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La obra Rosa Luxemburgo: "Una experiencia singular y liberadora"
Por Alejandra Arístegui / entrevista SdTopo - Sunday, May. 13, 2012 at 10:01 AM
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"Una experiencia singular y liberadora" (Entrevista con Alejandra Arístegui)




por Signos del Topo






SdT — ¿Cómo surgió la idea de la obra unipersonal «Rosa Luxemburgo»?
Alejandra Arístegui – Surgió a principios del 2006. Yo había estrenado la primera obra en que me encargaba de la dirección. Hacía años que quería hacer un unipersonal pero no encontraba un material que me entusiasmara. Pensando en esas cosas, en ese momento estaba leyendo un librito con testimonios, del historiador Pablo Pozzi, y leía la historia que narraba sobre su propia vida una mujer del Chaco, explotada por trabajar en la zafra, a quien un día un joven le alcanzó un panfleto, un volante, donde se decía que lo habían asesinado al Che y que el Partido Comunista boliviano lo había abandonado. Ella no sabía quién era el Che ni nada, pero intuyó algo y escondió ese papel y se puso a averiguar. En muy pocos años era una militante del PRT. Ella, en su testimonio dado en la primera década del 2000, decía: «La mejor arma que tiene el hombre es la conciencia». Me impactó mucho esto, cómo un «volante» había sido el principio para que esta mujer comenzara un cambio tan grande en su vida.
Y está puesto en la obra, al final, cuando Rosa, ante el capitán Pabst, prefiere mirar la pared en vez de mirarlo a los ojos: «Siempre en algún punto puede empezar algo nuevo». A esto se sumó el hecho de que yo hacía varios años tenía guardado siempre en mi mesa de luz un librito que me había regalado mi papá: «Cartas de amor de Rosa Luxemburgo», diciéndome: «Esto es una joyita». Creo que esa misma noche uní estos dos pensamientos, conectándome con el solitario y personal desarrollo de la conciencia de ambas mujeres. Esa soledad, esos primeros pasos de generar un pensamiento propio, una postura ante la vida, me daban pie para el material de la soledad de un unipersonal. Y decidí que finalmente tenía un material que valía la pena hacer. Ya venía leyendo mucho sobre mujeres militantes, entre ellos: «Poder y desaparición» de Pilar Calveiro, donde se testimonia los recursos utilizados por las mujeres sometidas a aislamiento y situaciones atroces. Tomé conciencia de lo tarde que empezaron a salir los libros sobre ese tema y de la poca visibilidad que Rosa Luxemburgo tenía en ese momento. Todo esto me hizo tomar la decisión de hacerme cargo de llevarla a escena. Y no fue nada fácil.

SdT – ¿Y cuál ha sido la respuesta del público?
AA – Fueron cuatro años y medio de trabajo. Primero, de encontrar el material, que cuando empecé no estaba al alcance de la mano; y, luego, de intentos con dramaturgas y directoras... Y todo quedaba en la nada. Probablemente porque era un material muy difícil. Muchas veces me decían «eso no se puede». Y otra razón puede haber sido que para mí era muy importante; había mucha pasión, que evidentemente no estaba compartida con la otra persona. Así que decidí escribir y dirigir yo. Esto tiene que ver con tu pregunta, porque para el día en que se estrenó ya había mucha gente que sabía de mi proyecto, de mis dificultades, que me daba una mano. Y que de alguna manera me venían acompañando en mi proceso creativo: alumnos de teatro, amigas y amigos que conocían mi deseo y me ayudaron muchísimo, personas que no estaban directamente relacionadas con el teatro pero me decían que era necesario llevar a término este proyecto. Así que en el estreno estuve muy apoyada por la gente que valoraba la «apuesta». Una persona muy importante en el tramo de concreción fue Silvio Lang, que hizo la supervisión dramatúrgica y que fue altamente inspirador. Luego la mirada de compañeras y compañeros actores, tanto de Raúl Serrano y de Andrea Boveri, a quien le propuse que fuera mi asistente en la obra, y ella no sabía quién había sido Rosa Luxemburgo. Me parecía bien... alguien que se conectara por primera vez con el personaje. Y también quien estuvo siempre tirando ideas y sosteniendo la cuestión de las proyecciones y el proyecto en general es Dionisio Cardozo.
Puedo decir que la respuesta del público fue muy buena. La apuesta también tiene la característica de ir en contra de lo que la hegemonía teatral dice que «tiene que hacerse en teatro». Decir «proletario», «socialismo», poner un fragmento de «reforma o revolución»… bueno, yo sabía que eso no es lo que está de moda, y mucho menos en el ámbito teatral. Pero uno de los objetivos de montar el espectáculo era hacer visible su figura. En las primeras funciones me di cuenta de que la gente quedaba un poco afuera. Por temer que el texto sea «informativo» al principio era más bien tirando a «hermético», así que rápidamente modifiqué cosas del texto y de la obra, utilicé el blog como modo de «información» y entregamos a los asistentes una reseña antes de que empiece la obra, para que la gente pueda estar más preparada.
Así que en el primer público que apareció había mucho interés por el personaje y también por el proceso de creación que proponía este trabajo.
Cuando la obra se fue asentando más, y empezó a difundirse «boca a boca», el público fue de todas las edades y en general con mucha calidez. Me fui dando cuenta de que la gente empezaba a investigar espontáneamente, antes o después de ver la obra. Y los interesados en la figura de Rosa cooperaron en la difusión. Esto no es típico en una obra de teatro. Allí me di cuenta de que Rosa Luxemburgo es muy convocante en este momento.

