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A 10 años del asesinato de Javier Barrionuevo
Por Frente Popular Darío Santillán - Monday, Feb. 06, 2012 at 10:04 AM

Javier Barrionuevo es el primer piquetero asesinado en la provincia de Buenos Aires. Murió de un tiro en la garganta, efectuado por Jorge Bogado en el distrito de Esteban Echeverría. Aquella madrugada del miércoles 6 de febrero de 2002, participaba por primera vez en un corte de ruta.

“Gordo, quedate tranquilo que era un malandra… después nos comemos un asado en tu parrilla”. (Palabras del comisario Claudio Bonorino a Jorge Bogado, reproducidas en el cable de la Agencia de Noticias Red Acción, ANRED, 7 de febrero de 2002, 13 horas).

Como muchos de sus compatriotas, Hugo Javier Barrionuevo se ganaba la vida haciendo changas, como podía, en medio de aquella crisis que asolaba al país, luego de que el presidente De La Rúa huyera en helicóptero de la Casa Rosada, dejando 33 muertos y centenares de heridos, como saldo de la represión que ordenó luego de decretar el Estado de Sitio. Como muchos de sus compatriotas, también, Barrionuevo se acercó a un corte de ruta, que por entonces desarrollaba sobre el puente de El Jagüel el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) de Esteban Echeverría. Nunca antes había participado de una movilización ni de ninguna actividad del movimiento. Ni de ese ni de otro. Pero ese martes 5 de febrero, cuando escuchó que cerca de su casa un grupo de piqueteros realizaba una protesta, decidió acercarse. Tanto en el distrito, como en Quilmes, Avellaneda, Lomas de Zamora, Lanús, Florencio Varela, Ezeiza y Claypole, los manifestantes exigían que los intendentes no se demoraran en realizar las inscripciones al Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados, recientemente anunciado por el entonces presidente Eduardo Duhalde.

A pesar de la lluvia, aquella madrugada del miércoles 6 de febrero, el piquete se mantenía en pie, custodiado permanentemente por los efectivos policiales de la comisaría 5° de El Jagüel, quienes misteriosamente, alrededor de las 3 de la madrugada, desaparecieron del lugar. Fue entonces cuando Jorge Bogado, de 41 años, dirigió su Ford Falcon blanco al centro del piquete. Los policías que se encontraban en los retenes dicen que no lo vieron pasar. Los manifestantes, que la policía “liberó la zona”. Lo cierto es que, en medio de la noche, Batata –según apodaban a Bogado en la zona– se empecinaba en querer pasar con su auto por encima del piquete.

Fue entonces cuando un grupo de muchachos intentaron sin suerte frenar al automovilista. Con menos suerte aun, Barrionuevo -junto a otro grupo de jóvenes-, insistió con esa tarea que le costaría la vida, ya que el señor corpulento del Ford Falcon blanco sacó su pistola 9 milímetros y disparó varias veces. Uno de los tiros impactó en la garganta de Javier Barrionuevo. José, uno de los manifestantes, recordó al instante las palabras que, unas horas antes, les había dicho uno de los oficiales: “Sigan jodiendo nomás… van a ver como un día de estos uno de ustedes va a quedarse en el asfalto”.

Rodeado por los manifestantes, el conductor fue obligado a llevar al joven malherido hasta el hospital. A pesar de que alrededor de 30 personas que participaban del corte de ruta se ofrecieron a prestar declaración, sólo seis de los testimonios fueron aceptados más tarde en la comisaría. Aunque por alguna extraña razón nunca llegaron a manos del fiscal a cargo. Y una hora más tarde Bogado quedó en libertad por falta de pruebas. El subcomisario de la seccional 5ª de El Jagüel, Claudio Boriani, definió el hecho como “un accidente”; o más sencillamente, “un homicidio en defensa propia”.

¿Qué llevó al dueño de una parrilla de la zona a cometer semejante acción? Todo cobra un poco más de sentido político si agregamos el dato de que Jorge Batata Bogado había sido, además, puntero de Axel Granados, intendente de Ezeiza, y del ex intendente de Esteban Echeverría Alberto Groppi (quien ejecutó ese cargo, también, durante la última dictadura).

“La acción de este asesino es parte de un plan represivo sistemático que el Gobierno de Duhalde prepara para enfrentar el conflicto social”, denunció entonces el MTD de Lanús, donde militaba el joven Darío Santillán, asesinado cuatro meses y veinte días más tarde, junto a Maximiliano Kosteki, en la denominada Masacre de Avellaneda.

Al día siguiente, siete de febrero, la noticia estaba en todos los periódicos nacionales. “Un comerciante asesinó a quemarropa a un hombre en un piquete, pero no fue detenido”. “El leve delito de matar un piquetero”. “El juez lo dejó libre porque cree que el homicidio no fue intencional”, titularon, por ejemplo, los diarios Clarín y Página/12.

Por su parte, todos los grupos integrantes de la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón realizaron un “escrache” a la comisaría 5° de El Jagüel, donde denunciaron que las declaraciones efectuadas por los testigos habían desaparecido (comisaría que sería incendiada en la madrugada del 13 de agosto de 2002, cuando cientos de vecinos indignados por la actuación de los efectivos policiales locales, se enteraran que el cuerpo de Diego Peralta, de 17, había aparecido sin vida en la rivera de Quilmes, luego de un secuestro por el que sus padres había pagado un rescate).

El escrache tuvo sus efectos: Jorge Batata Bogado fue inmediatamente detenido y encarcelado. Pero lo que parecía ser un acto de justicia fue sin embargo un momentáneo mal momento para el asesino, ya que al año siguiente (mayo de 2003), cuando se llevó adelante el juicio en los Tribunales de Lomas de Zamora, Bogado recuperaría su libertad, gracias al eficaz desempeño del Fiscal Pablo Pando, quien a pesar de tener todas las pruebas y testimonios (incluido el del propio imputado, quien admitió haber disparado y herido de muerte a Javier Barrionuevo), desistió de acusar. Hecha la ley, hecha la trampa… al no haber acusación, no hay condena.

El sábado pasado sus compañeras y compañeros del Movimiento de Trabajadores Desocupados (actualmente integrante del Frente Popular Darío Santillán), junto a otras organizaciones políticas y sociales, realizaron actividades en Monte Grande, en homenaje a Hugo Javier Barrionuevo, el primer piquetero asesinado en la provincia de Buenos Aires.

Mariano Pacheco.
http://www.marcha.org.ar

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