Julio López
está desaparecido
hace 6427 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Manifiesto de Músicos Platenses Organizados
Por [Reenvio] Músicos Platenses Organizados - Friday, Oct. 14, 2011 at 11:22 AM

MÚSICOS PLATENSES ORGANIZADOS

¿Quiénes somos?

Somos Músicos Platenses Organizados: un espacio abierto creado por músicos independientes de entidades gubernamentales, privadas, sindicales o

de cualquier tipo. Nos organizamos para luchar por condiciones dignas de trabajo.

¿Por qué decidimos luchar?

Los músicos independientes convocamos a una cantidad de espectadores que acuden a diferentes espacios, estatales o privados, para asistir y disfrutar

de nuestras presentaciones. El trabajo del músico atrae a personas que, de no ser por el espectáculo brindado, no asistirían a tales lugares. Nuestro

quehacer sustenta en gran parte las fuentes de trabajo de empleados y dueños de locales, o, en el caso de los espacios estatales, sostiene las carteleras

oficiales dedicadas a la “Cultura”. Además, el músico, así como todo trabajador del arte, conforma y transforma movimientos artísticos locales, regionales,

nacionales. Es decir, que al igual que toda práctica de la vida social, el músico con su trabajo contribuye a recrear y nutrir las tramas identitarias que tejen nuestra

cultura cotidianamente.

A pesar de todo ello, nuestras condiciones laborales NO son dignas. Y ante eso, decidimos luchar.

¿Cuáles son nuestras condiciones de trabajo actuales?

El crecimiento vertiginoso de las llamadas Industrias Culturales a nivel global y local, ha ido en paralelo del detrimento laboral y de la realidad del músico

independiente; éste, designa a una mayoría de músicos de la que somos parte tanto quienes escribimos este documento, como otros miles trabajadores

de la música en todo el país.

En nuestra ciudad, el Estado Municipal y Provincial imparte políticas culturales que en muchos casos distan de ser públicas e igualitarias. Hemos padecido

y seguimos afrontando a nuestro pesar, medidas que encubierta y parcialmente vienen privatizando la cultura en espacios oficiales y públicos, o sea,

espacios que son de todos, y que deben estar dedicados a difundir al arte en general, y a la música en particular. Concretamente muchos funcionarios de

turno han puesto en circulación oscuros y arbitrarios arreglos para hacer uso de ellas (que, insistimos, son patrimonio público) como si fueran bienes o

servicios que deben generar lucro. Creemos absolutamente ILEGÍTIMAS e INJUSTAS las medidas que imponen a los músicos el alquiler de salas estatales

para tocar (por ejemplo la Sala Piazzola del Teatro Argentino, con el agravante de mantener un costo elevadísimo por su uso), así como el pago del

sonido, o el requerimiento de dejar un porcentaje de la taquilla de los espectáculos programados en estos espacios (por ejemplo, Auditorio del Pasaje

Dardo Rocha, Sala Polivalente, etc), o la combinación aberrante de todas esas medidas. Es un hecho que además de ser decisiones ílegítimas e injustas

para nosotros, son o deberían ser asuntos preocupantes para toda la sociedad, siendo que dichos espacios PÚBLICOS supuestamente deben destinarse a

la difusión y la democratización del arte y la cultura para la comunidad. Y si muchas veces, se han gestionado ciclos o conciertos gratuitos o bien

accesibles para la gente, estas gestiones oficiales también deben proveer la infrastructura necesaria para montar los espectáculos, así como

fundamentalmente, un caché o paga a los músicos que trabajan haciendo posible estos eventos.

Sufrimos también el maltrato cotidiano por parte de varios funcionarios que gestionan estos espacios, que además de exponernos a las condiciones

antes mencionadas, nos cancelan arbitrariamente fechas programadas con muchísima antelación, o modifican nuestras agendas sin consulta previa.

Nos encontramos asimismo en condiciones de precariedad laboral. Casi el 100% de los músicos platenses trabajamos en negro, y absorbemos los

pesados costos de una noche cancelada, o una fecha que no funcionó. Si tenemos un accidente o nos roban, no hay a quién reclamar. Y al ser parte de

la taquilla y de la producción del show (sin que eso nos genere un verdadero ingreso monetario) somos legalmente responsables de existir algún

siniestro.

En cuanto a la actividad que desempeñamos en locales privados nos preguntamos: si hay un dueño de un "bar de espectáculos" ¿por qué debemos los

músicos financiar su infraestructura y pagar fecha a fecha por un equipamiento sonoro que finalmente le queda al dueño como un Activo? ¿Por qué el

dueño del local SI le paga a todos sus empleados (cocineros, mozos, personal de limpieza, etc.) y NO LE PAGA AL SONIDISTA, que también es su

empleado, derivando el pago de su salario al músico?

