Julio López
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Se terminó el FIT?
Por yoni - Thursday, Nov. 03, 2011 at 9:32 AM

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Despues de las elecciones, el primer hecho politico importante (aborto) no los encontro muy unidos que digamos....se termino el FIT?

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CEREBRO DE CLOACA
Por VER4DADERO REVOLUCIONARIO - Thursday, Nov. 03, 2011 at 9:46 AM

YONI: EL PERFECTO TONTO.

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nunca fue
Por yo - Thursday, Nov. 03, 2011 at 9:56 AM

que es la FIT?.

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Por el fortalecimiento y desarrollo del FIT
Por C.N. - Thursday, Nov. 03, 2011 at 11:23 AM

Las elecciones del 23 de octubre pasado han creado una nueva realidad política para la izquierda anticapitalista: la instalación del Frente de Izquierda como una referencia política nacional (por lo tanto a desarrollar) y, por sobre todo, para la clase obrera.

En el seno del proletariado activo se ha desarrollado, en seis meses de campaña electoral, una delimitación política de conjunto, que va más allá de la establecida por los agrupamientos sindicales clasistas, por un lado, y por la acción focalizada de las tendencias revolucionarias que actúan en la clase obrera, por el otro. El Frente de Izquierda, integrado por organizaciones revolucionarias diferenciadas, contó con el apoyo desde el inicio de sectores significativos de la intelectualidad y de diversos agrupamientos políticos. Solamente por unos centésimos no logró la elección de diputados nacionales por la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, en este caso por la vigencia de una legislación discriminatoria y proscriptiva, que desafiaremos en sede judicial hasta la Corte Suprema. La exigencia del 3% del padrón como piso para para participar del reparto proporcional de los cargos legislativos, es incompatible con el establecimiento del piso del 1,5% de los votos en las ‘primarias', que el Frente de Izquierda superó con holgura. La posición de referente político nacional conquistado por el Frente de Izquierda queda de manifiesto en cerca que quedó de formar un bloque parlamentario.

Resultado de una enorme diferenciación política

El desarrollo alcanzado por el Frente de Izquierda tiene lugar en el marco político de una elección plebiscitaria, que arrastra a una enorme mayoría popular al campo del oficialismo, y cuando la inmensa mayoría de la izquierda y de sus diversos retoños se disuelve políticamente dentro del frente oficial, por un lado, y de la coalición de Binner y de Pino Solanas, por el otro. En estas condiciones excepcionales, el Frente de Izquierda consigue, sin embargo, producir una diferenciación política dentro de un sector obrero y popular relativamente amplio y significativo. Desde un caudal electoral anterior muy bajo, el Frente de Izquierda obtuvo un enorme progreso a pesar de la ‘polarización' del voto popular a favor del gobierno y de la cooptación de la inmensa mayoría de los agrupamientos de izquierda, sea por parte del gobierno como de frentes patronales. Esta cooptación llega muy lejos, porque incluye a expresiones renovadas e incluso combativas del movimiento obrero, como ocurre con la mayoría dirigente del sindicato del subte, del ala combativa de los docentes de Santa Fe, de los activistas petroleros que echaron el año pasado a la burocracia sindical en Santa Cruz y de otros sectores similares. En el acto de lanzamiento del Frente de Izquierda, el 1° de Mayo, fue advertida desde la tribuna esta característica fundamental del alineamiento de fuerzas que se desplegaba en la campaña electoral: la cooptación de un amplio abanico obrero y de izquierda por parte de bloques capitalistas. Las elecciones se caracterizaron, de hecho, por la competencia entre varios ‘frentes populares', que en definitiva conquistaron el primero y segundo lugar en la votación.

En oposición a esta tendencia abrumadora a la liquidación de la independencia de clase, el Frente de Izquierda obtuvo, por medio de una delimitación política de fondo, 660 mil votos el 23 de octubre, incluidos los cortes de boleta a diputados (con la limitación que implicó la ausencia de la boleta larga del Frente en numerosas provincias donde el Frente no había superado el 1,5% en las ‘primarias'). El corte de boleta de un sector del electorado kirchnerista a favor de la lista de diputados del Frente de Izquierda, puso en evidencia un principio de diferenciación política de ese electorado con perspectivas de desarrollo en el futuro. En oposición a la cooptación política de la izquierda democratizante por los frentes patronales, el Frente de Izquierda atrajo hacia su campo a un electorado amplio que vota a la izquierda por primera vez. En Salta, el Partido Obrero en el Frente de Izquierda, obtuvo una votación sin precedentes, un 14% en la capital y el 8% en toda la provincia.

Es claro, repetimos, que detrás de la papeleta electoral tuvo lugar un realineamiento político de fuerzas, que es lo que convierte al Frente de Izquierda en una referencia política que debe ser desarrollada como tal. Este realineamiento político se advierte con una claridad singular en las elecciones en la Ciudad, donde el Frente de Izquierda pasó de 18 mil votos a legislador (y 13 mil a jefe de gobierno), en las elecciones porteñas del 10 de julio, a 108 mil en las generales de 23 de octubre. El 10 de julio, el electorado con una tendencia de izquierda se repartió entre la candidatura de Filmus, por un lado, y de Proyecto Sur y Zamora, por el otro. La vigorosa intervención del Frente de Izquierda en esas elecciones no logró contrarrestar estas opciones políticas, aunque sí preparó el terreno para las siguientes etapas electorales. En efecto, entre las locales y las ‘primarias' tuvo lugar una crisis política importante: de un lado Zamora quedó anulado por las limitaciones propias de un proyecto local y personal, del otro estallan las contradicciones de Proyecto Sur cuando fracasa su propósito de una alianza con Binner. El Frente de Izquierda explotó, con su campaña, estas contradicciones políticas; no solamente se alzó de 18 a 80 mil votos, sino que sacó a Proyecto Sur de la campaña nacional (que no logró reunir el mínimo de votos exigido por el piso proscriptivo, luego de obtener un 13% en las locales del 10 de julio), y lo derrotó con amplitud el 14 de agosto y aún más el 23 de octubre. Por un lado, un ala de Proyecto Sur se desplaza a la derecha, en el frente sojero de Binner, y por otro lado Proyecto Sur queda sumido en un completo impasse estratégico. Todas estas diferenciaciones, reagrupamientos de fuerzas y desarrollos políticos tuvieron lugar en el corto período de seis meses. El posicionamiento que alcanza el Frente de Izquierda no es un espejismo provocado por una sumatoria de votos, sino el producto y el resultado de una lucha política efectiva.

La campaña electoral como instrumento revolucionario

El vivo proceso de delimitación y reagrupamiento de fuerzas que se registró en la lucha electoral, está muy ligado a la recuperación, por parte del Frente de Izquierda, de la campaña electoral como instrumento de desarrollo político revolucionario. Somos socialistas, no anarquistas, por eso destacamos la importancia de la lucha en el seno de las instituciones del Estado, desde el parlamento al ejército, desde la escuela al poder judicial, ni qué decir en los sindicatos integrados al Estado. No hace falta decir que ningún proceso electoral ofrece la posibilidad de la transformación del carácter de clase del Estado (y el inicio de su desintegración como aparato de opresión), lo cual es una tarea reservada a la acción consciente y revolucionaria de las masas. Sería una necedad, sin embargo, negar la importancia que puede adquirir la lucha electoral y parlamentaria como factor de esclarecimiento político y de ampliación del campo político de acción de la izquierda revolucionaria. El parlamento no es, después de todo, un engranaje artificial sino un producto de la historia: de revoluciones y contrarrevoluciones, de resistencias antidictatoriales y la confiscación de los procesos democráticos. La descomposición del parlamentarismo está ligada también a un proceso histórico: la época del imperialismo y de la declinación histórica del capitalismo.

En contraste, sin embargo, con la izquierda democratizante, para quien las elecciones son una vía para progresar a la sombra del sistema parlamentario (la estrategia del Frente del Pueblo, primero, y de Izquierda Unida, después, fue sintetizada en el planteo de "democracia con justicia social"), el Frente de Izquierda se plantó desde un campo de clase y un planteo anticapitalista. Esta recuperación de la política electoral como instrumento de desarrollo político para la izquierda revolucionaria no se hubiera producido sin la formación, precisamente, del Frente, porque en ausencia del Frente de Izquierda, la política electoral se hubiera convertido en una caricatura política, surcada por diferenciaciones abstractas, en lugar de una delimitación de clase con los partidos y el gobierno capitalistas. La experiencia concreta ha demostrado la utilidad de los espacios electorales para el desarrollo de una referencia política anticapitalista. Los militantes del Frente de Izquierda han desarrollado una experiencia singular, a saber, el uso de la boleta electoral (que caracteriza al período de ascenso del capitalismo y de desarrollo del movimiento obrero) en un período de bancarrota capitalista (que se caracteriza por crisis, bancarrotas y explosiones revolucionarias). Nos hemos adaptado al desarrollo combinado de la lucha de clases para usar a las elecciones como una de las pasarelas para recorrer el camino que separa a la percepción inmediata de las masas del contexto estratégico mundial de agotamiento del capitalismo, que plantea objetivamente la revolución social a escala internacional.

Un método de campaña

Por eso fue un acierto el desarrollo de un programa de reivindicaciones estrictamente inmediato, acorde a las alternativas de la situación política y a la conciencia de las masas votantes; el Frente se dirigió a la vanguardia de la clase obrera y a la familia de esa vanguardia. Rechazó el propagandismo maximalista, que ignora la transición entre las situaciones inmediatas y los objetivos estratégicos, y adaptó el discurso electoral a condiciones políticas que aún deben evolucionar para convertirse en revolucionarias o prerrevolucionarias. Por otro lado, los candidatos y propagandistas del Frente explicaron por todos los medios el alcance estratégico anticapitalista de ese programa de reivindicaciones inmediatas.

Una campaña electoral no puede apuntar a una minoría de la clase, porque esa minoría no es nada y se empantana en sus propios límites sino desarrolla la capacidad para ganar a una mayoría. Desde el mismo acto del 1° de Mayo fue advertido el callejón sin salida del discurso autorreferencial, que confunde la campaña electoral con un curso de formación para militantes, o que opone la organización de la vanguardia a la conquista política de nuevos sectores proletarios y de la juventud. La recuperación de la política electoral para luchar en un período de transición entre la conciencia y disposición de las masas, por un lado, y los objetivos estratégicos, por el otro lado, ha sido un ejemplo de desarrollo dialéctico concreto. Esta unión contradictoria de lo inmediato y lo estratégico, se expresó en toda la ‘estética' de la campaña electoral (campaña audiovisual y desenvolvimiento de los candidatos), muy comentada tanto en los mentideros políticos como en los sectores populares.

Bonapartismo y elección plebiscitaria

Obviamente, las elecciones recientes se han caracterizado por la victoria aplastante del kirchnerismo y la derrota ignominiosa de una oposición fragmentada. La caracterización de los resultados, sin embargo, no exhibe unanimidad política. Hubo una votación plebiscitaria que, en oposición a los resultados ‘pluralistas', es siempre la culminación de un periodo de crisis políticas; las urnas consagraron un bonapartismo que se fue gestando a través de distintos episodios de esta crisis. La derrota del gobierno, en junio de 2009, tuvo lugar en el momento más agudo de la crisis económica, pero fue por sobre todo la secuela de la derrota del oficialismo en el conflicto agrario. La victoria plebiscitaria reciente ocurre en el pico más alto de un ciclo de acumulación y especulación capitalistas, pero es por sobre todo la consecuencia de la derrota política de la oposición, a manos del gobierno, en todos los conflictos que los enfrentaron en el curso de los dos últimos años (incluidas las disputas entre las fracciones oficiales enfrentadas a la camarilla de gobierno y que se manifestaron en diversos resultados provinciales contrarios al gobierno nacional). Los resultados de 2009 dieron lugar a una frustrada experiencia (e ilusiones) de parlamentarismo; los recientes son la expresión de un movimiento contrario, de un bonapartismo tardío, que derrotó la tentativa de desplazar la iniciativa de gobierno a la oposición, y que saldrá frustrado como consecuencia de las crisis políticas que tendrán lugar de aquí en más.

El determinismo económico de los procesos políticos ignora, en primer lugar, el carácter contradictorio de la economía. El crecimiento económico profundiza la polaridad entre el capital y el trabajo -sea absoluta como relativa. La última década ha consolidado o profundizado el trabajo precario, en negro y la tercerización, como condiciones de la recuperación posterior al derrumbe de 1998/2002 las mejoras para los trabajadores han ido a la par de una diferenciación social interna, pues el 70% no gana en promedio más de tres mil pesos, aunque un petrolero saque 20 mil y un obrero automotriz permanente obtenga, pero con horas extras, más de diez mil pesos de salario. La especulación inmobiliaria ha creado numerosos puestos en la construcción, pero al mismo tiempo ha exacerbado la crisis de vivienda, el deterioro de los sectores medios y la destrucción del medio ambiente. La expansión de la soja ha producido numerosos desalojos de campesinos e incluso una acentuación de la superexplotación del proletariado agrícola, esto por la vía de la tercerización o contratistas. El crecimiento incuestionable de la industria textil y de la confección ha desarrollado hasta extremos no vistos el trabajo esclavo y la importación de trabajadores extranjeros con ese fin. De un modo general, las contradicciones económicas se han acentuado, y esto culmina ahora con la corrida contra el peso y el corralito establecido por la Afip. El entrelazamiento entre la crisis mundial y la economía nacional se ha hecho más intenso desde 2009, como se manifiesta en el aumento de la inflación y de la fuga de divisas. El gobierno no gana plebiscitariamente las elecciones solamente porque pasó del pozo de junio de 2009 al pico de octubre de 2010, sino que reclama para su política esta inversión de tendencia, en lucha abierta con la política ofrecida por la oposición -o sea, arbitrando la crisis capitalista. El oficialismo gana cuando su política económica agoniza, como lo demuestra el cese en la creación de empleo, la fuga de capitales, la inflación y la contratación de préstamos usurarios por parte de las provincias.

