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Paraná: Un médico del IPP dijo no recordar nada sobre el robo de bebés
Por Fuente: Diario Uno - Wednesday, Apr. 11, 2012 at 3:27 PM

Martes, 10 de abril de 2012 - Jorge Rossi prestó declaración testimonial este martes en el Jugado Federal. Justificó su desconocimiento en que la clínica era “un desorden” y no aportó datos sobre el paradero del hijo de la desaparecida Raquel Negro.

Paraná: Un médico de...
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El IPP fue objeto de una inspección judiical el año pasado. (Foto: UNO/JUan Ignacio Pereira)

Jorge Eduardo Rossi, médico del Instituto Privado de Pediatría (IPP), declaró este martes a lo largo de dos horas y media en el Juzgado Federal de Paraná. Su testimonio era esperado con cierta expectativa, puesto que era el único de los cuatro miembros del directorio de la clínica que no había testificado en el juicio oral por la causa Hospital Militar. Sin embargo, se mantuvo en los mismos dichos de sus socios: dijo no recordar el paso por la institución de los bebés mellizos –uno de cada sexo– hijos de la detenida-desaparecida Raquel Negro, ni de niños sin identidad, ni de ninguna circunstancia que pudiera significar un aporte para hallar el paradero del niño varón que todavía es buscado.

En la causa caratulada “Averiguación paradero del menor NN Facundo” (por el nombre que pusieron al chico las enfermeras del Hospital Militar, donde nacieron los hermanitos), Rossi dio su testimonio luego de un par de inasistencias en anteriores citaciones. Lo hizo entre las 11.30 y las 14, aproximadamente, ante el juez Gustavo Zonis, el fiscal José Ignacio Candioti y la abogada querellante Ana Oberlin.

Para explicar por qué no tiene idea de lo que pasó con los bebés, se hizo eco del argumento de que el IPP era por aquellos años –los hechos ocurrieron en 1978– una clínica abierta y cualquier médico externo podía internar allí a sus pacientes y darles el alta sin ningún tipo de control, más allá del que podían ejercer las enfermeras. Su discurso giró todo el tiempo sobre los 34 años que han pasado y sobre su imposibilidad de recordar, algo que no experimentaron sus empleadas, quienes han aportado datos sobre lo sucedido desde que se inició la investigación.

“Ahora puede parecer raro, pero antes era lo habitual”, dijo el profesional –palabras más palabras menos– sobre la metodología utilizada durante los primeros años de funcionamiento del IPP, en plena dictadura, cuando en el directorio de la institución no se tenía mayor conocimiento de lo que pasaba en la sala de Neonatología. “Era un gran desorden”, reconoció. Esta versión también fue sostenida por sus socios en el juicio del año pasado: Miguel Torrealday, David Vainstub y Ángel Luis Schroeder.

Oberlin, del equipo jurídico de Abuelas de Plaza de Mayo, cuestionó esos argumentos: “Los cuatro tienen una versión construida, pero hay montón de preguntas sin responder y algunas contradicciones que quedaron fuera de su libreto. No pueden dar cuenta de un montón de cosas; por ejemplo: cómo fue que la internación la pagó el Hospital Militar si no es una obra social”. Así hizo referencia al libro de ingresos y egresos del IPP, donde aparecen internados “Soledad López” y “NN López” en marzo de 1978, derivados de la institución castrense y con honorarios pagados por la misma.

En diálogo con UNO, Oberlin manifestó: “Parece que los cuatro (médicos) tienen una amnesia muy selectiva, ninguno se acuerda de que había mellizos, a pesar de que ellos dijeron que no eran tan frecuente que estuvieran internados dos mellizos juntos, de que no tenían nombre, de que no iban adultos a visitarlos, de que había sólo ocho cunas en un lugar muy reducido y de que en el caso del varón estuvo 17 días y en el de la niña 23. Pese a todo esto no advirtieron la presencia de los bebes”.

Sobre la versión de que cualquier médico podía dejar un chico y las autoridades del IPP no se enteraban, la consideró “una cosa totalmente absurda”. Y añadió: “Sí quedó clarísimo que por el espacio físico y las dimensiones del espacio, era realmente imposible que no los vieran”.

Sabrina Gullino, aquella beba mujer, pudo conocer su verdadera identidad en diciembre de 2008. El 21 de octubre de 2010 el Tribunal Oral Federal de Paraná condenó a 14 años de prisión a Pascual Oscar Guerreri; a 13 años a Juan Daniel Amelong y Jorge Fariña, a 11 a Walter Pagano y a cinco a Juan Antonio Zaccaría. En tanto, Marino González fue absuelto. El bebé varón todavía sigue siendo buscado.

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