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Yamila Cuello: dos años de búsqueda
Por Colectivo Indymedia Córdoba /*RNMA -
Friday, May. 25, 2012 at 2:15 PM
Yamila Cuello está desaparecida desde octubre del año 2009. Su historia, y la búsqueda de su familia, es una historia que se repite en nuestra ciudad, en nuestros barrios, a lo largo y ancho del país, mientras el estado sigue mirando hacia otro lado, sosteniendo la complicidad con las redes de trata y la inaccion en una efectiva busqueda de las jovenes desaparecidas.
El pasado sábado, nos visitó en el Ojo de la Tormenta, el programa de Indymedia Córdoba, Soledad, la hermana de Yamila Cuello, impulsora de la movilización que el jueves 10 de mayo logró nuclear a una diversidad de organizaciones en torno al reclamo de aparición de Yamila y de Jimena Arias y romper el silencio cordobés en torno a un tema que sólo aparece en los medios masivos de manera superficial y para sembrar un miedo casi irracional.
Soledad relató las circunstancias de la desaparición de Yamila, la joven, de 21 años en ese momento, salió a almorzar con amigos un mediodía de octubre del año 2009 y nunca regresó, sin llevarse absolutamente nada de su casa: ni documento de identidad, ni dinero, ni su teléfono celular. Esto, junto a la buena relación que mantenía con su familia, hicieron que la hipótesis de una partida voluntaria, por decisión propia, fuera poco creíble para las personas cercanas. Yamila estaba terminando la escuela secundaria en el IPEM 124 de su barrio, Coronel Olmedo.
A partir de su desaparición, la familia quiso asentar inmediatamente la denuncia, pero la policía lxs obligó a esperar 72 horas para recibirla y empezar a buscarla. 72 horas que se convierten en vitales a la hora de pensar una investigación de secuestro por trata de personas, 72 horas que posibilitan un traslado forzado a cualquier punto del país, o del extranjero. Mientras tanto, la familia rastreaba en los lugares que Yamila frecuentaba, se comunicaba con sus amistades, sin noticias.
Al tomar la denuncia, un patrullero las acompañó al domicilio de la ex pareja de Yamila, un hombre mayor que la había amenazado en reiteradas ocasiones, aunque no pudieron ubicarlo.
La investigación policial no arrojaba resultados y decidieron ir a los tribunales federales para asentar la desaparición de Yamila como trata de personas. Dos investigadores fueron designados por el fiscal federal para buscar a Yamila, y por primera vez la familia sintió que la investigación daba sus frutos, hasta que nuevamente pasó a la órbita de la justicia provincial. A partir de allí, e inexplicablemente, pasaron de denunciantes a investigadas: la policía provincial realizó un brutal allanamiento a su casa, sin explicarles la causa y humillándolas y culpabilizándolas frente a sus vecinxs. Allí encontraron todas las pertenencias de Yamila intactas, tal como ella las había dejado. Es el modo en que la abuela de la joven y su familia mantienen viva la esperanza de que un día cualquiera golpee la puerta. Entre tanto, el fiscal a cargo de la causa, por entonces el Dr. Lescano, sólo les informaba que la estaban buscando.
Han pasado ya más de dos años desde que Yamila falta de su entorno, de sus seres queridos. Su familia, en su búsqueda, encontró a otras personas en similares derroteros: la mamá de Facundo Rivera Alegre, desaparecido desde el 19 de febrero de este año, y lxs familiares de Jimena Natalí Arias, una joven, madre de tres hijxs, de quien se desconoce el paradero desde hace dos meses.
Soledad se mantiene atenta y pide que si alguien se entera de otra persona desaparecida, anote los números, se comunique, de manera de poder encontrarse, organizarse, apoyarse mutuamente, ampliar los rangos y alcances de sus búsquedas. Sostenerse.
Una de las herramientas que más utilizan para difundir la información de Yamila es el perfil de facebook que crearon con su nombre. Allí además van recopilando todas las acciones que vienen realizando y .publican los datos de otras personas desaparecidas.
La realidad de la trata de personas
La trata de personas es un delito que ocupa el tercer lugar como actividad lucrativa ilegal en el mundo, después del tráfico de drogas y el de armas. Se trata de un fenómeno generalmente asociado al tráfico de personas, que afecta a todos los países y el traslado siempre se hace desde una región o país pobre hacia otra más rica.
En América Latina, el tráfico afecta a niñxs y mujeres engañadas y obligadas por los traficantes a trabajar en contra de su voluntad y en condiciones de esclavitud. Las bandas organizadas de traficantes cuentan con la impunidad de sus delitos, en algunos casos lxs denunciantes son asesinadxs y, en otros, las víctimas son localizadas y reclutadas nuevamente. Lxs tratantes tienen fuertes vínculos con los poderes económicos y políticos: empresarios, policías, funcionarios estatales y judiciales, circulan por estos verdaderos centros de esclavitud moderna, o reciben beneficios por su silencio.
En Argentina, han sido lxs familiares de las víctimas y organizaciones sociales las que han de a poco hecho visible esta terrible violación a los derechos más básicos de las personas, como es el caso de Susana Trimarco en la búsqueda de su hija Marita Verón, que ya lleva más de diez años. El accionar del estado, tanto a nivel nacional como provincial, se reduce a hacer anuncios espectaculares, sin explicar el porqué de la falta de resultados de las investigaciones, incomprensible ante el evidente despliegue policial que vivimos cotidianamente en las calles.
Las búsquedas de las víctimas, como denuncia la hermana de Yamila, siguen demorándose, o terminan culpabilizando a la víctima y a su familia.