Sin este cuadro de contradicciones y de conflictos, el Frente de Izquierda no hubiera logrado un desarrollo electoral, y aún menos si se tiene en cuenta su bajo punto de partida. El voto plebiscitario es, contradictoriamente, una de las expresiones más agudas de una crisis del régimen político; los episodios futuros de la crisis capitalista van a acentuar las características bonapartistas del gobierno y los límites crecientes del arbitraje personal, hasta su estallido. El solo hecho de que, a diez días de las elecciones, asistamos a una corrida cambiaria que apunta a devaluar el peso y a condicionar la formación del nuevo gabinete, confirma toda esta caracterización. A esto hay que sumar los anuncios de suspensiones por parte de grandes empresas, además de cortes de horas extras y los despidos de contratados.

La lucha socialista es una lucha política

La conclusión que emerge de todo esto es que la tarea fundamental del Frente de Izquierda en la nueva etapa es desarrollarse como una oposición anticapitalista y socialista al gobierno y al régimen político en su conjunto, a través de una campaña de agitación política. Una campaña de agitación supone un trabajo sistemático y, por lo tanto, una actividad frentista metódica. Las alternativas de la crisis mundial abrirán un nuevo período de luchas reivindicativas; el asunto es cómo se preparan esas luchas desde el campo revolucionario y, por lo tanto, el desarrollo de sus perspectivas. La instalación del Frente de Izquierda como referencia política ofrece una posibilidad inédita; son muchísimos más los obreros que votaron al Frente de Izquierda que aquellos que siguen a las agrupaciones clasistas; en forma inversa, en varios lugares de trabajo con influencia clasista, la masa de trabajadores votó por el gobierno. Las luchas surgirán como resultado de las contradicciones económicas y de los antagonismos de clase que generan; la tarea del Frente de Izquierda es darle una preparación política adecuada, por medio de una agitación sistemática. Para que la lucha reivindicativa se convierta en lucha política (la lucha política es la única que asegura la victoria de la clase obrera sobre el capital), es necesario que ella ya este contenida de alguna forma en la lucha reivindicativa; la espontaneidad genera espontaneidad si no contiene un principio de conciencia política. El desarrollo que ha tenido el Frente de Izquierda lo ha convertido en una herramienta para introducir, por medio de la agitación, la perspectiva política socialista en las masas. Por cierto, aunque la agitación política debe alcanzar a todas las clases afectadas por la crisis capitalista, ella debe concentrarse en las grandes fábricas, para desarrollar una vanguardia obrera poderosa, con capacidad para ganar a las masas. Suponiendo a la lucha de clases como una guerra entre ejércitos enfrentados, todavía es necesario crear en la clase obrera la conciencia de ejército, delinear ante ella el escenario político de la batalla, reclutar a los combatientes y desarrollar aún su Estado mayor.

El eje de la agitación política se encuentra resumido en el slogan "que la crisis capitalista la paguen los capitalistas", y sus reivindicaciones concretas están resumidas en el programa transicional del Frente de Izquierda. Debemos servirnos de ellas para trazar una perspectiva de acción a las masas y para contraponerlas a las medidas del gobierno contemporizadoras con el capital o francamente procapitalistas. Una masa de activistas de izquierda, que ha salido desilusionada de los alineamientos de la izquierda democratizante y de sus resultados electorales, podría ser ganada de inmediato como consecuencia de la acentuación de la crisis y de la agitación que desenvuelva el Frente de Izquierda. El Frente binnerista, incluida la CTA, está proponiendo un Consejo Económico y Social para pactar el manejo de la crisis con las patronales; el Frente de Izquierda debe denunciar esta derechización de la CTA para atraer a sus activistas. Asimismo, la denuncia de la contemporización del gobierno con los grandes capitales, así como sus medidas de ajuste, deben servir para desarrollar una diferenciación política de los trabajadores que votaron al kirchnerismo.

Organicemos a la periferia y ganemos militantes

La campaña electoral ha acercado a un contingente numeroso de obreros y jóvenes. Es necesario consolidar este acercamiento, en primer lugar, e impulsar su actividad política y la militancia. Es la oportunidad entonces para convocar a asambleas en los barrios y distritos, para debatir las perspectivas políticas y concertar en común actividades prácticas, en primer lugar la denuncia del vaciamiento cambiario por parte del capital financiero; la impotencia del gobierno; las suspensiones en numerosas empresas; y el programa de reivindicaciones para hacer frente a esta situación desde el campo anti-capitalista. La convocatoria, con todo esmero y cuidado, de asambleas de simpatizantes del Frente de Izquierda, se conecta de inmediato con movilizaciones importantes a corto plazo: la relativa al procesamiento de numerosos activistas, trabajadores y militantes; la lucha por el derecho al aborto; la jornada del décimo aniversario del Argentinazo; el comienzo del juicio oral y público a la patota pedracista (que ya está dando lugar a numerosas maniobras para exonerar a la policía y liberar a Pedraza).

Un síntoma de la transición que se ha iniciado con el resultado plebiscitario del 23 de octubre, es la nueva crisis que ha irrumpido en la burocracia sindical y la renovación del planteo de Moyano por un partido de trabajadores. El movimiento sindical no solamente va a ser convulsionado por el desarrollo de la crisis económica sino por la crisis de la burocracia. El planteo de Moyano es tardío, históricamente, y tiene limitaciones políticas insalvables, porque parte antes que nada de la defensa de los intereses de la burocracia sindical, que van más allá de los propios sindicatos, y se enlazan con sus intereses patronales. En oposición a la verborragia de Moyano, defendemos la perspectiva de un partido de trabajadores sobre la base de la completa independencia política de la burguesía y sus partidos, lo que significa integrar a los sindicatos a esa perspectiva y, por lo tanto, la expulsión de la burocracia sindical. La vía para un partido de trabajadores debe ser verificada en la práctica por medio de la agitación política. El Frente de Izquierda, por su lado, se encuentra condicionado por dos tendencias; una es hacia la incorporación de nuevos agrupamientos y corrientes y a la necesidad de que continúe la intervención sistemática de agrupamientos que ya militan con el Frente, como la Asamblea de Intelectuales; la otra hacia una clarificación de las posiciones políticas estratégicas. Es necesario asumir ambas tareas. Por un lado, proponemos impulsar un trabajo regular del Frente de Izquierda, a través de una Mesa de funcionamiento semanal (ya la hemos propuesto en una reunión de partidos después de las elecciones), y organizar, luego de una necesaria clarificación, una instancia más amplia que integre a diversas expresiones que han apoyado al Frente en la campaña electoral.

Desde el Partido Obrero acogemos positivamente todas las propuestas de debates políticos que sirvan a la clarificación de posiciones y por sobre todo al desarrollo de un programa. Por nuestra parte, ofreceremos al debate de todas las organizaciones, agrupamientos y militantes asociados al Frente de Izquierda, el conjunto de elaboraciones para el XXII Congreso del Partido Obrero, que tendrá lugar en el primer trimestre de 2012.

Un aspecto absolutamente fundamental tiene que ver con la gestión colectiva de las bancadas legislativas en Salta, Neuquén y Córdoba, y la necesidad de elaborar una agenda de trabajo legislativo que se someta al debate en asambleas de trabajadores (y de conjunto en el país). El método del trabajo parlamentario colectivo, ligado a las luchas obreras y populares, y sometido a un debate constante con los trabajadores, será seguramente uno de los instrumentos políticos más importantes para ganar influencia y desarrollar la organización y la militancia del Frente de Izquierda.

La bancarrota mundial del capital

Al momento de escribir estas conclusiones del Comité Nacional del Partido Obrero, la bancarrota capitalista se acentúa en Europa y Estados Unidos, y se extiende hacia China y Brasil. La crisis de Grecia se acerca a un desenlace. En forma contradictoria y zigzagueante se va formando un movimiento de masas anticapitalista en todo el mundo. Todo el cuadro histórico internacional ha vuelto a ponerse en discusión desde la disolución de la Unión Soviética y con un alcance mayor, precisamente porque incorpora la restauración del capitalismo en los ex Estados obreros a la crisis mundial. Las intervenciones de la Otan en el norte de África y en los países árabes, son manifiestamente recursos últimos del imperialismo para desviar un movimiento revolucionario de alcance histórico. Fuera de una perspectiva mundial no hay política revolucionaria verdadera. Todas las conclusiones que hemos procurado desprender de la campaña electoral y de la nueva situación política, están siempre en función de la refundación inmediata de la IV° Internacional.

Buenos Aires, 31 de octubre de 2011

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ja ja
Por memorioso - Thursday, Nov. 03, 2011 at 1:20 PM

el 73 no se presentan contra peron ahora le piden a cristina corten boletas para diputados claro que no son democratizantes son "oportunistas bobos" otra que el mst.....

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jajajajajajaaj tanto analisis????????
Por juan el pelado - Friday, Nov. 04, 2011 at 10:21 AM

tana perolata, tanto blablabala, lo unico que tienen que analizar es porque el pueblo no les da pelotas. chau un abrazo de argentino, peroniista y latinoamericano

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y a vos ? quién te da pelotas?
Por UNO QUE PASABA - Friday, Nov. 04, 2011 at 10:35 AM

A VER SI TE CREES ALGO IMPORTANTE SORETE CUADRO AL MAXIMO

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jajajajajajjaj, analiza y no putees
Por juan el pelado - Friday, Nov. 04, 2011 at 10:42 AM

No che deja de insultar o si nos das pelota o no, te pido que mires para adentro y debatan porque el pueblo no les da PELOTAS?, chau un fortisimo abrazo de argentino, peronista y latinoamericano

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propuesta unitaria del po
Por uno del fit - Monday, Nov. 07, 2011 at 7:58 PM

Por el fortalecimiento y desarrollo del Frente de Izquierda y de los Trabajadores
Conclusiones de la reunión del Comité Nacional del Partido Obrero

Las elecciones del 23 de octubre pasado han creado una nueva realidad política para la izquierda anticapitalista: la instalación del Frente de Izquierda como una referencia política nacional (por lo tanto a desarrollar) y, por sobre todo, para la clase obrera.

En el seno del proletariado activo se ha desarrollado, en seis meses de campaña electoral, una delimitación política de conjunto, que va más allá de la establecida por los agrupamientos sindicales clasistas, por un lado, y por la acción focalizada de las tendencias revolucionarias que actúan en la clase obrera, por el otro. El Frente de Izquierda, integrado por organizaciones revolucionarias diferenciadas, contó con el apoyo desde el inicio de sectores significativos de la intelectualidad y de diversos agrupamientos políticos. Solamente por unos centésimos no logró la elección de diputados nacionales por la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, en este caso por la vigencia de una legislación discriminatoria y proscriptiva, que desafiaremos en sede judicial hasta la Corte Suprema. La exigencia del 3% del padrón como piso para para participar del reparto proporcional de los cargos legislativos, es incompatible con el establecimiento del piso del 1,5% de los votos en las ‘primarias', que el Frente de Izquierda superó con holgura. La posición de referente político nacional conquistado por el Frente de Izquierda queda de manifiesto en cerca que quedó de formar un bloque parlamentario.

Resultado de una enorme diferenciación política

El desarrollo alcanzado por el Frente de Izquierda tiene lugar en el marco político de una elección plebiscitaria, que arrastra a una enorme mayoría popular al campo del oficialismo, y cuando la inmensa mayoría de la izquierda y de sus diversos retoños se disuelve políticamente dentro del frente oficial, por un lado, y de la coalición de Binner y de Pino Solanas, por el otro. En estas condiciones excepcionales, el Frente de Izquierda consigue, sin embargo, producir una diferenciación política dentro de un sector obrero y popular relativamente amplio y significativo. Desde un caudal electoral anterior muy bajo, el Frente de Izquierda obtuvo un enorme progreso a pesar de la ‘polarización' del voto popular a favor del gobierno y de la cooptación de la inmensa mayoría de los agrupamientos de izquierda, sea por parte del gobierno como de frentes patronales. Esta cooptación llega muy lejos, porque incluye a expresiones renovadas e incluso combativas del movimiento obrero, como ocurre con la mayoría dirigente del sindicato del subte, del ala combativa de los docentes de Santa Fe, de los activistas petroleros que echaron el año pasado a la burocracia sindical en Santa Cruz y de otros sectores similares. En el acto de lanzamiento del Frente de Izquierda, el 1° de Mayo, fue advertida desde la tribuna esta característica fundamental del alineamiento de fuerzas que se desplegaba en la campaña electoral: la cooptación de un amplio abanico obrero y de izquierda por parte de bloques capitalistas. Las elecciones se caracterizaron, de hecho, por la competencia entre varios ‘frentes populares', que en definitiva conquistaron el primero y segundo lugar en la votación.

