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¿Quién está detrás del atentado a Colosio? Córdoba, Salinas, Zedillo, dinos del PRI...
Por Daniel Andrade - Tuesday, Jan. 03, 2012 at 12:20 AM

En estos tiempos electorales en México es bueno recordar quiénes, cómo y por qué el PRI asesinó a su propio delfín político. En un texto escrito originalmente al mes después del asesinato político que cimbrara México ...

¿Quién está detrás del atentado a Colosio?
CÓRDOBA, SALINAS, ZEDILLO, DINOS DEL PRI, EL GRAN CAPITAL

Daniel Andrade
Mayo de 1994

1. Asesinato de Colosio: Los móviles

El asesinato de Colosio el miércoles 23 de marzo a las 16:50 horas del DF fue claramente un complot organizado por sectores del gobierno y del PRI.

En las elecciones de 1988, el PRI necesitó de un fraude monumental, organizado por José Córdoba y Miguel Montes, entonces presidente del Colegio Electoral, para mantener al PRI en el poder y robar la victoria a Cárdenas.Salinas y su “grupo compacto”, operado por Córdoba, contando con Colosio, Zedillo, Otto Granados, y Patricio Chirinos, entre otros, al que en el pasado perteneció Camacho, desde entonces pensaron que el PRI ya no les servía para asegurarles el poder.

La alianza tradicional que había dado estabilidad al PRI en el pasado, con el sector obrero, campesino y el llamado “popular” fue atacado. Salinas comenzó encarcelando a La Quina para controlar el poderoso sindicato petrolero, fomentó divisiones en el poderoso Congreso del Trabajo, y la creación de la FESEBES, de H. Juárez, y Elba Esther Gordillo, que desplazó al dinosaurio Jongitud Barrios. El sector “popular”, CNOP y la UNE fue dividido en tres. La CNC, la CCI y otras centrales campesinas priistas fueron subordinadas a Pronasol y Procampo.

Salinas y su camarilla pensaban que el PRI ya no garantizaba la victoria, ni la creciente idea de Salinas de trascender el sexenio. Además querían evitar una repetición de 1988 y sabían que cada día que pasara el margen de maniobra para el fraude sería menor por la mayor presión social. El Programa Nacional de Solidaridad desde un principio se destinó a las zonas donde el PRI perdió las votaciones de 88. Pero su objetivo no era sólo recuperar el voto para el PRI e intentar frenar explosiones sociales, sino poner la estructura para un nuevo partido que asegurara la victoria en 1994, el proyecto neoliberal y las ambiciones transexenales de Salinas y Córdoba. Intentaron controlarlo, desplazando a los viejos dirigentes. Enviaron a Colosio y a Genaro Borrego a la presidencia del partido con ese objetivo. En 91 y 92, en las asambleas anuales del PRI se fijó como objetivo y centro del debate la “refundación del PRI”. Se habló de cambiar de nombre al partido y denominarlo ”Partido Solidaridad”. En estos momentos hay más de 153 mil comités de solidaridad por todo el país. Son más y agrupan más gente que los comités territoriales del PRI. Son un embrión de partido paralelo en realidad.

Pero los viejos dinosaurios se resisten a extinguirse. Frenaron todos estos intentos y consiguieron quitar a Borrego en 93 de la presidencia del PRI en el DF y poner a Ortíz Arana, al que podían manejar mejor. El grupo Salinas-Córdoba se mueve entonces para no perder el control y coloca a Lamadrid como secretario general.

Estos antecedentes son importantes para comprender en su contexto el móvil del asesinato. El crecimiento económico de 1990 a 92, la victoria fraudulenta y la abstención del PRI en las elecciones del DF en agosto de 1991 sirvieron (aunque Colosio era el presidente del PRI) a los “dinos” para demostrar que ellos y el partido todavía servían, eran indispensables.

Los dinosaurios fueron desplazados de las gubernaturas. Otra cosa que nunca le perdonaron a Colosio fue la política de concertacesión con el PAN. Colosio, como presidente del PRI, le dio la victoria a la gubernatura de Baja California al panista Ernesto Ruffo, en un acuerdo que incluía que el PAN reconociera la “victoria” de Salinas en las presidenciales de 1988. Todo parecía feliz para la burguesía en los últimos años, con su campaña de propaganda sobre los “éxitos macroeconómicos”. Aspe, declarando que “la pobreza es un mito genial”, hablando de las maravillas del Pronasol, la entrada al Primer Mundo con la firma del TLC, etc. Desde el destape de Colosio, el 29 de noviembre, hasta febrero, el discurso de Colosio era una clara copia del de su jefe, Salinas, puro continuismo. Pero a partir de principios de marzo es verdad que empieza a cambiar. ¿En qué?Y aquí están las respuestas sobre el móvil del complot. Y la demostración política de la implicación directa de los que controlan el gobierno y el PRI. La prensa burguesa se ha preguntado a quiénes perjudica este asesinato. Nosotros debemos preguntarnos en primer lugar a quiénes beneficia este atentado. Es evidente que no es al PRD ni al EZLN, que han intentado ser vinculados indirectamente con el asesinato de Colosio. Pensamos que hay dos claves para entender el móvil del complot: a) mantener el “rumbo económico”, la política de capitalismo salvaje actual o “volver al pasado”, con una mayor intervención del Estado, una política económica keynesiana (del economista burgués Keynes, basada en más gasto público y social real para crear empleo y más intervención del Estado), lo contrario de lo anterior; b) y la segunda clave es el intento de destruir el PRI tal como es ahora y fundar un nuevo partido.

Sobre la política económica aplicada por Salinas, Colosio al principio estaba dispuesto a seguirla al pie de la letra. Pensaba, al igual que todos ellos, que la “desaceleración de la economía”, recesión en realidad, sería temporal. Esperaban que con la entrada en el TLC, más “confianza” en México, las inversiones extranjeras continuarían y el “capital golondrino” todavía no se iría. Y que con la recuperación raquítica en EU, con un pequeño aumento del gasto público para 1994, totalmente insuficiente, calmarían la situación, lograrían los votos para agosto de 1994, mientras seguían sus intentos de dividir al PRD. Pero la “borrachera” de la “entrada” al Primer Mundo se convirtió en “resaca” el 1 de enero con la irrupción del EZLN. Todo el descontento y el ambiente de frustración encontró un catalizador en la lucha de Chiapas. El voto del campesinado pobre en su conjunto, indigena o no indigena, antes cautivo con promesas demagógicas que nunca se cumplen, se tambaleó. Fundamentalmente sobre este voto el PRI pudo montar su fraude electoral en 88. Esta situación llevó hasta que sectores de la Central Nacional Campesina (CNC) y del propio PRI en Chiapas encabezaran tomas de tierras contra los caciques, que en lo político son viejos dinosaurios priistas.

