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Triunfo del TIPNIS y derrota de Evo
Por Alternativa Boliviana - Thursday, Oct. 20, 2011 at 7:42 PM
alterboliviana@yahoo.com.ar

EL TRIUNFAL INGRESO DE LOS MARCHISTAS DEL TIPNIS A LA PAZ Y LA DERROTA CONTUNDENTE DEL GOBIERNO DE EVO EN LAS ELECCIONES JUDICIALES DEL DOMINGO PASADO.

ALTERNATIVA BOLIVIANA
Corriente de opinión de los Trabajadores
emigrantes bolivianos en la Argentina
Noticias de Bolivia se difunde por INTERNET al mundo

VICTORIOSA ENTRADA DE LA MARCHA INDÍGENA A LA PAZ
Impresionante recepción popular de centenares de miles de personas a los marchistas del TIPNIS

Alternativa Boliviana, difunde los siguientes artículos para la información de la
colectividad boliviana en Buenos Aires y especialmente para algunos "comunicadores sociales" dentro la colectividad que informan en sus programa distorsionando la realidad política del país. Los "comentaristas" voceros del régimen autoritario de Evo en Buenos Aires, no hacen otra cosa que confundir a nuestra comunidad con sus tonterías como cómplices del régimen anti-obrero, anti-popular que gobierna y defiende a las transnacionales imperialistas y la derecha oligárquica boliviana.
La coyuntura política en el país con la catastrófica derrota del gobierno "indigenista" neoliberal del MAS de Evo en las elecciones Judiciales, tramposas y amañadas del pasado domingo, con el triunfo del voto nulo, blanco y la abstención que en su conjunto suman el 70%, el pueblo boliviano se expresó claramente rechazando las políticas del gobierno autoritario y represor del MAS. El arribo triunfal a la Ciudad de La Paz de la marcha indigenista del TIPNIS en defensa de su territorio, la que fue recibida por el pueblo Paceño con su solidaridad y su identificación con la lucha de los marchistas.
Las expresiones políticas de nuestro pueblo rechazando las medidas políticas del gobierno, donde muestra su verdadero rostro neoliberal, es el comienzo del DERRUMBE del slogan engañoso del "proceso de cambio" que inexorablemente se hará AÑICOS, donde el pueblo boliviano y sus organizaciones sociales, sindicales y revolucionarias serán los encargados de sepultarlos para siempre a la IMPOSTURA MASISTA DE EVO lacayo del imperialismo y de la oligarquía boliviana.
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“¡EVO DECÍA QUE TODO CAMBIARÍA; MENTIRA, MENTIRA, LA MISMA PORQUERÍA !”
“Bienvenidos hermanos del TIPNIS”, grita la multitud conmovida en La Paz
Redacción Bolpress La Paz - Bolivia
Más de 1.200 originarios de tierras bajas integrantes de la VIII Marcha Indígena llegaron este miércoles a la ciudad de La Paz luego de 64 días de caminata. Decenas de miles de ciudadanos y ciudadanas de todas las edades y clases sociales colmaron calles y avenidas para darles la bienvenida.

El 15 de agosto salió de Trinidad la VIII Marcha Indígena en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) con rumbo a la ciudad de La Paz , y dos meses llegó a su destino, después de sortear innumerables obstáculos, incluidos bloqueos masistas y una brutal represión policial.
Los indígenas de tierras bajas siempre fueron bien recibidos en la sede de gobierno en anteriores movilizaciones, y por ello no dudaron ni un instante que en esta oportunidad también gozarían de la hospitalidad paceña. Sin embargo, nunca imaginaron tan cálido y conmovedor recibimiento de una multitud de trabajadores, profesionales de clase media, comerciantes, estudiantes y pueblo pobre en general.
No se necesitó una convocatoria formal, ni listas ni fichas ni advertencias de multas y represalias; el pueblo se manifestó de manera espontánea, con lágrimas, aplausos, gritos, risas, estribillos y vivas; los más osados con abrazos y besos. Fue una catarsis de toda la ciudadanía que sentía indignación e impotencia desde la intervención en Yucumo. Sobraron los regalos, aportes, donaciones y la comida, además de flores, mixtura, papel picado y sobre todo carteles; todos encontraron alguna forma de dar la bienvenida a la marcha, desde niños de kínder, jóvenes de colegio, vecinos, madres de familia, oficinistas, activistas, universitarios...
