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Los mexicanos de Nueva York que no hablan ni inglés ni español
Por Emma Reverter - BBC Mundo - Tuesday, Oct. 04, 2011 at 11:54 AM

Martes, 4 de octubre de 2011 - Una joven mexicana mantiene una animada conversación con sus dos hijos en la parada del autobús 54, en Staten Island, Nueva York. Alguien que hable español no podrá entenderla: esta familia habla una lengua zapoteca. En esta isla de Nueva York viven miles de mexicanos y guatemaltecos, y muchos de ellos solo hablan lenguas indígenas.

J. es otra mexicana que vive en la isla desde hace trece años y es del pueblo de San Antonio, Oaxaca. Habla mixteco y en Estados Unidos ha aprendido español. "Una amiga me aconsejó que aprendiera español porque así tendría más oportunidades", dice J. con un español impecable aunque con acento.

Sus dos hijos, de diez y cinco años, hablan mixteco, español e inglés. Algunos de sus compañeros de clase hablan lenguas indígenas y no saben español. "Esto confunde a la maestra, que da por sentado que la lengua materna de los niños mexicanos y guatemaltecos es el español", me explica.

Su hijo le contó que en un recreo dos hermanos hablaban en mixteco y la profesora se percató de que esa lengua no era latina. "Mi hijo le explicó que los niños hablaban una lengua indígena y que de hecho estaban diciendo palabrotas muy fuertes", añade.

La profesora castigó a los niños por su vocabulario ofensivo pero se interesó por su idioma. Muchos maestros dan por sentado que los niños mexicanos y guatemaltecos hablan español y el hecho de que no puedan comunicarse con muchos de los padres, que en algunos casos son tímidos y en otros no hablan inglés, perpetúa la confusión.

Vergüenza

"Para muchos inmigrantes es un problema admitir que hablan lenguas indígenas porque les da vergüenza", agrega J.

J. vive en el barrio de Port Richmond, una zona muy pobre de la isla y que en la última década ha recibido muchos mexicanos, guatemaltecos y peruanos que llegaron atraídos por ofertas de trabajo en el sector de la construcción y que ahora, con la crisis, trabajan como jornaleros y hacen "esquinas"; esperan a las cinco de la madrugada en las esquinas de las calles más comerciales la llegada de camiones de reclutamiento para trabajar en fábricas de la ciudad.

Unos hablan lenguas mixtecanas como el mixteco, el cuicateco, el trique y el amuzgo. Otros hablan lenguas zapotecas y lenguas otomíes. Y otros, mazateco, popoloco o náhuatl.

En la isla viven medio millón de personas. El último censo incluye 78.000 hispanos, la mitad de los cuales son de Puerto Rico y unos 15.000 son mexicanos.

Gonzalo Mercado, el director ejecutivo de El Centro del Inmigrante, cree que la cifra real es mucho más elevada.
Gonzalo Mercado, director ejecutivo de El Centro del Inmigrante


El centro es un punto de referencia para los inmigrantes de la zona, que saben que en estas oficinas les ayudarán a aprender inglés, a obtener el título de instituto en español, a traducir cartas y documentos, y a conseguir trabajo.

Ofrece también un grupo de apoyo para mujeres y clases para niños que necesiten ayuda para hacer los deberes de inglés, matemáticas u otras materias de la escuela.

"Muchos padres no pueden ayudar a sus hijos y nosotros tenemos un acuerdo con una universidad, sus estudiantes ayudan a los niños y creo que ellos, a la vez, también aprenden mucho de esta experiencia", indica Gonzalo.

Muchos de los usuarios del centro jamás fueron a Manhattan, aunque el ferry que conecta las dos islas es gratuito y el trayecto dura menos de veinte minutos. El consulado de México en Nueva York tiene un servicio de "consulado móvil" y se desplaza con una furgoneta hasta el Centro del Inmigrante para dar pasaportes y otros servicios a sus nacionales.

"Mi hijo me dice que soy muy valiente y fuerte porque me atreví a llegar hasta aquí hablando una lengua indígena y sin saber leer", afirma J. que cruzó la frontera con la ayuda de un coyote. Su padre pensó que J. nunca podría llegar al otro lado porque tiene un problema en los pies. "Me cuesta andar y no puedo trepar, pero encontré un hoyo en el cercado".

"Mi primo es maestro y no se avergüenza de hablar mixteco", puntualiza. J. quien cree que es bueno que su hijo hable muchas lenguas, "también mixteco porque es su lengua, la mía y la de su abuela". "La maestra anima a mi hijo a hablar mixteco y siempre le dice que cuantas más lenguas mejor y que ahora tiene que aprender chino".

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http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/09/110823_lenguas_extincion_nueva_york.shtml

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