Las perspectivas de crecimiento económico que serían de 6% para este año, según el Plan Nacional de Desarrollo 1990-94, elaborado por Zedillo, Salinas y Córdoba no se cumple. La economía en 93 creció sólo un 0.4% y Solana habló para 1994 de una cifra de un 1%. Con ello la maquinaria de propaganda de los últimos años y la capacidad de contener explosiones sociales más generalizadas quedó tocada de muerte. Y agudizó más las diferencias y divisiones en el PRI entre los camachistas , la llamada “línea blanda”, y el “grupo compacto”, donde está Zedillo y también estaba Colosio antes de que se intentara salir del huacal.

La guerra campesina en Chiapas obligó a Salinas a tener que poner a Camacho para intentar apagar el fuego. La insurrección del EZLN fue un golpe contundente para Salinas y la burguesía. El mismo día que Colosio inicia su campaña, Camacho es nombrado “comisionado para la paz”. Esto opaca más la campaña electoral de Colosio, que paga la factura de los ataques a los trabajadores de la política de capitalismo salvaje que lanzaron desde 1988, continuando lo que inició el sexenio de Miguel De la Madrid. La debilidad de la campaña de Colosio, igual que ahora la de Zedillo, era la mayor en la historia del PRI. Las estadísticas caían día con día. En enero y febrero le daban un 30% de votos. Cárdenas en enero tenía un 21% y el panista Diego Fernández de Cevallos apenas si alcanzaba el 10% ( por eso ahora vemos una encuesta tras otra diciendo que a Zedillo le votaría un 50 o 60%, estadísticas falseadas de El Nacional y otras). Córdoba, Salinas, Aspe y Zedillo insisten en mantener la línea económica neoliberal pura y dura, que tantos beneficios da a un puñado de empresarios y banqueros y hace que México tenga 18 multimillonarios entre los 100 primeros del mundo, una cifra superior a muchos paises europeos. “El país es fuerte y sus instituciones sólidas” es su divisa. Piensan que los votos los pueden controlar con un fraude monumental como en 88, que después del 1 de enero necesitan que sea más brutal. Para organizarlo, como en 88, está Córdoba, que como dicen los católicos de Dios está presente en todos los lugares, y utilizan la falsa imagen de “independiente” de Jorge Carpizo, secretario de Gobernación, como presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), cuya línea política es claramente salinista.

Con la pobreza y el desempleo creciente que hay en el país, con la pérdida del voto campesino pobre y de otros sectores, especialmente de clase media, Colosio empieza a pensar que hay que cambiar algo para que todo quede igual. Esta es la misma apreciación de un sector del PRI, y le llevará de las diferencias iniciales con Camacho a un acercamiento y una “reconciliación” una semana antes del atentado en Lomas Taurinas

Colosio necesita conseguir votos, aunque sea para dar una base mínima al fraude, y la única salida es ofrecer demagógicamente un cambio, una “reforma”, pero en el tema económico plantea que hay que girar un poco el rumbo del timón, que lo enfrenta a Córdoba, Aspe, Zedillo y Salinas. Pero estos, la línea pura y dura no están dispuestos a cambiar ni un milímetro el rumbo.El miércoles 23 de marzo, en la mañana del asesinato, Colosio estuvo en Culiacán (Sinaloa) y dijo : “Las fuerzas del mercado son necesarias pero para resolver problemas de pobreza extrema no son suficientes (…) No creo que el juego del mercado, de la oferta y la demanda, vaya a resolver los problemas de miseria, por ejemplo, en la huasteca oaxaqueña. Ahí tiene que haber una política deliberada del estado mexicano. Ahí tiene que haber una política deliberada del gobierno”. Estas y otras declaraciones, como la de que “la única continuidad será la del cambio”, que arrancan desde el discurso del 6 de marzo, en el mitin por el 65 aniversario del PRI en el Monumento a la Revolución del DF, son percibidos por el “grupo compacto” como algo más que la demagogia usual en el PRI-gobierno. Al mitin no acuden ni Salinas, ni Córdoba ni ningún miembro del gabinete, excepto Kumate ( de Salud, un viejo dino y cero a la izquierda en el gobierno) cuando dos años antes Salinas utilizó este mitin para lanzar su tristemente famoso “liberalismo social” Veían el peligro de que un cambio de rumbo económico colosista diera una tendencia a la renacionalización, con el fantasma de José López Portillo y su nacionalización burguesa de la Banca en 1981, lo que ponía los pelos de punta a los grandes capitalistas extranjeros y nacionales, que quieren conservar todo lo que puedan a México como un gran paraiso especulativo para exprimir al máximo, con fabulosos beneficios. Y no podemos olvidar que Córdoba es el lazo directo, más que Aspe, con los grandes capitalistas internacionales. No es casual que al salir Córdoba al “exilio” concertado con Salinas, y no hay ninguna diferencia entre ambos, se haya ido a refugiar en su casa: Washington y el BID.

Con esto Colosio pretendía ganar las elecciones en agosto y sobretodo evitar una explosión social, lo que es imposible. Hay una tendencia a la generalización de las luchas que no se frena si no es alimentada por cada día por la política de capitalismo salvaje. El 18 de marzo, dos días después de la reunión privada entre Camacho y Colosio, y cinco días antes del atentado, Heberto Castillo llamó por primera vez en público a levantar un movimiento nacional contra el fraude, que fuera más allá, y a un paro nacional para el 22 de agosto cuando el fraude electoral se consumara.

Lo que empezaba a perfilar Colosio también ponía en peligro la idea de Salinas de volver a reelegirse en el año 2000, como Álvaro Obregón en el pasado. De ahí, la autodenominación que se dieron: la “generación del cambio” y la pretensión del “grupo compacto”, que no lo es tanto, de mantener el poder tres sexenios más además del actual. Esto se demuestra con Procampo, donde a través de Hank Gonzalez, un viejo “dino” que encabeza a este sector beneficiario del asesinato de Colosio, se planteó una ley para que Procampo se “insitucionalice” ¡como programa de gobierno durante 15 años!

Para el grupo compacto, la cabeza central de los hombres del complot, era igual que para Gorbachov, salvando las distancias: el control, poder y rumbo económico es intocable, lo que si pueden es admitir es “reformas” políticas cosméticas, a cuentagotas y a futuro. No es que de repente Colosio se convirtiera en un Lázaro Cárdenas pero igual que éste, como explica Trotsky, hay sectores de burgueses inteligentes que comprenden que hay que cambiar algo para no perder su control como clase dominante, y de ahí la expropiación petrolera de 1938 o la nacionalización de la Banca en 1981, bajo presión del movimiento de los trabajadores.

