaria ni agua potable. Nosotros necesitamos ayuda concreta del Estado para poder solucionar estos problemas que hacen a la vida diaria de todas las familias mocovíes que viven aquí en el campo”, expresó Elba Torres, integrante de Com Caia.

Las tierras donde están asentados fueron adjudicadas por decreto provincial Nº 2046/08 y quedan a unos siete kilómetros de Recreo y cuatro kilómetros de Candioti: “Es demasiada distancia para una emergencia. Estamos pidiendo condiciones dignas de habitabilidad”, insistió Torres.

Por otra parte, la mujer indicó que aún persisten los problemas con el cacique Pedro Coria, cuestionado por ser quien había realizado los arreglos de alquiler con el productor Coco Alcober. “Todavía hay problemas de discriminación. Coria hace una selección discrecional de quienes pueden o no integrar la comunidad”, expresó y agregó que “hay rumores de que se están alquilando máquinas agrícolas”, en referencia a la posibilidad de que vuelvan a firmarse contratos de alquiler de producción del suelo.

Acuerdo interno
Sin embargo, el director de Pueblos Originarios, Raúl Britos, expresó que “la voluntad del gobierno es atender las necesidades de la comunidad pero que primero los propios mocovíes debe resolver los problemas internos”.

“Nosotros ya confirmamos que en los próximos 10 días van a tener luz eléctrica. Pero para avanzar en la urbanización de las tierras, necesitamos que todas las familias se pongan de acuerdo sobre qué destino les quieren dar. Comunidad son todos, pero hay un grupo de familias que se quedaron en Recreo y otro que se fue al campo. Entonces, el mayor inconveniente para avanzar más es la división interna de la comunidad con respecto al uso y explotación de la tierra. Si ellos logran acuerdo, nosotros podremos planificar de qué manera se puede urbanizar”, expresó el funcionario.

Viven en forma precaria
En tanto, una de las personas que colabora con la comunidad mocoví es Mariana Maglianesi, vecina de la localidad de Candioti, quien en diálogo con Diario UNO explicó que el conflicto comenzó apenas se distribuyeron las tierras “porque el cacique Com Caia, Pedro Coria, firmó algún tipo de convenio con la firma Denis Stamati para la explotación de los lotes”.

No obstante, manifestó que “eso no se puede hacer, porque el artículo 25 de la ley Nº 11.078 –que creó el Instituto Provincial de Aborígenes Santafesinos y regula las relaciones colectivas e individuales de las comunidades– expresa que «(las tierras) no podrán ser usadas, explotadas, o alquiladas por personas ajenas a la comunidad o que no sean aborígenes»”.

Además, Maglianesi insistió en la necesidad de “inminentes mejoras en las condiciones de vida” de las familias ubicadas en el kilómetro 491 de la ruta nacional Nº 11.

“No tienen conexiones eléctricas y el transporte público no llega cuando llueve. Los chicos se quedan sin poder ir a la escuela. Éstas son situaciones inadmisibles, que requieren de una solución expeditiva más allá de toda otra negociación”, expresó.

En este sentido, Maglianesi insistió en que no hay ninguna ley que ampare la producción de terceros, ajenos a la comunidad: “Son tierras aborígenes y son ellos quienes ya han decidido qué producir. Tienen sus granjas, sus huertas, sus hornos de barro. Hay que respetar la autodeterminación y que ellos decidan qué van a producir y no que se lo impongan instalándoles un productor sojero en el lugar”.


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