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Salta: Comunidades Wichi son privados de ingresar a sus propios territorios
Por Originarios - Thursday, Nov. 17, 2011 at 3:41 PM

Finqueros y Terratenientes amenazan la existencia de comunidades

Desde hace dos meses, la firma Sierras San Antonio cerró con alambrados alrededor de 20 mil hectáreas de campos, que los wichí tradicionalmente recorrieron.

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16-11-2011

Foto: Familias de la Comunidad de Cuchuy

Representantes y autoridades de las comunidades del Quebrachal 1, Quebrachal 2, La Misión los Tres Lapachos, Guayacán, San José y Cuchuy, se convocaron el pasado lunes 31 de octubre, en el pueblo de Ballivian, al norte de la provincia de Salta, a unos 30 kilómetros de la localidad de Tartagal, para analizar la situación de emergencia territorial que están padeciendo ante el avance de la deforestación ocasionado por finqueros y terratenientes. La situación es apremiante para las dos últimas comunidades mencionadas.

En el municipio de Ballivián hay actualmente cuatro comunidades (Quebrachal 1, Quebrachal 2, La Misión los Tres Lapachos y Guayacan), históricamente reconocidas, con una población de 300 familias, que representan más del 50% de los habitantes de la mencionada localidad, quienes están siendo privados de ingresar al territorio que tradicionalmente recorrieron para buscar el sustento diario familiar, la que se encuentra a un kilómetro del poblado.

Desde hace dos meses, la firma Sierras San Antonio cerró con alambrados alrededor de 20 mil hectáreas de campos, que los wichí tradicionalmente recorrieron. En su interior aún habitan diferentes especies animales silvestres e importantes variedades de flora, de las cuáles gran parte ya fueron taladas. Pero desde que se encuentra el mencionado cercado, la firma impide el acceso a los pobladores originarios. Desde entonces los hermanos wichí se ven impedidos de extraer materias primas para labrar las artesanías, cazar, buscar miel y realizar los cultivos familiares; Actividades que permiten la supervivencia de las comunidades.

Similar situación padecen la comunidad de San José y Laguna de Cuchuy. Ante esta problemática, las autoridades comunitarias de la localidad de Ballivián, de la comunidad San José y Laguna Cuchuy, solicitaron acompañamiento y asesoramiento al Consejo de Autoridades de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios del Departamento San Martín, que cuenta con el servicio de un equipo técnico jurídico.

El mismo día, una comitiva compuesto por Lorenzo Nolasco, autoridad del Consejo de Caciques del Pueblo Wichí de la Ruta 86 y 34 y miembro del Consejo Jurídico; Elías Rubén Loiro, presidente de la Organización de la Nueva Generación de los Pueblos Originarios de la Ruta 86 y los abogados Ramón A. Valor, Ramón Leal y Mariano Guzmán, acudieron a la localidad de Ballivián para analizar la situación y brindar asesoramiento jurídico y definir estrategia de defensa y procedimiento legal. La asamblea se llevó a cabo en la comunidad Quebrachal 1.

El caso de la comunidad Wichí San José.-

La comunidad se encuentra a unos 25 kilómetros al este del poblado de Ballivián y habita ancestralmente una superficie de hectáreas incalculables que hoy se encuentra totalmente desmontados por finqueros y terratenientes, quienes se apropiaron del territorio del pueblo wichí para cultivo de soja, porotos, maíz y otros tipos de monocultivos a gran escala. En la zona, los montes nativos fueron y continúan siendo arrasados, mientras que las comunidades son totalmente reducidas a pequeñas hectáreas.

En la actualidad, la comunidad cuenta aún una superficie de 5.000 has, que son codiciados por diferentes grupos económicos que explotan los recursos naturales y los territorios ancestrales de los pueblos originarios. Existe una fuerte presión de las firmas asociadas Yaguani, Macarón y Mirco, para que la comunidad ceda más del 90% del territorio para la explotación agroforestal.

La autoridad de la comunidad San José, Pedro Segundo, relató en la asamblea este acoso y presión que está padeciendo por parte de los terratenientes. Por otro lado, la firma Marcetti, también busca quedarse con partes del territorio, exigiendo a la autoridad comunitaria la firma de un documento donde consta la entrega a la comunidad 80 hectáreas. La autoridad manifestó lo siguiente: “Desde hace tres meses que me anda siguiendo y rogando para que firme los papeles, ofreciéndome 80 has para la comunidad. Ellos quieren dejarnos solamente el espacio en donde vivimos, nada más. Yo le dije que no, porque al monte nosotros los necesitamos, es el último que nos queda”, denunció.

La comunidad Wichí Laguna Cuchuy, el caso más alarmante.-

La comunidad de Laguna Cuchuy es el caso más alarmante y preocupante por la realidad social, económica, y territorial que atraviesa. Está ubicado a 35 kilómetro al este de la localidad de Ballivián y habita solamente una superficie de 300 has. Tiene una población de trece familias, las que carecen de viviendas, agua potable, energía eléctrica, atención sanitaria, entre otras necesidades básicas para la supervivencia humana.

Desde tiempos remotos, esta comunidad wichí vivieron de las bondades de la naturaleza, que le proveyeron los frutos y animales silvestres, medicina, y resguardo contra las inclemencias del tiempo. Hoy, la realidad de la comunidad se contrasta con el entorno, atento que inmensas cantidades de hectáreas de bosques nativos fueron diezmadas y explotadas para la actividad de producciones variadas de granos por parte de los finqueros y terratenientes; esta producción implica la utilización de agroquímicos (glifosato) para la fumigación continua en las plantaciones que actualmente colindan con la comunidad, afectando la salud y poniendo en peligro la vida de todos los comuneros. Es de público conocimiento que la utilización de este veneno provoca leucemia, abortos espontáneos, malformaciones embrionarias y mortalidad infantil, a las que se encuentran expuestos los miembros de la comunidad.

También la firma Romero, no conforme con las grandes extensiones de cultivos que posee, pretende continuar ampliando la frontera agrícola, amenazando la existencia de la comunidad Cuchuy. Según esta firma, es propietaria de otras 12 mil hectáreas de tierras que se encuentra a escasos metros de la comunidad Cuchuy, único espacio para la supervivencia de las familias que habita el lugar. Es inminente la tala de 8.000 hectáreas más por parte de esta firma, que pretende dejar solamente 4.000 has como reservas naturales.

Por otro lado, los lugares sagrados donde se encuentran sepultados los restos de los ancestros de la comunidad, actualmente están siendo arrasados por esta firma para las plantaciones agro sojeros y con respectó al acceso a laguna Cuchuy; Lo que fue antes el camino vecinal de las comunidades, hoy es el acceso hacia las grandes fincas que se apropiaron de las tierras para los monocultivos. Desde entonces, la comunidad viene padeciendo las consecuencias de los alambrados y portones impuesto por los finqueros que impiden el libre acceso al territorio comunitario, obstaculizando el suministro de agua potable, la llegada de ayudas económicas en caso de emergencias por inundaciones y más alarmante es con respectó al paso de medios de transportes sanitarios o particulares.

Ante esta grave situación, el equipo jurídico del Consejo de Autoridades de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios del Departamento San Martín se encuentra trabajando en una medida cautelar que permita a las comunidades parar el avance de los desmontes previstos y resguardar la biodiversidad, los lugares sagrados, y sobre todo garantizar la seguridad de las familias de la comunidad de laguna cuchuy.

Fuente: Equpo de comunicadores de pueblos originarios

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