En oposición a esta tendencia abrumadora a la liquidación de la independencia de clase, el Frente de Izquierda obtuvo, por medio de una delimitación política de fondo, 660 mil votos el 23 de octubre, incluidos los cortes de boleta a diputados (con la limitación que implicó la ausencia de la boleta larga del Frente en numerosas provincias donde el Frente no había superado el 1,5% en las ‘primarias'). El corte de boleta de un sector del electorado kirchnerista a favor de la lista de diputados del Frente de Izquierda, puso en evidencia un principio de diferenciación política de ese electorado con perspectivas de desarrollo en el futuro. En oposición a la cooptación política de la izquierda democratizante por los frentes patronales, el Frente de Izquierda atrajo hacia su campo a un electorado amplio que vota a la izquierda por primera vez. En Salta, el Partido Obrero en el Frente de Izquierda, obtuvo una votación sin precedentes, un 14% en la capital y el 8% en toda la provincia.

Es claro, repetimos, que detrás de la papeleta electoral tuvo lugar un realineamiento político de fuerzas, que es lo que convierte al Frente de Izquierda en una referencia política que debe ser desarrollada como tal. Este realineamiento político se advierte con una claridad singular en las elecciones en la Ciudad, donde el Frente de Izquierda pasó de 18 mil votos a legislador (y 13 mil a jefe de gobierno), en las elecciones porteñas del 10 de julio, a 108 mil en las generales de 23 de octubre. El 10 de julio, el electorado con una tendencia de izquierda se repartió entre la candidatura de Filmus, por un lado, y de Proyecto Sur y Zamora, por el otro. La vigorosa intervención del Frente de Izquierda en esas elecciones no logró contrarrestar estas opciones políticas, aunque sí preparó el terreno para las siguientes etapas electorales. En efecto, entre las locales y las ‘primarias' tuvo lugar una crisis política importante: de un lado Zamora quedó anulado por las limitaciones propias de un proyecto local y personal, del otro estallan las contradicciones de Proyecto Sur cuando fracasa su propósito de una alianza con Binner. El Frente de Izquierda explotó, con su campaña, estas contradicciones políticas; no solamente se alzó de 18 a 80 mil votos, sino que sacó a Proyecto Sur de la campaña nacional (que no logró reunir el mínimo de votos exigido por el piso proscriptivo, luego de obtener un 13% en las locales del 10 de julio), y lo derrotó con amplitud el 14 de agosto y aún más el 23 de octubre. Por un lado, un ala de Proyecto Sur se desplaza a la derecha, en el frente sojero de Binner, y por otro lado Proyecto Sur queda sumido en un completo impasse estratégico. Todas estas diferenciaciones, reagrupamientos de fuerzas y desarrollos políticos tuvieron lugar en el corto período de seis meses. El posicionamiento que alcanza el Frente de Izquierda no es un espejismo provocado por una sumatoria de votos, sino el producto y el resultado de una lucha política efectiva.

La campaña electoral como instrumento revolucionario

El vivo proceso de delimitación y reagrupamiento de fuerzas que se registró en la lucha electoral, está muy ligado a la recuperación, por parte del Frente de Izquierda, de la campaña electoral como instrumento de desarrollo político revolucionario. Somos socialistas, no anarquistas, por eso destacamos la importancia de la lucha en el seno de las instituciones del Estado, desde el parlamento al ejército, desde la escuela al poder judicial, ni qué decir en los sindicatos integrados al Estado. No hace falta decir que ningún proceso electoral ofrece la posibilidad de la transformación del carácter de clase del Estado (y el inicio de su desintegración como aparato de opresión), lo cual es una tarea reservada a la acción consciente y revolucionaria de las masas. Sería una necedad, sin embargo, negar la importancia que puede adquirir la lucha electoral y parlamentaria como factor de esclarecimiento político y de ampliación del campo político de acción de la izquierda revolucionaria. El parlamento no es, después de todo, un engranaje artificial sino un producto de la historia: de revoluciones y contrarrevoluciones, de resistencias antidictatoriales y la confiscación de los procesos democráticos. La descomposición del parlamentarismo está ligada también a un proceso histórico: la época del imperialismo y de la declinación histórica del capitalismo.

En contraste, sin embargo, con la izquierda democratizante, para quien las elecciones son una vía para progresar a la sombra del sistema parlamentario (la estrategia del Frente del Pueblo, primero, y de Izquierda Unida, después, fue sintetizada en el planteo de "democracia con justicia social"), el Frente de Izquierda se plantó desde un campo de clase y un planteo anticapitalista. Esta recuperación de la política electoral como instrumento de desarrollo político para la izquierda revolucionaria no se hubiera producido sin la formación, precisamente, del Frente, porque en ausencia del Frente de Izquierda, la política electoral se hubiera convertido en una caricatura política, surcada por diferenciaciones abstractas, en lugar de una delimitación de clase con los partidos y el gobierno capitalistas. La experiencia concreta ha demostrado la utilidad de los espacios electorales para el desarrollo de una referencia política anticapitalista. Los militantes del Frente de Izquierda han desarrollado una experiencia singular, a saber, el uso de la boleta electoral (que caracteriza al período de ascenso del capitalismo y de desarrollo del movimiento obrero) en un período de bancarrota capitalista (que se caracteriza por crisis, bancarrotas y explosiones revolucionarias). Nos hemos adaptado al desarrollo combinado de la lucha de clases para usar a las elecciones como una de las pasarelas para recorrer el camino que separa a la percepción inmediata de las masas del contexto estratégico mundial de agotamiento del capitalismo, que plantea objetivamente la revolución social a escala internacional.

Un método de campaña

Por eso fue un acierto el desarrollo de un programa de reivindicaciones estrictamente inmediato, acorde a las alternativas de la situación política y a la conciencia de las masas votantes; el Frente se dirigió a la vanguardia de la clase obrera y a la familia de esa vanguardia. Rechazó el propagandismo maximalista, que ignora la transición entre las situaciones inmediatas y los objetivos estratégicos, y adaptó el discurso electoral a condiciones políticas que aún deben evolucionar para convertirse en revolucionarias o prerrevolucionarias. Por otro lado, los candidatos y propagandistas del Frente explicaron por todos los medios el alcance estratégico anticapitalista de ese programa de reivindicaciones inmediatas.

Una campaña electoral no puede apuntar a una minoría de la clase, porque esa minoría no es nada y se empantana en sus propios límites sino desarrolla la capacidad para ganar a una mayoría. Desde el mismo acto del 1° de Mayo fue advertido el callejón sin salida del discurso autorreferencial, que confunde la campaña electoral con un curso de formación para militantes, o que opone la organización de la vanguardia a la conquista política de nuevos sectores proletarios y de la juventud. La recuperación de la política electoral para luchar en un período de transición entre la conciencia y disposición de las masas, por un lado, y los objetivos estratégicos, por el otro lado, ha sido un ejemplo de desarrollo dialéctico concreto. Esta unión contradictoria de lo inmediato y lo estratégico, se expresó en toda la ‘estética' de la campaña electoral (campaña audiovisual y desenvolvimiento de los candidatos), muy comentada tanto en los mentideros políticos como en los sectores populares.

Bonapartismo y elección plebiscitaria

Obviamente, las elecciones recientes se han caracterizado por la victoria aplastante del kirchnerismo y la derrota ignominiosa de una oposición fragmentada. La caracterización de los resultados, sin embargo, no exhibe unanimidad política. Hubo una votación plebiscitaria que, en oposición a los resultados ‘pluralistas', es siempre la culminación de un periodo de crisis políticas; las urnas consagraron un bonapartismo que se fue gestando a través de distintos episodios de esta crisis. La derrota del gobierno, en junio de 2009, tuvo lugar en el momento más agudo de la crisis económica, pero fue por sobre todo la secuela de la derrota del oficialismo en el conflicto agrario. La victoria plebiscitaria reciente ocurre en el pico más alto de un ciclo de acumulación y especulación capitalistas, pero es por sobre todo la consecuencia de la derrota política de la oposición, a manos del gobierno, en todos los conflictos que los enfrentaron en el curso de los dos últimos años (incluidas las disputas entre las fracciones oficiales enfrentadas a la camarilla de gobierno y que se manifestaron en diversos resultados provinciales contrarios al gobierno nacional). Los resultados de 2009 dieron lugar a una frustrada experiencia (e ilusiones) de parlamentarismo; los recientes son la expresión de un movimiento contrario, de un bonapartismo tardío, que derrotó la tentativa de desplazar la iniciativa de gobierno a la oposición, y que saldrá frustrado como consecuencia de las crisis políticas que tendrán lugar de aquí en más.

El determinismo económico de los procesos políticos ignora, en primer lugar, el carácter contradictorio de la economía. El crecimiento económico profundiza la polaridad entre el capital y el trabajo -sea absoluta como relativa. La última década ha consolidado o profundizado el trabajo precario, en negro y la tercerización, como condiciones de la recuperación posterior al derrumbe de 1998/2002 las mejoras para los trabajadores han ido a la par de una diferenciación social interna, pues el 70% no gana en promedio más de tres mil pesos, aunque un petrolero saque 20 mil y un obrero automotriz permanente obtenga, pero con horas extras, más de diez mil pesos de salario. La especulación inmobiliaria ha creado numerosos puestos en la construcción, pero al mismo tiempo ha exacerbado la crisis de vivienda, el deterioro de los sectores medios y la destrucción del medio ambiente. La expansión de la soja ha producido numerosos desalojos de campesinos e incluso una acentuación de la superexplotación del proletariado agrícola, esto por la vía de la tercerización o contratistas. El crecimiento incuestionable de la industria textil y de la confección ha desarrollado hasta extremos no vistos el trabajo esclavo y la importación de trabajadores extranjeros con ese fin. De un modo general, las contradicciones económicas se han acentuado, y esto culmina ahora con la corrida contra el peso y el corralito establecido por la Afip. El entrelazamiento entre la crisis mundial y la economía nacional se ha hecho más intenso desde 2009, como se manifiesta en el aumento de la inflación y de la fuga de divisas. El gobierno no gana plebiscitariamente las elecciones solamente porque pasó del pozo de junio de 2009 al pico de octubre de 2010, sino que reclama para su política esta inversión de tendencia, en lucha abierta con la política ofrecida por la oposición -o sea, arbitrando la crisis capitalista. El oficialismo gana cuando su política económica agoniza, como lo demuestra el cese en la creación de empleo, la fuga de capitales, la inflación y la contratación de préstamos usurarios por parte de las provincias.

Sin este cuadro de contradicciones y de conflictos, el Frente de Izquierda no hubiera logrado un desarrollo electoral, y aún menos si se tiene en cuenta su bajo punto de partida. El voto plebiscitario es, contradictoriamente, una de las expresiones más agudas de una crisis del régimen político; los episodios futuros de la crisis capitalista van a acentuar las características bonapartistas del gobierno y los límites crecientes del arbitraje personal, hasta su estallido. El solo hecho de que, a diez días de las elecciones, asistamos a una corrida cambiaria que apunta a devaluar el peso y a condicionar la formación del nuevo gabinete, confirma toda esta caracterización. A esto hay que sumar los anuncios de suspensiones por parte de grandes empresas, además de cortes de horas extras y los despidos de contratados.

La lucha socialista es una lucha política

La conclusión que emerge de todo esto es que la tarea fundamental del Frente de Izquierda en la nueva etapa es desarrollarse como una oposición anticapitalista y socialista al gobierno y al régimen político en su conjunto, a través de una campaña de agitación política. Una campaña de agitación supone un trabajo sistemático y, por lo tanto, una actividad frentista metódica. Las alternativas de la crisis mundial abrirán un nuevo período de luchas reivindicativas; el asunto es cómo se preparan esas luchas desde el campo revolucionario y, por lo tanto, el desarrollo de sus perspectivas. La instalación del Frente de Izquierda como referencia política ofrece una posibilidad inédita; son muchísimos más los obreros que votaron al Frente de Izquierda que aquellos que siguen a las agrupaciones clasistas; en forma inversa, en varios lugares de trabajo con influencia clasista, la masa de trabajadores votó por el gobierno. Las luchas surgirán como resultado de las contradicciones económicas y de los antagonismos de clase que generan; la tarea del Frente de Izquierda es darle una preparación política adecuada, por medio de una agitación sistemática. Para que la lucha reivindicativa se convierta en lucha política (la lucha política es la única que asegura la victoria de la clase obrera sobre el capital), es necesario que ella ya este contenida de alguna forma en la lucha reivindicativa; la espontaneidad genera espontaneidad si no contiene un principio de conciencia política. El desarrollo que ha tenido el Frente de Izquierda lo ha convertido en una herramienta para introducir, por medio de la agitación, la perspectiva política socialista en las masas. Por cierto, aunque la agitación política debe alcanzar a todas las clases afectadas por la crisis capitalista, ella debe concentrarse en las grandes fábricas, para desarrollar una vanguardia obrera poderosa, con capacidad para ganar a las masas. Suponiendo a la lucha de clases como una guerra entre ejércitos enfrentados, todavía es necesario crear en la clase obrera la conciencia de ejército, delinear ante ella el escenario político de la batalla, reclutar a los combatientes y desarrollar aún su Estado mayor.

