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México: Rechazan comunidades planes ecoturísticos en la Lacandona
Por Red Latina Sin Fronteras - Monday, Jun. 11, 2012 at 10:14 AM

(Análisis de la investigadora Alicia Gómez de la UAM-Xochimilco) Hermann Bellinghausen

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San Cristóbal de las Casas, Chis., 1º de junio.

Según documenta un estudio reciente, las comunidades zapatistas
del norte de la selva Lacandona, desde su resistencia, se oponen
a los proyectos ecoturísticos en la región, lo mismo que a los monocultivos
y las agroindustrias, a los agrotóxicos, la bioprospección (de los
biocoyotes), y perciben los programas sociales del gobierno como
estrategias para dividir a las comunidades y enajenar sus tierras y
medios de subsistencia. El estudio concluye que los campesinos
autónomos poseen clara conciencia del deterioro de la selva y un
compromiso con el cuidado y la restauración del medio ambiente desde
las comunidades.

"No, eso del ecoturismo no sirve. Pura mentira que es ayuda para
indígenas. Yo fui a Chajul, allá por Benemérito de las Américas, y hay
uno de esos proyectos. Pero la gente está bien jodida, porque ya no
tienen ni tierras. Dicen que no destruyeron la selva, pero mentira, yo
vi que sacaron muchos árboles y que cuando cruzan la laguna es en una
lancha que deja muy sucia el agua, también luego los que llegan a ese
como hotel se llevan animales y plantas. El ecoturismo es sólo para
beneficiar a los gringos que están con el mal gobierno, que quieren
llevarse las riquezas y la quieren privatizar para que ya no sea de
las comunidades".

Con base en testimonios como este, la investigadora Alicia Gómez
Bonilla, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco,
realizó un análisis sobre Visiones y sentires sobre el deterioro
ambiental (2011) de las bases de apoyo zapatistas en el municipio
autónomo Ricardo Flores Magón. Tras varios años de observación
directa, Gómez Bonilla encontró que "para los zapatistas los problemas
ambientales son causados directa o indirectamente por las políticas
gubernamentales", y su consecuencia es "una disminución de la calidad
de vida". También, que el manejo sustentable "es un punto importante
para garantizar la autonomía del municipio zapatista".

El estudio, que se basa en las "percepciones ambientales" de la
sociedad zapatista, y en la observación de sus prácticas agrícolas y
de relación con el entorno natural, encontró que la bioprospección
promovida por los conservadores profesionales de la selva, según los
pueblos "no aporta nada", "es una falta de respeto y un robo del
conocimiento de las comunidades", que "sólo beneficia a las empresas
farmacéuticas".

Los monocultivos impulsados por el gobierno, así como las fumigaciones
del programa Moscamed, dañan la naturaleza; el segundo ha sido
utilizado como parte de la contrainsurgencia. Los zapatistas también
consideran que los incendios, que en años pasados afectaron la selva,
fueron provocados por paramilitares ("el gobierno les pagó" por
hacerlo). "La idea de destruir la montaña era dejar sin esos recursos
a las bases de apoyo y debilitar la resistencia. Otros responsables
del fuego fueron los militares, quienes a propósito quemaron la
montaña con el pretexto de buscar a los zapatistas", escribe Gómez
Bonilla.

Un sentimiento común de los entrevistados es que es injusto culpar a
los pueblos del deterioro ambiental. "Dicen mucho que los pueblos
destruyen la selva, que talan, que cazan, y con ese pretexto quieren
quitarnos nuestras tierras y mandarnos a otro lado, pero a los
finqueros no les dicen nada", aunque son ellos quienes talaron la
selva, expresa otro testimonio. Para los campesinos de mayor edad,
"los proyectos (de conservación) del gobierno son una contradicción,
ya que durante muchos años promovieron el desmonte".

Otro problema que documenta el estudio es el deterioro del suelo por
uso agrícola, y muy especialmente por el empleo de agroquímicos, que
en el Flores Magón prácticamente no existe. Los indígenas empezaron
por rechazarlos por venir del gobierno, pero con el tiempo
descubrieron que era mejor no usarlos, dañan la tierra "y nos hacen
dependientes; es como una droga". En lo que resulta algo más que una
metáfora de la política gubernamental, un zapatista apunta: "Los
priístas, cada que siembran necesitan más y más". Lo contrario de la
autonomía y la sustentabilidad.

fuente: La Jornada
2 de junio de 2012, pag. 20

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