Los indígenas recorrieron este miércoles el último tramo de la VIII Marcha. A primera hora partieron de Urujara al norte de la ciudad, pasaron por los barrios de Chuquiaguillo, Villa El Carmen y Villa Fátima, bordearon la plaza Villarroel, continuaron bajando por la avenida Busch hasta el estadio Hernando Siles, siguieron por la avenida Camacho, subieron por la calle Ayacucho, ingresaron a la Plaza Murillo , donde se encuentran los Palacios del Ejecutivo y Legislativo, y luego de dar un vuelta triunfal continuaron hasta la Plaza Mayor , donde fueron agasajados por una multitud.
Miles de niños, estudiantes y ciudadanos formaron un cordón humano a lo largo del trayecto; todos aplaudían, saludaban y ovacionaban a los marchistas como a héroes que retornan de la guerra, algunos con un nudo en la garganta y sin poder contener las lágrimas. Niños y jóvenes de colegios fiscales de Villa el Carmen esperaron impacientes a los visitantes con bolsas de refresco y emparedados. Los vecinos de la zona también aguardaron bien provistos de alimentos. Más tarde todos comprendieron que su solidaridad había rebasado la capacidad de los estómagos de los marchistas. Cuadras más abajo, en Villa Fátima, las caseras del mercado aventaban alimentos y frutas a una volqueta que transportaba víveres para los indígenas.
A medida que avanzaba la marcha, más gente se plegaba y la hilera humana crecía y crecía con nuevos contingentes de estudiantes de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), alumnos de secundaria, jóvenes activistas, maestros, amas de casa y población en general.
La gente tuvo la oportunidad de ver esos rostros cansados, quemados por el sol, pero llenos de esperanza, optimismo, emoción y sorpresa; ninguno de los marchistas se imaginó que la reacción del pueblo sería así, con tanto cariño, con los brazos abiertos. Después de muchos años, todos se sintieron hermanados, la selva, el campo y la ciudad, los de tierras altas con los de las bajas, hermanados por la insatisfacción, por la decepción, por la indignación y también por la esperanza de que después de un acontecimiento como el de hoy ya nada será igual… 
, exclamaban los marchistas urbanos, en alusión a la movilización que montó el MAS el 12 de octubre, repartiendo bonos y obligando a marchar a los funcionarios públicos. “Si Evo quiere coca, que plante en Orinoca”, gritaban los paceños y paceñas, dando rienda su“Esta marcha no es pagada, es voluntaria”elta a su creatividad estimulada por la bronca contenida: “¡Evo bellaco, el TIPNIS no es tu cato!”; “¡Evo decía que todo cambiaría; mentira, mentira, la misma porquería!...”. El Vicepresidente Álvaro García Linera también tuvo lo suyo: "¡Evo a Chonchocoro, Linera a Obrajes!", "¡El TIPNIS no se toca, que toquen al Linera todo lo que quieran!", "¡Linera loca … el TIPNIS no se toca!"...
Los masistas observaron estupefactos, tal vez con envidia, la imponente movilización espontánea. Algunos periodistas comentaron que la contramarcha masista del 12 de octubre "en defensa de Evo y del proceso" se quedó chiquita comparada con la procesión pro indígena de este miércoles, en cantidad, calidad y entusiasmo.
Desmoralizados y sin argumentos, los militantes del MAS continuaron difamando a los indígenas "ingenuos y manipulados" por la “derecha”. “Más allá de la legitimidad de sus demandas, es increíble que los marchistas no puedan discernir que están siendo utilizados para dañar la imagen del presidente Evo Morales, esa derecha que nunca bajo la guardia y no la bajará”, dijo la opinadora Lilian Ergueta en una de las tantas cadenas evistas que pululan en Internet.
