Julio López
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Capital Federal: Declaración Electoral del PRS- La Causa Obrera
Por PRS - Partido de la Revolución Socialista - Friday, Jul. 08, 2011 at 1:07 PM
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Nuestra posición

Los partidos patronales, los principales medios de difusión así como las instituciones “educativas” nos inculcan que el régimen de la democracia capitalista en el que vivimos es el mejor y el único “posible”. A lo sumo, si reconocen que tiene “defectos”, agregan que mediante reformas se lo puede mejorar.
A su vez, el papel que en esta “democracia” tenemos asignado los trabajadores –así como la mayoría del pueblo que no forma parte de la clase dominante – es la de votar cada 4 años al presidente y cada 2 a los parlamentarios. Una vez que ya votamos, nos dicen que hay que aguantar lo que hagan los políticos elegidos por el “voto popular”, aunque lo que hagan sea lo opuesto a lo que prometieron durante la campaña electoral.
La propaganda, disparada desde todos los ángulos, instala la idea de que los trabajadores tenemos que elegir entre los partidos o frentes que puedan ganar. Votar a algún partido que no pueda ganar seria “tirar el voto”. Pero sucede que como la mayoría de los trabajadores desconfía de todos “los políticos” y sus partidos, entonces nos han acostumbrado a resignarnos a la idea de que “hay que votar al menos malo”.

La sociedad capitalista es una sociedad de clases. Las dos clases fundamentales son la burguesía (los capitalistas) y la clase obrera. La clase patronal es la dueña de las fábricas, las tierras, los bancos y los grandes comercios, medios de comunicación, etc. Mientras que los trabajadores solo somos “dueños” de nuestro trabajo, el que “vendemos” a los patrones a cambio del salario.
Los partidos políticos así como sus dirigentes y candidatos no son neutrales, sino representantes de los intereses de una u otra de estas clases principales. Es decir hay partidos patronales y partidos obreros.
Pero bajo el lema de elegir “lo menos malo” se nos presenta a los trabajadores en general la cuestión de optar solamente entre los diversos partidos o frentes burgueses que manejan completamente con recursos millonarios la campaña electoral. No podría ser de otra manera ya que las instituciones de esta democracia capitalista, entre ellas las elecciones, sirven para que las distintas facciones capitalistas acuerden la distribución de los cargos políticos.

Los trabajadores no debemos apoyar a ninguno de los frentes y partidos patronales