La cuestión es, como siempre explicamos, que en un momento dado estuviera quien estuviera en el PRI-gobierno, si no quiere ver en peligro su dominación de clase, se vería obligado a volver a renacionalizar sectores de la economía. Entre otras cosas, por el desempleo creciente, un peligro potencial para la clase dominante. Y tenían miedo a un vuelco electoral como en 88 y que el PRD llegara al poder. Más en un ambiente con movilizaciones de 100 mil asistentes como el 12 de enero y con una Jornada Nacional de Movilización, el 10 de abril, por delante.

Córdoba, Salinas, Zedillo y los grandes empresarios nacionales e internacionales tenían un móvil muy claro para estar a favor o no oponerse a quitar a Colosio de la candidatura. Antes de resolver asesinarlo le dieron avisos para que se enmendara. Uno fue el no acudir Salinas ni el gabinete al mitin del 65 aniversario del PRI; otro fue el juego ambigüo, a dos cartas y la duda filtrada por Salinas de que Camacho podía todavía ser candidato. Pero Colosio no estaba dispuesto a renunciar y pensaría que Salinas lo apoyaría de todos modos hasta el final, como hizo con el segundo destape. Pero no era así. La fuerza creciente de los trabajadores, jóvenes y campesinos pobres cuestionando abiertamente al gobierno, perdiendo el miedo y movilizándose con una conciencia cada día mayor de nuestra propia fuerza por todo el país es el factor que explica la división y descomposición en el PRI-gobierno, y no puede ser visto aisladamente como una pugna entre grupos o intereses individuales por puestos, fuera de este contexto. Este análisis y las perspectivas dan la razón de ser a la necesidad, que siempre reiteramos los marxistas, de incrementar, coordinar y extender la movilización nacional y una huelga general o paro nacional de 24 horas con objetivos claros y un programa y perspectivas de clase.

Por estos factores, el “grupo compacto”, los hombres del complot decidieron matarlo. También están involucrados los “dinos” del PRI. Pero antes de pasar a eso, hay que decir que a las pocas horas hay varias declaraciones, todas coincidentes y no casualmente, una campaña en los medios de comunicación burgueses que nos revelan y apuntalan sin lugar a dudas cuál fue el móvil central del complot: el peligro de cambio de “rumbo económico”.

A 10 horas escasas del atentado a Colosio, el presidente de la élite empresarial, Luis Germán Cárcoba, del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) estaba muy interesado en refrendar el “actual modelo económico”. El jueves 24 de marzo, a las 8 de la mañana, cuando apenas se recibía en el DF el cuerpo de Colosio, los grandes empresarios se presentaron a la sesión ordinaria del Pacto (se ve que el duelo oficial no iba con ellos) para “refrendar el PECE”, es decir, el tope salarial, los despidos casi libres, la sobreexplotación camuflada como productividad, las privatizaciones...el “rumbo económico” en suma. Ningún secretario de Estado estaba presente por el velorio pero en la tarde formaron el Pacto para la Explotación.

El 29 de marzo, Alfredo Viegas, de la consultora estadounidense Salomon Brothers, explica claramente la postura de los grandes capitalistas internacionales. “No pensamos de que se podría argumentar a favor de que un candidato del PRI promueva cambios que de manera seria amenazaran las políticas de Salinas...El modelo económico de cierta manera es sagrado”. Dentro del país Aspe y Mancera, nuevo gobernador del Banco de México declararon: “No habrá ningún viraje en la política económica”. ¿Hacen falta más pruebas de que este era el tema central y no la separación PRI-gobierno, que sólo eran palabras?

Lo que brilló por su ausencia en el discurso del 6 de marzo de Colosio fue el Pronasol. No fue nombrado como antes. No es que lo fuera a quitar pero no le dio el papel central que Salinas . Este conocía el discurso de Colosio con anterioridad. Por eso no fueron.Esto es otro indicador que Colosio pasó de ser el ariete de Salinas para destruir el PRI y crear un nuevo “partido solidaridad” a aplazar la liquidación del PRI . Necesitaba votos más que nunca. Los comités de solidaridad no eran una estructura fiel que asegurara el voto para después manejarlo fraudulentamente y presentarlo como una victoria, porque no era partido todavía, y en cambio el voto corporativo controlado por los “dinos” sí aseguraba más votos. Colosio buscó un equilibrio inestable entre los votos corporativos y los de la estructura del Pronasol salinista, bajo su control a través de Carlos Rojas. Esto aseguraría votos para dar mayor credibilidad a un fraude más “elegante” sin “caidas del sistema”, que todavía pretenden, y de todas maneras abriría la brecha poco a poco al “partido de ciudadanos”, el “centro amplio”, basado en la estrcutura de los comités de solidaridad.

Este partido de “centro amplio” obviamente no era el PRI. Esta postura acercó las posiciones políticas de Colosio, que intentaba formar su grupo propio dentro del PRI, sin el control del aparato cordobista y de Camacho, que apostaba que la única manera de frenar a la movilización nacional antifraude que iría más allá de esta cuestión después del 21 de agosto era tener como recambio un “gobierno de transición”, presidido por él mismo. La reunión privada entre ambos, el miércoles 16 de marzo, alarmó a los cordobistas, enemigos de los camachistas, el mismo “grupo compacto” en el gobierno y los dinos del PRI que sabían que Colosio preparaba para después de Semana Santa una embestida para controlar el PRI, desplazando mas a los dinosaurios y también cambios en el comité de campaña, sustituyendo a Zedillo o apartándolo más, con el consuelo de presentarlo como candidato a gobernador por Baja California. Ya entonces Zedillo no era en realidad el coordinador de la campaña de Colosio sino José Luis Soberanes.

Los dinos se daban cuenta que la destrucción del PRI sólo se había aplazado hasta después de las elecciones de agosto y en ese periodo ellos iban a ser desplazados de la estructura priista y de los puestos en las listas para diputados, senadores y gobernadores. Con estos factores, los intereses y privilegios, y la montaña de corrupción, ligada al narcotráfico y todo tipo de negocios sucios, sobre la que se basaban, se vendría abajo.

Para los dinosaurios el factor central no era el cambio de rumbo económico, es más algunos lo pedían. Lo que de veras les importa son las curules, las cuotas de poder. Los “dinos” habían apoyado la vieja política populista del PRI en el pasado y obtenido puestos, luego se cambiaron al neoliberalismo y estuvieron contentos mientras tuvieron puestos. Hemos explicado que cuando no hubiera curules para todos las diferencias y divisiones en el seno del PRI se profundizarían. Hay como unos 300 curules para todos y para satisfacer lo que demandan los grupos al interior del PRI harían falta 3,000. Por eso Fidel Velázquez después del asesinato de Colosio pedía 1/3 de curules para el sector obrero, y lo negoció levantando la amenaza demogagógica de luchar un 15% de aumento general o convocar una huelga generalizada.