Los masistas en general culpan a los indígenas de que la derecha reaccionaria haya mutado y ahora sea ferviente defensora de los indios y de la Pachamama. Con esa retorcida lógica, Ergueta y otros masistas difaman a los marchistas del TIPNIS y los responsabilizan de que “nada menos que el canal 36 cadena A (que a toda luces tiene muy definida su posición derechista) solicite ayuda para los ‘hermanos’ indígenas del TIPNIS con un fondo de música ‘Coraje’, aquella pieza musical emblemática de las luchas revolucionarias…”.
El canal estatal Bolivia TV se vio obligado a transmitir en directo la multitudinaria marcha ciudadana que ingresó a Plaza Murillo, pero la reportera y el presentador de noticias intentaron minimizarla e incluso desacreditarla. A ambos les llamó mucho la atención la masiva participación de "gente ajena"; consideraron que la presencia de amas de casa y de otra gente "sospechosa" "desvirtuó" la marcha indígena.
Para pesar de los masistas, no solo las amas de casa se solidarizaron con los indígenas, sino también las caseras de 30 mercados paceños que el martes prepararon más de tres mil raciones de mate de coca para los marchistas y 500 tazas de chocolate para sus hijos. Este miércoles distribuyeron más de dos mil platos de sajta de pollo en la Plaza Mayor , y cocinarán al menos 15 mil raciones de desayuno, almuerzo y cena para alimentar a sus hermanos de tierras bajas en los próximos cinco días.
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“HARTÍSIMOS SOMOS Y SENTIMOS EL APOYO DE TODA LA POBLACIÓN; SI EL GOBIERNO NO NOS ATIENDE, TOMAREMOS ACCIONES... Y VEREMOS QUIÉN ES QUIÉN”
La Paz aclama a los indígenas del TIPNIS, “héroes de la naturaleza”
(SENA-Fobomade y Comisión de Comunicación de la Marcha).- La población paceña recibió este miércoles a casi dos mil indígenas de tierras altas y bajas como “héroes de la naturaleza”. Cientos de miles de ciudadanos de todas las clases sociales se sumaron a la movilización indígena que concluyó en una multitudinaria concentración en la histórica Plaza Mayor de San Francisco. La marcha llegó a su destino, pero la lu
jas en más de dos meses para manifestar su rechazo rotundo a la construcción de una carretera a través del corazón mismo del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). Llegaron marchando a La Paz para exigir al gobierno de Evo Morales que respete la Constitución Política del Estado y suspenda trabajos en áreas protegidas o en sus Tierras Comunitarias de Origen (TCO).
Los marchistas arribaron el martes a Urujara, a la entrada de la ciudad de La Paz, donde fueron recibidos por cientos de ciudadanos. A los minutos llegó el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales César Navarro con una carta de invitación al “diálogo” firmada por el ministro de la Presidencia Carlos Romero.
El funcionario tuvo que retirarse a los pocos minutos, luego de recibir de la multitud una catarata de calificaciones, como “asesino”, “represor”, “maricón”, “hijo de puta”, “llunku”, “mentiroso”. La más elegante fue “Viceministro de Represión a los Movimientos Sociales”, por su vinculación con los cocaleros que en Yucumo bloquearon a la marcha hasta que llegaron los policías para apoyarlos (a los cocaleros).
“Con ellos no tenemos que dialogar nada, solamente con el Presidente podemos hablar, porque en varias invitaciones que nos han hecho a dialogar no nos han dado solución. Ellos no tienen poder de decisión para atender a las demandas de la marcha. Tuvo que retirarse Navarro de la marcha, porque nosotros no vamos a conversar con ellos, los ministros no tienen la voluntad de solucionar”, dijo el líder quechua Alberto Baraona del Conamaq.
En la mañana fueron a Urujara las ministras de Justicia Nilda Copa; de Desarrollo Rural Nemesia Achacollo; y de Transparencia Nardi Suxo, con ropa y alimentos para las y los marchistas, que todavía no habían llegado. Estaban algunas mujeres y hombres de la Comisión de Avanzada, encargados de preparar el lugar para la llegada de los indígenas.
