Julio López
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Qué pretenden ser los círculos de debate y acción internacionalistas
Por Rikardo - Monday, Jan. 09, 2012 at 10:41 AM

Qué pretenden ser los círculos de debate y acción internacionalistas

Los círculos de debate y acción internacionalistas son una propuesta de agrupamiento de clase avanzado, dirigida a aquell@s proletari@s que están en proceso de ruptura (o bien dispuestos a romper) con todos los apéndices prerrevolucionarios -tanto con los abiertamente reformistas como con los pseudorrevolucionarios-, y que se orientan a buscar una unidad alternativa de teoría y práctica. Esta unidad es ciertamente posible, pero sólo como producto vivo, siempre en desarrollo, del esfuerzo colectivo de l@s proletari@s mism@s, y que en la medida en que ascienda y madure la lucha de clase, se irá extendiendo al conjunto de la clase obrera.

Los círculos de debate y acción internacionalistas no hacen diferencias de filiación ideológica ni tienen como condición de admisión ningun tipo de formación política o nivel intelectual "mínimos". Pueden participar tod@s aquell@s que concuerden con la necesidad de sus líneas de orientación y estén dispuestos a trabajar colectivamente en su puesta en práctica, desarrollando de este modo también sus propias capacidades. El objetivo de los círculos es el desarrollo de una nueva concepción revolucionaria en la que se incluyan y superen todos los desarrollos teóricos anteriores, a veces o en parte confluyentes, a veces o en parte opuestos. Esta nueva concepción demostrará su verdad en cuanto sirva para acelerar el proceso de desarrollo consciente de la clase obrera hasta su completa autonomía frente a las fuerzas de la sociedad burguesa. Aunque las líneas de orientación de los círculos de debate y acción son de inspiración marxista-consejista, esto no obsta en ningún sentido para que proletari@s de otras tendencias y sinceramente revolucionari@s pongan también en común sus reflexiones, experiencias e iniciativas y estas puedan ser asumidas colectivamente.

Los círculos de debate y acción son la plataforma práctica que han decidido impulsar los miembros del Círculo Internacional de Comunistas Antibolcheviques, pero que ell@s no consideran que sea una exclusiva suya, sino un reflejo de las necesidades del movimiento real de la clase obrera y de la lucha de clases que tiene lugar en la actualidad en todas partes del mundo. Por todo ello, los círculos de debate y acción internacionalistas no tienen más conexión orgánica con el CICA que la similitud de orientación teórica. Funcionan como asambleas abiertas (más o menos abiertas, en función de las condiciones) en las que reunirse para poner ideas en común, debatir, desarrollar el pensamiento, y, finalmente, desarrollar una serie de acciones colectivas orientadas a la difusión de los planteamientos revolucionarios entre la clase obrera, especialmente en el contexto de las luchas de clases concretas. Los miembros de un círculo definen ellos mismos su nivel de compromiso de manera flexible, aunque su espíritu es plenamente participativo y rehuye, por lo tanto, cualquier división rígida entre trabajo intelectual y trabajo manual. Cada círculo es plenamente autónomo y su relación con los demás y con el CICA es completamente libre, ya que es la necesidad internacional de la clase obrera la que habrá de impulsar y servir de guía para establecer una unidad verdadera, no forzada, a partir de la dispersión inicial.

En resumen, nuestro objetivo es que los círculos de debate y acción actúen como centros de difusión del pensamiento revolucionario, orientado a la acción en el aquí y ahora, entre l@s trabajadores/as. De este modo cumplirán su papel de vanguardia, que hoy significa actuar como punta de lanza de un nuevo movimiento obrero que todavía tiene que surgir, y cuyos elementos y tendencias existen ya en las luchas de clases de los sectores más avanzados del proletariado actual. Tanto si esta propuesta prospera como si no, ya que esto depende de muchas condiciones, sobre todo del nivel de maduración de la conciencia de clase, pensamos que seguirá siendo válida como base para el agrupamiento de vanguardia en la época presente de declive abierto del capitalismo mundial.
Animamos a tod@s l@s revolucionari@s consecuentes a que abandonen todas las prácticas e ideas caducas y todo espíritu sectario, para unirse a este esfuerzo por la autoconstitución del proletariado en sujeto revolucionario.

Líneas de orientación de los círculos de debate y acción internacionalistas

1. El comunismo, es decir, la autoliberación del proletariado y el fin de la sociedad de clases, no es un programa o una filosofía, es el movimiento de lucha del proletariado consciente que suprime todas las relaciones y condiciones sociales de la esclavitud asalariada. Es a través de la lucha, de su propio esfuerzo espiritual y material, como l@s proletari@s desarrollan la conciencia revolucionaria. El comunismo significa el pleno desarrollo de los seres humanos, de sus necesidades y capacidades, como condición de una sociedad sin explotación ni dominación. La tendencia al comunismo está presente en la lucha de clases y consiste esencialmente en el desarrollo de la autonomía proletaria (de la capacidad del proletariado para autodeterminarse).

