¿Hay algo más hermoso?
Por Malatesta - Friday, Feb. 03, 2012 at 6:35 PM

¿Hay algo más hermoso? Del periodico uruguayo Anarquia

Que un día se arrime un compa nuevo, que se presente, empecemos a charlar. Ver q u e compartimos la forma de pensar, que tenemos en común un montón de ideas, pero sobre todo que haya ganas de hacer cosas. Que luego de un tiempo el compa siga estando, aportando, participando, que diga las cosas que siente que tiene que decir, que comparta su pensamiento y sus acciones. Que a medida que se profundiza la lucha se profundice el vínculo, que genera una solidaridad y una estimación recíproca. Que mires para el costado en una marcha, en una actividad, o en lo que sea que se lleve a cabo en base a las ideas comunes y que ahí esté el compa, al firme, sacando la cara por esas ideas que hacen que personas heterogéneas se unan. Compartir esa energía que se potencia en una acción en conjunto con todos los compas. Ser cómplices de sentir esa electricidad que nos atraviesa al andar juntos.
Y un día te lo vas a cruzar en la calle, o en el bondi, o en la panadería y ambos vamos a sentir ese vínculo y vamos a sentirnos compas y nos vamos a abrazar con una sonrisa en la cara. Y vamos a entender que cada vez que se profundice la lucha, vamos a estar más unidos, más solidarios, más hermanos. Y más allá de que sea tu amigo o no, vas a sentir que es alguien con el que querés estar a su lado, tomar unos mates, discutir un texto, compartir un guiso o jugar un truco. Sentir juntos el compromiso con la lucha, que ese sentir juntos potencie a todo el grupo como una unidad y a cada uno de los compas como libertades individuales.
Y el tiempo sigue pasando y el compa sigue estando y sigue aportando su fuerza y sus ideas. Y nos seguiremos encontrando en las reuniones, en las actividades, en la calle o donde sea y seguiremos sintiendo ese vínculo grueso y fuerte que nos hace cada vez más compas. Y esa fuerza de todos los vínculos se va a entrelazar con la f u e r z a d e n u e s t r a s i d e a s convirtiéndose en actos, como grupo o como los individuos libres que somos. Y de este modo s e g u i r e m o s c r e c i e n d o y haciéndonos fuertes como grupo y como personas. Entonces se potenciará la confianza en que tenemos la capacidad de lograr cosas, unidos en nuestras luchas. Cada vez más.
Y todo eso va a ser más grande cada vez que se arrime un pibe, se presente y te diga: “¿en qué andan ustedes?”, “¿cuáles son sus ideas?”, “m e g u s t a r í a a r r i m a r m e y participar”, “mi forma de pensar es…”, “¿qué actividades tienen planeadas?”, etc. Al fin y al cabo no hay nada más hermoso que estar entre gente con ideas comunes y que esas ideas vayan para adelante con diferentes acciones que peguen como un martillo donde más duele. Un martillo hecho de compas que alguna vez se juntaron por primera vez en una plaza, en una actividad o en un puesto de difusión, bajo una bandera negra o tan solo bajo el sol o la lluvia o las estrellas, pero mirándose a los ojos y dándole para adelante. Como tiene que ser.

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