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Lo que me cambió en la cabeza
Por Héctor Cepol -
Wednesday, Dec. 28, 2011 at 11:51 PM
hectorcepol@gmail.com (Casilla de correo válida)
...y quedó claro
LO QUE ME CAMBIÓ EN LA CABEZA
La plaza
descubrir la profunda
del atrevido ateniense
la de todos
la del libustrín perchero
para los títulos y los apellidos, sentir
que nos salvamos todos o ninguno
expropiar el panel municipal y avisar
al ausente que no basta con votar
y que otros administren
tu destino
Territorio
pero no sólo la plaza
la calle cambió, el barrio, la cuadra de uno
se extendió
la primavera se extendió
caminábamos, saludábamos tan de otro modo...
veníamos de territorios
que de pronto fueron uno
y vimos
que el infierno sí es el otro
porque nos hacen gladiadores
aquella anécdota de Schopenhauer
y los puercoespines ateridos que se amuchaban y
se pinchaban y se alejaban y se recagaban de frío
y volvían a pincharse y volvían a alejarse
desapareció
las púas habían desaparecido
por lo menos
en muchos, muchísimos puercoespines
y por meses
claro, tampoco fueron años pero
fueron meses, no horas ni días en que
el afuera fue un adentro
y no salíamos sino entrábamos
y lo viejo conocido
fue el revés de lo aciago
porque no hubo extrañeza y mostró
que era posible
que resta construirlo
con cimientos más firmes
pero
era posible
Aunque el camino sea duro
porque ya antes del repliegue
cuando algunos ramificaron
y otros refluyeron
las púas volvieron a asomar
y los manuales a desempolvarse
pero también eso dejó en claro
que lo que hay que hacer
no puede ser tarea
de unos pocos
(¿cómo la llamó
aquel loco que cagó de hambre
a su mujer y sus hijos
para encerrarse en el museo británico
y deschavar el libreto de la codicia?
la llamó
gemeinwesen
y aunque otros después
y en su nombre
se limpiaran el culo con la gemeinwesen
es eso
podemos y debemos ayudar
pero todo ha de surgir
y sustentarse
...transformarse...
desde abajo)
Héctor Cepol