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Mártires de la Educación–En memoria de los maestros del Perú y la ley mordaza de apologia
Por Juan Esteban Yupanqui Villalobos - Friday, May. 27, 2011 at 1:42 AM
tupacisaac2@hotmail.com (Casilla de correo válida)

Un merecido homenaje a aquellos maestros que murieron en todos los genocidios de Alan García y Fujimori, ya que con su ejemplo demostraron que a pesar de quedar impune las fechorías de estos criminales, siguen ellos poniendo la esperanza de los pueblos.

Mártires de la Educa...
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En mi memoria sale a acotación dos escenas por más escalofriantes en la vida de los maestros peruanos, los que se tendrán en cuenta. El primer paso en los luctuosos del Frontón y Lurigancho y la otra la del 18 de julio, una como la otra pasa a escasos días el uno del otro y en los dos mueren maestros que con sus juveniles años murieron. Si fue o no, equivocada su decisión, no lo sabemos, sólo sabemos que por sus acciones no ganaron nada, ni un solo, ningún departamento en París, ni muchos de sus esposas que nunca trabajaron no tienen miles de propiedades y nunca fueron congresistas para hacer antesalas de las grandes compañías transnacionales. Sólo sabemos que así como fueron pobres, así murieron. Muchos de ellos dejaron en sus mentes el ideal de una sociedad más justa, sobre todo para aquellos niños que viven en los miles de arrabales que rodean nuestras grandes ciudades, porque ellos vivieron y seguirán viviendo en los que los suceden como maestros el dolor de estos niños.

Estos niños que sólo comen una vez al día, y que comida que es sólo harina de pescado mezclada con cartón, por que es el más barato que hay en los mercados populares. Y eso a pesar de los triunfalismos de todos los gobiernos. Es que ellos no viven cerca de estos espacios en que viven millones de nuestros hermanos que son desplazados de sus tierras hacia las grandes ciudades, los sacan sus tierras, con el conocido pretexto de llevar desarrollo para sus pueblos y los engañan con un miserable solo, que lo gasta y ya no tiene más y se refugia en las grandes ciudades a cubrir su miseria, y es allí que sólo tiene que recurrir al maestro que también es pobre como él, pero que está cerca, muy cerca para consolar de sus tristezas. Y es que el sistema que nos explota o carcome, no le interesa que el Maestro, se supere, para ello inventa una y miles de leyes para que siga pobre y miserable, para que no se vea toda su podredumbre y explotación de los maestros, inventa mil argucias, como evaluaciones y tramposas leyes, diciendo, es porque se superen los maestros, pero siguen los más miserables sueldos, que más parecen unas insultantes propinas que apenas le llega para una semana de necesidades, mientras que toda su guardia de corps gana el doble de lo que nuestros maestros ganan en un mes. Es que le interesa salvar el sistema, pero no hacer justicia con los sufridos que enseñan a los hijos del pueblo.




Si en el Frontón murieron maestros sin ser juzgados por un poder judicial independiente, su asesino ahora funge de presidente de la República sin siquiera haber sido molestado por los crímenes que cometió, contra aquellos indefensos maestros. Y más bien con bravatas a través de sus esbirros, como aquel indígena muchic que se cree gringo de piel blanca y que ostenta el cargo de premier de la República sale a amenazar el libre pensamiento, a la libre expresión. Claro, ya no pueden tapar las atrocidades que siguen cometiendo en este su segundo gobierno. Y la única manera de acallar las voces de protesta, como lo hacen siempre, es acomodar sus leyes para atentar contra el derecho a la huelga, a pensar diferente a ellos y hacerlo también por escrito. Les duele en el alma que les digan ladrones de cuatro esquinas, tal como lo diría un candidato fascista representante del caciquismo moderno. Por eso se ensañan con el pueblo para que no exijan sus derechos, de allí salieron la criminalización de las protestas sociales. ¿Cuántos dirigentes sociales de bases, es que se encuentran presos, mientras que delincuentes de cuellos y corbata siguen en las calles buscando donde estafar o colgando de la teta del gobierno para hacerlo más preciso, pero el mismo es estafar al pueblo, tal y como éste candidato aprista llamado Salaverry.




También hay que recordar a aquellos jóvenes aspirantes a maestros, en la que un escuadrón de la muerte comandado por el terrorista Fujimori, dio la orden de asesinar a ellos, sólo por el delito de ser jóvenes, pobres y estudiantes de la Universidad más pobre de todo el Perú, que es autogestionaria donde el gobierno lo llevan auténticamente los jóvenes en conjunto con sus verdaderos maestros. Aparte de dar todas las facilidades a aquellos pobres de la Amazonia que sin tener un techo, ni dinero se formaron para volver a sus pueblos y naciones originarias. Pero también hay que recordar a los chicos universitarios de la Universidad Nacional del Centro de Huancayo en que el terrorista Fujimori y sus escuadrones de la muerte soltaban los aviones de la fuerza aérea. En uno son diez jóvenes y un maestro, me refiero a los hermanos de la universidad Enrique Guzmán y Valle, que más se les conoce como La Cantuta, y de la que es que escribe esta nota egreso en los años más duros de la violencia política en nuestras naciones.

Los desaparecidos de La Cantuta
http://youtu.be/EMQ-WL8qpSA



Tal vez la Cantuta es más conocida por estar cerca y en la capital, pero la Universidad que sufrió la insania de los terroristas de Estado fue la Universidad del centro, donde se cuentan por cientos y quizás miles de estudiantes que eran asesinados por los escuadrones de la muerte de Fujimori. Allí era delito, tener el color oscuro, es decir ser andino, amazónico y ser pobre, además de estudiantes de cualquier especialidad y caminar hablando o tocando música de su pueblo, era considerado en la lista para ser desaparecido y apareció muerto en algún valle o muy simplemente verdad de un helicóptero o avión para que su cuerpo se estropee en las piedras las punas o los ríos. Y ahora en la paradoja, estos condenados y su organización terrorista de estado son amparados por el genocida Alan García, seguramente para tapar sus nuevos crímenes cometidos en esta etapa de su vida política.

Un merecido homenaje a aquellos maestros que murieron en todos los genocidios de Alan García y Fujimori, ya que con su ejemplo demostraron que a pesar de quedar impune las fechorías de estos criminales, siguen ellos poniendo la esperanza de los pueblos.

Túpac Isaac II
Juan Esteban Yupanqui Villalobos
http://juanestebanyupanqui.blogspot.com

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