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Una respuesta a un discurso
Por Fuente: Gacetillas Argentinas - Monday, Mar. 05, 2012 at 11:03 PM

Por el Prof. Juan Carlos Sánchez, Director Editorial de Gacetillas Argentinas - Las afirmaciones de la Presidenta de la Nación sobre la docencia, en el discurso inaugural de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional, reflejan el pensamiento burgués, clasemediero, de aquellas y aquellos privilegiados que defienden al capitalismo por sobre todas las cosas. Y a este cronista, le hicieron acordar a Doña Rosa, el inefable personaje que el extinto Bernardo Neustadt utilizaba para reflejarlo en su programa "Tiempo Nuevo".

El desconocimiento, la liviandad y la profunda hipocresía son las principales características de un mensaje destinado a profundizar el descrédito de miles de docentes de nuestro país. Una vez más, quien le escribe los informes, tanto a ella como al Ministro Sileoni, jamás habrá pisado una escuela. De otra forma, no puede explicarse que afirme que existe la estabilidad laboral en la docencia, que trabajan cuatro horas y que tienen tres meses de vacaciones. Pero, convengamos, no resulta extraño este discurso cuando lo utiliza para quedar bien con esa clase esquiva, en parte, a sus intenciones políticas.

Este cronista no tiene estabilidad laboral, trabaja más de cuatro horas en dos escuelas, además de hacerlo en su hogar, y no tiene tres meses de vacaciones. Con lo que percibe de haberes, jamás podría alquilar su vivienda pero mucho menos adquirirla. Debido a su discapacidad y a circunstancias familiares, no pudo seguir con una capacitación acorde y por ende, por más cursos que hoy realice, jamás alcanzará el puntaje para sumar horas cátedra. Apenas renueve su certificado de discapacidad, comenzará a tramitar su jubilación por cuanto la posibilidad de incrementar su carga horaria es lejana y menos aún, con el cierre de cursos que ejecutará el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el cual, además, incumple con el cupo del 5% para las personas con discapacidad y a pesar de una sentencia judicial de cámara, todavía no lo ha reglamentado para la Educación de la Ciudad.

Otra es la realidad. Y difiere sustancialmente con la de muchas y muchos compañeros. Pero es indudable que refuta el discurso presidencial.

En la educación media, es común el "profesor taxi"; es decir, el que va de escuela en escuela para poder tener un ingreso que le permita satisfacer sus necesidades. Pero eso tiene un precio elevado: el stress y las patologías psico - psiquiátricas son lo más habitual que lleva a la licencia prolongada. Desde luego, sin contar con afonías y disfonías por gritar en aulas poco sonorizadas, al estar cerca de calles o avenidas o bien, porque las paredes entre aula y aula parecen de papel. Hablar de elevado ausentismo, más allá de algunas y algunos pícaros, es un insulto a la esforzada labor de quienes hoy están al frente de sus cursos.

Las palabras de la Presidenta de la Nación invitan a continuar la tarea de destrucción de la educación pública, con el sostenimiento de la educación privada. Tal vez, algo peor se insinúa: pretender que los docentes de la escuela pública adopten las normas y valores imperantes en el sector privado. Nada nuevo bajo el sol para quien afirma la necesidad de un "capitalismo en serio" y dicho pensamiento la acerca más a Mauricio Macri que al pueblo.

Por un lado, Cristina Fernández de Kirchner reta al Jefe de Gobierno por la cuestión del traspaso del subte, y por otro lado lo alienta con el desprestigio a la docencia. Pero nada es casual. A ambos, los une ese aroma de neomenemismo que los lleva a continuar y profundizar el neoliberalismo impuesto el 24 de marzo de 1976. Y que no se ofenda la Jefa de Estado. Todavía subsisten las bases estructurales de la economía pensada y ejecutada por Martínez de Hoz y sus secuaces, que fuese anunciada paradójicamente un 2 de abril de aquel año.

Sin dudas, pretende que la entrega de netbooks o de libros sea considerado un salario indirecto. Este cronista no puede usar su netbook porque la pantalla chica le dificulta su visión y si agranda el tamaño de las letras, podrá leer pero tendrá grandes dificultades para escribir: la hoja no entra y se pierde el contexto de lo que se escribe. Tampoco recibió libros. Ni espera recibirlos. Apenas, si puede consultar las publicaciones oficiales por Internet.

Pero de ese tipo de salarios, los docentes no pueden vivir. Necesitan de una remuneración que les permita tener una sola escuela y no salir corriendo hacia otra, que puedan satisfacer sus necesidades básicas y que puedan construir su proyecto de vida.

La Presidenta de la Nación se transformó en Doña Rosa. No está (por suerte) Neustadt, pero seguramente Macri la acompañará gustoso en su propósito: privatizar la educación y si ello no es posible todavía, privatizar a las y los docentes.

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