Julio López
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Luego de la liberación del Pollo, vamos por todos los presos políticos
Por Prensa Convergencia Socialista - Tuesday, Oct. 04, 2011 at 8:20 PM

Ahora vamos por todos los presos

Luego de la liberaci...
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Luego la liberación del Pollo, vayamos por todos los presos

La multitudinaria movilización a Plaza de Mayo y la adhesión de cientos de personalidades y organizaciones lograron un triunfazo, la liberación del compañero Rubén Sobrero, luego de tres días de cárcel injusta impuesta por la justicia del gobierno.

Este éxito debe servir para que todos los que hicieron algo por la excarcelación del Pollo, se vuelvan a reunir, conformando una gran comisión nacional, que continúe peleando por la defensa de las libertades democráticas que este gobierno está dispuesto a aplastar.

Una defensa que significa, en primer lugar, potenciar el reclamo por la libertad de los presos políticos: Carlos Olivera, Oñate, Acosta y Karina y que continúa con la lucha por el desprocesamiento de los miles de luchadores perseguidos por la justicia del régimen.

Cristina va por más

La detención del Pollo no fue casual, sino que forma parte de la política del gobierno, que pretende descabezar a los dirigentes combativos y de izquierda, procesando a miles, encarcelando y asesinando a otros.

Tampoco es casualidad que este gobierno tenga el “record” de ser el que más compañeros ha encarcelado desde que cayó la dictadura: Karina Germano continúa presa desde 2002, Carlos Olivera desde diciembre de 2009 y Acosta y Oñate, detenidos en la provincia de la presidenta, desde julio de este año.

Pero además, es el campeón de las mentiras. Lo mismo que hizo con el Pollo, inventando una causa, lo hizo con Carlos Olivera, dirigente del nuevo sindicato de la construcción –SITRAIC- y militante de CS. Cuando realizaba una asamblea en Lomas de Zamora, fue agredido por una patota de Gerardo Martínez. La policía, en vez de meter presos a los pistoleros de la UOCRA, armó una causa y detuvo a Carlos, quien en estos meses va a juicio público.

Las coincidencias son reveladoras. Mientras los patrones que explotan petroleros y saquean los recursos hacen negocios impunemente, Oñate y Acosta, están presos por enfrentarlos. Mientras el ex secretario de transporte Jaime, responsable de la liquidación del ferrocarril continúa libre, el Pollo, uno de los que más ha denunciado a este corrupto, va preso.

Mientras el pistolero K Gerardo Martínez, acusado de formar parte del batallón 601 de inteligencia de la dictadura, ni siquiera fue procesado, uno de sus acusadores, Carlos Olivera está tras las rejas en el penal de Melchor Romero, después de haber pasado por Sierra Chica, Olmos y General Alvear.

Desde el gobierno, envalentonados por los votos de las primarias y los que están contando a cuenta, están preparando un brutal ajuste contra la clase obrera y el pueblo, para conformar a sus amos imperialistas, quienes necesitan esclavizar a las colonias para resolver la crisis económica que provocaron.

Para imponerlo tienen que sacarse de encima a los compañeros de izquierda que no se rinden frente a la prepotencia patronal y los burócratas; luchadores que empiezan a ser vistos como la única alternativa frente a la podrida burocracia, como el compañero Sobrero, símbolo de la lucha contra el asesino de Mariano, José Pedraza.

Por todo esto es necesario asumir que el ataque no es un hecho aislado: forma parte de una política de “estado”, que hay que detener con unidad, liberando a todos los presos, pero también acabando con los procesos, enjuiciando y castigando a los secuestradores de Julio López, los asesinos de Fuentealba, Ferreyra y demás compañeros caídos.

Hay que movilizarse para arrancar de la cárcel a los presos políticos, organizando a todas las fuerzas y personalidades que se hicieron eco del pedido de libertad de Sobrero, a través de una Comisión Antirrepresiva Unitaria que inicie una campaña por la defensa de las libertades amenazadas por este gobierno y por el castigo para los represores de ayer y de hoy.

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