El segundo móvil para sumarse al complot, el de los dinosaurios, fue no destruir al PRI y no perder sus puestos y privilegios. Vieron la oportunidad de aprovechar las contradicciones internas del “grupo compacto” y se sumaron a la “santa alianza” del complot intentando poner sus condiciones. El millonario secretario de Agricultura, Hank González, uno de los pocos dinos que quedan en secretarías y parte del grupo Atlacomulco, se encuentra en primera línea. Pasan factura por los servicios prestados en el complot. De ahí el desplegado de Hank donde decenas de dinos “apoyan”, o más bien, recuerdan a Zedillo el pacto. Pero en realidad Salinas, Córdoba y Zedillo sólo los utilizaron y luego se desharán de ellos siguiendo aquella máxima de “Roma no paga a traidores”. Y como los dinos tampoco se fian de los “renovadores” y de Zedillo intentaron jugar la carta de poner a Fernando Ortíz Arana como candidato del PRI. Posiblemente eso lo intentó una minoría de dinosaurios. Salinas actuó rápido y obligó a Ortíz Arana a que desmintiera públicamente su candidatura. “Hazlo ya” le ordenó Salinas por teléfono. Salinas sabe que con los dinos no tiene seguridad de que haya continuismo neoliberal. Algunos de los que firmaron el desplegado son partidarios de volver al pasado con políticas keynesianas. Otra cosa es si podrían. Y están empujando fuerte. Así, Salinas pasó a someter a los dinos al “grupo compacto”, ellos son los cerebros del complot y como auxiliares los otros. Por eso exigió la sumisión pública de los dinos a Zedillo, y engañó con la verdad, o mejor dicho, aplicó aquel adagio de que no hay mejor mentira que una verdad a medias. Filtró a la prensa, al rotativo francés Le Monde, que los dinos y en concreto Fernando Gutiérrez Barrios, cuyo nombre sonó para sustituir a Colosio (que era el candidato más fuerte de ellos, más que Ortíz Arana) eran sospechosos del asesinato de Colosio, lo que es cierto, pero sólo es una parte de la verdad, para desviar la atención sobre su autoría. La responsabilidad de Córdoba intentó taparla enviándolo al extranjero por una temporada hasta que las cosas se calmaran. El problema es que cada día que pasa la lluvia se les convierte en aguacero. Así, excluyó a los dinosaurios del dedazo de Zedillo, que ya estaba planeado por los autores intelectuales del complot.

Salinas no quería juzgar a Gutiérrez Barrios sino sólo anularlo políticamente y dar un mensaje de “¡cuidado con lo que hacen!” a los dinos. “Gutiérrez Barrios sabe de los riesgos del sistema. Al regresar de la toma de posesión de Renato Vega como gobernador de Sinaloa, el todavía secretario de Gobernación tuvo un accidente en un avión oficial que provocó solamente sustos. Días después sería renunciado” (El Financiero, 21 de abril de 1994).

El nombramiento de algunos colosistas en el CEN del PRI y de Santiago Oñate en la oficina de la Presidencia, sustituyendo a Córdoba, es un claro intento de tapar evidencias y alejar sospechas sobre Salinas y Córdoba. El cordobismo sigue controlando el PRI, ahora bajo el disfraz de zedillismo. Y no podemos olvidar que Zedillo no acude a la gira por Baja California, a pesar de ser de allí, controlar el PRI local, y la necesidad que tienen, en teoría, de levantar la campaña de Colosio, bajo la excusa de no hacer futurismo. Se trataba de que Zedillo iba a ser candidato a gobernador del PRI por Baja California. De gobernador a candidato presidencial...

Es evidente que un complot se da para que una vez eliminado el “obstáculo” beneficie al grupo que lo lleva adelante, evitando los peligros, y para que no vuelva a pasar se coloca un candidato “seguro”. Zedillo es el candidato del complot, el cual asegura el rumbo económico y la línea política. La primera tarea después del atentado fue encubrir el crimen e intentar capitalizarlo contra el PRD, el EZLN, y en otra dimensión, de Camacho. Y por supuesto,el jefe Salinas abrió el fuego de las mentiras y la confusión.El jueves 24, Salinas a la 1 de la madrugada, tres horas después de la muerte “oficial” que no la real de Colosio da un “mensaje a la nación”. Dice que “el crimen es obra de los “enemigos de México”. El mismo argumento que dió ante el levantamiento del EZLN. Echa tierra y desvía la atención sobre agentes extranjeros, perredistas, narcotraficantes, etc. Luego se hablará del asesino solitario loco.

Las plumas pagadas se lanzan a justificar la línea dura y mayor represión, con el “clíma de violencia” como trasfondo sutíl para intentar vincular Chiapas, el secuestro de Harp Helú, el asesinato de Colosio, y a estos últimos con el “comandante” Samuel Ruíz. Intentan meter la idea de que hay un gran cerebro conspirador que mueve los hilos para beneficio de alguien en el exterior. ¿No suena a la famosa “conjura del comunismo internacional” de la guerra fría ya vigente en los manuales del imperialismo?Ahora que las investigaciones apuntan a que los hombres del complot están en el PRI y en el gobierno, y las sospechas apuntan directamente a Salinas y Córdoba, desde Los Pinos se lanza la idea de que hay “una campaña de rumores e infundios que intenta afectar la imagen del presidente Salinas”.

Tan mal se encuentran las cosas para ellos que no les queda más remedio que intentar poner como escudo el “prestigio y figura” de Salinas. Este es un no a la violencia hipócrita, cuando todo deja claro que la verdadera violencia es la que ejerce la clase dominante y su terrorismo de Estado, que parte del Ejecutivo. Se utiliza para ampliar la represión y los llamados al “orden” por parte de los sectores más reaccionarios de la sociedad. Y también hay que decirlo, dirigentes en el PRD y sectores reformistas lo utilizan como una excusa para desmovilizar, insistiendo en la vía del “diálogo con el gobierno”. ¡Ahora resulta que dirigentes como el conciliador Porfirio Muñoz Ledo, e incluso el subcomandante Marcos han encontrado el “carácter democrático” de Colosio, que nunca existió.

Colosio era parte del sistema. Sus diferencias del último periodo radicaban en que veía que había que cambiar algo para seguir manteniendo el dominio y explotación para beneficio de la clase dominante, y evitar perderlo todo ante el empuje creciente de la movilización de los obreros de la ciudad y el campo, campesinos pobres...

Zabloudovsky, el mismo miércoles 23 de marzo, es el primero en llamar a “poner fin al caos” y a “restaurar el orden”. La iniciativa privada declara el jueves 24: “Va siendo hora de que la seguridad de los ciudadanos tengan garantías, ya que las acciones terroristas pueden dar al traste con el enorme esfuerzo de los mexicanos y su gobierno”. Y no podemos olvidar la línea dura del Estado Mayor del Ejército que también está por una “solución militar” en Chiapas.

