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Un debate de estrategias con el FPDS y la Mella
Por Fernando Dantes - Militante del Nuevo MAS - Thursday, Dec. 22, 2011 at 1:57 PM

Crítica de los Diez Mandamientos de la COMPA

Un debate de estrategias con el FPDS y la Mella

Crítica de los Diez Mandamientos de la COMPA

Por Fernando Dantés - Nuevo MAS



Las organizaciones componentes de la llamada COMPA (Coordinadora de organizaciones y movimientos populares de Argentina), principalmente el Frente Popular Darío Santillán, han lanzado recientemente sus “Diez propuestas Emancipatorias” (1), con las que han bajado del Monte Sinaí de los movimientos sociales.

Para el FPDS y otros grupos de la COMPA (La Mella y otros menores), estas “propuestas” parecen tener un desmedido alcance en la construcción de lo que llaman “un verdadero proyecto del pueblo” con “vocación de alternativa política”. Con esa plataforma como base, estos grupos se han propuesto polemizar con nosotros, los trotskistas, catalogándonos como la “izquierda tradicional”, contraponiendo sus “propuestas” al marxismo revolucionario. El debate está abierto y, a pesar de que el FPDS y la Mella gustan de censurar la discusión calificándola de sectaria, son ellos quienes lo iniciaron.

En oportunidad del balance de las elecciones nacionales, explicaron cómo, supuestamente, quienes componemos la “izquierda tradicional” seríamos incapaces de interpelar sectores amplios de la sociedad (revista Cambio Social nº 10), mientras que ellos serían la encarnación viva de “los movimientos sociales” y sus propuestas habrían planteado “las líneas fundamentales de una sociedad alternativa” (!!!), en el marco de las elecciones. Semejante balance pone al desnudo agudas desproporciones entre la realidad y las fantasías posmodernas de la COMPA. Mientras quienes participamos de las elecciones (como el nuevo MAS y el FIT) y fuimos parte de este hecho político nacional (sobre todo el FIT con la desacostumbrada visibilidad que logró) seríamos “marginales” y no podríamos interpelar sectores de masas; el FPDS y la COMPA, que no participaron y son prácticamente desconocidos fuera del ámbito de la vanguardia militante, serían una alternativa real y (¡ENCIMA!) con vocación de poder.

Pero semejante visión de las elecciones es solamente un reflejo de una discusión más amplia y compleja. La “izquierda tradicional” se ha convertido en protagonista de un estratégico proceso de recomposición en las filas de la clase trabajadora, al que debe aportar todos sus esfuerzos. La “nueva izquierda”, en cambio, parece haber optado por darle la espalda alevosamente a éste proceso y por simplemente negar que la izquierda roja ha cobrado cierto peso específico (aunque claramente no de masas) en él. Y, a pesar de que suelen criticar las “verdades preestablecidas”, prefieren autocalificarse de alternativa, basándose en no se sabe qué dato de la realidad.

Si bien el texto de las “Diez propuestas” dice poco y nada de la realidad política del país de los últimos años (le falta, por ejemplo, una crítica sustancial del carácter del Gobierno kirchnerista) es un buen testimonio del fundamento de la ubicación de corrientes que, si bien aún agrupan diversos movimientos de desocupados y estudiantiles (a veces llegando a tener un peso fundamental, como en la FUBA y en la FULP), le han dado la espalda a la nueva generación de trabajadores.

La plataforma que han presentado pretende ser la encarnación viva del proyecto de “nueva izquierda”. Los puntos que contiene no constituyen ni un consecuente programa anticapitalista, ni consecuentemente antiimperialista, ni consecuentemente nacionalista. No podemos dejar de sorprendernos, cuando leemos y vemos que las Diez propuestas no son ni siquiera consecuentemente autonomistas o populistas (a pesar de que sus autores renieguen de estos calificativos).

Pasamos ahora a analizar los diez puntos, extraña mezcla de programas populistas y autonomistas, pero de conjunto tibiamente reformistas, que, lejos de épicas “emancipatorias”, ni se plantean superar el Estado y la propiedad capitalista. Esto más allá de que gusten de calificarse de “anticapitalistas”… pero nosotros no somos posmodernos ni creemos que la palabra haga a la cosa.



Punto primero: “Por un país justo, soberano y sostenible. Contra el saqueo de los bienes naturales y la contaminación”

Este primer punto constituye un intento de crítica del carácter dependiente y atrasado de Argentina: “Nuestro país ha asumido, desde el punto de vista de su estructura económica, un rol claramente subordinado en el escenario internacional, consolidando un modelo extractivo que prioriza la exportación de materias primas por sobre la satisfacción de las necesidades de nuestro pueblo.

Este modelo está asentado principalmente en la explotación de la naturaleza, la concentración, extranjerización de la tierra y de la economía en general, avasallando los derechos de los pueblos.

Su saldo es la generación de ganancias extraordinarias para unos pocos a costa del deterioro de los diferentes ecosistemas y la destrucción de la salud de los suelos, del agua y del aire, es decir de los bienes comunes, sociales y naturales.

Las políticas agrícola, pesquera, minera y de hidrocarburos es llevada a cabo por un puñado de empresas transnacionales -de origen argentino o extranjero- que actúan bajo el paraguas del poder político, pero en función de su propia estrategia de acumulación.”

De una visión equivocada de la estructura económica y social del país se deduce un programa igualmente equivocado, pero el texto en cuestión apila una arriba de las otras afirmaciones falaces, equívocos y simples falsedades de tal forma que es muy difícil sacar en limpio cuántos errores hay en pocos párrafos.