El eje de la agitación política se encuentra resumido en el slogan "que la crisis capitalista la paguen los capitalistas", y sus reivindicaciones concretas están resumidas en el programa transicional del Frente de Izquierda. Debemos servirnos de ellas para trazar una perspectiva de acción a las masas y para contraponerlas a las medidas del gobierno contemporizadoras con el capital o francamente procapitalistas. Una masa de activistas de izquierda, que ha salido desilusionada de los alineamientos de la izquierda democratizante y de sus resultados electorales, podría ser ganada de inmediato como consecuencia de la acentuación de la crisis y de la agitación que desenvuelva el Frente de Izquierda. El Frente binnerista, incluida la CTA, está proponiendo un Consejo Económico y Social para pactar el manejo de la crisis con las patronales; el Frente de Izquierda debe denunciar esta derechización de la CTA para atraer a sus activistas. Asimismo, la denuncia de la contemporización del gobierno con los grandes capitales, así como sus medidas de ajuste, deben servir para desarrollar una diferenciación política de los trabajadores que votaron al kirchnerismo.

Organicemos a la periferia y ganemos militantes

La campaña electoral ha acercado a un contingente numeroso de obreros y jóvenes. Es necesario consolidar este acercamiento, en primer lugar, e impulsar su actividad política y la militancia. Es la oportunidad entonces para convocar a asambleas en los barrios y distritos, para debatir las perspectivas políticas y concertar en común actividades prácticas, en primer lugar la denuncia del vaciamiento cambiario por parte del capital financiero; la impotencia del gobierno; las suspensiones en numerosas empresas; y el programa de reivindicaciones para hacer frente a esta situación desde el campo anti-capitalista. La convocatoria, con todo esmero y cuidado, de asambleas de simpatizantes del Frente de Izquierda, se conecta de inmediato con movilizaciones importantes a corto plazo: la relativa al procesamiento de numerosos activistas, trabajadores y militantes; la lucha por el derecho al aborto; la jornada del décimo aniversario del Argentinazo; el comienzo del juicio oral y público a la patota pedracista (que ya está dando lugar a numerosas maniobras para exonerar a la policía y liberar a Pedraza).

Un síntoma de la transición que se ha iniciado con el resultado plebiscitario del 23 de octubre, es la nueva crisis que ha irrumpido en la burocracia sindical y la renovación del planteo de Moyano por un partido de trabajadores. El movimiento sindical no solamente va a ser convulsionado por el desarrollo de la crisis económica sino por la crisis de la burocracia. El planteo de Moyano es tardío, históricamente, y tiene limitaciones políticas insalvables, porque parte antes que nada de la defensa de los intereses de la burocracia sindical, que van más allá de los propios sindicatos, y se enlazan con sus intereses patronales. En oposición a la verborragia de Moyano, defendemos la perspectiva de un partido de trabajadores sobre la base de la completa independencia política de la burguesía y sus partidos, lo que significa integrar a los sindicatos a esa perspectiva y, por lo tanto, la expulsión de la burocracia sindical. La vía para un partido de trabajadores debe ser verificada en la práctica por medio de la agitación política. El Frente de Izquierda, por su lado, se encuentra condicionado por dos tendencias; una es hacia la incorporación de nuevos agrupamientos y corrientes y a la necesidad de que continúe la intervención sistemática de agrupamientos que ya militan con el Frente, como la Asamblea de Intelectuales; la otra hacia una clarificación de las posiciones políticas estratégicas. Es necesario asumir ambas tareas. Por un lado, proponemos impulsar un trabajo regular del Frente de Izquierda, a través de una Mesa de funcionamiento semanal (ya la hemos propuesto en una reunión de partidos después de las elecciones), y organizar, luego de una necesaria clarificación, una instancia más amplia que integre a diversas expresiones que han apoyado al Frente en la campaña electoral.

Desde el Partido Obrero acogemos positivamente todas las propuestas de debates políticos que sirvan a la clarificación de posiciones y por sobre todo al desarrollo de un programa. Por nuestra parte, ofreceremos al debate de todas las organizaciones, agrupamientos y militantes asociados al Frente de Izquierda, el conjunto de elaboraciones para el XXII Congreso del Partido Obrero, que tendrá lugar en el primer trimestre de 2012.

Un aspecto absolutamente fundamental tiene que ver con la gestión colectiva de las bancadas legislativas en Salta, Neuquén y Córdoba, y la necesidad de elaborar una agenda de trabajo legislativo que se someta al debate en asambleas de trabajadores (y de conjunto en el país). El método del trabajo parlamentario colectivo, ligado a las luchas obreras y populares, y sometido a un debate constante con los trabajadores, será seguramente uno de los instrumentos políticos más importantes para ganar influencia y desarrollar la organización y la militancia del Frente de Izquierda.

La bancarrota mundial del capital

Al momento de escribir estas conclusiones del Comité Nacional del Partido Obrero, la bancarrota capitalista se acentúa en Europa y Estados Unidos, y se extiende hacia China y Brasil. La crisis de Grecia se acerca a un desenlace. En forma contradictoria y zigzagueante se va formando un movimiento de masas anticapitalista en todo el mundo. Todo el cuadro histórico internacional ha vuelto a ponerse en discusión desde la disolución de la Unión Soviética y con un alcance mayor, precisamente porque incorpora la restauración del capitalismo en los ex Estados obreros a la crisis mundial. Las intervenciones de la Otan en el norte de África y en los países árabes, son manifiestamente recursos últimos del imperialismo para desviar un movimiento revolucionario de alcance histórico. Fuera de una perspectiva mundial no hay política revolucionaria verdadera. Todas las conclusiones que hemos procurado desprender de la campaña electoral y de la nueva situación política, están siempre en función de la refundación inmediata de la IV° Internacional.

Buenos Aires, 31 de octubre de 2011

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propuesta unitaria del po
Por uno del fit - Monday, Nov. 07, 2011 at 8:02 PM

Por el fortalecimiento y desarrollo del Frente de Izquierda y de los Trabajadores
Conclusiones de la reunión del Comité Nacional del Partido Obrero

Las elecciones del 23 de octubre pasado han creado una nueva realidad política para la izquierda anticapitalista: la instalación del Frente de Izquierda como una referencia política nacional (por lo tanto a desarrollar) y, por sobre todo, para la clase obrera.

En el seno del proletariado activo se ha desarrollado, en seis meses de campaña electoral, una delimitación política de conjunto, que va más allá de la establecida por los agrupamientos sindicales clasistas, por un lado, y por la acción focalizada de las tendencias revolucionarias que actúan en la clase obrera, por el otro. El Frente de Izquierda, integrado por organizaciones revolucionarias diferenciadas, contó con el apoyo desde el inicio de sectores significativos de la intelectualidad y de diversos agrupamientos políticos. Solamente por unos centésimos no logró la elección de diputados nacionales por la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, en este caso por la vigencia de una legislación discriminatoria y proscriptiva, que desafiaremos en sede judicial hasta la Corte Suprema. La exigencia del 3% del padrón como piso para para participar del reparto proporcional de los cargos legislativos, es incompatible con el establecimiento del piso del 1,5% de los votos en las ‘primarias', que el Frente de Izquierda superó con holgura. La posición de referente político nacional conquistado por el Frente de Izquierda queda de manifiesto en cerca que quedó de formar un bloque parlamentario.

Resultado de una enorme diferenciación política

El desarrollo alcanzado por el Frente de Izquierda tiene lugar en el marco político de una elección plebiscitaria, que arrastra a una enorme mayoría popular al campo del oficialismo, y cuando la inmensa mayoría de la izquierda y de sus diversos retoños se disuelve políticamente dentro del frente oficial, por un lado, y de la coalición de Binner y de Pino Solanas, por el otro. En estas condiciones excepcionales, el Frente de Izquierda consigue, sin embargo, producir una diferenciación política dentro de un sector obrero y popular relativamente amplio y significativo. Desde un caudal electoral anterior muy bajo, el Frente de Izquierda obtuvo un enorme progreso a pesar de la ‘polarización' del voto popular a favor del gobierno y de la cooptación de la inmensa mayoría de los agrupamientos de izquierda, sea por parte del gobierno como de frentes patronales. Esta cooptación llega muy lejos, porque incluye a expresiones renovadas e incluso combativas del movimiento obrero, como ocurre con la mayoría dirigente del sindicato del subte, del ala combativa de los docentes de Santa Fe, de los activistas petroleros que echaron el año pasado a la burocracia sindical en Santa Cruz y de otros sectores similares. En el acto de lanzamiento del Frente de Izquierda, el 1° de Mayo, fue advertida desde la tribuna esta característica fundamental del alineamiento de fuerzas que se desplegaba en la campaña electoral: la cooptación de un amplio abanico obrero y de izquierda por parte de bloques capitalistas. Las elecciones se caracterizaron, de hecho, por la competencia entre varios ‘frentes populares', que en definitiva conquistaron el primero y segundo lugar en la votación.

En oposición a esta tendencia abrumadora a la liquidación de la independencia de clase, el Frente de Izquierda obtuvo, por medio de una delimitación política de fondo, 660 mil votos el 23 de octubre, incluidos los cortes de boleta a diputados (con la limitación que implicó la ausencia de la boleta larga del Frente en numerosas provincias donde el Frente no había superado el 1,5% en las ‘primarias'). El corte de boleta de un sector del electorado kirchnerista a favor de la lista de diputados del Frente de Izquierda, puso en evidencia un principio de diferenciación política de ese electorado con perspectivas de desarrollo en el futuro. En oposición a la cooptación política de la izquierda democratizante por los frentes patronales, el Frente de Izquierda atrajo hacia su campo a un electorado amplio que vota a la izquierda por primera vez. En Salta, el Partido Obrero en el Frente de Izquierda, obtuvo una votación sin precedentes, un 14% en la capital y el 8% en toda la provincia.

Es claro, repetimos, que detrás de la papeleta electoral tuvo lugar un realineamiento político de fuerzas, que es lo que convierte al Frente de Izquierda en una referencia política que debe ser desarrollada como tal. Este realineamiento político se advierte con una claridad singular en las elecciones en la Ciudad, donde el Frente de Izquierda pasó de 18 mil votos a legislador (y 13 mil a jefe de gobierno), en las elecciones porteñas del 10 de julio, a 108 mil en las generales de 23 de octubre. El 10 de julio, el electorado con una tendencia de izquierda se repartió entre la candidatura de Filmus, por un lado, y de Proyecto Sur y Zamora, por el otro. La vigorosa intervención del Frente de Izquierda en esas elecciones no logró contrarrestar estas opciones políticas, aunque sí preparó el terreno para las siguientes etapas electorales. En efecto, entre las locales y las ‘primarias' tuvo lugar una crisis política importante: de un lado Zamora quedó anulado por las limitaciones propias de un proyecto local y personal, del otro estallan las contradicciones de Proyecto Sur cuando fracasa su propósito de una alianza con Binner. El Frente de Izquierda explotó, con su campaña, estas contradicciones políticas; no solamente se alzó de 18 a 80 mil votos, sino que sacó a Proyecto Sur de la campaña nacional (que no logró reunir el mínimo de votos exigido por el piso proscriptivo, luego de obtener un 13% en las locales del 10 de julio), y lo derrotó con amplitud el 14 de agosto y aún más el 23 de octubre. Por un lado, un ala de Proyecto Sur se desplaza a la derecha, en el frente sojero de Binner, y por otro lado Proyecto Sur queda sumido en un completo impasse estratégico. Todas estas diferenciaciones, reagrupamientos de fuerzas y desarrollos políticos tuvieron lugar en el corto período de seis meses. El posicionamiento que alcanza el Frente de Izquierda no es un espejismo provocado por una sumatoria de votos, sino el producto y el resultado de una lucha política efectiva.

La campaña electoral como instrumento revolucionario

El vivo proceso de delimitación y reagrupamiento de fuerzas que se registró en la lucha electoral, está muy ligado a la recuperación, por parte del Frente de Izquierda, de la campaña electoral como instrumento de desarrollo político revolucionario. Somos socialistas, no anarquistas, por eso destacamos la importancia de la lucha en el seno de las instituciones del Estado, desde el parlamento al ejército, desde la escuela al poder judicial, ni qué decir en los sindicatos integrados al Estado. No hace falta decir que ningún proceso electoral ofrece la posibilidad de la transformación del carácter de clase del Estado (y el inicio de su desintegración como aparato de opresión), lo cual es una tarea reservada a la acción consciente y revolucionaria de las masas. Sería una necedad, sin embargo, negar la importancia que puede adquirir la lucha electoral y parlamentaria como factor de esclarecimiento político y de ampliación del campo político de acción de la izquierda revolucionaria. El parlamento no es, después de todo, un engranaje artificial sino un producto de la historia: de revoluciones y contrarrevoluciones, de resistencias antidictatoriales y la confiscación de los procesos democráticos. La descomposición del parlamentarismo está ligada también a un proceso histórico: la época del imperialismo y de la declinación histórica del capitalismo.

