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El Gobierno quiere aislar a Moyano y apuesta a un sucesor
Por Fuente: La Nación - Monday, Dec. 26, 2011 at 9:04 PM

Tensión en el oficialismo / El vínculo con la CGT

El Gobierno quiere a...
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No hay intenciones de reconstruir la relación, salvo que el camionero modere sus reclamos

Por Mariano Obarrio | LA NACION

La relación está "suspendida". Y va a seguir así. El gobierno de Cristina Kirchner perdió por completo el interés en recuperar la alianza con el jefe de la CGT, Hugo Moyano. Resolvió ignorarlo y dar por terminada la relación, hasta tal punto que todavía no designó un interlocutor para recuperar el diálogo con la central sindical, pese a que prevé un 2012 de alta conflictividad salarial.

La Presidenta tomó de manera negativa el último desafío de Moyano, cuando, el jueves pasado, dijo que el contacto con la jefa del Estado "no está roto, sino suspendido por parte de ella". Incluso el gremialista no descartó la convocatoria a un paro general si "las condiciones se van creando". El Gobierno lo tomó como otra provocación.

La estrategia oficial hacia el líder camionero es ahora infringirle el aislamiento más absoluto dentro del movimiento obrero. Presume que los sectores independientes del sindicalismo terminarán por abandonar a Moyano, a quien no quieren.

Todo ello ocurriría a lo largo de 2012. Moyano se iría quedando sin amigos. Esa es la apuesta de la Presidenta y de su núcleo duro. Hoy el principal asesor de Cristina Kirchner en el área sindical es su secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, del ala más radicalizada.

El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, más moderado y negociador, se marginó del diálogo con Moyano en estos días. Y el titular de Trabajo, Carlos Tomada, administra la gestión laboral, pero no los conflictos.

Allegados a De Vido aventuran que "diálogo siempre hay". Aunque no recibieron instrucciones durante estos días.

"[Luis] Barrionuevo apoya a Moyano en la acción contra el Gobierno pero no para la conducción de la CGT, aunque lo diga públicamente", señaló otro funcionario bien informado.

El Gobierno apuesta a que en 2012 los popes sindicales construyan un liderazgo alternativo a Moyano con un dirigente de origen industrial: los dos candidatos son Antonio Caló, metalúrgico de la UOM, y Ricardo Pignanelli, mecánico de Smata.

Todavía Cristina Kirchner mastica su profunda bronca contra el jefe de la CGT por su discurso del Día del Camionero. Allí, Moyano descalificó a La Cámpora como una agrupación juvenil de "niños bien" que convirtieron al PJ "en una cascara vacía".
En defensa de La Cámpora

La Presidenta advirtió que para ella "son como sus hijos". Y cuando recibió a los periodistas acreditados en la Casa Rosada, en un brindis de fin de año el miércoles, no ocultó su rencor a Moyano. Mientras recordaba a Iván Heyn, el joven subsecretario de Comercio Exterior fallecido en Uruguay, Cristina Kirchner hizo una pausa y, con clara mueca de desagrado, masculló: "Niños bien. decían algunos".

Su gesto pareció dirigido a subrayar que no perdonará esa bravuconada de Moyano. Un funcionario cercano a ella señaló a LA NACION que "no hay ánimo en reconstruir la relación". A menos que Moyano pidiera disculpas y retirara sus ataques al Gobierno del discurso de Huracán, en el que renunció a sus cargos en el PJ y prometió una dura batalla por obtener un fondo de 15.000 millones de pesos que reclama de las obras sociales sindicales.

Esos fondos, el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, y los reclamos salariales por la "inflación del supermercado" serán los ejes del reclamo de Moyano.

La Casa Rosada planteó un tope de suba de salarios del 18% para 2012. "Moyano no quiere encabezar una CGT que defienda un ajuste", dijo a LA NACION una alta fuente de la Unión Industrial Argentina, que dirige José Ignacio de Mendiguren.

Entre los empresarios preocupa, y mucho, la falta de estrategia del Gobierno para el conflicto que comenzaría en marzo próximo en las paritarias.

Inquieta también la división del sindicalismo: los empresarios sostienen que es mejor negociar salarios con un solo interlocutor que con un arco de gremios que compiten entre todos para sacar la mejor tajada. "Hay dos CGT, dos CTA, y por otro lado «los Gordos»", se lamentó un hombre de negocios.

Cristina Kirchner se refugió en Río Gallegos durante las fiestas de Navidad y lo hará en Año Nuevo -volverá a última hora a Olivos y regresará al Sur el jueves- y esperará a que se reacomoden las fuerzas dentro del ámbito sindical.

En la Casa Rosada admiten una parálisis de fin de año y observan que la renovada supremacía del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en el equipo económico, también generó un estancamiento de las negociaciones políticas y sindicales.

El asunto preocupa a sectores moderados de la Casa Rosada: el jefe de la CGT mantiene buena imagen entre los trabajadores, no así en los sectores medios. Esa ala desea un paso al costado de Zannini en el vínculo con Moyano y un resurgimiento de De Vido para que retome el diálogo.

"Para que el modelo se sostenga es necesario que la alianza estratégica entre el Gobierno y trabajadores no se rompa", dijo un funcionario preocupado..

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