Los hombres del complot pensaron que con el asesinato no pondrían en peligro las inversiones extranjeras sino a medio plazo las consolidarían, al ofrecer una señal de que la política de capitalismo salvaje iba a continuar sin variación. Pero esto tampoco se le cumplirá como lo demuestra la fuga de 11 mil millones de dólares del país entre el 25 de marzo y el 15 de abril.

Para el atentado debieron contar con el beneplácito de sectores de la burguesía USA. Clinton concedió inmediatamente una línea de crédito de 6 mil millones de dólares, una jugada para asegurar la imagen de “confianza” en México, para frenar las críticas de los sindicatos y sectores que se opusieron al TLC y elegir a Zedillo como candidato. Otra maniobra fue conceder la entrada de México a la OCDE. También se lograba con el asesinato intentar levantar la campaña del PRI, presentándolo los mismos que lo asesinaron comoun “mártir de la democracia”, y aprovechar el “voto sentimental”, que se vuelve en su contrario al vincular cada vez más la opinión pública a Salinas, Córdoba y Zedillo como los autores intelectuales del complot.

Tampoco lograron vincular al EZLN con el asesinato de Colosio. Ni confundir a las bases del PRD para intentar desmovilizar. Y contra los intentos de crear un clima favorable para la represión en Chiapas y en todo el país debemos levantar y se levantará, si lo intentan, la movilización, más extensa, coordinada y fuerte que en enero. Tampoco van a conseguir este propósito.

Y sobre la idea de tener un as en la manga para agosto, como recambio, un gobierno de “unidad nacional”, más bien de salvación nacional, si no estuviera presidido por el candidato del PRD, Cárdenas o por lo menos un sector mayoritario del PRD participara en él (y este tema, de darse, sí abriría una profunda división en el partido e incluso la posibilidad de una escisión en el partido) no sería suficiente para controlar, temporalmente en todo caso, la movilización creciente de las masas y el movimiento que se dará a partir del 21 de agosto que ya no será únicamente contra el fraude electoral y que inevitablemente prepararía el ambiente para que los dirigentes del PRD y sindicales no pudieran frenar la presión de las bases viéndose obligados a llamar a un Paro Nacional, que los marxistas estamos llamando a convocar y defendemos sea de 24 horas, con movilizaciones el mismo día y a la misma hora y con un programa en defensa de los trabajadores, campesinos pobres y la juventud. Todo el proceso del sexenio y el complot, son la mejor prueba de la descomposición general del sistema capitalista en todo el mundo y su expresión en México con la corrupción y descomposición del PRI-gobierno. Igual que éste, no se puede reformar a sí mismo y hay que derribarlo, tampoco se puede reformar el sistema capitalista. Esto marca la necesidad de levantar un programa de clase, genuinamente socialista, que unifique y extienda la lucha hasta tirar al PRI-gobierno y destruir el sistema capitalista para cosntruir una democracia obrera ¡Unete a la lucha desde las filas de los socialistas del PRD, el movimiento obrero y la juventud agrupados en torno a Militante!

II. De Tijuana a Los Pinos: El complot Salinas- Córdoba

Colosio llega al mitin en Lomas Taurinas. El templete, que dirigentes vecinales priistas plantean colocar detrás de un muro “para proteger a Colosio” es modificado y se instala encima de una camioneta. Esta decisión es impuesta por el Estado Mayor Presidencial y el PRI.

Como parte del plan trajeron un grupo de porros del Tecnológico de Baja California. Llegaron con mantas que decían: “Ojo: Camacho y Marcos te vigilan”, “No al PRI-gobierno” (con un lenguaje político que sólo utiliza el PRD) y “Di no a Televisa”Su propósito en el mitin fue distraer la atención para facilitar el complot y una vez asesinado Colosio, intentar hacer recaer las sospechas sobre el PRD y el EZLN. El hombre destinado en el organigrama del complot para traerlos fue Roberto García Ventura, secretario de organización del PRI en Tijuana, que fue presidente de la Federación de Estudiantes de Baja California en la Universidad autónoma de ese estado. RGV era “oficialmente” el responsable de organizar el mitin de Lomas Taurinas. Desde el pasado 5 de abril se encuentra amparado en el juzgado 4 de distrito. Si todo son “calumnias” contra el PRI-gobierno como declaran desde Salinas hasta la gran mayoría de priistas y no tienen nada que temer ¿ por qué se amparan?
Todo está preparado para el atentado: Colosio ha sido llevado a la ratonera, el templete está colocado en otra parte, para al salir del mitin conducirlo al lugar prefijado con un moño amarillo atado a un cable donde se daría el asesinato, los “porros” distraen a miembros de seguridad que no están metidos en el complot, los brazaletes del grupo de seguridad del PRI local, TUCAN (Todos Unidos Contra Acción Nacional), organizado por Rodolfo Rivapalacio, ya han sido quitados por órdenes del general Domiro García, subjefe del Estado Mayor Presidencial y responsable de la seguridad de Colosio, para facilitar el “desborde” de las masas cuando Colosio termine el mitin y tener más confusión y cobertura para asesinarlo. El plan está bien preparado y no dejan nada al azar. La única ambulancia de emergencias que se encuentra en el acto está en un lugar retirado y “casualmente” atrapada entre dos vehiculos estacionados ahí mismo. Mientras, los ejecutores del operativo toman posiciones. Testigos presenciales declaran que Aburto llega al lugar acompañado de Vicente Mayoral Valenzuela, que forma parte del grupo TUCAN, ex jefe de Homicidios de la PJ de Baja California, un experto en el conocimioento de asesinatos, y Tranquilino Sánchez, también del grupo TUCAN. Nunca se separan y hablan entre sí, como muestran los videos difundidos en televisión. Alrededor de ese grupo, a uno o dos metros de distancia se encuentran el líder nacional de la Central Campesina Independiente, el charro Garzón Santibañez, que conversa con el grupo, el coronel del EMP Monterrubio Cantú y un “vaquero” con sombrero norteño y lentes de “agente” que es nada menos que Jorge Sánchez Ortega, agente del Centro de Investigaciones y Seguridad Nacional (CISEN), el servicio de espionaje dependiente de Gobernación y controlado por José Córdoba.

A pesar de estar cerca, en realidad había dos grupos preparados para el asesinato de Colosio, donde no todos sabían de la existencia del otro grupo. Esta es una forma habitual de operar de los servicios de inteligencia: si falla un grupo actua el otro para asegurar el asesinato. El objetivo no era asustar a Colosio sino matarlo. En los videos se ve como al empezar a avanzar Colosio para intentar salir del mitin, el primer grupo formado por Aburto, Tranquilino Sánchez, Vicente Mayoral, Rodolfo Mayoral Esquer, el “clavadista” Mario Alberto Carrillo, que trabaja en el Área de Acción Electoral del PRI en Tijuana, y Garzón Santibañez, de la CCI, siempre y todos se encuentran a la derecha para ejecutar su atentado. Todos son del PRI, excepto el pistolero, Aburto, para que no se le vincule y dé la talla con la teoría del asesino solitario. Todos son dinosaurios como Garzón Santibañez o gente que hizo carrera con la corrupción y vinculados al narcotráfico, como muchos dinos, en la época del dinosaurio gobernador Leyva Mortera. Están directamente vinculados al PRI local, bajo control zedillista. Dentro de la división de tareas de los hombres del complot se le asigna a Zedillo el supervisar este grupo. Para esto, auqnue no les guste porque dejan huellas no pueden más que destinar a hombres de su confianza que “coordinan” y son Martínez Veloz y Mario Fuentes.