2. Contra el viejo movimiento obrero y la ideología reformista, defendemos la autonomía proletaria integral, que supone la supresión de nuestra existencia como clase dominada, y consideramos que las formas de lucha, de organización y de pensamiento tradicionales son expresión de los objetivos meramente reformistas del viejo movimiento y no sirven para la transformación revolucionaria de la sociedad, cada vez más necesaria. Además, no es la lucha por reformas, sino el enfrentamiento cada vez más violento y total con el capital, lo que hace que la clase obrera madure en un sentido revolucionario en su conciencia y su acción. Lo que la clase obrera necesita es el desarrollo de nuevas y superiores formas de su autoactividad colectiva, que serán la base de su futuro poder revolucionario, de la instauración de un régimen de democracia obrera. El papel de l@s comunistas conscientes es ayudar al conjunto de la clase a clarificarse acerca de los obstáculos a su autonomía y acerca del modo de superarlos prácticamente.

3. Estamos por el internacionalismo revolucionario consecuente, orientado a la confluencia y unificación orgánica de las múltiples luchas y sectores del proletariado internacional, para formar un solo movimiento que combine la libre unión y la máxima autonomía de las partes con la necesaria centralización y visión unitaria. De este modo, el proletariado se constituye en clase histórico-mundial y establece los fundamentos de una verdadera comunidad humana mundial. Una condición imprescindible del verdadero internacionalismo es, pues, la lucha en todos los países por la liberación del proletariado de todas las formas de explotación y opresión nacionales y, en general, de la dominación "nacional" de sus burguesías. Para el proletariado, su liberación como clase y su liberación como comunidad nacional coinciden, al tiempo que ambas confluyen de modo natural y necesario hacia la construcción de una verdadera comunidad internacional del género humano, cuya base material será una economía comunista mundial.

4. Nos esforzamos por la autoliberación radical e integral de l@s proletari@s, tanto individual como colectiva. El proceso revolucionario del comunismo requiere no sólo de una coherencia entre los principios, los medios y los fines de la autoactividad proletaria, requiere también de la unidad de las múltiples dimensiones de esa autoactividad: unidad de la liberación material y la liberación espiritual, unidad de la lucha económica y la política, unidad de las luchas laborales con todas las luchas sociales, de la lucha de clase y la lucha de género, de la unidad del desarrollo nacional y el internacional, etc. La integración de todos estos aspectos en un solo proceso de lucha con múltiples frentes, exige tanto la superación de todas las estrecheces y unilateralidades anteriores del movimiento comunista, como también la superación de la división entre programa mínimo y máximo, lucha por reformas y lucha revolucionaria, propaganda inmediata y propaganda revolucionaria, etc.. Esta continuidad programática, que encuentra su base objetiva en el ascenso revolucionario de la lucha de clases, desde las luchas inmediatas hasta la revolución abierta, tiene como principios generales que los objetivos programáticos sirvan al avance sin retroceso hacia el comunismo, a la unidad de la lucha económica y la política (impulsando el desarrollo de formas de poder proletario) y al desarrollo en general de la autoactividad integral del proletariado, especialmente al desarrollo y clarificación de su conciencia de clase.

5. Defendemos la centralidad del proletariado como clase revolucionaria, determinada socialmente como la fuerza de trabajo desposeída de medios de producción y que sólo puede vivir trabajando para el capital. Sin por ello suprimir las diferencias entre los distintos sectores de esta fuerza de trabajo, ni la importancia de estas diferencias de cara al desarrollo del proletariado como clase revolucionaria, nosotros entendemos al proletariado como unidad de esa multiplicidad, que incluye a ocupados, desocupados y estudiantes condenados a la proletarización, y que se extiende en diversas capas semiproletarias a medida que el capitalismo subsume cada vez más todas las formas de producción y trabajo precapitalistas (especialmente hay que mencionar el trabajo doméstico de las mujeres, que en las familias obreras contribuye directamente a incrementar el tiempo de trabajo excedente que puede suministrar el trabajador al liberarle de las tareas domésticas y reproductivas).
Entendida concretamente, la centralidad del proletariado como clase revolucionaria significa además que la emancipación de l@s proletari@s depende solamente de sus propios esfuerzos. No pueden dejar sus propios asuntos en manos de una minoría ilustrada, ni tampoco prescindir del desarrollo de su capacidad intelectual y pensamiento, sin los cuales no pueden actuar realmente de modo autónomo, sino todo lo más formalmente (como ocurre con las viejas organizaciones obreras). Todas las formas de sustitucionismo, sean tipo político o intelectual, son contrarias a la autoliberación de l@s proletari@s y reproducen una división del trabajo que es el embrión y el esquema fundamental de las relaciones sociales en la sociedad de clases. Por eso, las asambleas autoorganizadas, el funcionamiento de abajo a arriba, la delegación bajo mandato imperativo, la participación más amplia posible de tod@s, son los rasgos fundamentales de la organización autónoma del proletariado y deben ser siempre los predominantes.


Círculo Internacional de Comunistas Antibolcheviques

cica_web@yahoo.com

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