SdT— ¿Cuántas presentaciones hubo? ¿Qué expectativas hay a futuro?
AA – La obra se estrenó en setiembre del 2010 y luego en marzo del 2011. Hasta ahora hicimos dos temporadas, con nueve meses en total. Muchísimo para un unipersonal. Y pensamos volver en marzo del 2012, al menos por dos o tres meses. Por supuesto, estamos dispuestos a hacer funciones en espacios no convencionales y llevarla donde podamos. El año pasado hicimos una función en el marco del Taller de Talleres, Proyecto «Resistencias Populares a la recolonización del continente», en el Centro Cultural Pompeya de Buenos Aires. Este encuentro es organizado por el Centro de Investigación y Formación de los Movimientos Sociales Latinoamericanos (CIFMSL), el Equipo de Educación Popular «Pañuelos en Rebeldía» y la Fundación Rosa Luxemburg de Alemania. Donde participaron referentes latinoamericanos de distintos movimientos populares. Las expectativas son que la vean la mayor cantidad de gente posible y poder hacerla en festivales tanto nacionales como internacionales.

SdT— ¿Qué te sucedió durante todo el proceso? ¿Qué balance personal hacés?
AA – Creo que el proceso tanto de creación como de difusión aún continúa. Como dije, en marzo del 2012 volveremos a hacer algunas funciones. Como balance personal, para mí fue algo muy valioso, ya que pude crear a partir de mi más profundo deseo, y en ese recorrido aprender todo lo que necesitaba. Para ser sincera nunca pensé que terminaría haciéndome cargo de todo (actuación, escritura, dirección, difusión, etc.). El público ha sido quien ha terminado puliendo este espectáculo, porque al ser yo la directora y como no podía ver la función, siempre estoy muy atenta a lo que me puedan decir, a intentar comprender cómo han recibido el espectáculo; por ejemplo, qué momento funcionaba de una manera que yo no suponía... Se aprende mucho, aunque sea desconcertante y te lleva a veces a romperte la cabeza. Me cuesta ver los videos, porque es muy difícil verse actuar, pero sí podía ir corrigiendo cosas de dirección. Por suerte una amiga directora, Mariel Bignasco, empezó a venir a ver las funciones y allí la obra comenzó a ordenarse mucho.

SdT – ¿Es una obra «de cámara», para un público reducido? ¿Se puede pensar esta obra en un espacio físico mayor?
AA – Quiero llegar a todo el público posible, pero me gustan las obras de cámara, en donde el espectador tenga cercanía con la actuación. No la veo para una sala enorme. Además, es una obra que desde el principio propone que Rosa está en un refugio, así que está bien crear cercanía, intimidad. Luego se va desplegando la historia y a su vez se despliega la actuación por el espacio. De todas maneras vuelvo a insistir en que la obra no está cerrada. Nunca lo estuvo. En el momento en que en Barracas asesinaron a Mariano Ferreyra la obra dio un salto en su sentido más profundo. Los textos se volvieron más evidentemente actuales. Cuando comenzó la protesta de los indignados en Europa, también. Y así cambio algunos textos, aprovecho esta relación con el presente. De aquí a la vuelta del año que viene, seguramente va a haber cambios. ¿Por qué no, si esto mejora la obra?

