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"Ganó el Pueblo." Reflexiones luego de las elecciones del CEFFYH
Por Panzo Díaz - Saturday, Oct. 22, 2011 at 12:53 PM

“Ganó el pueblo” festejaba una compañera del Desorden. Ayer, como hace unos cuantos Octubres, y a pesar de las intentonas de algunos arribas por postergarlas, se hicieron las elecciones del centro de estudiantes en Filo. Contextualicemos, en la Facu de Filo, de la Universidad Nacional, de Córdoba, Argentina. Sí, sí, ahícito en esa punta de Ciudad, entre el bosquecito, y las estatuas de los filósofos, entre los edificios más lindos y destartalados donde se pueda cursar, en medio de Plaza Seca, se cumplía una vez más el rito pasional del enfrentamiento democrático, y alguien aventuraba una frase un poco demasiado grande diría yo. Lxs principales contendientes se podían reducir a tres, Andenes, otrora fuerza de izquierda independiente devenida en chiques K, conducción actual; La Bisagra, el oficialismo scottista, por no decir nada más; y los flamantes Desordenades, herederxs de Las Tomas del 2010, de una línea de izquierda autonomista independiente post-2001 (Cómo verán las diferencias ideológicas son abismales).

“Ganó el pueblo”… ganó el psicobolche promedio le hubiera contestado. Porque hermosa la expresión, pero eso no es el pueblo, vos no sos el pueblo, ni yo tampoco, ahí no hay pueblo. Sólo supiste responder a la demanda del pequeñísimo sector de la juventud intelectual de izquierda que estudia ciencias sociales. Sesenta metros más allá, (entre los pasillos del Mexico o el Cepia por ejemplo) y tu discurso cae en balde, aburre, no se entiende, no llega. ¿Qué hubiera sido, mami/papi, si las elecciones hubieran sido sólo en Artes? ¿O si les artistes estuvieran más dispuestes a la participación política y hubiera sido mayor el porcentaje de votación de ese sector? Ni pensemos si la plaza hubieran sido biólogxs o físicxs. “Son todxs posmxs”, dirás; pero bueno, ¿acaso nuestra palabra no vale señor juez?

Ojo, (ojito, ojete) no pudo haber sido mejor escenario. Una nueva fuerza política, con nuevxs militantes, con pilas, con ganas de hacer cosas, con las mejores cabezas que se puede encontrar en esa facultad y el apoyo de las Orgas de un laburo respetadísimo como el Aiel o el Mba y de gente con verdadera experiencia en gestión y militancia; tomaba la posta de las manos de una Orga cansada y con un discurso que ya no se condecía con lo que pedía el filosofito de pasillo. Y sobre todo, sacaba del terreno, por lo menos por un tiempo, a la Bisagra, y su recalcitrante oficialismo acrítico. Pero veamos las cosas como son y en su contexto; realmente, más allá del plano discursivo, a la hora de la praxis política, ¿cuán diferente será todo?

¿Cúan diferente es el volante que me dio hace unos días algún desordenado con el que se leía allá en el 2006 redactado por algún incipiente andén? ¿O algunos años más antes, por el Aleph? ¿Cuán diferente sería la posición que tomaría un consejero del Desorden, con la de un Andén frente a una resolución de Decanato? ¿O la gestión de las becas? ¿O la relación con los otros claustros? ¿Se lograrán librar por fin de los vicios de la militancia de izquierda universitaria? ¿Podrán conformar en un futuro una fuerza política interclaustro e interfacultades que logre un verdadero cambio en la Universidad toda? No sé, espero que sí. Pero no nos enceguezcamos de fervor militante. El resultado eleccionario de ayer no es más que parte del proceso de renovación cíclica que demanda la política. Y responde a los mismos cánones de ayer y a los mismos que dentro de unos años, cuando se hagan otras tomas y otras fuerzas políticas que surjan quieran “refundar” el Ceffyh.

Conclusión: No soy más que alguien que hoy todo este proceso le toca de costado, que ya alejado de esos pasillos, todavía les siente un inmenso cariño y respeto a sus gentes y todavía se entusiasma y enerva como poseso cuando hay que dar alguna discusión política. Pero después de algunos años de dejar un poco de mí en eso que está detrás de las puertas rojas de casa verde, y haber visto y vivido tantas idas y vueltas; creo que este cierre de ciclo merecía una reflexión. No dejemos de creer en la militancia y en su mística y de ponerle todo el corazón. Pero dejemos de lado los odios, y las broncas pa quienes si se lo merecen; y sobre todo recordemos que no somos más que nuestro compañere de al lado, un pibe más, medio ñoño, que le apasiona la política y el poder pensar que el mundo puede ser más justo.

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desde abajo y a la izquierda
Por desde alguna militancia barrial - Saturday, Oct. 22, 2011 at 2:23 PM

genial panzo, a acompañar el proceso del nuevo centro, pero la mejor manera de acompañarlo es así, ayudando entre tanto merecido y divertido furor, a poner blanco sobre negro, y hacer todos los esfuerzos para que esta vez, el centro sirva a construir alternativas populares que deben construirse también en otro lado... toda la confianza en la nueva dirección de filo, pero también todas las antenas alertas para que no sea nuevamente un proceso que se desbarranque en internas de pasillo universitario y se pierda la dimensión del cambio social que estamos buscando... arriba el nuevo centro, toda la confianza en un nuevo proceso que se abre, todas las sonrisas frente a un nuevo proceso que se abre desde abajo, pero junto a eso, todo el recaudo y la critica para que el proceso tenga mejores frutos que experiencias pasadas...

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