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Sobreseyeron a ocho policías acusados de torturar a indígenas salteños
Por El Siglo - Sunday, Oct. 02, 2011 at 6:08 PM

La Justicia de esa provincia acusó formalmente a un oficial y a una agente de apremios ilegales contra miembros de las etnias chorote y wichi, quienes fueron forzados a atribuirse el crimen de una muchacha desaparecida antes de hallar su cadáver. La víctima -también de una comunidad originaria- apareció en una tubería.

Sobreseyeron a ocho ...
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La Justicia dispuso el sobreseimiento a ocho de los diez integrantes de la Policía salteña que estaban acusados de apremios ilegales en perjuicio de cuatro aborígenes, para que se atribuyeran el crimen de una adolescente chorote fallecida en un extraño accidente, al caer al fondo de una boca de registro de la empresa “Aguas del Norte”, que se hallaba sin tapa. El hecho ocurrió en la madrugada del 2 de mayo de 2010 y generó repulsa en la comunidad de pueblos originarios por el abuso de autoridad.
En la misma resolución -firmada el martes último por el juez de Instrucción Formal 2 de Tartagal Fernando Mariscal Astigueta, interinamente a cargo del Juzgado 1- se dictó auto de procesamiento para el oficial Ariel Barrera y la agente Rosana López, de la Brigada de Investigaciones. El magistrado consideró a ambos responsables de las torturas que llevaron a Mariela Aramayo (prima de la víctima, identificada como Evangelina Pisco), y a los wichis Rebeca Andrada, Claudia García y Gabriel “El Chaqueñito” Campero a atribuirse el crimen cuando aún no se había hallado el cadáver.
La absolución benefició al entonces jefe de la Brigada de Investigaciones Jorge Escobar y sus subalternos, los oficiales Rodrigo Correa y José Córdoba, y las agentes Lorena Maza, Brenda Salas y Noelia Ortiz. También resultaron favorecidos con la resolución los agentes de la comisaría 42, Leonzo Maza y Sebastián Rufino.
Evangelina Pisco, de acuerdo con la versión oficial, cayó por la tubería desprotegida de una boca de registro de la prestadora “Aguas del Norte”, a la salida de una bailanta conocida como “El Gigante” o “La Boca del Tigre”, cuando se hallaba, aparentemente, en estado de ebriedad.
Pocas horas después fueron detenidos sus acompañantes, quienes aseguraron haber dado esa versión a la Policía, aunque los efectivos les habrían obligado a inculparse diciendo que la habían degollado y arrojado a un basural por una cuestión de celos.
El misterio se develó cinco días después, cuando fue hallado el cadáver de la muchacha a 400 metros del punto de caída, en un codo. Presentaba, según la autopsia realizada por el médico forense Luis Flores, una fractura maxilo facial, lo que indica que si cayó lo hizo de cabeza, lo que no deja de ser raro. En cuanto a las causas de su deceso, el perito determinó que se produjo por “asfixia por inmersión”.

La “maldición indígena”

Desde que falleció Evangelina Pisco comenzó a hablarse de una “maldición indígena” y los hechos parecen corroborar la leyenda urbana, consigna el diario salteño El Tribuno. Ella llegó a la bailanta con sus amistades en un remise rojo que manejaba el hijo del cacique general wichi Indalecio Calermo, quien fue mediador fundamental en el caso. El muchacho falleció en ese mismo auto en un accidente. Antes de eso también murió el hijo del juez original de la causa, Nelso Aramayo, quien desde entonces está impedido de trabajar. A diez meses de la desgracia, le tocó el turno al secretario del juzgado de Aramayo, Gabriel González, cuyo hijo de 10 meses pereció en un choque a la salida de Salta. Todos los fallecidos eran los hijos mayores. Hace tres meses Alejandro Driedrich, otro funcionario judicial vinculado al caso, comenzó a sufrir ataques de pánico y fue licenciado.

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