El segundo grupo está formado por Jorge Antonio Sánchez Ortega, del Cisen, el segundo pistolero, el comandante de la PJF adscrito al EMP, Fernando de la Sota, el “lentes” Salvador Hernández Tomasini, que si se tira tres veces al suelo no es porque espera el disparo del lado derecho dado que no sabía que había otro grupo en el complot, sino porque se lanza para dar la señal a Ortega, pero ve que este no dispara y lo vuelve a hacer dos veces más. Eso demuestra que Sánchez Ortega sí debía saber del primer disparo y lo esperaba para coordinarse y en la confusión inicial poder rematar su parte. El hombre que supervisa este grupo es en realidad el general Domiro García Reyes, que aunque “fracasó” en su misión para “proteger” a Colosio, ha vuelto a reaparecer en Los Pinos, en actos acompañando a Salinas, en vez de ser el fin de su carrera militar y destinarlo a un puesto de oficina. Córdoba y Salinas son los que controlan este grupo. Hay algo que por demás no deja de llamar la atención: ¡nadie de este grupo ha sido detenido! Tomasini sólo acude a declarar cuando es plenamente identificado por investigaciones periodísticas, siendo sospechoso declara y se le deja libre. “No hay pruebas” es la excusa. Sánchez Ortega es detenido en el lugar del atentado con la camisa llena de sangre por la policía municipal de Tijuana, y a pesar de dar positivo en la prueba de la parafina, que determina si se ha disparado un arma pocas horas antes, lo que reconoce un boletín público de la Secretaría de Gobernación, donde habla que dio parcialmente positivo, una burda mentira, y sigue en libertad.

Deben tapar esta pista porque es la que más directamente conduce del EMP a Córdoba y Salinas. El otro hilo que conduce más arriba, Rivapalacio, también intentaron cortarlo dejando a este en libertad.
La elección del lugar del atentado no fue azar. Todo estaba preparado. Los dirigentes del comité local del PRI no perdonaban a Colosio que siendo presidente nacional del PRI hubiera entregado, por la concertacesión, la gubernatura al panista Ruffo Appel. Era un comité bajo control cordobista, a través de Zedillo.

Colosio tenía a tres guaruras pegados a su espalda en el templete durante el mítin. Días después circularía la versión de que “Colosio no quería escolta” y que por tanto era muy fácil acercarse a él. Esto claramente obedeció a una campaña para confundir a la opinión pública en el sentido de que Colosio fue poco menos que culpable de su propia muerte por su imprudencia populista y desviar atención sobre los anillos de seguridad.La mentira es clara. Había por lo menos 44 miembros de los 46 originales del grupo TUCAN, 6 miembros del EMP plenamente identificados, 1 agente del Cisen, y habría más seguro. Era falso que no había seguridad. Esta maniobra intenta ocultar que el asesinato de Colosio se dio desde el círculo de seguridad de Colosio, tanto del EMP como del PRI y fue un complot.

Al acabar el mitin, Colosio dijo: “vámonos, vámonos” y rápidamente descendió. Colosio avanza. Yolanda Lázaro,dirigente de los colonos declara: “de buenas a primeras entra un grupo de personas, jóvenes y grandes, en la bola. La gente estaba agarrada y unos enganchados para hacer la valla (con lo cual sí había valla). Ellos mismos se meten entre la gente de la valla y le gritan al candidato “por aquí, por aquí”, y en vez de decir por la derecha por dodne iba a descender por el puentecito, lo desvían como premeditadamente mientras otros estaban gritando: “No, por acá, por acá”. Ellos mismos, como comparsas, como que estaban de acuerdo y uno dice: 'Bueno a lo mejor cambiaron las órdenes y van a salir por el parque' (...)”. Yolanda Lázaro y dos periodistas locales de radio fueron amenazados de muerte. La declaración de Yolanda Lázaro no ha sido públicamente difundida por Miguel Montes.

Entonces el grupo de la derecha actúa para preparar el disparo de Aburto. El “clavadista” Mario Alberto Carrillo se tira al suelo no sólo para frenar a Colosio sino para dar la señal visual para el disparo. Y alguien da la señal oral, “¡matalo!”, como un testigo declara a la prensa, mientras Rodolfo Mayoral Esquer distrae al coronel del EMP, Del Pozo. El grupo de la izquierda ya está listo para actuar simultáneamente. La señal de que Sánchez Ortega se prepare para disparar después de Aburto la da el “lentes” al tirarse al suelo. En realidad, Aburto dispara dos veces, una a la cabeza y otra al abdomen de Colosio mientras iniciaba su desplome sobre tierra. Aburto dispara primero para fortalecer la teoría del asesino solitario, para desviar toda la atención sobre el lado derecho y encubrir la participación del tercer disparo, de Sánchez Ortega, que debió ser casi simultáneo al segundo de Aburto, con el objeto de que la segunda bala en el abdomen tapara la existencia de la tercera. En el video se ve como a la hora de disparar Aburto está con línea por la derecha con Colosio. Alineado en la izquierda se distingue un sombrero norteño. Es Sánchez Ortega, que dispara con una pistola .22 un solo disparo al abdomen. Es una pistola pequeña y lo hace con el arma escondida dentro de una bolsa del pantalón o con la camisa tapándola. Luego, en medio de la confusión creada, pasa el arma a un tercero del complot, un hombre del Estado Mayor Presidencial, que la esconde. Un momento ante de los disparos el sonido traido por el CEN del PRI aumenta el volumen para tapar el ruido de los disparos, al ritmo de la canción “La culebra”. Mucha gente los confunde con cohetes, y sólo corre la que estaba más cerca, a metros de Colosio, y ve como se desploma de frente al suelo con las manos agarradas al estómago. El PRI-gobierno oculta y no ha mostrado los videos (existen 9 videos) y las fotos tomadas de frente en los momentos del disparo porque delatarían al segundo tirador.

Hubo más de un disparo y de calibres diferentes, lo que es una prueba contundente de que hubo dos tiradores. La cardióloga Patricia Aubadel declaró el jueves 24 de marzo en la emisora local Radio Enciso que había habido “dos disparos en el abdomen de calibres diferentes, .38 especial y .22”. Luego fue obligada a retractarse en un boletín público de la PGR. Vecinos de Lomas Taurinas, testidos presenciales, declaran que por lo menos hubo tres disparos sobre LDC. Uno de los médicos que estuvo en el quirófano declaró lo mismo al diario EL UNIVERSAL y comentó “lo asqueroso que fue todo esto”.

