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A 36 años del Apagón de Ledesma. Juicio y Castigo / miércoles 30/05 /18 hs.
Por Cecilio Manuel Salguero - Tuesday, May. 29, 2012 at 6:42 AM
ceciliomanuel2002@yahoo.com.ar

¡¡¡ NO OLVIDAMOS ¡¡¡ ¡¡¡ TODOS UNIDOS VENCEREMOS AL IMPERIALISMO NEOLIBERAL, GENOCIDA y FASCISTA NORTEAMERICANO ¡¡¡

Se proyectará la película Sol de Noche y posterior charla y debate con invitados. Los esperamos
A 36 años del Apagón de Ledesma...
Juicio y Castigo
Por más Memoria, más Verdad y más Justicia!!
La historia de los Blaquier-Arrieta, principales accionistas de la Empresa Ledesma, dice que “a mediados del siglo XVII el encomendero Alonso de Tapia y Loaysa produjo miel de caña en su hacienda de Palpalá y que hacia 1830 el azúcar se instala definitivamente en Ledesma. También dice que el Ingenio Ledesma constituía la mayor fuente de riqueza y consiguientemente de poder político del norte argentino: en 1900, aún cuando sus ingresos habían disminuido, el ingenio produciría alrededor de m$n 315.000, el equivalente a un 82,87% del presupuesto de la provincia de Jujuy (m$n 380.109,38), y un 59.65% del de la provincia de Salta (m$n 528.005,04)”.
La historia familiar cuenta que “a mediados de 1923 se incorporó a la empresa el ingeniero Herminio Arrieta y que este Arrieta fue el fundador del Ledesma moderno. Cuentan que en 1970, después de 18 años de funciones ejecutivas, el Dr. Carlos Pedro Blaquier asumió la presidencia de la empresa, la que ejerce hasta el presente”.
Ledesma es hoy uno de los grupos económicos más importante del país, ha diversificado su producción y ha extendido sus fronteras más allá de Libertador Gral. San Martín en la provincia de Jujuy; tiene intereses en San Luis, Salta, Mendoza, Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba y exporta a todo el mundo. Además de ser el principal productor de azúcar del país (azúcar Ledesma) se diversificó en papel (cuadernos Éxito, Gloria, Avón, resmas Autor), carnes, granos, frutas y jugos (Calilegua, La jujeña y Yuchán).
El poder económico en ese lugar de nuestro norte está encarnado en la muy recoleta familia Blaquier-Arrieta, quienes se han apoderado del pueblo. Hace ya varios años se apropiaron de 150.000 hectáreas, combatiendo y expulsando a las comunidades nativas de las tierras que ancestralmente habitaron. De esas 150.000 hectáreas , solo explotan 40.000. Convirtieron el pueblo en un gran cañaveral y ellos son los únicos dueños. La historia de una familia de Jujuy.
Lo que no cuenta la historia que nos quieren contar es que esta familia protagonizó la peor dictadura de nuestro país, donde quedó plasmado el accionar conjunto y la asociación ilícita materializada por el terrorismo de estado, la cúpula de la Iglesia , el poder económico y las fuerzas militares. La peor dictadura cívico-militar que conocemos.
La Empresa Ledesma fue parte de la dictadura porque prestó sus vehículos, sus tierras, galpones y personal para la persecución y eliminación de todo lo que, tanto el poder económico como los militares, veían como amenaza a sus privilegios.
En lo que se conoce como “ La Noche del Apagón” -en realidad fue entre los días 20 y 27 de julio de 1976-, los dueños de Ledesma, dueños también de la energía, dejaron sin luz al pueblo y cedieron 43 camionetas a la gendarmería para que secuestrara a dirigentes y militantes populares. La empresa de la familia Blaquier-Arrieta puso sus vehículos y empleados a disposición del operativo y la Policía Federal , el Ejército y la Gendarmería Nacional sitiaron las ciudades de General San Martín y Calilegua. En esa oscuridad y en vehículos de la propia empresa manejados por empleados de la fábrica, las fuerzas represivas all ana ron y saquearon viviendas y secuestraron a 400 vecinos: trabajadores, estudiantes, amas de casa, militantes políticos, sociales y gremiales o “sospechosos” para ellos. Todos fueron llevados a lugares clandestinos de detención ubicados en los galpones de mantenimiento del Ingenio Ledesma, donde durantes días y meses permanecieron atados, encapuchados y fueron torturados.
Esa asociación ilícita actuó para desarticular y fracturar al movimiento obrero, para hacer desaparecer y asesinar a los militantes del campo popular. Cómo producto de ese accionar hoy continúan desaparecidos 30 militantes populares, otros cientos fueron encarcelados y perseguidos y todo un pueblo fue violentado en su forma de vida, en sus sueños y en sus proyectos.
Hace mucho que la Empresa Ledesma mata y envenena. El pueblo llegó a tener un 93% de niños con principios de asma por los gases tóxicos que emite el bagazo, matan porque usan el río para su provecho económico ya que derivan el Río San Lorenzo para c ana les de riego privados. En el pueblo hay un olor raro, difícil de describir: por momentos medio dulzón, por momentos hay unas ráfagas de olor como a podrido, por momentos un olor ácido. Es producto de la falta de tratamiento de los residuos que acumula el ingenio y que intoxica y envenena al pueblo.