Lo primero que salta a la vista es que este es uno de los escasos (casi extintos, por suerte) intentos de análisis “de izquierda” de un país subdesarrollado y dependiente que no hace referencia explícita NI UNA VEZ en todo el punto al IMPERIALISMO. Partiendo de ahí, nunca queda claro quiénes son los actores en juego en el sostenimiento de Argentina como país dependiente, no hay mención de burguesías locales, imperialistas o “nacionales”. En éste análisis, se pierde de vista que la estructura económica semicolonial argentina constituye una configuración histórica de expoliación y explotación por parte del imperialismo y la burguesía local. La denuncia está dirigida a “un puñado de empresas trasnacionales” y no a clases sociales enteras y su Estado.

El análisis de Argentina y su “rol claramente subordinado en el escenario internacional” (no se sabe subordinado a quién) se inscribe en los clásicos análisis vulgares del populismo, en los que se pierde de vista el desarrollo desigual de su estructura socio-económica. Toda la descripción se dedica a presentar un país absolutamente primarizado, donde pareciera no hay grandes industrias y servicios conviviendo con la explotación de los recursos naturales, y donde el terreno de explotación de “los grupos trasnacionales” se reduce a éstos últimos.

No podemos detenernos en cada una de las afirmaciones equivocadas de este “punto”. Pero es de remarcar la afirmación de que este “modelo” se asienta en la “extranjerización” de la tierra. Si bien es cierto que el atraso argentino se apoya en una extrema dependencia de la exportación de materias primas, el esquema simplista de la COMPA deja en la oscuridad la importancia de la burguesía local como socia menor el imperialismo. Por ejemplo el principal recurso del país es, efectivamente, la tierra… pero está en su mayoría en manos de terratenientes (grandes, pequeños o medianos) locales y no extranjeros! Esta burguesía local es mayoritariamente rentista, vive de alquilar sus tierras a los pooles de siembra (extranjeros o no), otras empresas y contratistas. De hecho, tan solo el 10% de las tierras en manos privadas pertenecen directamente a extranjeros.

No menos importante que lo anterior es la casi increíble atribución de ésta realidad al “modelo neoliberal”. El carácter atrasado y oprimido de la Argentina hace parte estructural del capitalismo de ésta en tanto país semicolonial ¿O acaso para el FPDS la Argentina de la generación del 80’ y las dictaduras del siglo XX no era primaria-exportadora? Creemos que no, pero semejante liviandad en las afirmaciones tiene que ver con una perspectiva totalmente falsa.

Un problema fundamental es que en la visión de “las propuestas”, no hay referencia alguna al origen de las ganancias capitalistas en la explotación de los “recursos comunes”. Los países atrasados son para el imperialismo, ante todo, un terreno de extracción de plusvalía, de explotación de la clase obrera local, y no un lugar de extracción de oro, carbón o granos. Y de esa explotación viven también las burguesías de los países latinoamericanos y sus Estados. Las pujas entre gobiernos y el imperialismo, entre sectores de la burguesía, etc., son, en general, pujas por quedarse con tajadas mayores de trabajo no pagado, como en el caso del conflicto entre los K y “el campo” en el 2008. Los integrantes de la COMPA apoyaron al gobierno objetivamente al levantar el “sí a la 125” en esa oportunidad. Lejos de la visión populista que embanderan el FPDS y La Mella, que esa tajada de plusvalía estuviera en manos del Estado no tenía un papel progresivo (por lo menos no desde su punto de vista “redistributivo”): servía en todo caso para perpetuar el carácter capitalista atrasado de la Argentina, teniendo como contrapartida (entre otras medidas) los multimillonarios subsidios a las empresas de servicios privatizadas en los 90’, que exprimen todo el jugo de una infraestructura inorgánica sin invertir. Mucho menos pretendía el gobierno liquidar la explotación de la clase trabajadora, al buscar apropiarse de una parte del fruto de dicha explotación y nada más. Nunca se le pasó por la cabeza cuestionar la propiedad que le permite al “campo” vivir del trabajo ajeno. Ese es el límite estructural de los Gobiernos centroizquierdistas latinoamericanos.

Ahora es cuando llegamos al auténtico programa de estos grupos “independientes”:

“Nuestra lucha es por un proyecto de país soberano y solidario, en el que… todos los bienes esenciales para la vida se asienten en el control estatal y popular de las empresas y actividades estratégicas, a partir de la gestión, autodeterminación y consulta de las poblaciones que habitan esos territorios, en pos del bien común del conjunto de la sociedad. Un modelo en el que, como ha sucedido en otros países del continente, haya una verdadera reapropiación social de la renta…” (Subrayado nuestro). Como se desprende directamente de éste párrafo, la solución al carácter atrasado y primario-exportador del país estaría en… seguir el ejemplo de los Gobiernos de Chávez y Evo Morales (por más que no se diga abiertamente en el texto citado, nadie podría tomar por calumniosa esta afirmación nuestra).

Lejos queda la perspectiva de superar el capitalismo criollo y su Estado, pues éste sería un actor “emancipador”. Que las nacionalizaciones burguesas á lo Chávez-Morales signifiquen una liquidación del Imperialismo es el génesis de toda la mitología reformista latinoamericana de este siglo. Dichas “nacionalizaciones” fueron acompañadas de sus correspondientes indemnizaciones… y ni siquiera eliminaron a las empresas extranjeras del negocio!!! Más allá de pujas, mitos y mitológicos discursos populistas altisonantes, las nacionalizaciones “del siglo XXI” no fueron más allá de “emancipadoras” renegociaciones de contratos. El “puñado de empresas trasnacionales” se sigue llevando jugosas ganancias, sólo que ahora deja más para el proyecto “bolivariano” y el “capitalismo andino”.

