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PLATAFORMISMO Y SINTESISMO
Por Daniel Colson - Sunday, Sep. 04, 2011 at 7:18 PM

PLATAFORMISMO Y SINTESISMO Publicado en Parrhesia Nº 14

Vieja e inútil distinción organizativa y polémica, nacida a comienzos del período de entre guerras, en el seno de algunos círculos estrechos del anarquismo específico, en un momento en que, con la notable excepción de España, el movimiento libertario era eliminado por mucho tiempo de la escena social y revolucionaria (fascismo italiano, aplastamiento del movimiento libertario búlgaro, victoria del bolcheviquismo en Rusia, hundimiento general del movimiento sindical libertario, en Francia, en Argentina, en Estados Unidos…, hegemonía duradera del comunismo marxista).
Cercenados de cualquier práctica, los “plataformistas” y los “sintesistas” disputaban para saber si la organización anarquista específica (lo que queda cuando se ha perdido todo) debía o bien unificarse en torno a un programa teórico y táctico (la plataforma), estricto e imperativo (grosso modo sobre el modelo del centralismo democrático leninista que acababa de triunfar en Rusia) o bien alrededor de una “síntesis” teórica consensual y ecléctica.
Porque reivindica el federalismo y la multiplicidad de los seres colectivos y los puntos de vista, el anarquismo rechaza a la vez plataforma y síntesis, y por las mismas razones, en la propia medida en que contrariamente a esas dos referencias ideológicas jamás remite a “opiniones” o a “ideas” programáticas y organizativas que buscarían unificarse al interior de una “síntesis” de ideas amplias o de una “plataforma” estrecha y exclusiva.
Federalismo y diversidad de puntos de vista remiten a fuerzas y movimientos reales, prácticos, concretos (mujeres luchando y organizándose contra la explotación económica, grupos en los barrios o en los liceos luchando contra las ideas y las prácticas fascistas, minorías culturales luchando contra la dominación o la colonización de la que son objeto, experiencias autogestionarias, creación artística, etc.) Esas fuerzas y movimientos reales, por ser forzosamente múltiples y singulares, también son forzosamente irreductibles (por definición) a cualquier “síntesis” y a cualquier “plataforma” que pretenda borrar sus diferencias, definir y jerarquizar su rol y su significado políticos, reducirlos a un minimun común o someterlos a un imperativo organizativo, táctico y estratégico.
Porque son ideológicas, la plataforma y la síntesis se oponen a la realidad práctica y realmente subversiva del federalismo tal como fue pensado por Proudhon y Bakunin, y practicado en España o en todas partes donde el movimiento libertario tuvo aunque más no fuera los comienzos de un desarrollo real. En efecto, únicamente en la medida en que son fuerzas, movimientos reales, los componentes del movimiento libertario pueden al mismo tiempo, 1) ser radicalmente diferentes unos de otros, incluso contradictorios (como lo es la realidad y como debería gozarlo cualquiera que se dijera anarquista); 2) confrontar esas diferencias y contradicciones, asociarse y desasociarse, evaluar todas sus consecuencias, no en el cielo de las ideas, de los programas y de las banderas, allí donde solo se lucha por el poder, el poder de tener razón, de excluir y excomulgar a los demás, sino a partir de la realidad, de los problemas reales, de lo que cada uno, a su manera y de su lado, vive todos los días, puede experimentar, analizar y evaluar cotidianamente, solo y junto a otros.

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