En contraste, sin embargo, con la izquierda democratizante, para quien las elecciones son una vía para progresar a la sombra del sistema parlamentario (la estrategia del Frente del Pueblo, primero, y de Izquierda Unida, después, fue sintetizada en el planteo de "democracia con justicia social"), el Frente de Izquierda se plantó desde un campo de clase y un planteo anticapitalista. Esta recuperación de la política electoral como instrumento de desarrollo político para la izquierda revolucionaria no se hubiera producido sin la formación, precisamente, del Frente, porque en ausencia del Frente de Izquierda, la política electoral se hubiera convertido en una caricatura política, surcada por diferenciaciones abstractas, en lugar de una delimitación de clase con los partidos y el gobierno capitalistas. La experiencia concreta ha demostrado la utilidad de los espacios electorales para el desarrollo de una referencia política anticapitalista. Los militantes del Frente de Izquierda han desarrollado una experiencia singular, a saber, el uso de la boleta electoral (que caracteriza al período de ascenso del capitalismo y de desarrollo del movimiento obrero) en un período de bancarrota capitalista (que se caracteriza por crisis, bancarrotas y explosiones revolucionarias). Nos hemos adaptado al desarrollo combinado de la lucha de clases para usar a las elecciones como una de las pasarelas para recorrer el camino que separa a la percepción inmediata de las masas del contexto estratégico mundial de agotamiento del capitalismo, que plantea objetivamente la revolución social a escala internacional.

Un método de campaña

Por eso fue un acierto el desarrollo de un programa de reivindicaciones estrictamente inmediato, acorde a las alternativas de la situación política y a la conciencia de las masas votantes; el Frente se dirigió a la vanguardia de la clase obrera y a la familia de esa vanguardia. Rechazó el propagandismo maximalista, que ignora la transición entre las situaciones inmediatas y los objetivos estratégicos, y adaptó el discurso electoral a condiciones políticas que aún deben evolucionar para convertirse en revolucionarias o prerrevolucionarias. Por otro lado, los candidatos y propagandistas del Frente explicaron por todos los medios el alcance estratégico anticapitalista de ese programa de reivindicaciones inmediatas.

Una campaña electoral no puede apuntar a una minoría de la clase, porque esa minoría no es nada y se empantana en sus propios límites sino desarrolla la capacidad para ganar a una mayoría. Desde el mismo acto del 1° de Mayo fue advertido el callejón sin salida del discurso autorreferencial, que confunde la campaña electoral con un curso de formación para militantes, o que opone la organización de la vanguardia a la conquista política de nuevos sectores proletarios y de la juventud. La recuperación de la política electoral para luchar en un período de transición entre la conciencia y disposición de las masas, por un lado, y los objetivos estratégicos, por el otro lado, ha sido un ejemplo de desarrollo dialéctico concreto. Esta unión contradictoria de lo inmediato y lo estratégico, se expresó en toda la ‘estética' de la campaña electoral (campaña audiovisual y desenvolvimiento de los candidatos), muy comentada tanto en los mentideros políticos como en los sectores populares.

Bonapartismo y elección plebiscitaria

Obviamente, las elecciones recientes se han caracterizado por la victoria aplastante del kirchnerismo y la derrota ignominiosa de una oposición fragmentada. La caracterización de los resultados, sin embargo, no exhibe unanimidad política. Hubo una votación plebiscitaria que, en oposición a los resultados ‘pluralistas', es siempre la culminación de un periodo de crisis políticas; las urnas consagraron un bonapartismo que se fue gestando a través de distintos episodios de esta crisis. La derrota del gobierno, en junio de 2009, tuvo lugar en el momento más agudo de la crisis económica, pero fue por sobre todo la secuela de la derrota del oficialismo en el conflicto agrario. La victoria plebiscitaria reciente ocurre en el pico más alto de un ciclo de acumulación y especulación capitalistas, pero es por sobre todo la consecuencia de la derrota política de la oposición, a manos del gobierno, en todos los conflictos que los enfrentaron en el curso de los dos últimos años (incluidas las disputas entre las fracciones oficiales enfrentadas a la camarilla de gobierno y que se manifestaron en diversos resultados provinciales contrarios al gobierno nacional). Los resultados de 2009 dieron lugar a una frustrada experiencia (e ilusiones) de parlamentarismo; los recientes son la expresión de un movimiento contrario, de un bonapartismo tardío, que derrotó la tentativa de desplazar la iniciativa de gobierno a la oposición, y que saldrá frustrado como consecuencia de las crisis políticas que tendrán lugar de aquí en más.

El determinismo económico de los procesos políticos ignora, en primer lugar, el carácter contradictorio de la economía. El crecimiento económico profundiza la polaridad entre el capital y el trabajo -sea absoluta como relativa. La última década ha consolidado o profundizado el trabajo precario, en negro y la tercerización, como condiciones de la recuperación posterior al derrumbe de 1998/2002 las mejoras para los trabajadores han ido a la par de una diferenciación social interna, pues el 70% no gana en promedio más de tres mil pesos, aunque un petrolero saque 20 mil y un obrero automotriz permanente obtenga, pero con horas extras, más de diez mil pesos de salario. La especulación inmobiliaria ha creado numerosos puestos en la construcción, pero al mismo tiempo ha exacerbado la crisis de vivienda, el deterioro de los sectores medios y la destrucción del medio ambiente. La expansión de la soja ha producido numerosos desalojos de campesinos e incluso una acentuación de la superexplotación del proletariado agrícola, esto por la vía de la tercerización o contratistas. El crecimiento incuestionable de la industria textil y de la confección ha desarrollado hasta extremos no vistos el trabajo esclavo y la importación de trabajadores extranjeros con ese fin. De un modo general, las contradicciones económicas se han acentuado, y esto culmina ahora con la corrida contra el peso y el corralito establecido por la Afip. El entrelazamiento entre la crisis mundial y la economía nacional se ha hecho más intenso desde 2009, como se manifiesta en el aumento de la inflación y de la fuga de divisas. El gobierno no gana plebiscitariamente las elecciones solamente porque pasó del pozo de junio de 2009 al pico de octubre de 2010, sino que reclama para su política esta inversión de tendencia, en lucha abierta con la política ofrecida por la oposición -o sea, arbitrando la crisis capitalista. El oficialismo gana cuando su política económica agoniza, como lo demuestra el cese en la creación de empleo, la fuga de capitales, la inflación y la contratación de préstamos usurarios por parte de las provincias.

Sin este cuadro de contradicciones y de conflictos, el Frente de Izquierda no hubiera logrado un desarrollo electoral, y aún menos si se tiene en cuenta su bajo punto de partida. El voto plebiscitario es, contradictoriamente, una de las expresiones más agudas de una crisis del régimen político; los episodios futuros de la crisis capitalista van a acentuar las características bonapartistas del gobierno y los límites crecientes del arbitraje personal, hasta su estallido. El solo hecho de que, a diez días de las elecciones, asistamos a una corrida cambiaria que apunta a devaluar el peso y a condicionar la formación del nuevo gabinete, confirma toda esta caracterización. A esto hay que sumar los anuncios de suspensiones por parte de grandes empresas, además de cortes de horas extras y los despidos de contratados.

La lucha socialista es una lucha política

La conclusión que emerge de todo esto es que la tarea fundamental del Frente de Izquierda en la nueva etapa es desarrollarse como una oposición anticapitalista y socialista al gobierno y al régimen político en su conjunto, a través de una campaña de agitación política. Una campaña de agitación supone un trabajo sistemático y, por lo tanto, una actividad frentista metódica. Las alternativas de la crisis mundial abrirán un nuevo período de luchas reivindicativas; el asunto es cómo se preparan esas luchas desde el campo revolucionario y, por lo tanto, el desarrollo de sus perspectivas. La instalación del Frente de Izquierda como referencia política ofrece una posibilidad inédita; son muchísimos más los obreros que votaron al Frente de Izquierda que aquellos que siguen a las agrupaciones clasistas; en forma inversa, en varios lugares de trabajo con influencia clasista, la masa de trabajadores votó por el gobierno. Las luchas surgirán como resultado de las contradicciones económicas y de los antagonismos de clase que generan; la tarea del Frente de Izquierda es darle una preparación política adecuada, por medio de una agitación sistemática. Para que la lucha reivindicativa se convierta en lucha política (la lucha política es la única que asegura la victoria de la clase obrera sobre el capital), es necesario que ella ya este contenida de alguna forma en la lucha reivindicativa; la espontaneidad genera espontaneidad si no contiene un principio de conciencia política. El desarrollo que ha tenido el Frente de Izquierda lo ha convertido en una herramienta para introducir, por medio de la agitación, la perspectiva política socialista en las masas. Por cierto, aunque la agitación política debe alcanzar a todas las clases afectadas por la crisis capitalista, ella debe concentrarse en las grandes fábricas, para desarrollar una vanguardia obrera poderosa, con capacidad para ganar a las masas. Suponiendo a la lucha de clases como una guerra entre ejércitos enfrentados, todavía es necesario crear en la clase obrera la conciencia de ejército, delinear ante ella el escenario político de la batalla, reclutar a los combatientes y desarrollar aún su Estado mayor.

El eje de la agitación política se encuentra resumido en el slogan "que la crisis capitalista la paguen los capitalistas", y sus reivindicaciones concretas están resumidas en el programa transicional del Frente de Izquierda. Debemos servirnos de ellas para trazar una perspectiva de acción a las masas y para contraponerlas a las medidas del gobierno contemporizadoras con el capital o francamente procapitalistas. Una masa de activistas de izquierda, que ha salido desilusionada de los alineamientos de la izquierda democratizante y de sus resultados electorales, podría ser ganada de inmediato como consecuencia de la acentuación de la crisis y de la agitación que desenvuelva el Frente de Izquierda. El Frente binnerista, incluida la CTA, está proponiendo un Consejo Económico y Social para pactar el manejo de la crisis con las patronales; el Frente de Izquierda debe denunciar esta derechización de la CTA para atraer a sus activistas. Asimismo, la denuncia de la contemporización del gobierno con los grandes capitales, así como sus medidas de ajuste, deben servir para desarrollar una diferenciación política de los trabajadores que votaron al kirchnerismo.

Organicemos a la periferia y ganemos militantes

La campaña electoral ha acercado a un contingente numeroso de obreros y jóvenes. Es necesario consolidar este acercamiento, en primer lugar, e impulsar su actividad política y la militancia. Es la oportunidad entonces para convocar a asambleas en los barrios y distritos, para debatir las perspectivas políticas y concertar en común actividades prácticas, en primer lugar la denuncia del vaciamiento cambiario por parte del capital financiero; la impotencia del gobierno; las suspensiones en numerosas empresas; y el programa de reivindicaciones para hacer frente a esta situación desde el campo anti-capitalista. La convocatoria, con todo esmero y cuidado, de asambleas de simpatizantes del Frente de Izquierda, se conecta de inmediato con movilizaciones importantes a corto plazo: la relativa al procesamiento de numerosos activistas, trabajadores y militantes; la lucha por el derecho al aborto; la jornada del décimo aniversario del Argentinazo; el comienzo del juicio oral y público a la patota pedracista (que ya está dando lugar a numerosas maniobras para exonerar a la policía y liberar a Pedraza).

Un síntoma de la transición que se ha iniciado con el resultado plebiscitario del 23 de octubre, es la nueva crisis que ha irrumpido en la burocracia sindical y la renovación del planteo de Moyano por un partido de trabajadores. El movimiento sindical no solamente va a ser convulsionado por el desarrollo de la crisis económica sino por la crisis de la burocracia. El planteo de Moyano es tardío, históricamente, y tiene limitaciones políticas insalvables, porque parte antes que nada de la defensa de los intereses de la burocracia sindical, que van más allá de los propios sindicatos, y se enlazan con sus intereses patronales. En oposición a la verborragia de Moyano, defendemos la perspectiva de un partido de trabajadores sobre la base de la completa independencia política de la burguesía y sus partidos, lo que significa integrar a los sindicatos a esa perspectiva y, por lo tanto, la expulsión de la burocracia sindical. La vía para un partido de trabajadores debe ser verificada en la práctica por medio de la agitación política. El Frente de Izquierda, por su lado, se encuentra condicionado por dos tendencias; una es hacia la incorporación de nuevos agrupamientos y corrientes y a la necesidad de que continúe la intervención sistemática de agrupamientos que ya militan con el Frente, como la Asamblea de Intelectuales; la otra hacia una clarificación de las posiciones políticas estratégicas. Es necesario asumir ambas tareas. Por un lado, proponemos impulsar un trabajo regular del Frente de Izquierda, a través de una Mesa de funcionamiento semanal (ya la hemos propuesto en una reunión de partidos después de las elecciones), y organizar, luego de una necesaria clarificación, una instancia más amplia que integre a diversas expresiones que han apoyado al Frente en la campaña electoral.

Desde el Partido Obrero acogemos positivamente todas las propuestas de debates políticos que sirvan a la clarificación de posiciones y por sobre todo al desarrollo de un programa. Por nuestra parte, ofreceremos al debate de todas las organizaciones, agrupamientos y militantes asociados al Frente de Izquierda, el conjunto de elaboraciones para el XXII Congreso del Partido Obrero, que tendrá lugar en el primer trimestre de 2012.

Un aspecto absolutamente fundamental tiene que ver con la gestión colectiva de las bancadas legislativas en Salta, Neuquén y Córdoba, y la necesidad de elaborar una agenda de trabajo legislativo que se someta al debate en asambleas de trabajadores (y de conjunto en el país). El método del trabajo parlamentario colectivo, ligado a las luchas obreras y populares, y sometido a un debate constante con los trabajadores, será seguramente uno de los instrumentos políticos más importantes para ganar influencia y desarrollar la organización y la militancia del Frente de Izquierda.