Las ministras fueron abucheadas y obligadas a irse. La vicepresidenta de la Confederación de Mujeres Indígenas de Bolivia (CMIB) Judith Rivero dijo a Erbol que las echaron porque “ya no es hora de que vengan a hacerse las solidarias. Les dijimos que nos esperen allá en La Paz, porque ellas no hicieron nada como mujeres, ni como madres, cuando los policías nos reprimieron el 25 de septiembre. Aquel día ellas debieron intervenir por nosotras, que fuimos golpeadas en el monte”.
Según Suxo, fueron expulsadas porque las y los indígenas ahora son manipulados por funcionarios de la Alcaldía de La Paz, quienes cumplen tareas humanitarias. Aparentemente, la ministra ya se olvidó de que hace menos de un mes la VIIII Marcha Indígena, integrada por niñas, niños, mujeres, hombres, ancianas, ancianos, fue reprimida sin miramientos por el Gobierno al que ella pertenece. “Cuando nos disponíamos a entregar las vituallas al grupo de avanzada de la marcha, los funcionarios municipales instigaron para que no podamos proveer la ayuda humanitaria a los niños, mujeres y adultos mayores”, declaró Suxo a la agencia oficial ABI.
Con este discurso, el gobierno de Morales demostró una vez más que tiene una mirada paternalista y despectiva hacia los indígenas. Según las creencias de los habitantes del Palacio Quemado, las y los indígenas no pueden pensar por sí solos; siempre necesitan a alguien con formación de la civilización occidental, algún “doctorcito”, que brinde coherencia a los planteamientos de los originarios.
La ministra Copa había realizado una denuncia por un inexistente “secuestro” del canciller David Choquehuanca, quien fue obligado a marchar por los indígenas durante una hora y media en Yucumo, el 24 de septiembre. Este proceso avanza con la declaración de testigos y un show acorde, con el cual el Gobierno nacional quiere desprestigiar a la marcha. Por otro lado, la causa judicial por la represión policial a los indígenas sigue inmóvil.
Multitudinario recibimiento
El miércoles los marchistas recorrieron los últimos 12 kilómetros de su prolongado periplo iniciado el 15 de agosto en la ciudad de Trinidad. Cientos de miles de niños, mujeres, trabajadores, vendedoras, amas de casa, organizaciones sindicales, representantes de la ciudad de El Alto y ciudadanos de clase media los recibieron con cariño y se sumaron a la movilización.
Fue un recibimiento apoteósico y conmovedor, al punto que muchas mujeres y varones lloraron al ver de cerca las caras sufridas de los niños que caminaron junto a sus mamás durante aproximadamente 65 días, soportando la hostilidad de los denominados “interculturales” del MAS, quienes intentaron impedir su arribo a la ciudad sede de gobierno.
Los marchistas descendieron desde la localidad de Urujara a paso lento debido a la marea humana que se había formado en torno suyo. Los escolares y estudiantes que se plegaron a la movilización ayudaron a cargar a los niños y los pesados equipajes de los manifestantes, como muestra de solidaridad con los “héroes de la naturaleza”. Todos se confundieron en una especie de torrente humano hasta ingresar a Villa Fátima, donde la marcha tuvo que realizar varias paradas para recibir el apoyo de la población que se volcó, como ellos gritaron, sin que medie ninguna presión.
Cerca al mediodía comenzaron a salir a las calles los empleados públicos y oficinistas, quienes hicieron un alto en su habitual recorrido para saludar a la imponente movilización, mientras otra gente se agolpaba en las ventanas de los edificios blandiendo la tricolor boliviana. ¡TIPNIS sí, coca no!, fueron algunas de las consignas que se escucharon. Algunos compararon la actual gestión de gobierno con la de Gonzalo Sánchez de Lozada, quien precisamente hace ocho años atrás (17 de octubre de 2003) tuvo que renunciar al cargo presionando por una insurrección popular que rechazaba la venta de gas a Estados Unidos por Chile.
