Julio López
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Mar del Plata sin salida
Por Colectivo COMUNA - Friday, Jun. 22, 2012 at 12:16 PM
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Desde hace más de un año, no existen lugares nocturnos donde los jóvenes puedan reunirse. La ordenanza -aprobada por el Concejo Deliberante el 9 de junio de 2011- fue un no a los bares, a los boliches y las reuniones privadas: un no a jóvenes.

Son barrios de mansiones ostentosas. Plagadas de rejas, seguridad privada, alarmas monitoreadas y perros bien entrenados para atacar. Espacios enormes de los que sólo están en uso dos habitaciones y, muchas veces, por unos pocos fines de semana al año. Con garajes ocupados por varios vehículos importados. Parques y piscinas gigantescas. Todo está muy pulcro siempre, también la sirvienta. Y su reclamo fue una ordenanza: el valor de sus casas se incrementaría aún más si los bares y boliches cercanos no existieran.

Con la Ordenanza 20.387, en los bares y boliches de toda la ciudad no puede permanecer gente pasadas las 4 y 5.30 am, respectivamente. Bares chicos tuvieron que cerrar sus puertas, dejando sin empleo a varios trabajadores. Otros lugares que aún pueden seguir abiertos, han tenido que reducir el personal o bien recortar la jornada laboral del mismo debido a su horario de cierre.

El Municipio siempre bien dispuesto a oír las voces de los vecinos de la ciudad -o, al menos, de los barrios cercanos a Güemes y la costa-, puso manos a la obra. La construcción de ello fue la destrucción de la posibilidad de diversión nocturna de los jóvenes.

Esta reglamentación está bien complementada por otra serie de medidas que vienen tomándose, incluso en el resto del país. La imposibilidad de comprar alcohol pasadas las 21 hs. dificulta gravemente las reuniones en casas particulares, ya que quienes salen del trabajo pasada esa hora no pueden comprar ni para consumir en privado. Este tipo de medidas tienden no sólo a restringir el horario de salida a los bares, sino también a dificultar todo tipo de encuentro que tenga alcohol de por medio. No es otra cosa que una ley seca un poco disfrazada. A su vez, quienes salen de los bares tienen que quedarse en la calle ya que no pueden tomarse un colectivo desde las 00 hasta las 5.30 am. Todo esto tiene una clara intención: coartar la libertad de esparcimiento de los más jóvenes.

Por la dinámica de la ciudad desde hace un tiempo a esta parte, parece que en Mar del Plata habitan sólo la tercera edad y los niños. Las autoridades y las familias de la clase alta, no sólo han intervenido los espacios destinados a un amplio conjunto de personas que también vive en la ciudad, sino que tampoco han propuesto generar nuevas opciones. Es notorio que el propósito no es el consenso entre ambas partes. Es más bien la complacencia hacia un sector por sobre la censura de otro.

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