Una parte de los trabajadores, quizás mayoritaria, sin confiar demasiado y comparando a “Cristina” con los demás candidatos de la oposición patronal considera que es el mal menor. Al lado de Duhalde o Macri no es muy difícil parecer “progresista”.
En realidad el gobierno se vio beneficiado por los altos precios internacionales de los productos agropecuarios, impulsados por el crecimiento de China y por la especulación de los grupos financieros.
Pero, si tras 8 años de alto crecimiento hay 40% de pobreza, 40% de trabajo en negro y 15% entre desocupados y subocupados, ¿Qué podemos esperar para cuando las cosas comiencen a empeorar?, ya que invetablemente la crisis económica internacional que afecta a millones de trabajadores se hará sentir cada vez con mayor fuerza. Un indicio de lo que puede pasar lo vimos cuando en el 2009 esta crisis golpeo con contundencia y se produjeron los cierres de muchas empresas y miles de despidos, entre ellos, los casos de Mahle, Massuh o Parana Metal. A pesar de las promesas, tanto del gobierno nacional como del gobierno de Binner (Santa Fe), la autopartista Mahle termino cerrando y dejando sus 500 obreros en la calle. Lo mismo pasó con la papelera Massuh (Berazategui), tomada directamente bajo el control del gobierno a través del secretario de comercio Guillermo Moreno. En Parana Metal (San Nicolás), es Cristóbal López, un empresario estrechamente ligado al gobierno el que “gestiona” su cierre.
Los partidos que se enmarcan y sostienen el régimen capitalista representan intereses de diferentes sectores patronales y son sus agentes políticos. Así como los empresarios tienen abogados, economistas, gerentes, etc., tambien disponen de los políticos para manejar el Estado en su beneficio.
Cuando la economía marcha bien y los patrones ganan mucho, los gobiernos patronales pueden ceder aumentos salariales que les permitan mantener la “paz social” necesaria para la buena marcha de los negocios capitalistas y la estabilidad política. Pero cuando las se complican y recrudece la crisis, todos los gobiernos patronales hacen lo mismo: recortan beneficios y aumentan la explotación de los trabajadores.
Como ejemplo cercano tenemos el caso de Grecia. A fines de 2009 los trabajadores votaron masivamente por el PASOK (Partido Socialista de Grecia) creyendo que no iba a aplicar el ajuste como venían haciendo los conservadores. Sin embargo, una vez en el poder, el PASOK descargo el peso de la crisis sobre los trabajadores y sectores populares al igual que los conservadores. Hay que agregar que el presidente griego del PASOK es a su vez presidente de la Internacional Socialista (a la que están adheridos en nuestro país el PS y la UCR). Toda la socialdemocracia europea hace lo mismo que el PASOK griego o el PSOE español.
Los trabajadores tenemos entonces que rechazar a todos los partidos que representan los intereses de la patronales, sean estos abiertamente antiobreros y reaccionaros (PRO-Macri, UCR-De Narváez, PJ-Duhalde) a aquellos que quieran engañarnos postulándose como un “mal menor” (FPV-Kirchner, PS) e incluso los que son expresión de los negreros patrones industriales y han dado su apoyo a las patronales agropecuarias de la Mesa de Enlace (Proyecto Sur Pino Solanas-PCR-MST, etc).

La lucha del movimiento obrero y la participación electoral

El capitalismo se basa en la explotación de la clase trabajadora. Un puñado de grandes grupos económicos concentra la riqueza del planeta, mientras miles de millones de personas sufren hambre y otras expresiones de la crisis social. En su decadencia, el capitalismo imperialista arrastra a la humanidad mayores sufrimientos. Los sectores mas pobres y desprotegidos son victimas de condiciones laborales esclavistas, y con el crecimiento de la miseria se expande: la drogadicción, la delincuencia, etc.
La actual crisis que afecta al conjunto del sistema capitalista cava pozos más profundos de explotación y miseria en las que quiere arrojar a los trabajadores, guerras y destrucción ambiental.
Por eso la única solución frente a esta situación es la conquista de un gobierno de los trabajadores y el pueblo pobre que impulse la revolución socialista, o sea acabar con el actual régimen social y que la clase obrera se haga del poder político. Para hacerlo, los trabajadores que luchamos por esta salida necesitamos construir un partido de trabajadores revolucionario.

Entendemos las elecciones solo como un medio indirecto de lucha política para llevar estas ideas a la clase obrera. No tenemos ninguna expectativa en las elecciones. La salida por la que luchamos solo se podrá conquistar a través de la lucha de clases. Sin embargo, siendo que la gran mayoría de los trabajadores no ha sido ganada para este programa y apoya a partidos patronales, consideramos absolutamente necesario dar una batalla tambien en el terreno electoral para explicarles a nuestros compañeros de clase que tanto el kirchnerismo, como el PJ (en todas sus variantes), los radicales, Macri, Carrio o Pino Solanas son partidos o políticos patronales que los defienden los intereses de nuestros explotadores. Por eso al no votarlos ni apoyarlos, los trabajadores demostraremos nuestra independencia política como clase.

Nuestra posición electoral

El planteo formulado por nuestro partido fue la conformación de un acuerdo electoral de la izquierda clasista, del Partido Obrero (PO), Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y del Movimiento al Socialismo (MAS), que fueron los partidos obreros que han venido manteniendo en general una política independiente tanto del gobierno como de la oposición patronal.
Concretamente, la disputa entre el gobierno y la patronal de la Mesa de Enlace fue un hecho que dividió aguas no solo entre los partidos patronales y las direcciones sindicales, sino también que puso a prueba la orientación de los partidos obreros. Estos partidos y otros como el nuestro supieron mantener un curso de independencia para la clase obrera.

