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"La mitad me mima y la otra mitad no sabe cómo tratarme"
Por Fuente: La Gaceta / Tucumán - Monday, Aug. 08, 2011 at 1:20 PM

Domingo 7 de Agosto de 2011 | "Me la banco; así somos las mujeres", afirma la cacica de los colalao. La lucha constante por los derechos de su pueblo.

"La mitad me mi...
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ATRIBUTOS DEL MANDO. El cetro con la cabeza de jaguar fue tallado por el abuelo de María Lilia. "El jaguar es el símbolo del fuego y tiene que ver con mi personalidad. Me identifico con el fuego y con el jaguar", explicó. LA GACETA / FOTOS DE OSCAR FERRONATO

Mirta Isabel Lazzaroni
Editora de Información General
isabel@lagaceta.com.ar

Es menuda, de rasgos delicados que denotan su ascendencia indígena, habla pausada y suavemente pero con decidida autoridad. Está orgullosa y no lo disimula. María Lilia Delgado es cacica de la comunidad Indio Colalao desde junio pasado, cuando fue electa por el voto de su pueblo. Es la primera mujer en Tucumán que ocupa tal cargo dentro de la Nación Diaguita."Antes el cacicazgo era hereditario, y el varón era el referente de las comunidades. Ahora, como ya no hay esa diferencia marcada entre el hombre y la mujer, nosotras también nos animamos a ser parte de una elección. El pueblo elige, de acuerdo con las capacidades por voto democrático", explica María Lilia. Ella cuenta que ya hubo cacicas de comunidades originarias diaguitas en La Rioja y en Santiago del Estero.

Un desafío

Admite que es difícil integrarse con sus colegas de otras comunidades. "La mitad me mima y la otra mitad no sabe cómo tratarme, pero se dan cuenta de que yo los respeto mucho, porque ellos están desde hace más tiempo que yo; todavía tengo mucho que aprender", explica. A los 38 años ella aspira, por sobre todo, a recuperar el territorio que fue de sus ancestros y a revalorizar el legado cultural que les dejaron.

María Lilia no supera el metro 56 centímetros de altura ni los 40 kilos de peso. Sin embargo, con su cetro de jaguar en la mano, tallado en madera por su abuelo, parece sobrarle estatura para defender los derechos de sus hermanos colalao.

"Me la banco", dice y se ríe. "Es que así somos las mujeres -agrega-, yo me doy vuelta con todo, tengo mi familia, mi trabajo, y esta responsabilidad". Está empleada en la comuna de San Pedro de Colalao, base principal de la comunidad Indio Colalao, y su esposo, Eduardo Colqui, es albañil. La hija de ambos, Blanca Lilen, es la Ñusta de la comunidad, y cursa el secundario en la Escuela de Artes de la Provincia (ESEA).

Cuando se refiere a la cultura de su pueblo, lamenta que los rituales en honor a la Pachamama se hayan desvirtuado en algunas partes. "Se hace la apertura del vientre de la tierra, pero encontramos botellas de vidrio o de plástico, y eso no está en nuestro culto; para nosotros eso es la contaminación", advierte. También reclama que se le debe dar mayor participación al anciano, al niño y al joven, y que las ofrendas deben hacerse sobre un recipiente artesanal."El ritual se hace poniéndonos todos en círculo, eso es parte de la cosmovisión nuestra, mantenernos en círculo, en igualdad, y nos genera una vinculación más fuerte. Se produce una gran dinámica ahí, lo mismo que al pasar los sahumerios, y eso nos lleva a estar en un estado de paz y tranquilidad que uno lo siente profundamente. Uno se conecta con la tierra y con el cielo", finaliza la descripción, ya cerrando los ojos y notablemente inspirada.

Símbolos y sueños

Vuelve a la realidad y continúa respondiendo las preguntas. "También queremos rescatar nuestra simbología", anuncia. En ese contexto explica lo que significa su cetro: "el jaguar es el símbolo del fuego; este es un regalo familiar, tiene que ver con la personalidad mía también, yo me siento identificada con el fuego y con el jaguar, y trato de apropiarme, de tomar el espíritu de ellos, como ellos también están tomando el mío".

María Lilia considera que los pueblos originarios están logrando más respeto que en épocas anteriores. "Tiene que ver con que nos ven a nosotros que somos parte de la toma de decisiones, y que somos autoridades ancestrales. Quizás algún día podamos ser una autoridad paralela con el Estado argentino del que también somos parte, porque nosotros hemos participado en la lucha de la libertad de este pueblo; para que haya vínculos de igualdad. Todo eso está en proceso", afirma esperanzada. Añade: "actualmente hay espacios que se nos abren y también está en nosotros la responsabilidad y la seriedad con que tomamos esos espacios y nos incluimos nosotros mismos"

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