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Masiva movilización a diez años del 19 y 20
Por Indymedia Rosario - Thursday, Dec. 22, 2011 at 7:55 AM
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A diez años del 19 y 20 de diciembre de 2001 una amplia movilización recorrió la ciudad desde la plaza San Martín hasta el Monumento a la Bandera. A pesar del calor impresionante, miles y miles de manifestantes reclamaron justicia para las víctimas de la represión gubernamental y conmemoraron la revuelta popular que marcó un punto de inflexión político y social para nuestro país.

Llegaron de todas partes. De los barrios de Rosario y de otros puntos del país. Como los familiares de las víctimas de la represión, como Jesús Esquivel, el tío de Eloísa Paniagua de sólo 13 años cuando fue asesinada en Paraná; o la familia de Marcelo Pacini, de la ciudad de Santa Fe; volvieron a nuestra ciudad pocos días después de realizado el primer Encuentro Nacional de Familiares, considerado por todos ellos como tan importante. También, referentes de la lucha por los derechos humanos, como Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y los activistas de la Casa de los Derechos Humanos de Santa Fe. Y delegaciones sindicales de varias provincias, ya que la Central de los Trabajadores de la Argentina movilizó nacionalmente a Rosario en este aniversario.

A la justicia la hacemos entre todos”

Durante tres días la Asamblea a Diez Años del 19 y 20 viajó desde Paraná a Rosario, juntándose con familiares de las víctimas, pintando murales, reuniéndose con organizaciones sociales. A la mañana del 19 llegaron a los Tribunales provinciales, donde se realizó un acto por justicia. La consigna bien clara: “A la justicia la hacemos entre todos”. Como dijo Guille, de la agrupación Arte por Libertad: “si a la justicia no le salimos a poner el cuerpo el Estado nunca se va a hacer responsable”.

En el acto en el Monumento a la Bandera, nuevamente fueron los familiares de las víctimas de la represión gubernamental quienes ocuparon el centro de la escena, con la fuerza de la unidad que vienen construyendo para bancar el dolor de una década de olvido e impunidad.

Celeste Lepratti, hermana del Pocho, el militante barrial que se convirtió en el símbolo de las víctimas del 19 y 20, tomó la palabra para presentar a los familiares presentes, “desde el dolor, desde ese vacío que ha quedado por cada uno de los seres queridos que nos han arrancado, el tiempo no ha pasado. El dolor no se va, está ahí como si todo hubiera ocurrido ayer”.

Celeste leyó el documento redactado en el Encuentro Nacional de Familiares, redactado a partir de los debates de esas tres jornadas. Luego, algunos de los familiares se plantaron para contar sus historias. Muy duras, con todo el peso de la violencia del estado, como la de José Daniel Rodríguez, joven militante de la CCC asesinado de un escopetazo y tirado detrás del supermercado Wal Mart en Entre Ríos, su causa hundida en los laberintos judiciales, al borde de la prescripción; o la de Eloísa Paniagua, la niña de 13 años que la policía mató por la espalda y que sigue viva en el recuerdo de su tío, Jesús Esquivel, que nunca renunció a la justicia.

“Ante esta gran injusticia estamos acompañando a los familiares”, dijo Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, pura fuerza y emoción, y agregó “en estos diez años vemos abrumadas e indignadas, que no se ha hecho justicia, pasa el tiempo y nadie es culpable de ese tremendo hecho que enlutó tantas familias”.

“De una vez por todas tienen que aparecer todos los culpables, no es uno solo, y desde el Presidente de la Nación de ese momento, De la Rúa, todos los demás que siguieron tratando de ocultar y tapar este hecho muy, muy criminal, este ataque al pueblo que se hizo, con estas muerte de jóvenes que estaban en actividades de ayuda social, de solidaridad con el pueblo y que cayeron de esta manera tan brutal”.

