Julio López
está desaparecido
hace 6401 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Primer Encuentro Nacional de Familiares de las Víctimas del 2001
Por Indymedia Rosario - Radio Popular Che Guevara - Monday, Dec. 19, 2011 at 6:12 AM
rosario@indymedia.org

Los días 8, 9 y 10 de diciembre se realizó en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario el primer Encuentro Nacional de Familiares de las Víctimas del 2001. El encuentro fue considerado por sus participantes un punto de inflexión en la búsqueda de justicia contra la impunidad reinante en los 38 asesinatos que se cobró la represión gubernamental: “un instrumento de organización, un instrumento de participación y de lucha que hasta ahora no lo teníamos nacionalmente".

El primer Encuentro Nacional fue vivido por los familiares con mucha emoción, con la necesidad de compartir y contarse cosas, con el cuestionamiento de por qué se tardó diez años en hacer un encuentro como este, con muchas preguntas sobre las responsabilidades gubernamentales, sobre el ninguneo de estos casos en tanto violaciones a los derechos humanos, con el balance compartido de que sobre la represión reina una muy homogénea y casi absoluta impunidad, independientemente del signo político de los gobiernos de entonces y de ahora. Con la convicción de que a partir de ahora la lucha por justicia se llevará adelante con renovada energía. “La idea es que juntos pensemos en cómo seguir juntos, qué hacemos con esta impunidad para seguir dándole pelea”, resumió Celeste, hermana de Claudio “Pocho” Lepratti.

En todo el país, una minoría de los autores materiales fueron condenados, la mayoría de los asesinatos quedaron impunes. Pero donde hay una unanimidad absoluta es en las responsabilidades políticas: los que ordenaron la represión asesina no fueron ni siquiera procesados, mucho menos condenados. Todos ellos libres: el presidente Fernando de la Rúa, los entonces gobernadores Carlos Ruckauf (Buenos Aires), Carlos Alberto Reutemann (Santa Fe), Sergio Alberto Montiel (Entre Ríos), Julio Miranda (Tucumán), Pablo Verani (Río Negro), José Manuel De La Sota (Córdoba), Colombi (Corrientes). Estos dos últimos son gobernadores actualmente, en tanto que Reutemann como Verani son senadores de la Nación.

Debate político sobre el 19 y 20

La primera jornada, el jueves 8, tuvo eje en el debate y balance sobre la significación política de las jornadas del 19 y 20. Con una amplia participación de organizaciones populares -sociales, culturales, sindicales, comunicacionales y otras- la jornada la abrió el uruguayo Raúl Zibechi con una reflexión, que luego continuó en un taller de intercambio sobre los ejes "¿Qué nos conmovió? ¿Qué nació después del 19 y 20?". Se buscó encontrar, mediante las experiencias y los recorridos, qué ideas, qué herramientas, qué prácticas cruzan a las expresiones sociales, nuevas y no tanto, a lo largo de la última década.

Entre los participantes tomaron la palabra integrantes del Frente Darío Santillán; de Farolitos y los clubes barriales que los acompañan, como El Federal y el Luchador; los muralistas de Arte Por Libertad; el Bodegón Casa de Pocho de barrio Ludueña y la biblioteca Popular Pocho Lepratti, Gustavo Terés de la CTA, que habló de las experiencias de base que expresan, al interior del sindicalismo, las mismas prácticas democráticas de las asambleas populares y los movimientos de trabajadores desocupados; la Asamblea del Ombú, una de las asambleas de Rosario que sigue activa a diez años del 19 y 20; Indymedia Rosario, que fue fundada a partir de la revuelta popular del 2001, quienes celebramos este debate y sostuvimos la necesidad de mantenerlo abierto para evitar las operaciones de reescritura de la historia que con fines de apropiación política pretende ejercer el kirchnerismo; entre otras organizaciones.

“La memoria toma la palabra”

El viernes 9 la posta pasó a los familiares de las víctimas. Con hincapié en la justicia y la lucha contra la impunidad, con intercambio entre los familiares, contando sus casos, sus recorridos por justicia y como han enfrentado las tácticas que buscan garantizar la impunidad por parte del poder político-judicial en cada una de sus provincias de origen.

El calor pesaba; la charla se trasladó afuera, bajo los viejos árboles que se encuentran junto al anexo de la Facultad de Ingeniería. El viento sacudía las hojas en la tarde y de a poco, uno a uno, los padres, hermanos, hermanas, hijos e hijas, fueron tomando la palabra y contando sus historias. Algunos con la entereza de una década de pelear contra la maquinaria de la impunidad estatal; otros, llorando a sus seres queridos como si se los hubieran arrebatado ayer.

“Se viene viviendo muy emotivamente, a cada rato nos quiebra algún relato, algún recuerdo, alguna cosa que un familiar se anima a compartir”, decía Celeste Lepratti al finalizar la larga, intensa charla. “Pero también al lado del dolor y de la tristeza y por ahí el desánimo que aparece, están también las ganas de organizarnos, de juntarnos, de seguir juntándonos. Hoy nos estamos encontrando y la idea es pensar cómo seguir, como familiares de las víctimas a diez años del 2001, qué hacemos con esta impunidad que es la única cosa que existe a diez años. Esto lo escuchábamos en los distintos relatos, es lo mismo acá en Santa Fe que en Buenos Aires, que en Tucumán, que en el sur, en Río Negro. Por todos lados hay impunidad. Entonces qué bueno que nos encontramos para seguir dándole pelea”.

