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Proscriptio
Por Soledad Arrieta - Tuesday, Jul. 19, 2011 at 1:40 PM

Sobre la "desizquierdización" que se pretende

Entre los años 1955 y 1972, es decir, durante los gobiernos tanto de facto como civiles de Aramburu, Frondizi, Guido, Illia, Onganía, Levingston y Lanusse, el partido peronista fue proscripto, inicialmente por la llamada “Revolución libertadora” y luego por sus sucesores. Estimo que cualquiera que crea en la democracia, sea peronista o no, está en contra de lo que sucedió en ese período debido a que es un explícito atentado contra ella. Vale aclarar que por aquel entonces, el peronismo no sólo no podía presentarse a elecciones sino que se perseguía, mediante el decreto 3855/55, la “desperonización” de la sociedad.
Muchos años después, en pleno “auge de la democracia”, con un gobierno, precisamente, peronista en el poder, la historia se sucede con un disfraz más apropiado y elegante. Estimo que las y los peronistas seguidores del partido habrán puesto el grito en el cielo cuando se votó la ley 26.571, o al menos algunos, esos y esas que por más que crean que el kircherismo es la única alternativa en este país, también creen que todos y todas tenemos derecho a elegir quiénes nos representan de verdad, aunque con cierta y acostumbrada desesperanza sepamos que no van a ganar.
En el último tiempo, los partidos políticos minoritarios han tenido que juntarse y salir desesperados a buscar las afiliaciones que les permitieran superar la primera etapa proscriptiva de esta nueva modalidad. Lo lograron. Sin embargo, el próximo 14 de agosto deberán afrontar la segunda etapa, definitiva, antes de las elecciones de octubre.
Si el Frente de Izquierda, por ejemplo, quedara afuera de lo que pretende la reforma electoral del año pasado —si reuniera menos de 300.000 votos aproximadamente—, el único postulante que se relacionaría con esta “mitad ideológica” sería un tipo como Binner, que es una mentira potenciada por los medios de comunicación. Entonces, ¿a quién podríamos votar las personas que no queremos represiones, que queremos una verdadera distribución de la riqueza y del empleo, que pretendemos que se respete el derecho a una vivienda digna para todas y todos los que habitan nuestro suelo, el acceso a un sistema educativo y de salud apropiados, que estamos hartos y hartas de que se venere al capitalismo mientras se sigue muriendo gente gracias a su eficiente aplicación? ¿A Cristina? ¿A Duhalde? ¿A Alfonsín? ¿A Carrió? ¿A Rodríguez Saa? Pasa de ser una falta de respeto a ser una carcajada irónica.
Obviamente esto no queda sólo en la cuestión electoral, quizá la de más peso por estropear desde la base el concepto de democracia, sino que se extiende a una absurda demonización —o “desizquieridización”, siguiendo con la idea proscriotiva— que se volvió popular con las frases emergidas del programa 678 hacia militantes de izquierda tales como “le estás haciendo el juego a la derecha”. Hasta donde puedo razonar, y tal vez ya tanta hipocresía terminó de quemarme la cabeza y no puedo hacerlo como me gustaría, nadie que se posicione en la izquierda quiere cederle absolutamente nada a la derecha, porque es su peor enemiga. No hay respeto, no hay concesión de ningún tipo de tregua. Recibí algunas acusaciones como la citada cuando publiqué sobre Gerardo Martínez en Rebelión y no podía creerlo. Me importa un bledo que el kircherismo haya terminado volcándose para un lado en vez de para el otro, a esta altura en que ya no puede hacerse nada, pero me desespera ver que usan sus estrategias defensivas de esta forma. Además, tanto los programas de TV como los de radio y medios gráficos y digitales oficialistas terminaron jugando un rol especular en contraposición con lo que critican de Clarín, La Nación, Perfil, TN, Continental, etc; ya que hacen exactamente lo mismo pero a la inversa. Esconden. Tergiversan. Y cada vez que me topo con un dato nuevo y veo que no está en ningún lado reniego de alguna vez haber creído que este gobierno de verdad pretendía darle un espacio a todas las voces de verdad.
Así están las cosas. Así, como que los derechos son sólo para un segmento, como siempre fue.

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