¿ Por qué si el general del EMP, Domiro García Reyes fue empujado, desplazado con el brazo izquierdo “con una fuerza que me sorprendió” -declara- segundos antes de que Aburto dispare, no se detuvo inmediatamente a Tranquilino Sánchez, que se fue a su casa después del mitin y nadie lo interrogó y vivía tranquilo hasta que aparecieron los videos? Tampoco se detiene al “clavadista” que hasta hoy se encuentra fugado ¿Por qué De la Sota no detiene a su “madrina” el “lentes” ¿o es normal agacharse tres veces y no le parece sospechoso que haya sido momentos antes de los disparos? ¡Qué “casualidad” que De la Sota sólo lleva a interrogar al “lentes” cuando los videos se hicieron públicos, dado que durante 4 días la PGR los había ocultado. Es claro, se sentían impunes y por eso ninguno huyó hasta última hora, y sólo el “clavadista”. El grado de impunidad nacía de que sabían que el complot provenía de muy alto del PRI y el gobierno o por lo menos lo sospechaban. Sánchez Ortega no auxilia a Colosio ni ayuda a la detención de Aburto sino que corre a su coche. La excusa que dio es que se “impresionó”, él un agente del Cisen. Disparó desde tan cerca que la pistola, la mano y la camisa se llenaron de sangre. En realidad lo que quería era desaparecer sin dejar rastro, lo que hubiera dado más fuerza a la cortina de humo que tenían preparada acerca del asesino solitario. El azar complicó su plan. Una vez detenido por la policía municipal y entregado al procurador de Justicia de B.C., de inmediato para no sospechar, evitar un interrogatorio y que le hicieran la prueba de la parafina, 4 “agentes de Migración” de la Secretaría de Gobernación se presentaron en la procuraduria para intentar sacarlo. A lo que se negó el procurador, Franco Ríos, con lo cual firmó la muerte de su carrera política, tan es verdad que ahora es ex- procurador. Los hombres del complot lo quitaron del medio.

La prueba de la parafina dio positivo en Sánchez Ortega. Así lo declararon el propio ex procurador ahora, Franco Ríos, y el comandante de la Judicial estatal, Barriere. Este judicial habla de un segundo involucrado en el atentado y peina Lomas Taurinas en busca del segundo arma, que ya no está allí, sino guardada en un cajón de la PGR, el lugar más seguro para sus planes.

Sin detener a ninguno de los anteriores es detenido Vicente Mayoral Valenzuela, que para hacer un poco de teatro es el que se abalanza y rueda por el suelo con Mario Aburto. Al día siguiente es llevado a Lomas Taurinas y dicen que se encuentra un casquillo de .38, otra “casualidad”. Luego es liberado y hasta la aparición de los videos no es vuelto a detener.

Mario Aburto es golpeado no por los colonos, que al darse cuenta que eran disparos, los que están más cerca de Colosio corrieron hacia los lados, sino por el “cuerpo de seguridad” de Colosio. Momentos antes del asesinato, el coronel del EMP, Monterrubio Cantú era realmente quién iba a la avanzada de la escolta de Colosio y no el teniente coronel Del Pozo, como se ha dicho, que iba detrás de éste, y se ve en un video de la cadena de televisión Telemundo golpear con las cachas de una pistola escuadra a Aburto mientras alguien gritaba:”¡matenlo!”. Aburto salió de Lomas Taurinas vivo de milagro. Como en el asesinato de Kennedy ocurrió con Lee Harvey Oswald, que fue muerto para silenciarlo por Jack Ruby, a Aburto lo quiseron matar (no una sino dos veces) para callarle la boca. La primera lo evitó un primo de Colosio y otros: “ No lo maten porque sino nunca sabremos quién le ordenó disparar”. La segunda fue cuando los hombres del EMP lo subieron a una Suburban “para trasladarlo a la PGR”. Colonos le gritaron a Ruby, jefe del Grupo Táctico Especial de la Policía Municipal que parara la Suburban donde “se llevan a Aburto para matarlo” Entonces este jefe de policía ordenó detener el vehiculo y como no le hicieron caso cortó cartucho y pidió identificarse a todos los ocupantes, y cuando lo hicieron como miembros del EMP les dijo: “Les permitiré que sigan su camino pero quiero que este individuo (Aburto) llegue vivo a la PGR”. Y les acompañó con cuatro patrullas adelante y cuatro atrás.

Como no pudieron matar a Aburto, lo mejor era sacarlo rápidamente de Tijuana, donde los hombres del complot no controlaban a la Judicial estatal, con simpatías panistas entre muchos comandantes. No es casual que les dijeran los responsables de la organización del mítin a los miembros de la PJE que no acudieran a él por ningún motivo. Por eso encerraron a Aburto en el penal de Almoloya de Juárez donde es más seguro. Sólo lo mostraron pero no puede hablar con ningún periodista. Es más seguro que una tumba para el plan de los hombres del complot, Córdoba, Salinas, Zedillo, los dinos del PRI y sectores de los grandes empresarios nacionales e internacionales.
Los encubrimientos continúan. El EMP no permitió el acceso al quirófano de los médicos que llegaron al DF. No hay un informe de balística presentado públicamente hasta ahora, se oculta que la muerte cerebral fue instantánea; no se hizo pública la autopsia (y hubo dos autopsias); se pretendió traer rápidamente el cadáver de Colosio al DF e incinerarlo, con el objetivo de evitar una exhumación del cadáver y otra autopsia que pudiera demostrar que hubo disparos de calibres diferentes, lo que fue impedido por la viuda de Colosio.

Aún con la trayectoria de los dos disparos reconocidos hasta ahora oficialmente se demuestra que hubo dos tiradores y complot. El parte médico firmado por los doctores de Colosio, señores Taxilaga y Castorena, habla de dos proyectiles pero de trayectorias opuestas: “ Uno fue en el cráneo con orificio de entrada en la región temporal derecha y orificio de salida a nivel parietal izquierdo, y el otro con orificio de entrada a nivel subcostal izquierdo y orificio de salida anivel subcostal derecho”. El cuerpo no pudo dar un giro de 180 grados para que Aburto disparara justamente del lado contrario adonde estaba.