Uno de los relatos, tan ejemplar de la impunidad reinante, lo contó Norma Arapí, hermana de Ramón Arapí, asesinado en Corrientes. Ramón estaba tomando tereré en la puerta de la casa de su madre cuando se desató una feroz represión policial en la calle, de la nada, de la misma forma que ocurrió en otras provincias; aparecía la policía a disparar en cualquier calle de barrio, aprovechando el caos, aprovechando la piedra libre que había dado el gobierno nacional para disciplinar a los vecinos de los barrios pobres. Impactado por la balacera, Ramón quedó inmóvil y al reaccionar se escapó, intentó entrar en la casa de una amiga pero al ver acercarse a un efectivo policial, se escondió en un rincón del jardín. El policía ingresó al domicilio, lo buscó y le disparó a quemarropa, en el pecho, asesinándolo de inmediato. El homicida arrastró el cuerpo a la calle y lo empezó a patear. Cuando los vecinos reaccionaron e intentaron detenerlo, con la esperanza de que Ramón todavía viviera, el policía levantó el arma y amenazó con disparar sobre los presentes.

Hay un proceso judicial abierto, pero está estacando. Norma lo explica así: “Ningún juez quiere dar sentencia porque el gobernador que estaba y está actualmente en funciones en Corrientes, Ricardo Colombi, afirma que en su gobierno no hubo ningún muerto”.

Pero sí lo hubo, es Ramón Alberto Arapí. A diez años no podemos tener tranquilidad por el dolor, parece que se fue ayer” concluye Norma, intentando contener la dura emoción que busca desbordarla por momentos.

“Una herramienta de organización”

La tercera jornada, el sábado 10 de diciembre, día internacional de los derechos humanos tuvo como eje la redacción de un documento conjunto, pasando en limpio las conclusiones de las charlas de intercambio y reflexión de las dos jornadas previas.

El debate se inició por la mañana y continuó durante largas horas, mientras los familiares y otras compañeras y compañeros participantes sintetizaban lo charlado en días previos, pero abriendo también nuevos debates, buscando consensos y sentando bases de acción para seguir actuando en conjunto de aquí en adelante.

Raul Zibechi valoró como “muy importante que se haga este encuentro en Rosario, donde por cantidad de población es el lugar del país donde más víctimas hubo”, y consideró que la reunión “me hizo acordar a las primeras reuniones de las Madres de Plaza de Mayo e HIJOS”.

Sobre lo escuchado en las jornadas, Zibechi señaló que “los chicos graficaban que las clases medias en el centro se manifestaban y caceroleaban, y no había policía, y la policía se concentró en los barrios populares donde hizo verdaderas masacres. Esto marca toda la década. Las clases medias se pueden manifestar, y el grueso de la represión cae a los de más abajo, los más pobres a través de la criminalización cotidiana de la pobreza y la protesta impidiendo la organización de la gente, en una tenaza que por un lado es policía y por el otro lado son políticas sociales: paquetes de arroz y balas”.

Por su parte, Sandra Martínez, una de las organizadoras, participante de la Asamblea a Diez Años del 19 y 20, consideró que "hay dos o tres cosas que son centrales. Una es la posibilidad para los familiares de encontrarse y reconocerse mutuamente, en el sentido en que hay algo común que les pasó a todos; es doloroso, pero también fortalecedor. Eso lo expresaron todos, el poder salir de aquí fortalecidos, de saber que esto le había pasado a otros. Poder concretar un espacio que empiece a funcionar como caja de resonancia para que las distintas realidades puedan expresarse y se convierta en un instrumento de lucha para los familiares".

"También", continuó planteando Martínez, "la posibilidad de poder repensar lo que como pueblo hicimos en diciembre de 2001 y poder detrás de eso ir fortaleciéndonos y encontrando en ese proceso de lucha cosas que nos ayuden a seguir. Y otra cosa muy importante para mí es la presencia de los jóvenes, los hijos de las víctimas, muchos que están participando y haber podido generar un espacio para que se encuentren y pueda circular la palabra entre ellos, cosa que hasta ahora no lo habían podido hacer. Un instrumento de organización, un instrumento de participación y de lucha que hasta ahora no lo teníamos nacionalmente".

María Martínez y Aldana Pereyra, viuda e hija de Rubén Pereyra (asesinado a los 20 años)

Dalis Bel, madre de Claudio Lepratti (asesinado a los 35 años)

Luis Moreno, padre de David Moreno (asesinado a los 13 años)

Laura Lepratti, hermana de Claudio Lepratti, y Raúl Zibechi

Norma Arapí, hermana de Ramón Arapí (asesinado a los 22 años)

Edda Luchelli, madre de Gastón Riva (asesinado a los 31 años)

Juan Domingo Riva, padre de Gastón Riva

Jesús Esquivel, tío de Eloísa Paniagua (asesinada a los 13 años)

Lila Mansilla, madre de Yanina García (asesinada a los 18 años)

Sara, hermana de Walter Campos (asesinado a los 24 años)

Orlando Lepratti, padre de Claudio Lepratti

Damián Ramírez, asesinado a los 14 años

Asamblea a Diez Años del 19 y 20

agrega un comentario