Aun hoy, en Libertador Gral. San Martín miles de personas siguen respirando ese aire, y cientos de ellos seguramente serán víctimas de ese envenenamiento. Cientos van a morir -tal vez sin nunca saberlo- de problemas pulmonares producidos por la bagazosis. En un artículo sobre los Blaquier-Arrieta y su escalada de atropellos, violencia y muerte se decía que “todavía hoy cada gramo de azúcar Ledesma está abonado por la sangre de miles de trabajadores y sus familias y por la salud de todo un pueblo”.
Esta misma familia, con una codicia y ambición sin límites y seguros de contar con total impunidad, el 29 de julio de 2011 mataron a cuatro personas y dejaron a más de treinta ocupantes de sus tierras heridos. Mataron por “defender" 15 hectáreas de las miles y miles que poseen, donde 700 familias querían tener una vivienda digna y porque esas familias tomaron colectivamente la decisión de armar sus casas en el 0,0001 % de las tierras que la familia Blaquier-Arrieta se apropió hace años. Mataron para dar un escarmiento.
Pero en Libertador Gral. San Martín hubo otra familia. Luis Arédez, una de las víctimas de los Blaquier en esa noche trágica de 1976, era médico de los trabajadores de Ledesma. Fue también Intendente de Libertador Gral. San Martín, y antes de ello, reconocido médico de la obra social del Sindicato de Obreros del Azúcar y el Papel del Ingenio Ledesma. Cuando trabajó como médico laboral para Ledesma, se encontró con las secuelas de la explotación en los más indefensos: los niños (frecuentemente atacados por feroces diarreas durante el verano). Después del año de trabajo, fue despedido por proporcionarle a sus pacientes «demasiados» medicamentos, lo que era visto como un “gran gasto” para la empresa. Luis fue Intendente de Libertador Gral. San Martín en 1973, al tiempo que Cámpora era electo presidente. En su gestión logró que por primera vez en la historia los Blaquier pagaran impuestos por las grandes g ana ncias que obtenían de sus empresas. Luis fue secuestrado dos veces y desde el segundo secuestro nunca apareció. Se cumplieron el 13 de mayo, 36 años de su desaparición.
Olga Marquez, esposa de Luis, odontóloga, Madre de Plaza de Mayo, la “Madre de Ledesma” siguió su lucha, reclamando por los desaparecidos, por la memoria, la verdad y para que se haga justicia. Con su pañuelo blanco marchaba sola en la plaza del pueblo y hasta sus últimos días siguió denunciando a estos envenenadores y la explotación de la empresa. Sus días transcurrían entre denuncias y reclamos de justicia y el trabajo solidario que desarrollaba en su pueblo, trabajaba para los mismos por los que mataron a Luis. Olga murió el 17 de marzo de 2005 víctima de un cáncer que se originó en una bagazosis, enfermedad producida por la materia prima para hacer papel y que sale de las cientos de toneladas de caña quemada al aire libre por la empresa Ledesma sin el tratamiento adecuado.
Esa otra familia, esa pareja maravillosa que formaron Luis y Olga parió cuatro hijos que desde hace más de 30 años exigen justicia, por sus padres, por los compañeros de sus padres y por cada uno de los habitantes de Libertador Gral. San Martín que continúan siendo víctimas de los Blaquier.
Luis, Olguita, Adri ana y Ricardo Arédez, no abandonaron nunca la lucha. Sus largos años dedicados a esta causa, sus lágrimas, su cansancio, sus miedos y su valentía comienzan a tener resultados cuando después de tantos años de lucha, lograron junto a otras víctimas del accionar de Ledesma, que la justicia (en la persona del juez federal de Jujuy Fernando Poviña) unificara las distintas causas iniciadas a Blaquier y sus cómplices por delitos de lesa humanidad y por haber colaborado con el secuestro y asesinato masivo de personas.
Lo lograron a fuerza de empecinamiento y luego de incansables reclamos y denuncias en nuestro país y en todo el mundo, ya que las causas estuvieron durante años paralizadas por jueces que miraban para otro lado. En el marco de esa causa se all ana ron las oficinas de la empresa y se citó a indagatoria a Alberto Lemos, administrador del Ingenio y a Carlos Pedro Blaquier, dueño de la empresa. Lemos se presentó y se negó a declarar, el genocida Blaquier amparado en su fortuna y en su inmenso poder, escapó del país en abril de este año, primero a Uruguay, luego vaya a saber dónde. Escapó como escapan las ratas, pero seguro que la convicción por verdad y justicia de los hermanos Arédez y muchos otros militantes hará que la justicia llegue.
Seguro que cuando la justicia caiga con todo su peso sobre Blaquier y sus cómplices y la cárcel sea el destino último de estos asesinos, Luis, Olga y sus compañeros van a descansar tranquilos. Seguro que ese día, en Libertador Gral. San Martín, por sobre ese olor ácido que hay en el ambiente el aire va a oler más limpio y por sobre el polvillo que genera el bagazo de la caña de azúcar, va a asomar mejor el sol.
Seguro que a donde vayan los iremos a buscar… y habrá castigo… y será justicia!!
Boicot a Ledesma: Blaquier Genocida
http://www.facebook.com/Boicot.a.Ledesma

NUNCA MENOS... NI UN PASO ATRÁS COMPAÑEROS!!



Estudiantes, graduados y docentes de Trabajo Social - UBA





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