Lógicamente, la operación de encubrimiento comienza desde Los Pinos. Cuando el gobernador panista Ruffo Appel al enterarse llama a las 7:29 (hora del DF) al presidente Salinas, ofreciéndose a ponerse personalmente al frente de las investigaciones y designar un fiscal especial supervisado por el congreso federal, Salinas le frena en seco. Córdoba y él ya habían puesto en el avión hacia B.C. al encubridor de la PGR, Diego Valadés, y frenan a Ruffo, al que no podían controlar totalmente, diciendole que el primero ya está en camino. Pero no hubo obstáculo para que en la primera conferencia de prensa junto a Valadés estuviera el gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, que fue en otros tiempos subsecretario de Gobernación y responsable de la Seguridad Nacional., el mismo que después “sugeriría” el videodestape de Zedillo (¡Oh, coincidencia!) Córdoba lo puso ahí para vigilar y apuntalar a Valadés. Igual que Salinas y los dinos del PRI le nombraron un “coadyuvante”, Rocha, al subprocurador especial, Montes para apuntalar el desvío de la atención sobre grandes sectores del PRI-gobierno como autores intelectuales del asesinato de Colosio. Luego, Córdoba se mueve tan incansablemente como cuando fue el arquitecto del fraude electoral en las presidenciales, e impone a Montes, su lugarteniente en 1988, como subprocurador especial. Salinas convence a la viuda de Colosio, aunque (y no es casual) nunca ha dado su apoyo público a Zedillo. Y Córdoba, un verdadero “Rasputín”, le da al gobernador Beltrones el famoso videocassete del “destape de ultratumba” de Colosio para Zedillo (“Dedillo”).

Montes es un personaje de cuidado. En 88 consumó el fraude, como presidente del Colegio Electoral. Cambió las leyes de Guanajuato para poder divorciarse; fue cesado como procurador del DF, con un halo de corrupción y, de lo más interesante, perdió el dedazo por la candidatura priista a Guanajuato cuando Colosio era presidente nacional del PRI, y en “protesta” renunció al PRI y se fue a la PGJDF. El área de prensa de la subprocuraduria está en manos de Miguel Ángel Sánchez Armas, director de difusión de la Presidencia, bajo control de Córdoba, y uno de los primeros colaboradores de Montes es Mario Croswell, ex delegado de la PGR en Jalisco cuando el asesinato del cardenal Posadas. Todo un equipo profesional de encubridores.

El presidente del Colegio de Abogados de Tijuana, Xavier Carvajal, presente en el primer interrogatorio a Aburto, declara que éste siempre empleó la palabra “nosotros” en lugar de hablar en forma personal. Esto es el miércoles 23 por la noche y el sábado 26 de marzo, en el boletín 123/94 de la PGR se dice: “También fueron detenidos Vicente Mayoral 'Herrera' (se le cambió el apellido segundo, lo que no es un error tipográfico) y Jorge Antonio Sánchez Ortega a quienes se les comprobó su no participación en el atentado, e incluso el primero de ellos auxilió en el aseguramiento del homicida (…) De todo lo anterior se desprende que el único responsable de la muerte del licenciado Colosio fue Mario Aburto Martínez”. El 4 de abril los hombres del complot ya no podían tapar el sol con dedo y Montes se vio obligado a declarar, debido a la presión social, que hubo una “acción concertada”, y la detención de Mayoral Valenzuela al que la PGR había dejado libre antes.

La operación para tapar a los autores intelectuales empieza en Los Pinos. A la 1 de la madrugada del jueves 24 Salinas en su “mensaje a la nación” dice que el asesinato es obra de “los enemigos de México”, que habla de un complot en sí mismo, aunque para desviar la atención se lo adjudique a “fuerzas oscuras”, con el mismo argumento que utilizó el 1 de enero contra el EZLN. Es parte del plan. Ellos no pueden involucrar directamente al EZLN, al PRD, agitadores extranjeros, etc, pero para ello tienen a muchas plumas pagadas e “intelectuales”.
La tía de Aburto declara que cuando la interrogaron en la PGR de Michoacán la presionaron para que se declarara de un partido de oposición, el PRD sin lugar a dudas. La cúpula empresarial , que gana mucho con la muerte de Colosio, evitando un cambio de rumbo en la política económica neoliberal, también ha declarado que son “los enemigos de México”, intentando vincular a Chiapas, el asesinato del cardenal Posadas, el secuestro de Harp Helú, el atentado contra Colosio, como un plan desestabilizador de los “enemigos de México” y transmitir la idea de que la “estabilidad” son Salinas, el PRI. Y “lo de toda la vida” no está involucrado en el complot. De paso también aprovecharon para intentar enterrar políticamente a Camacho, enviando al velorio de Colosio a priistas de choque de Neza y Chalco a los que pagaron N$ 100 para gritarle: “Camacho asesino”. Pero lo que no se sabe es que en la sede del PRI, cuando Zedillo iba a tomar posesión de la candidatura se gritaba: “Salinas asesino!”.

El sábado 26, en la intoxicación informativa, el gobernador de Michoacán, Ausencio Chávez declara que Aburto “es un desequilibrado emocional con antecedentes familiares de criminalidad”. Empiezan a correr versiones de que Aburto es un supuesto “Caballero Aguila” y él se lo cree como un sinónimo de demencia, a la vez que aparecen supuestos escritos de Aburto con un lenguaje mesiánico. Esto se ve falso. Aburto se muestra frio desde el primer momento, no se nota que sienta miedo y no declara nada sustancial, es evidente que ha sido entrenado y se siente protegido, con impunidad, lo mismo que los demás y por eso nadie huyó a EU.

La PGR fabrica que Aburto es testigo de Jehová, que estaba vinculado a los “cholos” de Los Angeles y al partido Unión Americana, que aboga por la anexión de México a EU, que había viajado a Chiapas en un intento desesperado de fabricarle una vinculación con el EZLN, y ahora lo último es que está ligado al narcotráfico y que con su hermano Rafael se dedicaría al tráfico de armas. Pistas falsas para confundir y también para desviar la atención.
Una vez fracasadas las maniobras de la PGR y Valadés, los hombres del complot pasan a otra maniobra: que las evidencias de los videos sean utilizadas para tapar a los autores intelectuales.

El dedazo de Zedillo se da el día después de las declaraciones de Montes y con la noticia tapar así las investigaciones que apuntaban a que el complot proviene del PRI-gobierno. En una situación donde una estadística del Instituo de Opinión Pública (IMOP), a la pregunta de quién piensan que está detrás del asesinato de Colosio da como resultado que 45% de los encuestados acusa a “políticos resentidos” y 25% a “agentes gubernamentales” . El padre de Mario, Rubén Aburto, declara el mismo lunes 28 de marzo: “ Mario me contaba toda su vidas. Sus amigas, su trabajo. Por eso yo también sé quienes estaban involucrados en el asesinato de Colosio. Existen muchos profesionistas del gobierno, muchos candidatos que quieren ser presidentes...” El objetivo es que pase el tiempo y baje la presión social. Para eso ya están preparando el terreno. Uno de los encargados de esta parte es Héctor Aguilar Camín declarando: “Mire, lo que pasa es que si se trata de

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