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¿A quién beneficia este INDEC?
Por reenvío red eco alternativo - Friday, Nov. 18, 2011 at 10:56 AM

En enero próximo se cumplirán 5 años desde que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, intervino el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC). Carolina Ocar, recientemente reelecta delegada de los trabajadorxs por ATE, asegura que “en el INDEC tenemos un agujero negro que es irrecuperable”.

(Fabiana Arencibia-Red Eco) Ciudad de Buenos Aires - El pasado 1º de noviembre Ocar fue reelecta delegada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Lo positivo de la elección fue la alta participación teniendo en cuenta que organizarse con una intervención que se apoya en la actuación de una patota de 70 personas constituye un riesgo para lxs trabajadorxs. Claro que no para todos, sino para los que, nucleados en ATE, viene denunciando desde hace cinco años las manipulaciones que sufren desde entonces, los aprietes, condiciones de trabajo en constante tensión y desplazamientos arbitrarios de trabajadores.

En una entrevista realizada en el programa Los Locos de Buenos Aires de FM La Tribu, Carolina Ocar recordó por qué el gobierno kirchnerista intervino en enero de 2007 el instituto, cuáles son sus consecuencias y quién se beneficia hoy con las estadísticas manipuladas.

La directora del Indec, puesta por el inamovible funcionario K Guillermo Moreno (secretario de Comercio Interior desde la presidencia de Néstor Kirchner), no es lo que podríamos llamar una militante “nacional y popular” de la primera hora. “Ana Maria Edwin fue directora de Recursos Humanos del organismo durante el menemismo y el gobierno de De la Rúa. Y fue quien introdujo el neoliberalismo dentro del Indec con los contratos basura para los trabajadores, los convenios truchos con las universidades para tercerizar trabajadores, todo esto vino de su mano”, recuerda Ocar.

La intervención del Indec tuvo su origen en las presiones que recibió el equipo técnico que elabora el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que mide la inflación. “Moreno, como secretario de Comercio, tiene entre sus funciones el control de precios. Cuando se empiezan a disparar algunos precios, Moreno comienza a hacer acuerdos con empresas y comercios que en un proceso empiezan a fracasar”, contó la delegada.

A partir de allí se inician las presiones a la directora del IPC dentro del organismo, pidiéndole el listado de locales donde se hacían los relevamientos de precios con los cuales se elabora el índice de inflación. La directora responde que ese listado está protegido por la ley de secreto estadístico. Y entonces el gobierno decide intervenir el Indec para poder manejar el índice de inflación.

“Lo que se hizo en el inicio fue tapar el fracaso de la política de control de precios y el ocultamiento de la inflación real”, pero como el gobierno no podía admitir este fracaso, justificó la manipulación con la excusa de lo que los trabajadores llaman “el dibujo patriótico”. Como parte de la deuda pública está en bonos (títulos públicos) que se ajustan por el CER - coeficiente en el que uno de sus componentes es el IPC- entonces, regular este último índice al valor lo más bajo posible, significa que no crezca tanto la deuda y que se le pague menos a los acreedores.

“Nosotros, los trabajadores, no tomamos la decisión de que los bonos estén atados al CER. Eso es una decisión política. Además, por el contrario, hay bonos que están atados al PBI y esos se vieron inflados (por el supuesto crecimiento de ese valor que mide la producción nacional). Por eso el argumento de los bonos es puro verso”, aseguró Ocar.

Existe la idea de que lo que se cambian son los datos de las muestras tomadas, pero lo que se hace es manipular el relevamiento de la muestra. Inventar un IPC irreal produjo lo que los trabajadores del organismo llaman “el efecto metástasis” sobre otros indicadores sensibles como son los que miden la pobreza y la indigencia. Esto es así porque el IPC se calcula en base a la variación de los precios que forman la Canasta Básica Total (que pondera los precios de los bienes y servicios que la población consume). Y esa canasta es la que luego se utiliza para medir el índice de pobreza y dentro de ella, la indigencia. Si se manipula la canasta también se manipulan los datos de pobreza.

En la entrevista, la delegada de ATE recordó las denuncias que realizaron el año pasado antes de que se realizara el Censo Nacional 2010. Una de las razones fundamentales es que las tareas preparatorias, que hasta ese momento llevaba adelante el equipo de diseño conceptual de la Dirección de Estadísticas Poblacionales, fueron interrumpidas. La mayoría de sus integrantes fueron desplazados y reemplazados “por personal poco calificado u obediente, con la consecuente pérdida de confiabilidad de todo lo que se puso en marcha a partir de ese momento”, decían entonces.

También habló de las disputas internas del gobierno respecto al tema Indec, organismo que está bajo la órbita del Ministerio de Economía. Allí recordó que cada ministro de Economía que pasó durante la gestión kirchnerista se propuso dar una solución al tema. Incluso el actual ministro, y vicepresidente electo, Amado Boudou, promocionó la formación de un Consejo Académico integrado por las universidades públicas de Buenos Aires, Rosario, Tres de Febrero, Tucumán y Mar del Plata. El objetivo era analizar e informar los resultados de un relevamiento en cuanto a las mediciones del Indec. El documento final fue altamente crítico. Pero nada se hizo con él y quedó sepultado en el baúl de los recuerdos.

“Desde el año 2007 hasta hoy tenemos un agujero negro que es irrecuperable. Cuando entró la intervención lo que hizo fue borrar las bases de datos y romper las series históricas de años de elaboración que hubiesen permitido mejorar el sistema estadístico”.

Para dar un primer paso en la recomposición del organismo, los trabajadores de ATE plantean algunos puntos fundamentales. En primer lugar que se vaya la intervención de Guillermo Moreno y su patota. Luego que se reintegren a los catorce técnicos que fueron despedidos y que vuelvan a sus lugares de trabajo quienes fueron desplazados.

A partir de allí se puede comenzar a reconstruir algo de lo perdido.
Por otra parte, Carolina Ocar se preguntó quiénes son los que se están beneficiando con un Indec desprestigiado. “Un Indec que no produce información estadística confiable, no le sirve a nadie. No le sirve al gobierno ni siquiera para producir políticas públicas (...) Y no hay ninguna consultora privada, ningún organismos internacional, ninguna universidad que pueda suplantar lo que está perdiendo el Estado con el Indec desmantelado”, dijo.

“Los trabajadores del Indec jamás nos vimos implicados en venta de información estadística. Los que le han hecho el juego a las consultoras y se lo siguen haciendo ahora, son los que están en la cúpula del organismo. Nunca se le hizo tanto el juego a las consultoras como ahora que el organismo está totalmente desprestigiado. Entonces, los trabajadores nos preguntamos: ¿Quién le hace el juego a las consultoras? ¿Los trabajadores que defendemos las estadísticas públicas o quienes lo intervienen y lo desprestigian?”

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