A cada paso se sumaba una nueva delegación a la marcha, situación que hizo imposible calcular cuánta gente participó . Algunos reportes periodísticos señalaban que mientras la cabeza de la marcha llegaba al monumento de Germán Bush, la cola se encontraba en la Plaza del Maestro, es decir kilómetro y medio arriba. Fue tal la cantidad de alimentos, agua, mates de coca y masitas distribuidas, que cuando ingresaron al centro paceño los indígenas rechazaban los alimentos que les ofrecían los vecinos.
La Policía Nacional había dicho que escoltaría a la marcha. A ningún indígena le pareció una buena idea, porque no se olvidan de la represión policial del 25 de septiembre, aunque el Gobierno nacional quiera borrar ese día de la historia. “Nosotros no hemos pedido policías, porque ya nos han masacrado. Nosotros no vamos a permitir que nos resguarden, porque ellos deben hacer su trabajo. Nosotros nada que ver con ellos. Nosotros sabemos cuidarnos entre nosotros ¿Con qué cara podrían venir los policías a hacer seguridad a la marcha? No vamos a permitir que estén junto con nosotros”, agregó el tata Baraona.
Los indígenas movilizados manifestaron su deseo de llegar marchando hasta Plaza Murillo, el centro del poder político, para llamar la atención del Presidente Morales. La noche del martes, el ministro de Gobierno Wilfredo Chávez explicó que “la seguridad del Palacio de Gobierno, de la Plaza Murillo, del kilómetro cero, está a cargo de la Policía boliviana. Entonces tenemos que ser cuidadosos con ello, yo estimo que debe valorarse previamente la situación para tomar una determinación”.
“Haremos los contactos necesarios para que sea en un clima de absoluta tranquilidad y vamos a preservar seguro el orden de la marcha. Lo que tenemos que garantizar es que la marcha no tenga ningún tipo de altercados, no la perjudiquen, no haya ningún incidente de algún desadaptado”, dijo Chávez.
Lo cierto es que en más de dos meses de marcha, los únicos “desadaptados” fueron los 500 policías enviados por el Gobierno para reprimir a las y los marchistas en Yucumo. Fueron enviados por un desadaptado mayor, cuyo nombre aún no fue dado a conocer por los funcionarios del autoproclamado “Gobierno del cambio”. En la mañana del miércoles, el gobierno de Evo Morales ordenó cercar la plaza Murillo, y emplazar el vehículo antidisturbios Neptuno, como si se preparara para una guerra.
Pero cuando la multitudinaria marcha tomó la ciudad al mediodía, el gobierno no tuvo otra opción que retirar el carro antidisturbios y a los policías que custodiaban la plaza Murillo, y permitir el ingreso a los marchistas y a sus miles de acompañantes. A su paso, cualquier ventana que se abría en Palacio de Gobierno servía de excusa para que la gente agolpada en el kilómetro 0 silbe y grite consignas en contra el presidente Morales.
Después de casi siete horas de caminata, la marcha culminó en la Plaza Mayor de la ciudad de La Paz, donde indígenas, jóvenes, niños, estudiantes, trabajadores y otros sectores se confundieron en un solo grito de unidad: ¡TIPNIS sí, carretera no!
Los integrantes de la VIII Marcha afirmaron que no se desmovilizarán hasta que el Gobierno atienda sus 16 demandas, y por la noche un grupo de avanza instaló una vigilia en plena plaza Murillo. “Vamos a mantener la vigilia, vamos a mantenernos durante los días que sean necesarios. No se nos pasa por la mente volver a nuestros territorios con las manos vacías, el resultado de nuestro movimiento a nivel nacional tiene que garantizar que nos llevemos en nuestras mochilas una ley que garantice que ningún proyecto atravesará el Isiboro Sécure”, advirtió el diputado indígena Pedro Nuni.
“Hartísimos somos y sentimos el apoyo de toda la población; el gobierno tendrá que atendernos y si no lo hace vamos a tener que tomar acciones hasta tener resultados”, dijo Jenny Suárez, presidenta de la Comisión de Marcha. Su compañero de lucha Agapito Loayza Fernández, del Conamaq, sentenció: “Ahora veremos quién es quién”.

Buenos Aires, 20 de octubre de 2011

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