No olvidemos que estas nacionalizaciones y estos gobiernos no solamente no liquidaron el carácter primario exportador de esos países, sino que lo reforzaron, al hacer depender todo su proyecto gubernamental y sus economías de las rentas de las exportaciones de commodities. La reciente represión de los indígenas del TIPNIS por parte del Gobierno de Morales para imponer la implementación de un proyecto directamente imperial como es el IIRSA debería servir de mentís a las ilusiones de estos grupos. Pero ellos siguen entonando las canciones de cuna de “los gobiernos populares”.



Punto segundo: “Por la distribución de la riqueza” (!!!)

“Nuestro país atravesó, luego de una de las crisis más importantes de su historia, por una etapa de recuperación económica, fundamentalmente a partir de un contexto internacional favorable en términos de precios de los productos de exportación. Sin embargo, dicho crecimiento no ha sido acompañado por un proceso de distribución del ingreso para que sean las grandes mayorías populares las que puedan disfrutarlo. Más allá de ciertas medidas reparadoras puntuales…”

Aquí nos encontramos con un lugar común de todos los reformismos de la historia (2). Más allá de las denuncias de sistemas impositivos y la concentración de las ganancias en pocas empresas, la perspectiva “redistributiva” no pasa de la discrecionalidad del Estado en el manejo de fondos. La lucha de clases está totalmente ausente en este análisis…

Esta perspectiva es falsa por donde se la mire. Si la vemos desde el punto de vista de un programa de fondo, cuestionar el modo de “distribución” sin hablar del modo de producción (que no es lo mismo que “patrón productivo”) y la propiedad capitalista, fuente primera del modo de “distribución de la riqueza injusto”, es mínimamente utópico (y reformista). Y para hablar seriamente del cuestionamiento de la propiedad capitalista, no podemos dejar de remitir a la necesidad de la revolución obrera y socialista, cuco extraño a la realidad para la “nueva izquierda”.

Si criticamos esta consigna desde un punto de vista político-inmediato, adolece de una confianza infantil (y populista) de la intervención “redistributiva” del Estado. Si vamos a cuestionar que “…la inflación erosiona constantemente la capacidad adquisitiva de los salarios”, no podemos no mencionar las luchas de los trabajadores de los últimos años para romper los techos salariales acordados por el trío Gobierno-empresarios-burocracias sindicales. Pues bien, la COMPA no hace ni una referencia al pasar de eso, ni de su producto: las nuevas experiencias y direcciones independientes en el movimiento obrero. Tampoco toma nota de que no hubo planes sociales para los desocupados hasta la masificación de los movimientos piqueteros. Parece ser que para el FPDS y compañía, otro modo de “distribución” no sería producto de la lucha de clases… No está de más volver a recordar que para ellos defender al Gobierno K en el conflicto con las patronales rurales en el 2008 venía de la mano de defender ésta consigna “redistributiva”.

Esta visión está emparentada con la definición de que las organizaciones de “autoayuda” -centralmente la administración de planes sociales por los movimiento de desocupados- entre sectores sociales depauperados serían “poder popular”. Las acciones desesperadas de supervivencia en la miseria en contextos de crisis (ollas populares, ocupaciones de viviendas, etc.) serían un poder “alternativo” sin tocar ni la propiedad ni el “poder” estatal Capitalista.

No podemos terminar este punto sin hablar de una afirmación presente en el texto. Es muy ilustrativo de los límites de este programa que se levante “El no pago de la deuda externa a los acreedores privados”. Nos permitimos recordarles a quienes componen la “nueva izquierda independiente” que… ¡El FMI y el Banco Mundial no son acreedores “privados”!





Punto tercero: “Libertad y Democracia sindical. Organización para dar fin a la precarización laboral”

“Trabajo en negro y tercerizado, contratos basura, pasantías, programas de empleo con malas condiciones y hasta trabajo esclavo forman parte del universo de la precarización laboral, sustento clave de este modelo.

Una de las bases fundamentales del famoso “crecimiento económico” es una mayor explotación y precarización para las y los trabajadores. Millones de jóvenes se han incorporado al mundo del trabajo bajo pésimas condiciones laborales y salarios de miseria. Los accidentes laborales se multiplican y los derechos fundamentales establecidos en la misma Constitución Nacional, como la estabilidad laboral, la obra social, el aguinaldo o las vacaciones pagas, no son más que letra muerta.”

Perdido punto entre todos los demás, ésta es la única referencia a la clase trabajadora. Lo primero que podemos deducir de lo que leemos es que, para la COMPA, la posibilidad de acción de la clase trabajadora no pasa de una limitada pelea sindical. Lo segundo, que pareciera que con la formalidad del empleo se resuelve la explotación a los trabajadores, y por lo tanto las grandes luchas de lo más concentrado de las industrias y servicios de los últimos años son irrelevantes…

En general, la denuncia de las consecuencias de la explotación capitalista tal cual está planteada por ellos, es correcta (aunque muy incompleta, al no mencionar cosas como… las luchas salariales!!!). Pero el problema no reside ahí, hasta la podrida burocracia de la CGT “denuncia” todas las calamidades que sufren los trabajadores. La discusión fundamental son las consecuencias políticas de la visión de la COMPA, que es abiertamente contraria a la independencia de clase. Si bien habla de las “nuevas conducciones” combativas, ha elegido como aliado en el terreno de los trabajadores a un enemigo declarado de un nuevo movimiento obrero, traidor de mil y una luchas. Ese aliado, que fue panelista invitado de su “Foro Emancipador”, es la CTA Micheli (3). Por eso levanta como consigna “libertad sindical” tan abstractamente: es la consigna de la CTA para obtener su personería, para que se le reconozca legalmente un papel de igual importancia y magnitud que el de la CGT.