Diez años de la rebelión

Alrededor del 19 y 20 se encuentran significados contradictorios, de dolor y rebeldía, de esperanzas, conquistas y frustraciones. Un hecho de masas, que conmocionó al país, que tiene casi tantas interpretaciones como interlocutores.

“Dejó un despertar, una respuesta del pueblo que nadie se imaginaba” consideró Nora Cortiñas, que valoró que “ante el anuncio de que iba a haber un estado de sitio, el pueblo reaccionó y lo hizo de una manera espontánea, sin líderes y sin llamados de ningún personaje, sino por las propias víctimas que ya habían caído y de una reacción del pueblo para decir basta, basta de imposiciones”,

Aquel 20 de diciembre la represión cayó como una maza sobre los manifestantes en Plaza de Mayo. Allí hubo resistencia y estaban las Madres. “La gente de todos los niveles sociales salió a la calle, no había diferencias, nosotros lo vivimos en Buenos Aires de una manera terminante, todos fuimos a la Plaza de Mayo. Fue la primera vez, además, que a la Plaza de Mayo subió la infantería a atacarnos también a las Madres, ni en los años de la dictadura militar habíamos recibido ese ataque”.

Pablo Micheli, secretario general de la CTA, consideró que la rebelión del 19 y 20 fue un punto de inflexión continental: “lo que significó aquella gesta fue la derrota del neoliberalismo en América Latina, que se terminó de consolidar cuando enterramos al ALCA en el 2005”.

“Los 38 compañeros y compañeras que murieron asesinados por la represión, no fue en vano, por más doloroso que esto haya sido” valoró Micheli, “porque significó justamente un cambio de etapa. Hoy podemos decir que América Latina mira hacia la izquierda porque hubo esa gesta en el 2001”. Sin embargo, consideró, “está inconcluso aquello que explotó en ese año, y tenemos el compromiso, como Central, de transformarnos en una fuerza de masas para cambiar de una vez por todas la realidad en serio”.

En tanto que Vilma Ripoll, del Movimiento Socialista de los Trabajadores, consideró que a una década “hay varias conclusiones. La primera, la esencial, es que hay que construir una alternativa política, amplia, que sume desde la izquierda, la centroizquierda, a todos los sectores, porque no nos puede volver a pasar que la gente pida que se vayan todos, que los echemos a todos y que vuelva hasta Menem”.

“Por otro lado creo que ante el ajuste que resolvió tomar el gobierno de Cristina, y la crisis internacional que si llega al país, las movilizaciones populares van a ser la respuesta. La respuesta a eso, no digo que vaya a haber un 2001 mañana, pero sí que tiene una dinámica, la movilización tiene que ser en unidad, sin retroceder, pidiendo medidas de fondo, porque la crisis es capitalista”.

Por su parte, el Oso Palacios de Perro e'Sulky -banda compañera que sabe hacer el aguante en muchas movidas populares y que participó en el festival con el que se cerró la jornada- valoró “el acontecimiento que se dió el 19 y 20 de diciembre de 2001, con el pueblo que se levantó contra tanta injusticia. Para nosotros es importante estar. Nos encontramos siempre con toda la gente amiga, gente que está militando en numerosas organizaciones que hoy también participa, nos sentimos muy cómodos y contentos de ser tenidos en cuenta”,

El 19 y 20 “fue una fecha muy particular. Nosotros en el 2001 sacamos un disco que se llamaba 'Qué esperamos che' donde hablábamos un poquito de eso que estaba pasando, que se palpitaba. El 2001 fue un año muy raro, se percibía un ambiente de disconformidad, se fue gestando todo. El malestar se fue gestando entre la gente, acá no hubo nada organizado, fue algo espontáneo y de hartazgo. Eso es lo principal que uno valora, que el pueblo realmente salió a la calle a defender su casa, su comida. A veces, independientemente de los sistemas políticos que le quieran imponer, la gente cuando no está bien se manifiesta y se expresa y eso es lo que pasó en el 2001”.


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