SdT – ¿Cuáles han sido las dificultades más importantes, entendida la obra como totalidad?
AA – La primera gran dificultad fue el texto. Cómo escribir un unipersonal de un personaje histórico, cuya historia no es muy conocida. ¿Quién se acuerda de la primera guerra mundial y de las esperanzas cuando empezó el siglo veinte? A mí me apasiona. Pero en general no está en el saber «cotidiano»... Tuve que estudiar mucho. ¿Cómo transmitir todo esto en una obra de teatro a la gente? Bueno, sobre esto muchos me dijeron que era imposible. Sin embargo, es un texto que tiene mucha actualidad. Una vez que había un texto tentativo (y en esto ayudó un supervisor de dramaturgia) el otro gran problema era dirigir y actuar a la vez. Se me iban presentando imágenes, posibilidades…. y hacia allí iba, a probar.

SdT – ¿Y cuáles son los méritos mayores de todo este trabajo?
AA – El equipo de trabajo se entregó con mucha pasión; creo que porque el tema, la vida de Rosa es apasionante y muy convocante, aun para quienes no la conocían. Y otro porque la forma de trabajar era tan particular, que cada cual podía proponer, experimentar y corregir, opinar lo que quisieran, y yo también consultar con todos lo que funcionaba o no. En este sentido, para todos fue muy placentero aportar cosas, ser parte de la creación de espectáculo con libertad. Y hubo entrega a la aventura que esto proponía.

SdT – En lo personal-profundo, ¿qué significó para vos?
AA – En lo personal profundo hay un antes y un después. Puedo decir que he ganado (sobre todo internamente) en autonomía. En llevar a cabo un deseo y comprometerme y mandarme con lo mejor de mí a resolverlo. Y sabiendo que no es una propuesta «legitimada» por la «gente de teatro» actual. Sin embargo, hubo un momento en que me quedé asombrada: cuando estaba en la etapa de escribir el texto, presenté el proyecto a Proteatro, al Instituto Nacional del Teatro y al Fondo Nacional de las Artes. De repente recibí felicitaciones por lo que había presentado y una alta calificación. Eso me dio mucho ánimo, porque más allá de lo que podía hablar la gente sobre lo que yo quería hacer, tenía una respuesta de gente calificada que avalaba la calidad y avalaba la apuesta. Por supuesto hizo que me comprometiera aún más con el trabajo.
En cuanto a mi condición de directora y actriz, y la militancia, siempre es un equilibrio difícil. Ante los militantes siento un enorme respeto y aporto mi pequeño granito de arena. Y a la vez, ante mis alumnos o el público, me siento tranquila de darme a conocer en los actos que llevo a cabo. Dar ejemplo de independencia, de jugarse por un material difícil. Independizarse de esa mirada que tenemos los actores sobre nosotros, que muchas veces nos cercena, nos encierra en ser aprobados o desaprobados... En esto gané mucha libertad, y a la vez me provoca más respeto por la singularidad de los demás. Esta sensación es como una liberación. Y esto está planteado en el pensamiento de Rosa. Ella habla mucho de autenticidad, ella construye su singularidad, a todo o nada. Creo que su pensamiento, sus escritos, su vida, son los que me han transformado. He recibido «una joyita» en mi alma, tal como decía mi papá cuando me regaló el libro.


(setiembre 2011)

(Entrevista: Signos del Topo)

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los domingo a las 19 hs
Por Signos del Topo - Sunday, May. 13, 2012 at 10:03 AM

«ROSA LUXEMBURGO» de Alejandra Arístegui

// Temporada 2012 //

Domingo a las 19 hs.

en: Teatro del Artefacto.


Ver el TRAILER de "ROSA LUXEMBURGO":
http://www.alternativateatral.com/ctt2011-1727-rosa-luxemburgo


LEER FRAGMENTO DE LA OBRA EN:
http://www.signosdeltopo.com.ar/000-051/rosaluxemburgo-fragmento.htm


VER ENTREVISTA A ALEJANDRA ARÍSTEGUI:
http://www.signosdeltopo.com.ar/000-051/unaexperienciasingular.htm


(Desde el 1º de abril 2012, domingos 19 hs.,

Teatro del Artefacto, Sarandí 760, tel: 4308 3353. CABA.)

http://www.alejandraaristegui.com

http://www.rosaluxemburgolaobra.blogspot.com

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