De este texto hay más de una versión, la primera de las cuales denuncia solamente a la “dirigencia de la CGT” como cómplice de las patronales. Después lo cambiaron para hablar más genéricamente de “burocracia sindical”, como para guardar las formas “de izquierda”. Lo que nunca hicieron es denunciar a la CTA.

La burocracia sindical no es simplemente un rejunte de dirigentes corruptos que traicionaron a su clase. Es una casta social privilegiada, vinculada orgánicamente a la burguesía, entre otras cosas compartiendo las mismas organizaciones políticas. La perspectiva estratégica de toda burocracia sindical es siempre en última instancia subordinar a los trabajadores a algún proyecto burgués. Por eso, hablar de “libertad sindical” sin plantear la necesidad de enfrentar a TODA burocracia es simplemente ilusorio y engañoso.

Los grupos pertenecientes a la COMPA estuvieron presentes en el Congreso de la CTA de marzo de este año en Mar del Plata ¿Se olvidaron acaso que Rigane (panelista en su “foro”) presentó en esa oportunidad como invitado a Alfonsín? ¿Se olvidan que esta CTA se alineó mayoritariamente con el FAP al que repudian (muy tibiamente)? En política, como en la vida, podemos decir: “dime con quien andas y te diré quien eres”.

Tampoco podemos olvidar que “la nueva izquierda” llamó a votar a Filmus en el balotaje de Capital apenas días después de que éste defendió la represión a los docentes de Sta. Cruz. En rigor, llamaron a “no votar a Macri”, “no votar en blanco”, “no impugnar”… lo que no dejaba otra opción al confundido votante que votar a Filmus. Hay que reconocer lo innovador que es llamar a votar a alguien sin nombrarlo.

Estos son los hechos, que superan todas las palabras: El FPDS y la Mella se alinean de hecho contra un nuevo movimiento obrero y la independencia de clase.



Punto cuarto: “Por los derechos humanos de ayer y de hoy. Memoria, verdad y justicia”

“La larga lucha de los organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y políticas, finalmente está avanzando en lograr memoria, verdad y justicia a los responsables del genocidio cometido durante la dictadura. Sin embargo, tras casi 8 años de la derogación de las leyes de impunidad y gracias a la lucha popular, sólo se efectivizaron 44 juicios orales con sentencia, que representan el 10 % del total de procesados, que se encuentran en su gran mayoría en libertad. Incluso aquellos que habiendo recibido sentencias, esperan en sus casas que las mismas se hagan efectivas.

Hoy los derechos humanos continúan siendo vulnerados, al mismo tiempo que se levanta la bandera de la “justicia social y los derechos humanos” se propicia un fortalecimiento del aparato represivo. Los distintos gobiernos que se sucedieron desde 1983 a la fecha tienen bajo su responsabilidad el asesinato por gatillo fácil a más de 3.000 personas, en su mayoría jóvenes de entre 15 y 25 años. Más de la mitad de los casos corresponden a los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.”

En este punto se denuncia los límites de la política de derechos humanos del Gobierno, se denuncia su política represiva y se exige el fin de la impunidad a los genocidas “de ayer y de hoy”.

La política antirrepresiva de estos grupos adolece de los mismos límites que todo lo demás, nunca llegan a un cuestionamiento de fondo. Hay un problema de origen: al no tener una política de independencia de clase, se inclinan respetuosamente (emulando el tradicional saludo japonés) ante toda concesión de los gobiernos de mediación (y ante los gobiernos en sí…). Por supuesto que hay matices, su pusilanimidad con los K no llega a las rodillas a la que tienen con Chávez o Evo, que tampoco han liquidado la represión del Estado.

Es fundamental para entender la política K, comprender el carácter de las concesiones/trampa. Si los K mandaron a juzgar a un par de gerontes que no cumplían ya ningún papel en las FFAA, fue como parte del mecanismo de relegitimización de todas las instituciones de la democracia de los ricos, fundamentalmente la presidencial, después del 2001. De la relegitimación de las instituciones de la democracia de los ricos no hay crítica, de la mediación del Argentinazo, no hay mención.

Un programa de fondo antirrepresivo implica ir más allá de la democracia burguesa y, por lo tanto, de gobiernos como el de Chávez, Evo y los K. Tan limitada es la “emancipación” que propone la COMPA que ni siquiera se le ocurre levantar el desmantelamiento del aparato represivo.





Punto quinto: “Soberanía sobre nuestros cuerpos. Por la igualdad de géneros en la diversidad”.

“Nos reconocemos en la larga lucha del movimiento de mujeres, del feminismo, y de otros movimientos de diversidad sexual, por eso consideramos que la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario fue un paso importante en la ampliación de derechos de lesbianas, gays, bisexuales y trans, instalando públicamente que el Estado no puede discriminarnos en función de nuestra orientación sexual. La Ley de Identidad de Género actualmente demandada nos convoca a defender el derecho de quienes no se identifican con el género que les fue asignado al nacer y necesitan del reconocimiento del Estado para acceder a sus derechos básicos constantemente vulnerados.

