Lo asesinaron a patadas y no hay ningún imputado
Por Fuente: El Tribuno / Salta - Wednesday, Sep. 28, 2011 at 1:06 AM

SANTA VICTORIA ESTE / UN JOVEN WICHI FUE EMBOSCADO POR SOLDADOS

Cinco meses después, la Justicia argentina sigue sin encontrar implicados. Testigos culpan a efectivos del Ejército paraguayo.

sábado 24 de septiembre de 2011

POR ROBUSTIANO PINEDO, EL TRIBUNO

FOTO: LUEGO DE LOS HECHOS, LA GENDARMERIA INSTALO UNA CABINA DE CONTROL EN EL PUENTE INTERNACIONAL

Todavía quedan rastros de las marchas multitudinarias que pasaron sobre el único tramo de asfalto que hay en 200 kilómetros a la redonda.

“Justicia para Claudio, asesinado por militares paraguayos”, dice una pintada sobre el puente internacional Misión La Paz-Pozo Hondo, que vincula Argentina con Paraguay, 517 kilómetros al noreste de la capital provincial. Ahí, hace cinco meses fue asesinado el joven wichi Claudio González (24), presuntamente ultimado por un grupo de soldados paraguayos que habían ingresado a territorio nacional.

Hoy, lo único que se sabe del caso que conmocionó a la pequeña localidad fronteriza es que no hay imputados en la causa que sigue la Justicia argentina.

Diferencias sustanciales

Lejos de la velocidad que se le imprimió a la investigación por el crimen de las turistas francesas en San Lorenzo, la muerte de González transita un camino lento y silencioso, ya que es uno de los 17.000 expedientes que tiene el juez de la causa, Raúl Reinoso.

“Tiene que haber justicia. No sabemos si hay detenidos, pero sabemos que fueron militares paraguayos y parece que a nadie le importa que lo hayan matado a patadas”, expresó Víctor González, uno de los caciques aborígenes de Misión La Paz.

La población está a más de 40 kilómetros de Santa Victoria Este.

“Acá no llega nada. El camino, por ejemplo, se tendría que haber arreglado en mayo, y todavía seguimos esperando. Si eso nos pasa con el camino, ­imagine las respuestas que tenemos por el crimen de uno de nuestros hermanos! No existen”, definió el cacique jefe aborigen.

En la misión viven más de 1.000 personas de las etnias chorote, wichi y churupí.

El hecho de sangre se produjo en la madrugada del último domingo 20 de marzo, al finalizar un baile popular en la localidad guaraní de Pozo Hondo.

El médico legal de Policía, Raúl Flores, certificó que el joven wichi había muerto por un shock hipovolémico, a consecuencia de un traumatismo encefalocraneano grave.

“A Claudio lo siguieron los soldados paraguayos cuando regresaba a nuestro país. Se le fueron encima y lo golpearon hasta que expiró, ya en jurisdicción argentina”, aseguró uno de los residentes.

Otro cacique de la comunidad, Jorge Gallardo, le dijo a El Tribuno que los uniformados paraguayos le habían dado alcance a González, lo habían arrojado al suelo, lo habían pateado hasta el cansancio y luego se habían ido “por donde llegaron”.

Sin novedades

“Del asesinato de Claudio ya van a ser cinco meses sin novedades, sin respuestas de alguien”, se quejó el cacique Víctor González. “Volvía de esos bailes que se hacen en Paraguay y en el puente lo agarraron los militares y le empezaron a pegar. Así nomás lo mataron y se fueron. Tiene que haber justicia”, agregó.

El puente cruza el silencioso Pilcomayo, el otrora portentoso río que ya no trae pescados y que, misteriosamente, se ha inundado de yacarés, para peligro de las comunidades ribereñas que subsisten básicamente de la pesca. Todo parece ser consecuencia del desvío del proyecto Pantalón, como denunció este medio.

“Hay una casilla de Gendarmería Nacional que pusieron después del asesinato. Hasta que mataron a Claudio, nadie veía quién entraba o salía. Ahora los chicos de acá no pueden pasar más para la otra banda (por Paraguay) los fines de semana”, contó el cacique.

Un juez para 17.000 causas

La causa cayó en manos del juez de Instrucción Formal 2 de Tartagal, Fernando Mariscal Astigueta, quien se declaró incompetente ante la presunción de que existían funcionarios paraguayos involucrados en el crimen. Por eso, el caso del asesinato del wichi Claudio González fue a parar al despacho del juez federal 3, con sede en Orán, Raúl Juan Reinoso, y pasó a ser uno más de los 17.000 expedientes que tiene a su cargo el magistrado.

Al ser consultado sobre los avances de la investigación, Reinoso fue preciso: “No hay detenidos en la Argentina, pero es posible que sí los haya en Paraguay. Eso lo sabremos cuando la Cancillería gire los trámites correspondientes para ponerme en contacto con mis pares del país vecino. Oficialmente no tengo ninguna información. Es común que estos trámites tarden meses... está en los tiempos habituales”, explicó. Luego añadió: “Tomamos declaraciones y pruebas que giró la Justicia de Tartagal. También recibimos a los familiares. No hay ningún imputado, porque la denuncia se tiene que corroborar”.

Según habían revelado a El Tribuno fuentes de Gendarmería Nacional, luego del hecho, en Paraguay hubo siete suboficiales sospechosos -todos de la Armada- que fueron detenidos, pero solo dos habrían sido finalmente procesados.

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