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Los intelectuales, el gobierno, la oposición centroizquierdista y la izquierda
Por MAS - Wednesday, Feb. 08, 2012 at 4:02 PM

El surgimiento del grupo "Plataforma 2012" Por Patricia López





Plataforma 2012 es un grupo de intelectuales que sacaron una declaración muy crítica hacia el gobierno K, y también hacia Carta Abierta, con la cual confronta sobre el rol que los intelectuales deben cumplir, acusándolos de "perder la capacidad crítica en bien de defender al gobierno"; por eso llamaron a su declaración “Para la recuperación del pensamiento crítico”.
La movida está, evidentemente, motorizada por algún sector de centroizquierda del binnerismo (se sospecha del PCR), ya que su entusiasmo en la denuncia al gobierno nacional por los males de la sojización, por ejemplo, le hace olvidar que el gobierno provincial de Santa Fe, al que ni menciona, es un directo representante de la burguesía sojera.
Plataforma recibió el apoyo de unos cuantos intelectuales progres (aunque después algunos se borraron cuando apareció la firma de Beatriz Sarlo), entre ellos algunos que también habían firmado la declaración de la "Asamblea de Intelectuales" que apoya al FIT. Estas “firmas cruzadas”, pero en verdad la aparición misma de Plataforma 2012, motorizaron una discusión al interior del FIT y de su Asamblea de Intelectuales.

El PO exige lo que el FIT no fue capaz de hacer

La posición del PO al respecto incluye, como de costumbre, un desopilante blef de Altamira que no podemos dejar de compartir con nuestros lectores:
“La filiación del operativo supone un doble propósito: delimitarse, tardíamente, del amontonamiento oficialista que se parapeta en Carta Abierta, pero por sobre todo salir al cruce de la Asamblea de Intelectuales, Docentes y Artistas que respalda al Frente de Izquierda –algunos de cuyos nombres aparecen entre los firmantes de Plataforma–“ (destacado nuestro).
Es decir, los obstáculos de Binner para asumir la Presidencia de la Nación se ordenan de esta manera: primero, el FIT; segundo, el kirchnerismo. O dicho de otra manera (siempre según Altamira): "los peronistas nos envidian las minas", y la oposición burguesa nos envidia los intelectuales....
A pesar de esta jerarquía que la Asamblea de Intelectuales del FIT parece haberse ganado en la vida política nacional, Altamira la amonesta:
“La Asamblea de Intelectuales que se formó en apoyo al Frente de Izquierda enfrenta un enorme desafío -que es, precisamente, su oportunidad-. En oposición a todos los ‘relatos', tiene el desafío de desarrollar la crítica al orden existente y, en particular, a la incapacidad del nacionalismo de contenido burgués para llevar adelante cualquier propuesta emancipadora, ya que la nacional va asociada a la social. Tiene el desafío de afirmar con claridad una conciencia y un programa socialistas, cuya realización depende de la acción histórica independiente de la clase obrera. Tiene el desafío, también, de desarrollar una vigorosa acción sindical en los ámbitos académicos y estudiantiles, para fusionar a la intelectualidad con el movimiento obrero en su acción práctica.
La querella de los intelectuales pone de manifiesto el impasse de la sociedad capitalista. Desarrollemos una intelectualidad que contribuya a la construcción socialista revolucionaria.”
Pero el problema es que estos no son los desafíos de la intelectualidad de izquierda: son los desafíos de la izquierda a secas, no sólo de sus intelectuales. Sobre todo de los partidos de izquierda. Y sucede que, paradójicamente, la campaña del FIT no desarrolló “la crítica al orden existente”, ni denunció “la incapacidad del nacionalismo burgués”, ni afirmó con claridad “una conciencia y un programa socialistas”, y mucho menos asoció todo esto a “la acción histórica independiente de la clase obrera”. Fue un llamamiento a cortar boleta por los diputados del FIT, cuidándose a conciencia de cualquier crítica que pudiera enojar al votante K. El PO exige que un grupo de intelectuales no partidarios cumpla “el desafío” que los partidos integrantes del FIT no supieron cumplir!
Justamente, nos parece que esa deserción del FIT en cuanto a llevar adelante una crítica radical al gobierno K, en el marco de la gran visibilidad que cobró su campaña, facilitó que el binnerismo, al aparecer “por izquierda” en este sector de la intelectualidad, ocupe ese espacio atrayendo incluso a gente que había apoyado al FIT. En el blog de la Asamblea de Intelectuales del FIT, hay varios trabajos muy buenos contra una u otra política K. Los conceptos elaborados en esos trabajos podían haber tenido un lugar en la campaña mediática del FIT, lo mismo que la lucha contra la burocracia sindical, la denuncia de la represión K, el ajuste, la reforma política, etc., pero todos estos temas quedaron relegados al medio habitual de los periódicos de cada partido y al propio blog de la Asamblea, lejos de la mirada de los votantes K, que es con quienes, naturalmente, cualquier opositor de izquierda al gobierno quiere debatir.

Las consecuencias del oportunismo

Las afirmaciones de Chipi del PTS en este debate también “se muerden la cola”. Criticando a Plataforma 2012 por su falta de delimitación con respecto a la oposición burguesa, dice:
“El planteo del FIT y su Asamblea de Intelectuales es en esto inequívoco: no hay salida progresiva para la clase obrera y todos los explotados dentro de este sistema, sin una ruptura revolucionaria que permita la conquista de un gobierno de los trabajadores. Para ello hace falta que pongamos todas nuestras fuerzas intelectuales y materiales para que la clase obrera, la gran mayoría nacional, avance en su independencia política no sólo respecto del gobierno sino del conjunto de las variantes de la oposición burguesa.
Desde el PTS hemos sido activos impulsores del debate intelectual, con la organización de numerosos eventos para confrontar públicamente las diversas posiciones existentes en la intelectualidad, tanto con referentes de Carta Abierta como con impulsores actuales de Plataforma. En el caso de Carta Abierta sus planteos acerca de que saludan los debates son meramente demagógicos. A pesar de que dijeron que iban a hacerlo, no han promovido el debate ni en los ámbitos que controlan directamente, como la Biblioteca Nacional, ni en los que tienen influencia política, como la Televisión Pública, aspectos que demuestran lo falso de su defensa de la “democratización de los medios” de la que hacen tanta alharaca. De nuestra parte, seguimos manifestando nuestra disposición al debate con los distintos agrupamientos intelectuales. Argumentos no nos faltan.”
Lejos de nosotros está, como quedó probado en toda nuestra campaña electoral, pretender encontrarle algún costado progresivo a la ley de reforma política. Pero el hecho es que las circunstancias hicieron que en esta última campaña, al lograr “pasar” las internas, el FIT tuviera mucho más espacio en los medios que el que suele tener la izquierda. Esa era la oportunidad para promover el debate “en los ámbitos que (el gobierno) controla directamente” y donde “tienen influencia política, como la Televisión Pública”. El FIT la dejó pasar en función de sacar un diputado, y ahora se queja de que su “planteo inequívoco” acerca del capitalismo no aparezca en 6, 7, 8.
En síntesis, es la inconsecuencia del propio FIT, su falta de real delimitación, la que les dificulta ahora que el “binnerismo” les “robe” parte de los intelectuales para el apoyo o la “solidaridad” de un proyecto que es de oposición al gobierno K, pero no de clase ni independiente, sino burgués: esas son las consecuencias del oportunismo.

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