Recogiendo ese camino de lucha, seguimos cuestionando los estereotipos y mandatos patriarcales que nos imponen cómo debemos ser, sentir y actuar, e impulsamos iniciativas que luchen contra la desigualdad entre los géneros y la opresión sexista en todas sus manifestaciones: las diferentes modalidades de violencia contra las mujeres…

Reclamamos la efectiva implementación de políticas públicas integrales que combatan la violencia machista, la mercantilización del cuerpo de mujeres y niñas, la mortalidad de las mujeres por abortos inseguros, y la violencia que sigue descargándose contra lesbianas, gays, bisexuales y trans.”

Aquí llegamos a la que es, tal vez, la incursión más lamentable de la COMPA, la de género. La crítica al patriarcado no pasa de un epidérmico cuestionamiento a la heteronormatividad y a ciertos aspectos derivados de la opresión de la mujer.

Según el texto, lo que la “nueva izquierda” cuestiona son los “mandatos patriarcales”… sin mencionar ni una sola vez el carácter de la familia como órgano de reproducción de las desigualdades sociales. Se pierde de vista el lugar que ocupa la opresión patriarcal en la sociedad capitalista.

El concepto de género es una conquista del movimiento de mujeres. El patriarcado atribuye ciertas características y roles a hombres y mujeres que no son naturales, sino imposiciones que subordinan a la mujer al ámbito de lo privado, al de la reproducción social. Esos roles socialmente impuestos son llamados “género”. Para al FPDS y La Mella, sin embargo, el objetivo el movimiento de mujeres con el que se “sienten identificados” sería… ¡¡¡“la igualdad de géneros”!!! Tal vez en nuestra limitada visión no llegamos a entender cómo pueden ser “iguales” hombres y mujeres, si los primeros continúan siendo los jefes de hogar y las segundas, sumisas y amorosas amas de casa.

La sujeción de la mujer al hogar es un pilar necesario de la reproducción de la explotación capitalista. La imposición de la maternidad compulsiva implica también la heterosexualidad obligatoria. El patriarcado es todo un edificio sólidamente construido, y si queremos cuestionarlo debemos entender su papel y no hay forma de hacerlo sin cuestionar a la familia como reproductor de la explotación de la clase trabajadora y los privilegios de la burguesía. Eh ahí los límites del programa de la COMPA en cuanto al género, por eso no pasan de una serie de reivindicaciones inconexas. La consecuencia política es que se pierde el papel fundamental de la mujer, en alianza con las personas LGBT y los trabajadores, como artífice de su propia emancipación.

Es por eso que la participación de estos grupos en las luchas políticas del movimiento de mujeres es casi nula. Su reclamo por “políticas públicas” consiste en realidad en no tener una política de movilización por los derechos de mujeres y LGBT, en no enfrentar la inanición de los Encuentros de Mujeres que implica que no se decida nada, en no cuestionar a la dirección de la “campaña verde” por su política de confianza en el parlamento, en no utilizar como puntos de apoyo a la FUBA y la FULP como organizadores del movimiento de mujeres entre las estudiantes. En los hechos, los “tozudos hechos”, el reclamo de “políticas públicas” de la COMPA es sinónimo de confianza en el Estado y desconfianza en la movilización independiente.



Punto sexto: “Defensa y transformación de la Educación pública. Por una educación popular, crítica y latinoamericana”

En este punto es innecesario detenerse mucho en la crítica del texto escrito. Es reconocida la actividad cotidiana de estos grupos en el movimiento estudiantil, hay mucho para decir más allá de sus palabras. Simplemente digamos que el texto en sí abarca una serie de cuestiones clásicas “sindicales” del movimiento estudiantil (sobre todo universitario) sin profundizar en casi nada.

Partiendo de la base de que el FPDS y la Mella son parte fundamental de las Federaciones Universitarias de Buenos Aires y La Plata, siendo éste el papel más importante que cumplen en la realidad política, creemos que el centro de la polémica debe centrarse allí.

El movimiento estudiantil es un sector muy activo en la escena política, ya tiene varios “hitos” de lucha en la historia reciente y muy reciente, como el “Estudiantazo” del 2010. Este terreno ha servido de caja de resonancia de todas las posiciones políticas fundamentales del país.

Pues bien, los grupos de la COMPA cumplen un rol muy conservador en el movimiento estudiantil. Cuando han surgido muy progresivas luchas desde abajo, la mayoría de las veces estos grupos (apoyándose en su posición de conducción) las han resistido, cuando no directamente enfrentado. Por otro lado, en este “punto” se dedican a anatemizar la herencia de la LES (Ley de Educación Superior) y las políticas menemistas. Sin embargo, de la misma forma que en su posición general tienden a adaptarse a los gobiernos “progres”, su política cotidiana ha sido la de la convivencia pacífica con uno de los pilares de la política que denuncian, las autoridades y gestiones universitarias. Son dos caras de la misma moneda, fundida con el metal de una “horizontalidad” puramente retórica.

