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Pueblos indígenas que construían cerros
Por El Litoral.com -
Monday, Jan. 30, 2012 at 9:24 AM
La nota refiere a las investigaciones que realizan científicos argentinos sobre la forma de vida de los pueblos indígenas que habitaban en el litoral inferior de los ríos Paraná y Uruguay, antes de la llegada de los europeos. éstos, Construían elevaciones artificiales sobre las que vivían parte del tiempo, y donde también realizaban actividades rituales.TEXTOS Y FOTOS. IRENE MAIER (COMISIÓN DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES, CIC).
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Grupos de antropólogos, botánicos, biólogos y geólogos han investigado las huellas dejadas por los indígenas litoraleños y llegaron a la conclusión de que era una población muy móvil, compuesta por diversas etnias.
Los pueblos que habitaron el litoral inferior de los ríos Paraná y Uruguay, antes de la llegada de los europeos, no dejaron registros escritos ni restos de edificios. Sin embargo, observando cuidadosamente el paisaje en el que vivieron aún pueden verse sus construcciones: los montículos conocidos como “cerritos de los indios”.
El primero en afirmar que algunas elevaciones cercanas a la ciudad de Campana no eran de origen natural fue el naturalista Florentino Ameghino, en 1880. En ellos encontró restos de objetos de uso doméstico y también huesos humanos, por lo que dedujo que eran enterratorios, y llamó a sus constructores “el pueblo de los túmulos”.
En las últimas décadas, grupos de antropólogos, botánicos, biólogos y geólogos han investigado las huellas dejadas por los indígenas litoraleños y llegaron a la conclusión de que era una población muy móvil, compuesta por diversas etnias. La llamaron genéricamente “chaná-timbú”. Sus integrantes eran cazadores, pescadores y recolectores, seminómades, que navegaban en canoas por la amplia red de ríos y arroyos de la región.
LO QUE CUENTAN LOS OBJETOS
Entre los investigadores de cerritos se cuentan integrantes del Museo de Ciencias Naturales de La Plata y de la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires, que estudian elevaciones cercanas a la localidad entrerriana de Tres Cerros, próxima al puente Rosario-Victoria.
Ellos determinaron que tres montículos de más de 40 metros de diámetro y de cerca de 1,20 metros de altura fueron hechos por el hombre. Su construcción comenzó cerca de 1.000 años atrás y fueron ocupados hasta principios del siglo XVI.
Los investigadores del Conicet, Dres. Gustavo Politis, Mariano Bonomo y Carola Castiñeira, explican que en los montículos se encuentran miles de fragmentos cerámicos, utensilios de hueso y carbón de fogones, así como huesos de animales (lobitos de río, roedores y peces) y valvas de moluscos.
A ellos se suman restos microscópicos de plantas comestibles como maíz y zapallos, mezclados con cereales y gramíneas que pudieron ser usados en fogones. La variedad de alimentos del lugar y el cultivo de algunas especies hace suponer que los “constructores de cerritos” eran parcialmente sedentarios.
Como en los cerritos cercanos a Campana, también en los de Tres Cerros se hallaron restos de esqueletos humanos, en la periferia de la estructura. Datan de hace aproximadamente 600 años y son enterratorios secundarios, es decir que primero los cadáveres perdieron el tejido blando, posiblemente en un entierro primario, y luego fueron exhumados y acomodados.
“Algunos huesos fueron pintados con óxido de hierro de color rojo, antes de ser enterrados nuevamente. Cerca de los esqueletos se encontraron diferentes objetos, algunos de los cuales pudieron formar parte de un ajuar funerario. Entre ellos, hay una pieza de cerámica con forma de cabeza de loro. Las piezas de alfarería con formas de animales son características de la región y son halladas frecuentemente en Tres Cerros”, detalla Carola Castiñeira.
CLAVES EN EL TERRENO
Los estudios geológicos también ayudaron a resolver algunas incógnitas sobre los cerritos. Se tomaron muestras en sondeos y excavaciones y se estudió la composición del suelo y de los sedimentos, tanto en la planicie como en los montículos.
Los análisis estuvieron dirigidos por la Dra. Adriana Blasi, geóloga especialista en sedimentología del cuaternario e investigadora de la CIC. Ella explica que las elevaciones fueron construidas directamente sobre la planicie, superponiendo sedimentos fangosos, a los que se agregaban fragmentos de arcilla quemada.
“Encontramos que la composición mineral de los sedimentos de los montículos es diferente de la de los suelos de la planicie donde están ubicados. En cambio, es similar a la del material con que sus constructores confeccionaban su cerámica”, añade Blasi. “Estudiando la zona, hallamos que los sedimentos que empleaban provienen de lugares que distan al menos dos kilómetros de los cerritos. No comprendemos aún el motivo por el cual los traían desde allí, ya que las arcillas de los alrededores pueden usarse en construcción”.
Los especialistas estudiarán más adelante los restos arqueológicos situados por debajo de los montículos, previos a su construcción.
LOS URUGUAYOS
Los cerritos artificiales también son encontrados en el este del Uruguay, localizados en zonas de humedales, fácilmente inundables, o vinculados a redes de drenaje. Se los estudió sistemáticamente allí desde hace más de 30 años.
Los montículos están aislados o agrupados y pueden llegar a alturas de hasta 6 metros. Se descubrió que su construcción comenzó hace más de 5.000 años y que sobre ellos se desarrollaban actividades domésticas y rituales.
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Grupos de antropólogos, botánicos, biólogos y geólogos
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