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Nota de Rel-UITA a la Presidenta de Brasil
Por Rel-UITA -
Tuesday, May. 31, 2011 at 11:46 AM
Ante el Asesinato de José Cláudio Ribeiro da Silva (Zé Cláudio) y Maria do Espírito Santo Silva
Presidenta de la República Federativa del Brasil Señora Dilma Rousseff
Palacio de Planalto
Brasilia
Estimada Presidenta:
Nos dirigimos a usted en nombre de nuestras 374
organizaciones afiliadas en 119 países, para
expresarle nuestra profunda consternación por el
asesinato el pasado martes 24 de mayo en Pará,
de una pareja de campesinos extractivistas,
militantes sindicales y ambientales que desde
hace años luchaban contra la deforestación y la
usurpación de tierra.
José Cláudio Ribeiro da Silva
(Zé Cláudio) y Maria do Espírito Santo
Silva fueron fríamente ejecutados, y parte
de sus orejas fueron cortadas por los asesinos
como promesa de más terror y muerte para quienes
continúen la lucha.
Este acto bárbaro, salvaje, sería certeramente
calificado en cualquier parte del mundo como
“terrorismo”, ya que se trata de un crimen
planificado, organizado, ejecutado por personas
especializadas de manera premeditada sobre
personas inocentes y desarmadas, y con un fin
político, social y económico.
Se trata de “muertes instrumentales”, meras
herramientas para incidir en un conflicto que no
es privado sino público.
Fueron ellos, pero podrían haber sido otros,
cualquiera de esos 300 nombres que integran la
siniestra lista de los “marcados para morir” por
una articulación político-empresarial cuyo fin
es el lucro y el poder como medio para aumentar
sus riquezas.
La violencia rural en el Brasil actual ya no es
una mera práctica ancestral con base en
relaciones seudofeudales, provocada por los
antiguos coroneles y los barones del latifundio
en una tierra sin ley y hasta sin dios.
Los asesinos de hoy, los que mandan matar,
tienen computadores con conexión a Internet,
tienen celulares 4G, manejan la tecnología más
moderna disponible para cuidar sus inversiones
en el campo, conocer las previsiones climáticas,
consultar los precios de exportación, cerrar
negocios a distancia, gestionar estocs, mover
cuentas bancarias, etcétera.
Eso sí, igual que los de antes, siguen
deforestando, continúan sirviéndose de una mano
de obra barata, a veces incluso esclava,
contratando asesinos a sueldo y beneficiándose
de un esquema de impunidad asegurado ilegalmente
por complicidades vocacionales o interesadas en
los estamentos públicos estaduales, lo que
transforma a esta violencia en paraestatal.
Es una verdadera organización creada para matar,
robar, mentir, manipular, o sea, lo que
comúnmente se llama “crimen organizado” o mafia.
En ninguna parte del mundo estos grupos mafiosos
pudieron ser derrotados sin una acción
simétricamente especializada, poderosa y
comandada con la voluntad política desde el
propio Estado, ese que hoy deja el campo libre a
los facinerosos y en la mayor orfandad a la
población rural local.
En una reciente entrevista publicada hace apenas
15 días en nuestra página web, integrantes de
nuestra organización afiliada, la Confederación
Nacional de Trabajadores en la Agricultura (CONTAG),
habían anticipado el recrudecimiento de la
violencia en Pará, posiblemente favorecido por
el reciente cambio en la gobernación del estado.
A todos nos duele extraordinariamente que esa
previsión haya resultado acertada. Este
terrorismo privado con apoyos públicos debe
cesar para que Brasil pueda poner proa
definitivamente hacia la democracia moderna que
ya ha conquistado en otros aspectos esenciales.
Por eso nos unimos a todos y todas quienes
condenan y rechazan estos asesinatos
repugnantes, y reclamamos junto a la enorme
mayoría del pueblo brasileño que se instrumenten
las acciones necesarias para enfrentar de forma
definitiva, sostenida y sin excepciones a estas
organizaciones mafiosas y criminales que tanto
daño le vienen haciendo al Brasil.
En este ámbito, como en otros, esperamos verdad,
justicia y castigo a los culpables. Esperamos el
fin de la impunidad. Para que sea verdad que
todos somos iguales antes la ley. Para que sea
verdad que todos tenemos derecho a la vida y a
defender nuestros ideales.
Gerardo Iglesias
Secretario Regional UITA
Montevideo, 30 de mayo de 2011
www.rel-uita.org/internacional/ddhh/violencia_cero/rel-uita_dilma_rousseff.htm