Coherentemente, la “nueva izquierda” parece estar preparándose velozmente para adaptarse a una “nueva LES” del Gobierno K, probable remedo de la anterior pero con pintura “progre”. Así han hecho con otras iniciativas de los K…

Para terminar, una mención a su propuesta de “Bachilleratos populares”. Éstos surgieron como respuesta ante la miseria y la decadencia de la educación pública en un marco de profunda crisis en el país. Las iniciativas de “autoayuda” como las ollas populares no han constituido una real alternativa a la circulación mercantil, sino tan sólo un paliativo que casi desaparece ante el primer “claro” de recuperación. Éste es el límite de los “bachis”, están muy lejos de ser “alternativa” y aún más de ser “poder popular” (apelativo que usan para calificar toda iniciativa que permita no centrarse en cuestionar el poder real del Estado…)



Punto séptimo: “Tierra, salud y vivienda: Promoción de políticas públicas que garanticen el acceso a una vida digna”

“La especulación inmobiliaria constituye la faceta urbana del actual modelo extractivo de saqueo y contaminación. Consideramos urgente el diseño y la implementación de políticas públicas que conciban al suelo como un bien social, garantizando su disponibilidad y accesibilidad para las amplias mayorías...

Por otro lado, hace décadas asistimos a una situación de salud del pueblo en estado de alerta máxima…

No es tampoco menor el rol que puede desempeñar el sistema público de salud, como una posibilidad de producir salud para todos y todas a través de potenciar alianzas con otros sectores, desafiando la fragmentación propia de la organización estatal y generando mecanismos de democracia institucional”

Aquí no tenemos mucho que decir, salvo que las “propuestas de promoción de políticas públicas” están impregnadas de la misma confianza pueril en un Estado socialmente asexuado (sin ningún contenido de clase) que en el conjunto del texto. Desde impulso de ese mismo Estado se promocionaría (parece ser) la participación de la población en el diseño de las políticas de vivienda y de salud de éste. La “democratización” del Estado semicolonial (como propone aquí la COMPA) por parte de los gobiernos reformistas ha constituido uno de los más grandes engaños, en el que muchos cayeron. Por ejemplo, la “Nueva Constitución” del MAS boliviano incluye la “consulta” a las poblaciones indígenas acerca de todo lo que se haga de su territorio. Fantasioso papel mojado: al momento de subyugar a los originarios del TIPNIS, Evo trastocó la “consulta” por la fuerza de las armas policiales.







Punto octavo: “Por soberanía alimentaria, territorio, justicia y autodeterminación”

“Con dieciséis millones de hectáreas de soja, desde la Patagonia hasta Formosa, es imperioso generar políticas para que el pueblo pueda decidir qué, cómo y para quiénes producir. Dentro de estos territorios se vienen dando también las luchas de las organizaciones de Pueblos Originarios que vienen resistiendo desde 1492 el saqueo y el genocidio…

Hoy los distintos gobiernos, sea nacional, provinciales o municipales, siguen condenando a los Pueblos Originarios al exterminio…

Por eso luchamos por la soberanía alimentaria y por políticas públicas dirigidas a los productores familiares y campesinos que diversifiquen la producción de alimentos de calidad y variados para el pueblo, por políticas de comercialización diferenciadas para productores familiares y campesinos revalorizando técnicas ancestrales, y por la defensa de la tierra en manos de los campesinos y su distribución a partir de criterios establecidos por las organizaciones populares, campesinas y de pueblos originarios.” (el subrayado es del original…)

Llegamos al momento de discutir con la COMPA el programa agrario de un país atrasado, particularmente de la Argentina. Para estos grupos, el centro del problema agrario es la expoliación de tierras a campesinos y pequeños propietarios, sinónimo para ellos de pueblos originarios, junto con el monocultivo de soja. Semejante esquema es como mínimo (y estamos siendo muy, muy benévolos) un anacronismo que combina realidades distantes entre sí por varios siglos.

La política de los socialistas revolucionarios es defender la autodeterminación de los pueblos, y por lo tanto sostenemos las luchas de los pueblos originarios y campesinos por sus tierras. Sin embargo, el centro de la producción agrícola argentina es la de grandes, medianas y pequeñas plantaciones tecnificadas (por ejemplo, se implementa el método de la siembra directa), donde predomina la explotación de fuerza de trabajo asalariada, que se eleva al número de casi 1 millón y medio de peones rurales. Las relaciones sociales capitalistas más modernas se han cristalizado hace mucho en el campo argentino, sobre todo en la Pampa húmeda. De hecho, la producción agraria está inextricablemente vinculada a la producción industrial urbana de insumos para el campo (cuyo centro es el cordón industrial y el puerto de Rosario). Nuevamente hay que reafirmar: la riqueza de los expoliadores del campo proviene de la extracción de plusvalía.

El programa que nos presenta la COMPA, pretende combinar el “reparto de tierras” o “reforma agraria” con la diversificación de alimentos, la “creación de fuentes de trabajo digno” y terminar con la relación predatoria con la naturaleza. Si bien la clase trabajadora debe tener una política hacia “los productores familiares y campesinos”, que implica cederles tierras (entre otras medidas), también hay que saber que pretender una economía productiva y sostenible basada en pequeñas explotaciones es utópico de pies a cabeza. Esto es debatible fundamentalmente acerca de los territorios de la periferia del país (como Santiago del Estero, sede de la principal organización campesina del país, el MOCASE) Es sabido que el marxismo ha criticado siempre el carácter antieconómico de la explotación agrícola campesina.

Pero el utopismo no termina ahí. La plataforma en cuestión no se corresponde con la estructura social y económica de la propiedad capitalista en la Pampa Húmeda, donde se han fermentado las condiciones históricas para la expropiación de las grandes explotaciones para ponerlas a producir bajo la administración de la clase obrera en el poder. Pero semejante posibilidad está lejos de la perspectiva del Frente Darío Santillán y compañía, pues la clase trabajadora (única capaz que aplicar ese programa) es para ellos un actor secundario e impotente.

