Chile: Democracia manipulada, subdesarrollo y pueblos originarios : Argentina Indymedia (( i ))

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Chile: Democracia manipulada, subdesarrollo y pueblos originarios
Por elmorrocotudo - Wednesday, Feb. 22, 2012 at 5:31 AM

Para hacer política hay que mirar lejos, los gobiernos y nuestros polítiqueros/as profesionales, quienes se dedican por décadas y tiempo completo a conducir el país, ven apenas sus narices, son incapaces o simplemente no les da gana de cambiar nada.

Chile ha sido prácticamente forzado internacionalmente y por el contexto de las luchas étnicas para aceptar el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), pero su Constitución, su imaginario, su idiosincrasia repele el reconocimiento de pueblos originarios. Además, los pueblos originarios, su lógica de vivir, su cosmovisión, no son compatibles con la rapacidad de transnacionales que dirigen y digitan ¿nuestra? democracia y a sus politiqueros y politiqueras que las representan en los poderes del Estado.

Porque el estilo de vida de una mayoría de chilenos/as se deriva de las sociedades capitalistas: dicho sea de paso, hemos sido “civilizados/as” para el individualismo y, ahora, el consumo (desenfrenado); en efecto, en muchas mentes predomina el tener en desmedro del ser y un chauvinismo racista o clasista.

Pero no son todos/as, no hay que generalizar, en el país también hay gente que lucha día a día por no ser excluida del mercado (pues no les queda otra), estudiantes (que luchan por una mejor educación, sin endeudamiento), amas de casa, jóvenes, obreros, comerciantes minoristas, pequeños/as empresarios/as entre muchísimos otros, que buscan un Chile mejor, incluyente y tolerante.

Pero a la vez hay quienes practican la represión, quienes apoyan políticas de discriminación; quienes gobiernan a espaldas del pueblo, quienes legitiman el Estado colonial, el centralismo, el sistema binominal… burocracias privadas que representan y defienden sistemáticamente el capital foráneo y todo su maquinaria, incluyendo sus socios en el gobienro y en el poder legislativo, y por que no, también en el judicial.

Creo que el camino a seguir es hacer cambios políticos profundos, pero sobretodo cambios económico-sociales, cambiar la ideología estatal que nos envuelve en un centralismo arcaico, ¿refundar el país? Eso es lo que queda, es un proyecto factible, pues no tiene que ver con persecuciones al infinito (como las que hace el capitalismo especulativo que ya no invierte en la economía real y que espera crear el paraíso en la tierra haciendo de la tierra el infierno de sus jugosos negocios). Son cambios que se pueden hacer.

Tales como: Asamblea Constituyente… diversificación, democratización de los medios de (in)comunicación, que realmente comuniquen y se comuniquen con la gente y no manipulen, encubran, deformen la información y la realidad; una educación que permita al estudiante participar en la construcción del país donde vive y a re-crearlo; a asombrarse de e intercambiar con la Madre Tierra sin destruirla y decidir el mundo-país que quiere.

Una educación donde los y las estudiantes sean sus principales protagonistas, junto a los padres y madres de familia, profesores/as, democrática que no imponga en ella intereses de una minoría o del mercado transnacionalizado; ahora se quiere eliminar materias como música y artes como si la única razón de estar en este mundo fuera para producir ganacia y perseguir, como tantas veces y hasta el cansancio repite el actual presediente, “crecimiento económico”.

Es la economía personal del Sr. Piñera la que está creciendo mientras los y las ciudadanos/os siguen siendo deshumanizados en el mercado injustamente “planificado” por las burocracias privadas. Es necesario la democratización de las decisiones económicas, para lo que se necesita mayor información y con un lenguaje claro, comprensible. Basta del oscurantismo lingüístico en la manera de explicar la realidad y la economía.

Las regiones deben tener autonomía y elegir a sus Intendentes y demás autoridades comos las del Consejo Regional (CORE). No más centralismo, no más régimen presidencialista o monarquía disfrazada (ojalá el Rey Piñera sea el último). Reconocer el contexto multicultural en todos los espacios.

Plebiscito comunal y nacional para nacionalizar el agua y otros recursos naturales. Nacionalización del agua, fondo de pensiones y los recursos de primera necesidad… Pero antes de todo ello es necesario formación política, educación, más información, consolidación, fortalecimiento y articulación de las organizaciones sociales, comunales contestarias, indígenas, para que la gente partícipe informada o no por instinto o por simple preferencia (manipulado por los medios de incomunicación).