La bancarrota mundial del capital

Al momento de escribir estas conclusiones del Comité Nacional del Partido Obrero, la bancarrota capitalista se acentúa en Europa y Estados Unidos, y se extiende hacia China y Brasil. La crisis de Grecia se acerca a un desenlace. En forma contradictoria y zigzagueante se va formando un movimiento de masas anticapitalista en todo el mundo. Todo el cuadro histórico internacional ha vuelto a ponerse en discusión desde la disolución de la Unión Soviética y con un alcance mayor, precisamente porque incorpora la restauración del capitalismo en los ex Estados obreros a la crisis mundial. Las intervenciones de la Otan en el norte de África y en los países árabes, son manifiestamente recursos últimos del imperialismo para desviar un movimiento revolucionario de alcance histórico. Fuera de una perspectiva mundial no hay política revolucionaria verdadera. Todas las conclusiones que hemos procurado desprender de la campaña electoral y de la nueva situación política, están siempre en función de la refundación inmediata de la IV° Internacional.

Buenos Aires, 31 de octubre de 2011

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se terminó el FIT?
Por El Seco (MMV) - Monday, Nov. 07, 2011 at 8:11 PM

qué onda, no hay más FIT?....siempre lo dije, los mejores Frentes, son los que hacía el GRAN NMoreno......no hay vuelta atrás

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el problema de Moreno...
Por Setentista - Monday, Nov. 07, 2011 at 11:55 PM
espiritu.setentista@gmail.com

...,es que se negó a armar un Frente Único junto al PRT-ERP para enfrentar la dictadura...

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Discrepo
Por M.el A. - Tuesday, Nov. 08, 2011 at 9:23 AM

El PST era un partido obrero,que gano a un sector de activistas obreros y estudiantiles a partir de la apertura electoral del dictador Lanusse.El PST se formo en la legalidad en el 1971/72 (ecepto los viejos cuadros) que venian del PRT la Verdad.
El PST fué atacado por la burocracia sindical peronista,por las tres AAA de LP,por el gobierno peronista de Isabel Perón y por la dictadura asesina de Videla y cia.

Las diferencias politicas con los cros. del PRT-ERP no permitian una unidad,solo tuvimos unidad en la solidaridad ante los asesinatos y desapariciones que se cometieron,actos,marchas,prensa,etc.Es muy dificil una unidad con un Partido que estaba en la clandestinidad absoluta,que atacaba la apertura democratica y al gobierno elegido por las masas.
EN CAMBIO EL PST ELIGIO APROVECHAR ESTA APERTURA PARA CONSTRUIR UN PARTIDO OBRERO Y SOCIALISTA

Pienso que la dirección del PRT-ERP ,SE EQUIVOCO,despreciando el nivel politico de las masas al querer reemplazarlas.

También SE EQUIVOCO enfrentando al aparato del estado ,no queriendo ver la correlación de fuerzas entre los dos aparatos QUE SE COMBATIAN MILITARMENTE, no viendo que el pueblo no entendia lo que pasaba ni simpatizaba con sus metodos.Todo esto llevo a la muerte de miles de cros y cras y de miles de desaparecidos.
TODO ESTO FUÉ UNA LOCURA !!

Te mando un abrazo obrero y socialista

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está bien, mario
Por Setentista - Tuesday, Nov. 08, 2011 at 11:56 PM

Desde ambos lados se cometieron errores. En la táctica frente al gobierno de Perón, la historia le dio la razón al PST, no hay dudas. Lo que digo es, que más allá de las diferencias en lo estratégico, se tuvo que haber armado un frente con las principales orgas revolucionarias (ERP, Montos, PST) para hacer frente a la feroz dictadura. No se logró, una lástima.

un abrazo para vos también

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Mario, Setentista de cart—n y servis varios
Por ((Cupa)) - Wednesday, Nov. 09, 2011 at 12:51 AM
cupa@no-log.org

Ustedes no tienen verguenza. Pactaron con la dictadura, montaron campa–as internacionales para combatir a las guerrillas sudamericanas, se aliaron con la C.I.A. para denunciar el "totaltarismo comunista", bastardearon a m‡s no poder la lucha de los pueblos originarios en nombre de "la civilizaci—n y el proletariado urbano", defendieron el "desarrollo de las fuerzas productivas" a ultranza haciendo caso omiso de toda consideraci—n ambiental, bancaron todas las agresiones militares del imperio contra paises indefensos... Y me paro ac‡.

A prop—sito de Nahuel Moreno y su tristemente "gloriosa" podredumbre morenoide... Si hay alguien en el mundo hist—ricamente dedicado por encargo a destruir toda alternativa revolucionaria, esos son ustedes

Izquierda trucha funcional, verguenza mundial. ÀComo pueden ser tan falsos?.

Todavia no entiendo como se les permite seguir boqueando descaradamente en este sitio de luchadores.

De un oscuro servicio anonimo "setentista" podemos esperar cualquier provocaci—n. Pero vos Mario, que viste luchar y morir tantos compa–eros irremplazables, no tenŽs dignidad.

Semejante desv’o no tiene remiendo ni arreglo.
Tanto tus "opiniones" como las del rati "setentista" que se empe–a en defender tama–o balance, ameritan el mayor desprecio.

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cro. Cupa
Por M. el A. - Wednesday, Nov. 09, 2011 at 10:17 AM

Estas muy deprimido y agresivo.

Es mucha charca junta lo que mandas en tu comentario.He leido cosas mejores de tu parte.
Tenemos diferencias politicas y estas nos separan,así es la vida.De algo podes estar tranquilo,aparte de las diferencias politicas no hay nada raro.Hay argumentos politicos con los que podes disentir,pero con respeto.
Parece ser que al cro. Moreno, se lo acusa injustamente de muchas cosas,habra cometido errores ,como yo o como vos Cupa,pero no tantos.

Acusar a Moreno de que esta a favor del desarrollo de las fuerzas productivas en abstracto es confundir a los lectores que leen esta pagina.

La diferencia con el Cro.Ernst (Mandel) era la siguiente: el Cro. Ernst decia que las fuerzas productivas se seguian desarrollando y daba como ejemplo el desarrollo de la tecnica.Moreno le contestaba que este desarrollo se habia detenido,por las guerras,porque millones tenian hambre y se morian por falta de atención medica.Para Moreno el desarrollo de las fuerzas productivas es en primera instancia positiva si es: terminar con el hambre,la miseria,la falta de salud ,la explotación del hombre por el hombre,las guerras.Parece ser que estas confundiendo algo en tu lecturas.

Si bién Moreno no le daba la importancia al medio ambiente(estaba muy metido en otras cosas importantes), con más tiempo luego,fue tomando posición al respecto.Pero reconosco que en el 1985 (congreso) de la LIT, no tenia idea sobre este tema y me miraba de reojo porque no era la prioridad en L.A.
El trosquismo en general llego tarde al tema que movilizo a una generación en Europa. Se quedaron dormidos, no queriendo oir ni ver lo que le contabamos.
saludos

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Compañero, las pelotas
Por (Cupa) - Wednesday, Nov. 09, 2011 at 11:51 PM
cupa@no-log.org

Mis compañeros, si querés saber, están luchando en cualquier parte del mundo donde se cometa una injusticia. En Europa se llaman indignados y en Libia, son aquellos que luchan desde siempre contra la agresión imperial al mando de la OTAN.

¿Pero ustedes (pongámosle vos especialmente)... desde que legitimidad histórica y militante le están presentando batalla al sistema dominante?

¿Qué dejó para la historia tu glorioso partido?. Vos mismo, cual es tu compromiso personal hoy, que le estás dejando a la historia en Alemania?

Como ves, nuestras diferencias van mucho más allá de lo estrictamente "politico" y virtual. Simplemente nos separa la farsa de "luchar" en abstracto, para la foto.

Es muy feo mentirse a uno mismo. Más cómodo que traicionar a sabiendas.. Te pone a salvo. Realmente asqueroso.

Vos y tus compinches morenistas saben que lo que hablo.

Atentos saludos

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a pedido de Cupa, la historia del glorioso PST
Por MMV - Thursday, Nov. 10, 2011 at 12:09 AM

El PST

En 1972, con la apertura política impuesta por el Cordobazo, se fundó el PST (Partido Socialista de los Trabajadores). Fue una fuerza importante entre los delegados, activistas y dirigentes obreros que enfrentaban a Lanusse, primero, y luego al PJ, la Triple A y el Rodrigazo. En las elecciones de 1973 (cuando Perón ganó con siete millones de votos), el PST sacó más de 200.000 sufragios. La presencia del PST en primera fila en las luchas obreras hizo que la represión se ensañara. Sufrió la masacre de Pacheco, la masacre de La Plata y el asesinato de uno de sus máximos dirigentes.

Después del golpe del 76, uno de los primeros decretos de la junta militar fue proscribir al PST. Casi cien de sus militantes fueron secuestrados y asesinados. Muchos más fueron encarcelados. Sin embargo, el “glorioso PST” siguió funcionando clandestinamente, editando y distribuyendo miles de periódicos, apoyando las huelgas obreras y reclamos democráticos.

El PST resolvió que Moreno y una parte de su dirección salieran del país. Desde su exilio, en Colombia, impulsaron la construcción de la internacional. Y en 1979, junto al PST colombiano, la Brigada Simón Bolívar, que peleó bajo la disciplina militar del sandinismo hasta el derrocamiento de Somoza en Nicaragua.

Después la sigo...hay mucho más, para todos los gustos.

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También
Por (Cupa) - Thursday, Nov. 10, 2011 at 12:30 AM
cupa@no-log

Moreno y su dirección descompuesta resolvieron desde la cárcel y "el exilio", impulsar la construcción de una campaña internacional "por la amnistia". Y antes en 1979, desde el PST colombiano, meterse dentro de la Brigada Simón Bolivar que" peleó" en Nicaragua para combatir y sabotear la disciplina militar interna del sandinismo que se hallaba en lucha contra la dictadura somocista, lo cual les resulto un fracaso total, hasta su vergonzante expusión del pais por espias y buchones...Toda una estrategia maquiavélica de infiltración y divisionismo acorde con los origines de esta misteriosa corriente.

Yo también la sigo si querés ...hay para todos los matices del morenismo servicial.

Atentos saludos

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la verdad
Por SOROS DUEÑO DE INDYMEDIA - Thursday, Nov. 10, 2011 at 3:46 PM

NO SE ACABO PORQUE A 5 PESOS POR VOTO SON COMO 2 MILLONES DE PESOS...EL CURRO VA A SEGUIR....


SAUL WERMUS NO TRABAJO NUNCA EN SU VIDA NO VA A EMPEZAR A HACERLO AHORA

SU BLACK BERRY, Y SU VIDA HOLGADA SE TIENEN QUE MANTENER DE ALGUNA FORMA....

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A setentista y a mario el aleman
Por juan el pelado - Friday, Nov. 11, 2011 at 9:33 AM

Hay un hecho terrible por el cual el pueblo en su mayoria no estaba con los metodos empleados por el erp especialmente, y era que ademas de enfrentar al gobierno nacional popular y de transformaciones (revolucionario) del General PERON elegido en forma abruimadora y casi plesbicitado, es decir el pueblo dijo y queria un gobierno popular, revolucionario, en paz, si en paz, el erp enfrenta al gobierno como si fuera una dictadura(pregunto para quien trabajaba y trabajo en definitiva el erp?), no contento con esa animalada antipopular y antinacional, mato si mato a soldados que eran pueblo, hijos de argentinos (pueblo)y los masacro, como si fueran el peor enemigo, esto no se perdona jamas,y ahi esta la verguenza del erp y su fin , triste final.

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..........
Por ........... - Sunday, Nov. 13, 2011 at 1:28 PM

.............
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No evadas, no escapès, no te hagas el pelotudo
Por juan el pelado - Monday, Nov. 14, 2011 at 10:16 AM



A setentista y a mario el aleman
Por juan el pelado - Friday, Nov. 11, 2011 at 9:33 AM



Hay un hecho terrible por el cual el pueblo en su mayoria no estaba con los metodos empleados por el erp especialmente, y era que ademas de enfrentar al gobierno nacional popular y de transformaciones (revolucionario) del General PERON elegido en forma abruimadora y casi plesbicitado, es decir el pueblo dijo y queria un gobierno popular, revolucionario, en paz, si en paz, el erp enfrenta al gobierno como si fuera una dictadura(pregunto para quien trabajaba y trabajo en definitiva el erp?), no contento con esa animalada antipopular y antinacional, mato si mato a soldados que eran pueblo, hijos de argentinos (pueblo)y los masacro, como si fueran el peor enemigo, esto no se perdona jamas,y ahi esta la verguenza del erp y su fin , triste final.