Pero sucedió lo siguiente: el PO y el PTS decidieron incluir a Izquierda Socialista (IS), un partido que apoyó a la reaccionaria y antiobrera patronal agropecuaria de la Mesa de Enlace encabezada por la Sociedad Rural durante el lockout del “campo”. Esta inclusión fue nada más que para conseguir el piso de votos necesario en las Internas Abiertas para participar en las elecciones presidenciales de octubre.
Por su parte, el MAS decidió no integrar un acuerdo por diferencias en la distribución de las candidaturas y se unió a un movimiento que tambien apoyo a la patronal agropecuaria, llamado Asambleas del Pueblo.
Es decir, constituyeron no un acuerdo clasista, sino un acuerdo oportunista que no pasa la prueba ni siquiera de una posición clasista consecuente. Por eso nuestro partido no integra el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) ni llama a votarlo en general.

Algunos compañeros han criticado nuestra posición diciendo que se trata de un “exceso de purismo”, y otros han dicho que es una posición difícil de explicar, que podríamos llamar a votar al FIT “críticamente” sin dar tantas vueltas.
Nadie que quiera construir en serio un partido revolucionario puede pretender ganar la confianza de la vanguardia de la clase obrera si no es capaz de mantener una sólida coherencia política. ¿Qué se puede esperar de un partido para los momentos decisivos durante los grandes acontecimientos de la lucha de clases, en los que las presiones se intensifican, si no puede mantener esa coherencia ante una cuestión tan menor como la participación electoral?
Pero tampoco se puede construir un partido revolucionario si no se le dice la verdad a la clase obrera. Será un poco más complicado explicar nuestra posición, pero en todo caso se debe a la necesidad de tener que decir la verdad acerca de la política oportunista del PO-PTS al acordar con IS.

Por estas consideraciones nuestro planteo electoral es el siguiente:
Votamos las listas completas del FIT en las internas abiertas del 14 de agosto porque pretendemos dar una batalla electoral contra el gobierno kirchnerista y los partidos opositores del régimen patronal que han fijado un piso del 1,5% de los votos para poder postularse a las elecciones, es decir, han puesto condiciones aun mas proscriptivas para la participación electoral.
Pero en las elecciones presidenciales del 23 de octubre y en las de gobernador de Buenos Aires planteamos votar solo a los candidatos del PO y el PTS.

SÍ apoyamos entonces la fórmula presidencial de Altamira-Castillo y en provincia de Buenos Aires la de Pitrola-Montes, NO así con las listas de diputados integradas en común con IS.
En la Ciudad de Buenos Aires, donde no hay internas abiertas llamamos a votar en blanco, impugnar o no votar ya que todas las candidaturas (a gobernador y legisladores) están integradas por IS.
En caso de ballotage entre las listas del gobierno y la oposición patronal llamamos a los trabajadores, la juventud y el pueblo pobre a votar en blanco, anular o no votar manteniendo la independencia política de los partidos, frentes y candidatos patronales.

07 de julio de 2011

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Ridículo
Por Paisano - Saturday, Jul. 09, 2011 at 10:36 AM

Soy del interior del país. Y soy de izquierda. Los que escriben desde un coqueto cafe porteño o desde una universidad no conocen nada del interior del pais y menos de l problema agropecuario. Con esa posicion electoral (diferenciadose solo por la discusion "del campo") hacen el ridiculo, ademas de que es equivocada y solo apta para chicos universitarios que jamas conocieron un pedazo de tierra y a lso que les haria bien tomar un poco de sol y ver como trabajan los peones, los arrendatarios etc. en lugar de escuchar a bien alimentados teóricos del barrio norte, qaue ademas no trabajan hace años. Si Lenin y el Che resucitaran........

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