El contexto en que da las elecciones presidenciales del 23 de octubre, donde no se duda en el triunfo electoral del proyecto K, se reaviva el debate acerca de la viabilidad de un voto positivo por parte de la izquierda.

Para los integrantes del PR(m-l) en esta etapa, la crisis política de diciembre del 2001 aún sigue abierta y plantear la participación electoral, es generar una falsa expectativa, que no garantiza fortalecer los procesos de lucha y la conquista de las reivindicaciones, Y que la posibilidad de triunfo, está dado en la lucha callejera y el fortalecimiento de las organizaciones políticas, sindicales, populares  y la unidad de los que luchan.

En lo referido a los resultados electorales se dejó en claro que: “…más allá del resultado electoral, hay cuestiones que en lo esencial no se han alterado: la permanencia de una democracia trucha donde lo principal son los intereses de monopolios, banqueros y multinacionales y que, como quedara claro desde diciembre del 2001, descansa en un precario régimen político, acosado por la persistente protesta popular en las calles. Protesta que, de manera principal, sólo encuentra una expresión política en fuerzas de izquierda y del movimiento social y que electoralmente apareció en el millón de votos en blanco, en el núcleo duro del abstencionismo y en los más de 500.000 votos al FIT; en conjunto superan holgadamente los 7 millones, que no es poca cosa”. Y advierten que:”Estos datos son puntillosamente ocultados por el gobierno, la mayoría de sus adversarios y los medios de todo color.”

Desde la izquierda siempre se ha planteado el debate acerca de los límites de las instituciones del sistema burgués y la viabilidad de participación en los mismos.

En particular la problemática del sistema parlamentarista, que desde un punto de vista es visto como un órgano para lograr el consenso necesario entre partidos burgueses para dar orden y direccionalidad al proyecto político económico, en los marcos del sistema capitalista.

Para algunos, la participación en el parlamento favorece al juego “democrático” que se plantea en el sistema y para otros es la concreción, en otra instancia, del ascenso de los procesos de lucha.

Nota: Es intención de este texto poder generar un debate fraterno ante una nueva coyuntura electoral que convoca por 4 vez a las urnas en un lapso de 3 meses.

Más información: Declaracion sobre las elecciones del 23 de octubre