P:D: Como siempre cuando no saben lo que decir y en este caso sobre la verdad de el glorioso?erp no sabenm que decir y largan verdura si verdura pues estamos debatiendo los asesinatos del glorioso erp que mato y masacro al pueblo. contestame sobre ese tema ese trabajar para el golpe civico militar al que hicieron posible el erp y lopecito es decir estaba juntos muy juntitos, no dejes pasar que a lopecito, el que trabajaba para el golpe junto al erp, a lopecito los hechamos en una movilizacion los trabajadores junto a la CGT y la gloriosa juventud peronista, nosotros si que luchamos conmtra als corporaciones y contra las dictaduras civico militares(la que apoyaron el glorioso ERP)

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una foto que lo dice todo
Por m. el a. - Monday, Nov. 14, 2011 at 10:18 AM

Yo estaba,fue en azopardo (CGT).

Seria interesante leer la opinión de los cros y cras peronistas.

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Mi opinión !
Por m. el a. - Monday, Nov. 14, 2011 at 10:42 AM

Aclaro que yo no publique la foto.Pero esta grabada en mi mente.
Mi opinión sobre la actuación del PRT-ERP ya se sabe,yo era militante del PST desde su fundación.

el matrimonio Perón Perón sabia muy bién quien era Lopez Rega y lo dejaban "trabajar". LOS MONTOS creian que el General Perón estaba embrujado y que podian rescatarlo para su proyecto.Perón sabia TODO y el era la dirección.

En esta manifestación,debajo del balcon de Azopardo miles de montos gritaban creyendo que estaban avivando con sus gritos al general de lo que era Lopez Rega.Peron su esposa y Lopez Rega se cagaban de risa de los manifestantes montoneros.De la misma forma se reia en el balcon de la casa de Gobierno,cuando los llamo imberbes,yo estaba en la escalinata de la catedral.Recuerdo que nos emocionamos cuando los montos se retiraban de la plaza.Pero al pasar delante de nosotros nos decian: el viejo esta embrujado.Era para llorar,le discupaban todo, incluso los asesinatos de sus propios cros.



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la mia
Por juan el pelado - Monday, Nov. 14, 2011 at 11:45 AM

El tema es en cuanto a las orgas, que erraron y mal en sus estrategias, pues se pusieron del lado de los golpistas que prepararon con años el golpe del 76, no se si decir que no se equivocaron, pues tenian que voltear al gobierno popular elejido por el pueblo, y enfrentaron al general peron,que era enfrentar al pueblo mismo. a lopez rega lo echo la cgt con los trabajadores a la cabeza y no fueron ninguno de lo que estaban eln las organizaciones arriba nombradas sino que fue la movilizacion popular la que lo echo. no confundas cuando los montos se fueron de la plaza, se quedaron solos los jefes, pues a la semana se formo la JP lealtad con los cuadros que eran mayoria leales a peron, de ahi que pasaron a la clandestinidad pues no movian, mas que 1.000 compañeros, es decir no movian ni a la abuela, no confundas ni te confundas mas, la realidad te paso por al lado y vos miraste para otro lado, es que tu ceguera ideologica no te permitio ver lo que el pueblo hacia y decia. un abrazo der argentino, peronista y latinoamericano

P:D: en cuanto al gobierno de isabel si queres lop debatimos, pero primero sacate la venda y deja tus ideas de lado pues si van en contra de lo que quiere el pueblo para que seguir coin tus ideas que esta siendo sectarias

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vos tambien, Juan Pelado del orto
Por Montonero a mucha honra - Monday, Nov. 14, 2011 at 12:08 PM

peronchito berreta, sos un lopezrreguista calvo descerebrado y encima con tu mamarracho antimonto (teoria de los dos demonios) te prestas a las mentiras de Mario el trosko boton)

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a montonero mucha honra
Por M. el A. - Monday, Nov. 14, 2011 at 12:16 PM

Cuando no tenes argumentos acusas al usuario de mentiroso?

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queeeeeeeeeee?
Por juan el pelado - Monday, Nov. 14, 2011 at 12:25 PM

Que estas hablando bocon de decima, lo que escribo es la realidad , no es de ninguna manera sectaria, es lo que paso y vos sabes (si sos monto como decis) paso asi , los montos (los jefes) trabajaron para el golpe civico militar del 76 y es innegable, habla con montoneros de verdad y veras, que es asi, pregunta a los que volvieron desde mexico y lo que opinanban de sus jefes, y no escribas mas delirios, chau un abrazo de argentino, peronista y latinoamericano

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che pelado
Por Uno que pasaba - Monday, Nov. 14, 2011 at 12:37 PM

?Vos eras de las tres AAA ?.Te hago la pregunta porque así hablaban los torturadores.?Estas sin trabajo? o ahora trabajas para el gobierno popular?.-

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bueno, por lo visto, hay algo que es innegalbe
Por Rolando - Monday, Nov. 14, 2011 at 5:04 PM
roly_araña@hotmail.com

El grado de estupides politica de Montoneros, es algo poca veces visto en la historia.....

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Hay algo que es mas innegable todavia
Por agente subversivo - Monday, Nov. 14, 2011 at 11:53 PM

Cuando la OTAN y los imperialistas nos cuentan la historia por boca del Trotskismo y la derecha que les da prensa y "milagro electoral", hablan los vencedores

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un claro exponente de esto de lo que denunciaba Nahuel Moreno. Leer el siguiente texto.
Por Movimiento Moreno Vive - Tuesday, Nov. 15, 2011 at 12:09 AM

Oportunismo y Trotsquismo ante los Gobierno de Frente Popular



Nahuel Moreno



Secretariado Centroamericano —SECA—

Centro Internacional del Trotskismo Ortodoxo —CITO—

http ://http://www.oocities.com/obreros.geo/

mail : seca_6@yahoo.com

Edición electrónica Diciembre 2001

(Tomado de Correo Internacional # 3, Febrero de 1982, Bogotá, Colombia)

Indice

TESIS Oportunismo y trotskismo ante los gobiernos de Frente Popular.

1.‑ En relación a los gobiernos frentepopulistas

2.‑ Frente a la burguesía, el imperialismo y la reacción feudal

3.‑ Frente al imperialismo

4.‑ Frente a los movimientos nacionalistas y a las naciones oprimidas que enfrentan la explotación del Imperialismo

5.‑ Frente al aparato del estado

6.‑ Frente a las fuerzas armadas

7.- Frente a los partidos obreros contrarrevolucionarios

8.‑ Frente a la revolución mundial

9.‑ Frente a la IV Internacional


TESIS
Oportunismo y trotskismo ante los gobiernos de Frente Popular.

Aclaración: estas tesis fueron elaboradas por Nahuel Moreno, sometidas a votación y aprobadas por la conferencia de fundación de la Liga Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (LITCI) en 1982.



Los que escribieron las tesis de la CI(CI) creyeron que el problema de la política con que se debía enfrentar a los gobiernos frentepopulistas estaba solucionado por los análisis de Trotsky y con los que el Comité Paritario de la FB y el CORCI habían efectuado respecto al Gobierno de Reconstrucción Nacional de Nicaragua.

La subida de Mitterrand al poder nos ha revelado que no era así, que hay lagunas y graves problemas no resueltos o que se replantean. Como todo problema teórico no resuelto provoca diferencias profundas en la política y la práctica. A esto se agrega el que todos los gobiernos frentepopulistas han provocado respuestas, tanto oportunistas como revolucionarias, por parte de dirigentes, corrientes y organizaciones del propio marxismo revolucionario. Tanto la respuesta oportunista como la revolucionaria han tenido, a lo largo de este siglo, casi las mismas características y hasta las mismas palabras. Debido a la juventud de los cuadros y simpatizantes del movimiento trotskista en general, nos vamos a permitir esquematizar las respuestas, tanto de oportunistas como de revolucionarios, para que sirvan de base a ésta y al reagrupamiento programático que estamos efectuando en la LIT(CI). Veamos cuáles son esas características que se repiten y que podemos generalizar:
1.‑ En relación a los gobiernos frentepopulistas

El punto central que diferencia a los oportunistas de los revolucionarios, y hoy día al revisionismo del trotskismo, es el que tiene que ver con la política respecto a este tipo de gobierno. El oportunismo y el trotskismo se diferencian tajantemente en tres aspectos fundamentales de su política.

El primero es el que tiene que ver con el apoyo o no. Los oportunistas se caracterizan por dar su apoyo al gobierno frentepopulista. Este apoyo puede ser abierto o vergonzante; puede ser a las medidas del gobierno o de hecho, cuando no se opone claramente a esas medidas, o cualquier otra variante por el estilo. En oposición a eso el trotskismo se caracteriza por no dar ningún tipo de apoyo, bajo ninguna circunstancia, ni al gobierno ni a sus medidas. Esto no quiere decir, que no defienda esas medidas cuando son atacadas por la contrarrevolución. En algunas oportunidades Trotsky ‑-no Lenin-‑ llamó apoyo a esta defensa, pero se trataba de apoyo frente al ataque de otros. Pero cuando no hay un ataque a esas medidas, nunca las apoyamos cuando el gobierno las propone.

En segundo lugar, los oportunistas se caracterizan por tener un silencio cómplice respecto al gobierno. No lo denuncian como un gobierno burgués y, como todo gobierno burgués, contrarrevolucionario. Es decir, no hay una política de denuncia sistemática, de enfrentamiento y oposición frontal al gobierno.

El revolucionario, en cambio, hace una denuncia sistemática, implacable, del gobierno como burgués y contrarrevolucionario; llama a no creer en ninguna de sus promesas o medidas.

En tercer lugar, el oportunista se caracteriza por no levantar consignas de poder que sean el eje de toda su política y agitación. Es decir, no es el eje de su política la reivindicación de un tipo de gobierno opuesto al existente.

Contra esta línea del oportunista, el eje de la política trotskista es la agitación sistemática de un tipo de gobierno obrero diametralmente opuesto al frentepopulismo, para contraponerlo a él. Son consignas de gobierno que se agitan minuto a minuto, tales como ¡Fuera los ministros burgueses del gobierno!, ¡Gobierno del PS y PC!, ¡Gobierno obrero campesino!. Trotsky inclusive ha levantado la consigna de dictadura del proletariado o de gobierno obrero o la más famosa de ¡Todo el poder a los soviets! Siempre, siempre, el trotskismo tiene una gran consigna, que es la fundamental: la consigna de poder para oponer al gobierno frentepopulista. Esto para nada quiere decir que cuando las masas aún confían en el gobierno levante la consigna de voltearlo. Pero esto no significa que le oculte a la clase obrera su caracterización y política. Nos preparamos para echar al gobierno cuando convenzamos a los obreros que es un gobierno contrarrevolucionario y que hay que echarlo. Para convencer a la clase obrera de esta urgente y primera necesidad no hay otro medio que denunciar al gobierno frentepopulista minuto a minuto.
2.‑ Frente a la burguesía, el imperialismo y la reacción feudal

El oportunista sólo denuncia a la burguesía, al imperialismo y a la reacción feudal como enemigos de los trabajadores, callándose sobre el gobierno frentepopulista como si éste no fuera ejecutor de la política contrarrevolucionaria. El oportunista tiene manía por atacar a los partidos burgueses que fueron desplazados por el gobierno frentepopulista. Dentro del partido bolchevique, los oportunistas tenían manía por atacar al zar y por no decir nada sobre el gobierno. Los revolucionarios, en cambio, sin dejar de atacar a la burguesía, al imperialismo y a la reacción feudal, no dejan de denunciar sistemáticamente, aprovechando cada oportunidad, al gobierno que, en última instancia, es agente directo o indirecto de todos ellos.
3.‑ Frente al imperialismo

El oportunista no hace agitación en forma permanente sobre el carácter imperialista del gobierno ni del propio país. A partir de que sube el gobierno frentepopulista se produce un silencio criminal en relación a este carácter del gobierno y del país. En contraposición, el revolucionario denuncia el carácter imperialista del gobierno y del país con tanta o mayor fuerza que anteriormente.
4.‑ Frente a los movimientos nacionalistas y a las naciones oprimidas que enfrentan la explotación del Imperialismo

No hay campañas agitativas, ni luchas ni manifestaciones, ni declaraciones en favor de las colonias, semicolonias ni de los movimientos nacionalistas que enfrentan al propio imperialismo, por parte del oportunista. En contraposición, el revolucionario hace más agitación que nunca, debido a que la situación le permite llevar a cabo acciones prácticas en su favor. Levanta sistemáticamente la consigna de independencia de las colonias y de las semicolonias, o el más absoluto derecho a la autodeterminación nacional. Asimismo, reivindica los movimientos nacionalistas, aun cuando discrepe con su política, defendiéndolos incondicionalmente en forma pública y agitativa.
5.‑ Frente al aparato del estado

El oportunista no denuncia al gobierno como defensor incondicional de la estructura burocrática del estado y, por consiguiente, no hace una agitación permanente por la destrucción del estado burgués. El revolucionario, por el contrario, denuncia sistemáticamente la política del gobierno frentepopulista de defensa del aparato burocrático del estado burgués y llama a destruirlo para imponer un nuevo tipo de estado: comuna según Lenin, soviético según Trotsky.
6.‑ Frente a las fuerzas armadas

El oportunista no denuncia la siniestra política gubernamental de consolidar la estructura jerárquica de las fuerzas armadas, último bastión del régimen capitalista. Por consiguiente, no hace ninguna campaña por destruirlas. El revolucionario, por el contrario, en esta etapa hace una feroz campaña y tiene un programa de transición para destruirlas.
7.- Frente a los partidos obreros contrarrevolucionarios