Reeducar a las fuerzas represivas del Estado o quienes las dirigen: no todo el que piensa diferente y hace una crítica al gobierno o al Estado colonial es un “terrorista” que quiere necesariamente acabar con el Estado-nación. Lo que existe es un terrorismo de Estado y de quienes lo administran que persiguen por décadas el exterminio de los pueblos, a los más perjudicados y perjudicadas de estos pueblos, a los y las pobres socio-económicamente hablando.

Acabar con la mirada maniquea que divide todo en blanco y negro, entre humanos y “comunistas”, entre civilizados y salvajes; entre blanco e “indio”, entre peruanos y chilenos, o entre humanos y “terroristas”. La ideología que predomina es la que defiende a las sociedades capitalistas, el “libre” mercado que no es libre sino monopolizado por poderosas economías del centro imperialistas. Quien defiende el libre mercado, miente.

El mercado no es libre, está controlado por la Organización Mundial del Comercio, Las Bancas privadas, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, la OCDE, las transnacionales, en fin, carteles. Cambio en la familia nuclear hacia familias extendidas. En la familia nuclear no entran los abuelitos/as, los primos abandonados. Hay que recuperar la familia grande. Volver a la comunidad, fortalecer las comunidades donde el principio es el cuidado de unos/as a otros/as y el servicio de unos/as a otros/as. Nos estamos hundiendo en un individualismo destructor, en el “sálvese quien pueda”.

Radicalización de la democracia directa, que el pueblo sea realmente quien ponga o saque a las autoridades, que elija la economía que quiere, que recupere el poder. Plebiscitos vinculantes y para revocar mandatos, aplicado a toda autoridad. Reconocimiento a los pueblos originarios como pueblo (con sus símbolos, lengua, banderas, religión, educación), no solo como “etnias”. No por ello los pueblos dejan de ser chilenos, pero hay que cambiar el tipo de relación de colonialismo a asociaciones estratégicas de sobrevivencia y de un mejor vivir. Acabar con el privilegio de unos cuantos en beneficio de la mayoría (redistribución justa de la riqueza que todos y todas las chilenas producen).

Se habla mucho de que las empresas privadas dan trabajo, pero curiosamente no se habla de cuánto ganan y de cuánto dinero se llevan a cambio y de la destrucción que producen, especialmente las mineras, no entran en su contabilidad la contaminación de las aguas y del entorno natural y social... Más derechos a personas con discapacidades. Más derechos a mujeres. Protección a la Madre Tierra, declarándola sujeto de derechos. Un esfuerzo regional, latinoamericano, por lograr el desarme, aunque parece muy difícil en vista de la constante amenaza entre las republiquetas.

La forma de organizarse de las republiquetas es en la lógica: amigo versus enemigo, por eso vivimos en constante miedo. Es el miedo lo que nos obliga a armarnos, a comprar y producir armas en vez de comida sana u hospitales de calidad. Las Fuerzas Armadas de los países se constituyen en una clase social privilegiada, un “mal necesario” que chupa mucho presupuesto que se puede destinar a educación o a la salud. Hay que entablar un debate al respecto. Educación superior gratuita.

En Chile estudiar en la universidad es muy caro e implica endeudamiento de por vida para las familias. La ayuda es insuficiente, sigue siendo excluyente... Atención a la salud, universal y gratuita. Todavía la “mejor” educación y atención de la salud pertenece a quienes tienen más dinero. Rotación del poder en la conducción del país y fortalecimiento de poderes locales, etcétera.

Para hacer política hay que mirar lejos, los gobiernos y nuestros polítiqueros/as profesionales, quienes se dedican por décadas y tiempo completo a conducir el país, ven apenas sus narices, son incapaces o simplemente no les da gana de cambiar nada porque las cosas así como están favorecen sus intereses particulares y de los que sirven, al sector social que defienden.

Aparentemente hablan a nombre de “todos los chilenos y chilenas”, pero en realidad hablan a nombre de sus propios intereses. ¡Cuán lejos estamos del real e integral desarrollo! En contra de lo que dijo Piñera, no seremos desarrollados a fines de esta década, si seguimos como estamos seremos más atrasados aún. ¡Otro Chile es posible! ¡Jallalla los pueblos originarios, los movimientos sociales y sus luchas!

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