Estos grupos apuestan a una reforma agraria como la del gobierno de Evo Morales en Bolivia, medida que prácticamente no tocó la gran propiedad agraria y pretendió contentar a los sectores campesinos con tierras (mayoritariamente fiscales) de la peor calidad (para ver una crítica más profunda de ésta reforma remitimos al periódico Socialismo o Barbarie nº 93, el artículo “La tierra seguirá en manos de los latifundistas”).



Punto noveno: “Fortalecimiento y expansión de los medios comunitarios y populares. Por una cultura liberadora.”

“Porque somos parte del movimiento de medios alternativos, comunitarios y populares que desde hace más de 20 años pelea por mejores condiciones para el desarrollo de nuestros proyectos comunicacionales, es que estamos por la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, aunque estamos convencidos de que la lucha por la democratización de los medios no empieza ni termina con la nueva ley. Por eso reivindicamos la lucha que se viene llevando desde mucho antes de que el gobierno tomara el tema.

Consideramos que la Ley de Medios es un paso importante en la lucha por la democratización de las comunicaciones, ya que establece limitaciones a la concentración en la propiedad de los medios, reserva el 33% del espectro radiofónico para las organizaciones sin fines de lucro, y garantiza frecuencias para universidades públicas, municipios y provincias.”

A pesar del título, la “nueva izquierda” se centra aquí no en los medios “comunitarios” sino en deshacerse en odas a la Ley de Medios del Gobierno. La “democratización de la información” pasa de esta forma por “fortalecer” pequeños emprendimientos a través de una Ley que les exige decenas de miles de pesos para obtener una licencia, que limita la cantidad que pueden tener determinados grupos económicos (como Clarín) para beneficiar sólo a aquellos que tienen los recursos necesarios para sostenerse como… otros grandes grupos.

Nuevamente, la “construcción de poder popular” tiene el límite de no cuestionar de fondo el problema de la prensa y la comunicación, que es la propiedad capitalista. Ni cuando hablan de las “tareas pendientes” se les ocurre ir más allá de plantear “poner en cuestión la existencia misma de multimedios”… a través de la más y mejor aplicación de la Ley de Medios!

Como no podía ser de otra forma, de los trabajadores de prensa no hay ni mención. Pareciera nuevamente que no tienen ningún rol que cumplir. El reciente caso de censura por parte del pasquín oficial (ferviente defensor de la ley de medios) Página/12 al periodista Darío Aranda, que la enfrentó, atestigua que no es así. El artículo en cuestión denunciaba las masacres a los campesinos de Santiago del Estero, particularmente el asesinato del compañero Cristian Ferreyra. Los trabajadores de prensa no son necesariamente simples espectadores de las peleas entre capitalistas. Pero para eso evidentemente no se pueden apoyar en ninguna ley de medios K, sino en su propia fuerza independiente.



Punto décimo: “¡Nuestra América Unida! Contra el Imperialismo y toda forma de opresión o fragmentación de nuestros pueblos latinoamericanos”

“Con la unidad de los pueblos, más allá de las fronteras de los Estados, buscamos la Patria grande latinoamericana, uniendo las resistencias frente a los nuevos conquistadores, y forjando un proceso revolucionario que integre la diversidad popular de Nuestra América.”

Ya desarrollamos más arriba que el gran límite del desarrollo de los países atrasados latinoamericanos es la propia burguesía local, que usufructúa ese atraso, convirtiéndose en socia menor del Imperialismo. Pues bien, su dominio se perpetúa apadrinado por el Estado del país semicolonial correspondiente. Con esos límites sociales, la Unidad Latinoamericana y la emancipación del Imperialismo es directamente imposible. No hay “unidad de los pueblos, más allá de las fronteras de los Estados” pues estas son las que mantienen las divisiones de América Latina en mezquinos intereses comerciales.

Ni los nacionalismos burgueses del siglo XX más “radicalizados”, como los de Perón y Cárdenas, dieron un paso serio en el sentido de las fantasías de la COMPA. Mucho menos lo podrá hacer las “nuevas resistencias” del nacionalismo Light del siglo XXI de Chávez y Evo. El primero, ya dio varios gestos de buena voluntad internacional al imperialismo, entregando a Pérez Becerra (activista de derechos humanos) al Estado sicario colombiano y reconociendo oficialmente al gobierno golpista de Pepe Lobo en Honduras. Ninguno de ellos tampoco dejó de pagar puntualmente la deuda externa. De la mano de estos sujetos es que el FPDS y la Mella pretenden forjar “un proceso revolucionario que integre la diversidad popular de Nuestra América.”

Basándonos en las experiencias (y tragedias) de la clase trabajadora del siglo XX, más que nunca creemos necesario levantar la independencia política de la clase trabajadora frente a los nuevos reformismos. Y creemos también que la perspectiva reivindicada de los marxistas latinoamericanos Mella y Mariátegui, la de la independencia política de la clase obrera, sigue más vigente que nunca.