Los oportunistas, ni bien los partidos obreros contrarrevolucionarios suben al poder, abandonan toda crítica y denuncia de ellos como contrarrevolucionarios y como la máxima garantía de supervivencia del régimen capitalista e imperialista. Se abandona así una de las tareas primordiales del marxismo revolucionario. Como consecuencia de ello, tiende a diluir las diferencias con los otros partidos en vez de agudizarlas. El revolucionario hace exactamente lo contrario: denuncia más que nunca a esos partidos como contrarrevolucionarios, agentes del imperialismo y la burguesía, y trata por todos los medios de movilizar a las masas para que los enfrenten y luchen contra ellos. Es decir, acrecienta su denuncia y acentúa las diferencias aprovechando que forman parte del gobierno burgués e imperialista. Y así como no apoya ninguna medida del gobierno, lo mismo hace con los partidos contrarrevolucionarios: no pacta acuerdos con ellos para evitar que se oscurezca su repudio.
8.‑ Frente a la revolución mundial

El oportunista ignora la revolución mundial y no tiene política para desarrollarla. Es así como se abandona todo planteo, por parte de Nin como de Molinier‑Frank, o Karnenev‑Stalin en Rusia, de desarrollo de la revolución mundial. El revolucionario, por el contrario, le da tanta importancia al desarrollo de la revolución mundial como al proceso revolucionario de su propio país, y denuncia al gobierno como agente de la contrarrevolución mundial, socio fraterno del imperialismo yanqui, gendarme de gendarmes, atacando el carácter chauvinista del gobierno frentepopulista.
9.‑ Frente a la IV Internacional

El oportunista, al abandonar una estricta delimitación de los partidos obreros contrarrevolucionarios, al dejar de denunciarlos diariamente, abandona la principal tarea de nuestro programa que es plantearle al movimiento de masas y a la vanguardia, que repudie a los partidos obreros contrarrevolucionarios, que la principal tarea es la construcción de un partido revolucionario para enfrentarlos. Que este partido no puede ser otro que un partido trotskista o trotskizante con influencia de masas.

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Hay algo mas irrebatible que todo
Por agente subversivo - Wednesday, Nov. 16, 2011 at 11:54 PM


Cuando la OTAN y los imperialistas nos cuentan la historia por boca del Trotskismo y la derecha que les da prensa y "milagro electoral", hablan los vencedores disfrazados en ropajes "legitimantes".
Pero aca nadie les cree

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Hay algo mas irrebatible que todo
Por agente subversivo - Thursday, Nov. 17, 2011 at 12:09 AM


Cuando la OTAN y los imperialistas nos cuentan la historia por boca del Trotskismo y la derecha que les da prensa y "milagro electoral", hablan los vencedores disfrazados en ropajes "legitimantes".
Pero aca nadie les cree

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Hay algo mas irrebatible que todo
Por agente subversivo - Thursday, Nov. 17, 2011 at 12:09 AM


Cuando la OTAN y los imperialistas nos cuentan la historia por boca del Trotskismo y la derecha que les da prensa y "milagro electoral", hablan los vencedores disfrazados en ropajes "legitimantes".
Pero aca nadie les cree

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Hay algo mas irrebatible que todo
Por agente subversivo - Thursday, Nov. 17, 2011 at 12:36 AM


Cuando la OTAN y los imperialistas nos cuentan la historia por boca del Trotskismo y la derecha que les da prensa y "milagro electoral", hablan los vencedores disfrazados en ropajes "legitimantes".
Pero aca nadie les cree

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al agente
Por m.el a. - Thursday, Nov. 17, 2011 at 10:11 AM

Repetir todo el dia lo mismo y no decir nada es aburrido.

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de esta manera te contesto
Por juan el pelado - Thursday, Nov. 17, 2011 at 11:11 AM

Un 17 de Noviembre

El 17 de noviembre de 1972 volvió Perón a la Argentina.

Por Enrique Manson

Terminaban 17 años de exilio en los que había fracasado la intención de borrar al peronismo. Del presente y de la Historia.

Hubo en el mundo muchas persecuciones políticas. Los perseguidos sufrieron proscripción, cárceles, torturas y muertes. El algunos casos se llegó al genocidio, que la Argentina padecería pocos años después.

Al pueblo peronista no se le ahorró ninguno de esos calvarios.

En la escuela secundaria se enseñaba la materia Educación democrática, en la que los argentinos oyeron hablar de la Segunda Tiranía, que no era otra que el gobierno elegido en la forma más democrática de nuestra historia. (Fueron muchos los que entonces se hicieron rosistas. Si la 2ª había sido tan buena, seguramente la primera, la de Rosas, había sido igual).

El decreto militar 4161 condenaba a cárcel y al pago de multas a quien pronunciara las palabras Perón, Evita, justicialismo, y otras.

Los generales nacionalistas que acompañaron a Lonardi compartían la posición independiente del Tirano frente a los Estados Unidos y creían, a su manera, en la justicia social. Para ellos, Perón se había desviado del verdadero programa por su megalomanía. Había que reconstruir la alianza del ’45 con sindicatos desinfectados, y practicar un Peronismo sin Perón.

El 13 de noviembre de 1955 se pudo ver que el proyecto no funcionaría, y Aramburu y Rojas proscribieron el Partido Peronista, intervinieron la CGT y fusilaron a los contrarrevolucionarios del general Valle.

Aramburu fracasó, y lo sucedió Frondizi con los votos de los proscriptos después de pactar con Perón. Su integracionismo proponía un negocio equitativo: los peronistas, pondrían los votos, mientras el partido de Frondizi, ponía los gobernantes. Como los invitados no aceptaron, se volvió a la represión. En febrero de 1962, los tercos peronistas, con el nombre de fantasía de Unión Popular, volvieron a ganar las elecciones, lo que provocaría la caída de Frondizi por acción de sus tutores militares.

En las elecciones de 1963, volvió la proscripción, y ganó Arturo Illia, con un voto de cada cuatro, pese a lo cual quedaría en la historia como modelo de democracia. En 1966, los militares, ante el peligro de que tras las elecciones que debían realizarse el año siguiente se repitiera la situación de 1962, optaron por derrocar al presidente radical.

El dictador Onganía pareció encontrar la solución. La daría el tiempo con la muerte biológica del exiliado de Madrid. Pero el tiempo no le alcanzó y terminó desplazado por Alejandro Lanusse, entre puebladas y magnicidios.

Entretanto, el peronismo sobrevivía y crecía en territorios sociales hostiles. Buena parte de los sectores medios, que en 1955 habían sido antiperonistas, se estaban convirtiendo. Sobre todo los jóvenes, creían encontrar en el viejo líder nacionalista y en su base popular el paradigma argentino de los movimientos de liberación que admiraban en países tropicales. Este realineamiento era acompañado por la popularización de la guerrilla y de la figura del guerrillero como modelo a seguir. Los militares argentinos, que desde tiempo atrás venían perfeccionándose en el Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos o con veteranos de la guerra de Argelia, habían recibido la Doctrina de la Seguridad Nacional, y creyeron descubrir que la Tercera Guerra Mundial había llegado a la Argentina.

Lanusse supuso que ante el nuevo peligro había que reconocer la existencia del Tirano prófugo para alejarlo de los subversivos. Así, intentó sobornar a Perón con su busto en la Casa Rosada y el pago de sus pensiones adeudadas. Cuando se produjo la devolución del cadáver de Evita, Perón sintió el impacto, pero se rehizo y terminó regresando al país y volviendo a la presidencia donde, por fin, perdería la vida.

El peronismo había sido una alianza de sectores sociales en la que la armonía superaba la lucha de clases. Pero los sectores medios –los políticos, los militares, los intelectuales y aún los dirigentes sindicales del movimiento- disminuyeron su compromiso en las horas de la prueba. No ocurrió así con los trabajadores. Tal vez la frase “vayan a cobrarle a Perón” que muchos patrones habían empleado, fue lo que decidió a muchos a “ir a cobrarle” al coronel en la Plaza de Mayo. Cuando las condiciones de vida y de trabajo se endurecieron tras la caída del tirano, los trabajadores no tuvieron dudas. El peronismo era su movimiento. El que los había hecho vivir tiempos mejores y protagonizar la política como no ocurría con ningún proletariado del continente.

Esta naturaleza explica su supervivencia. La resistencia tuvo un protagonista colectivo, a partir de su identidad cultural y social. Y también de causas concretas como el deterioro de las condiciones de vida y de trabajo de los asalariados, y su exclusión de la política. Yo nunca estuve en política, siempre fui peronista, dice el personaje de Osvaldo Soriano. Las mismas palabras escuchamos en un acto recordatorio de Reynaldo Benavides, sobreviviente de los fusilamientos de José León Suárez. Es que ser peronista era, ante todo, una identidad, como ser negro en el África del apartheid o ser musulmán chiíta entre los seguidores de Khomeini, en épocas del Sha.

El avión negro se llamaba Verdi

Hasta muy avanzado el proceso del Retorno, Lanusse, y la camarilla militar no creyeron que fuera más que una bravata. Sin embargo, el Líder viajaba a Roma y se reunía con la delegación que lo acompañaría en el avión de Alitalia Giuseppe Verdi, en Buenos Aires los militares, y Lanusse el primero, oscilaban entre el desconcierto y la furia asesina. “A mi la negrada no me va a hacer otro 17 de Octubre”, le habría dicho el presidente a Antonio Cafiero. Eduardo Massera le dijo a un periodista:

“-Si se atreve a venir le tiramos el avión abajo.”

Pero se atrevió. El 17 de noviembre, pese al enorme operativo de seguridad que impidió a los miles de partidarios que lo recibieran en Ezeiza, Perón aterrizó en territorio argentino

La movilización, conducida por la JP, fue acompañada por un intento de sublevación de algunos cuadros de la Infantería de Marina, la fuerza más gorila del arma más gorila, encabezados por el guardiamarina Julio Cesar Urien, en la Escuela de Mecánica de la Armada. Ni siquiera estaban seguros de quienes podían ser considerados los más seguros

Cuenta Miguel Bonasso en El presidente que no fue que aterrizado el Charter, ascendió el comodoro Salas, a quien Perón comenzó a llamar “brigadier”, para incomodarlo:

“-Usted puede descender acompañado, únicamente, por tres personas. Deberá dirigirse directamente al Hotel Internacional. Puede optar también por permanecer en el avión o regresar. Le ruego manifieste cuál es su decisión.

Perón puso en pie su metro noventa.

-No, no, vamos a bajar. Si no, ¿para qué vinimos?”

Después de pasar la noche en el Hotel, con una ametralladora apuntando a la puerta de salida, al amanecer del 18 lo abandonó y se dirigió a su casa de Vicente López.

Y Perón y su pueblo lograron reunirse esa mañana de noviembre, como dice la copla popular:

A pesar de las bombas,
de los fusilamientos,
los compañeros muertos,
los desaparecidos.

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Lo peor de todo
Por A. Subversivo - Friday, Nov. 18, 2011 at 12:00 AM

es que Mario el trosko Aleman cavernario y el Juan el pelado fugazzero repitan al unisono dia y noche la misma canzoneta.
Me tienen podrido.
Critiquen, denuncien, disientan, pero aporten, analicen, digan algo con criterio propio, energumenos, vagos de mierda, expliquen sin creerse duenos de la palabra en este mundo de mierda que nos vende pescado frito al por mayor mejor que cualquier lumpen peroncho/morenista

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estoy de acuerdo
Por m.el a. - Friday, Nov. 18, 2011 at 7:02 AM

Espero tu análisis y tu programa para la acción!
Estoy ansioso de aprender.

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uy que deprimido que estas
Por juan el pelado - Friday, Nov. 18, 2011 at 9:27 AM

realmente me das pena tu postura ante la vida , el mundo y la vida son hermosos y da gusto vivirla, por supuesto cuando hay un proyecto de vida personal y en general, si a vosa ter parece que el gobierno peronista no dio sufuciente muestras dew gobernan para el pueblo, si esta s en un gran problema, tu depreszion no te deja ver nada, arriba te di un articulo donde te daba un pantallazo de lo que paso con el pueblo y su lucha (en serio), si esoi no es hermoso a pewsar de las muertes , carceles, y desapariciones, y ahora tenemos un gobierno nacional, popular y revolucionario (en cuanto al cambio de las estructuras) y el pueblo lo ac ompaña y vos no lo ves es un problema tuyo y lows que piensan? niogual que vos. Seria piola que vos des un proyecto y lo comparemos con el 1nuestro, el peronista. chau un abrazo de argentino, peronista y latinoamericano

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De que mierda estan hablando?
Por A. Subversivo - Saturday, Nov. 19, 2011 at 1:41 AM


Yo no mencioné al gobierno ni critiqué a nadie en particular
Simplemente les sugeri analizar y proponer cosas concretas que mejoren nuestras vidas. Pero bien concretito, eh.
Si el pelado Juan y Mario de Prusia tienen proyectos o alguna idea, que la expliciten
Quiero aprender de las vanguardias nacional-peruca-morenistas con raices en el pensamiento luminoso de la Nahuel Merkozy Bressano Band y el IV Reich Peroncho Moyanista
Soy todo oidos.

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toma el tren hacia el sur
Por Círculo Obrero Morenista - Saturday, Nov. 19, 2011 at 1:25 PM

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