Luego, es preciso enetender que nuestro show es nuestra jornada de trabajo. ¿Cómo es posible que la entrada al 90% de los shows en La Plata cueste

menos que una cerveza? ¿Por qué está naturalizado socialmente que el público pueda regatear la entrada y no pueda hacer lo mismo en la barra del bar

o restaurant donde tocamos? ¿Por qué no se contempla que al pagar la entrada a un espectáculo se está valorizando no sólo el show musical sino varios

elementos que lo construyen, como: horas de estudio, inversión en instrumentos, tiempo de ensayos regulares, viáticos de transporte, escenografía,

sonido y otros menesteres que hacen a nuestro trabajo?

Creemos que vistos relacionalmente y no como causantes aislados:

- el desprestigio histórico que socialmente aún se mantiene en relación al trabajador del arte y que naturaliza su ninguneo,

- el negocio para pocos que el sistema capitalista ha generado al hacer de todas las dimensiones de la vida social contemporánea un objeto de

lucro (salud, educación, alimentación, vivienda, seguridad, etc), en la actualidad toca fuertemente al arte y específicamente a la música; la

alianza entre grandes empresarios y algunos funcionarios del estado, poco a poco ha ido estrechando el campo de acción de los músicos

independientes, que paulatinamente nos encontramos jugando y negociando en lógicas cuasi privadas y sumamente desiguales, que empiezan

a prevalecer en espacios públicos

- la trama tejida entre esos funcionarios y actores privados concentrados, sostiene una puja de coimas e irregularidades fiscales eternas para la

situación de los bares de espectáculos más pequeños, que en pos de conseguir las habilitaciones demandadas con restricciones cada vez más

ridículas, van desestabilizando y encareciendo nuestro trabajo, al descargarnos costos que deberían asumir aquellos,

- el efecto de despolitización que en las décadas posteriores a la última dictadura militar ha contribuído a silenciar nuestra situación, llevándonos

a nosotros mismos a naturalizar estas condiciones indignas de trabajo, y a sumirnos en el paradigma del descrédito y el pesimismo; gracias a

ello en parte, hemos individualizado nuestras mínimas resistencias y desconfiado del potencial de una organización colectiva; hemos actuado

muchas veces desde el egoísmo más ingenuo y triste.

Entre otros, éstos factores han generado que en los últimos años nuestras condiciones laborales sean denigradas y aceptadas como normas vigentes e

inmodificables. En este contexto, creemos que existen alternativas a este orden.

¿Qué proponemos?

Desde la independencia organizativa de nuestro grupo, que discute y decide en Asambleas Abiertas y Democráticas con Delegados y Comisiones elegidas

allí por votación, proponemos:

-----> Gestionar Proyectos para la creación de Ciclos y Circuitos de Música en vivo, sostenidos totalmente con fondos del Estado (Municipal, Provincial,

Nacional) y gestionados por los Músicos para los Músicos y la Comunidad, a desarrollarse en espacios públicos dedicados a la cultura como en otras

instituciones públicas (cárceles, hospitales, fábricas, clubes de barrio, espacios verdes, etc).

-----> Gestionar talleres gratuitos de capacitación legal, administrativa, técnica, y de producción de espectáculos autogestionados.

-----> Proveer canales de información y asesoramiento para los músicos en torno a planillas de SADAIC, AADI, que deben resultar en beneficios para los

Músicos y no para las Burocracias sindicales o el sector privado.

-----> Apoyar y difundir en nuestros canales de comunicación, agendas de música en vivo en todo espacio, centro cultural o bar de espectáculos

comprometido en un arreglo justo e igualitario para con los músicos (y que en ningún caso nos obligue a hacernos cargo de aspectos técnicos o de

infrastructura, como luces o sonido).

------> Discutir y promover reflexiones políticas, artísticas, sociales en torno a temáticas que nos afectan directamente (por ejemplo la Ley Nacional de la

Música y sus posibles reglamentaciones).

------> Crear foros y canales de discusión y difusión en torno a temáticas todavía invisibilizadas en el campo artístico y específicamente en el campo

musical (por ejemplo, las desigualdades de género, étnicas y de clase que aún se reproducen en torno al acceso de la educación musical estatal así como

sus cristalizacones en el campo laboral).

------> Movilizarnos cuando fuera necesario y decidido en Asamblea, en torno a conflictos laborales y de todo tipo que afecten nuestros derechos como

músicos,como artistas, como trabajadores.

Es necesario que cambiemos estas condiciones laborales y de vida, por y desde nosotros mismos, asumiendo el valor de nuestra

profesión y generando estrategias creativas y abiertas de lucha a corto, mediano y largo plazo. Es necesario que lo hagamos

colectivamente fortaleciendo la escucha entre nosotros, construyendo lazos de solidaridad y en pos de construir un futuro musical más

justo.

La Plata, 17 de septiembre de 2011

agrega un comentario