“Ni la burguesía, ni la pequeña burguesía en el poder pueden hacer una política antiimperialista… sólo la revolución socialista opondrá al avance del imperialismo una valla definitiva y verdadera”

José Carlos Mariátegui



“En su lucha contra el imperialismo (el ladrón extranjero), las burguesías (los ladrones nacionales) se unen al proletariado, buena carne de cañón. Pero acaban por comprender que es mejor hacer alianza con el imperialismo, que al fin y al cabo persiguen un interés semejante. De progresistas se convierten en reaccionarios. Las concesiones que hacían al proletariado para tenerlo a su lado, las traicionan cuando éste, a su avance, se convierte en un peligro tanto para el ladrón extranjero como para el nacional”

Julio Antonio Mella



(1) El texto se puede encontrar en la página de Internet del FPDS. (frentedariosantillán.org.ar)

(2) La mismísima Rosa Luxemburgo cuestionó al mismísimo Bernstein por levantar ésta misma consigna…hace más de cien años!!!

(3) http://agenciafetera.blogspot.com/2011/11/jose-rigane-participo-del-foro-de-la.html

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extraordinario
Por trabajadores - Thursday, Dec. 22, 2011 at 11:11 PM

Aca esta el manifiesto del siglo XXI.

Despues de este texto, toda la teoria nace nuevamente.

Es el equivalente a la lectura sintetizada en los cuadernos filosoficos.

O a las tesis sobre la contradiccion de Mao.
El programa de america latina un pais, se desarrolla con este texto.

Realmente, NO SE PUEDE NI SIQUIERA LEER, TAL ES EL GRADO DE BOLUDISMO QUE CONTIENE.
Para estos jeropas, LA REALIDAD NO EXISTE, LO unico que valen son sus opiniones.

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no es necesario
Por ... - Thursday, Dec. 22, 2011 at 11:43 PM

No es necesario que desarrolles mucho... explica por lo menos una cosa que muestra ese "boludismo" que contiene el texto.

a mi me parece bastante serio, estaría bueno que respondas por lo menos UN PLANTEO

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DE QUE HABLA ESTE BOTON???
Por EL 20/10: COMO COBRO EL N MAS!!!! - Friday, Dec. 23, 2011 at 12:26 AM

ES INCREIBLE QUE LA SECTA MINUSCULA DEL N MAS, LLAME GRUPO AL FPDS, ESTOS SECTARIOS MORENISTAS NO EXISTEN, CADAVES SON MENOS, Y ESO BASTA VERLO EN SU COLUGNA DEL 20 DE DICIEMBRE, DONDE HERAN PURA BANDERA!!!
BANDERA, CAMIONETA, BAMDERA, CAMIONETA, BANDERA, Y NADA DE GENTE.
NO HERAN NI CIEN PERSONAS. YO CREO QUE LA PALIZA QUE LE PEGO EL FOC, LOS TERMINO DE GOLPEAR. PORQUE ESTA SECTA YA VIENE GOLPEADA, DESDE QUE QUEDO AFUERA DEL FIT, Y NO SABE QUE HACER DE SU VIDA MAS QUE CRITICAR A LOS DEMAS.
ESTA ES LA MISMA SECTA QUE DESTRUYO SU ORGANIZACION SOCIAL QUE ERA LA FTC, CON EL INSERVIBLE DE ALDANA, QUE DESPRECIA A LOS TRABAJADORES DE LOS BARRIOS.
NADIE TOMA EN SERIO A ESTOS NENES, QUE LO UNICO QUE SABEN HACER EN SUS MARCHAS ES TOCAR LA PANDERETA, Y EL BOMBO, CUANDO SE QUISIERON HACER LOS PODEROSOS, CON LOS DEL FOC, ORGANIZACIONES DE LOS BARRIOS ( A LOS QUE EL NMAS, DESPRECIA)- TERMINARON CON LAS CABEZAS ROTAS Y CORRIENDO COMO NENAS.
SI QUERES HACER LA REVOLUCION, ALEJATE DEL N MAS!!!!

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uuff
Por naahhh - Friday, Dec. 23, 2011 at 5:07 PM

qué poco serio che, esos son los debates??

(respecto al FOC, grupo descompuesto de servilletas, jactarse orgullosos de una provocación en la movilización por Mariano, los pinta de cuerpo entero. ya los repudieron todos los luchadores...)

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debate
Por una del mas - Wednesday, Dec. 28, 2011 at 3:24 PM

Primero, a los machistas que escribieron arriba, les contesta una de las "nenas" del MAS, que no tiene, al igual que todas sus compañeras, ningun miedo de agarrarse a trompadas ni con los descompuestos del FOC, ni con la burocracia sindical, ni con las patotas de los fachos de la vanguardia nacionalista, ni con la policia (si me falto algun grupito para plantarme perdon, es mi experiencia en la lucha de clases, tal vez vos tuviste otro tipo de enfrentamientos que podes contarnos).

Vos como llamas al frente popular¿¿ Lo llamamos "grupo" porque no es una corriente internacional, ni un partido. Si tenes una palabra mejor, avisa, pero el termino grupo no es peyorativo para nada, lamento si te hace sentir ofendido dado que el lenguaje para ustedes esta por encima de cualquier otra cosa.

segundo, si te molestaste en leer el articulo de fernando, me encantaria poder debatir ALGUNO de los puntos. Tu silencio, me hace percibir que no tenes ningun argumento serio. Pero si lo tenes, bienvenido sea el debate!

tercero, te invito a discutir cualquiera de los delirios posmodernos que publican, pero no aca en indymedia (aunque si queres hacerlo, bienvenido sea!). Discutamos alguno de esos puntos en asambleas, en congresos (sean del movimiento obrero -yo soy docente, no se vos- o del movimiento estudiantil, o del movimiento de mujeres).

A mi me gusto mucho la nota.
Saludos

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