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Donde los narcos asesinan militantes
Por Fuente: Marcha -
Friday, Jun. 22, 2012 at 10:39 PM
Viernes, 22 Junio 2012 - El pasado miércoles fue asesinado Cesar Oviedo en el barrio Vía Honda de Rosario. Era militante del Movimiento 26 de Junio – Frente Popular Darío Santillán y volvía a su casa cuando un reconocido narco del barrio le disparó a sangre fría.
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Imagen: Local del M26-FPDS en el barrio Vía Honda de Rosario
Cesar Oviedo tenía 34 años y hacía cuatro meses era parte del Movimiento 26 de Junio – Frente Popular Darío Santillan (M26 – FPDS). “Era una persona capacitada, siempre dispuesta, con muy buena conducta” según comentaron sus compañeros en diálogo con Marcha. En concreto venía participando de la construcción y ampliación del local del M26 en el barrio.
En la mañana del miércoles 20 de junio Cesar estaba en el barrio cuando un pibe, reconocido por todos los vecinos como “soldado” del comercio de droga en Vía Honda, comenzó a disparar indiscriminadamente. Ante esta situación, el militante del M26 - FPDS lo intentó persuadir para que deponga su actitud y así sucedió. Luego de este suceso preparó su caballo y su carro con el que se ganaba la vida cirujeando y más tarde ese día participó de la asamblea de su movimiento. Allí, según informaron en un comunicado del M26 – FPDS, “Cesar había confirmado que sería parte de la delegación de cientos de compañeros que viajaremos a Avellaneda para continuar exigiendo justicia por Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, compañeros asesinados por la policía bonaerense el 26 de Junio de 2002”.
Cuando regresaba de la asamblea, se encontró con el mismo muchacho que en la mañana había estado disparando. Este “lo llamo aparte para hablar. Cesar fue para hablar bien. Cuando de repente se escucha un disparo y el muchacho que le da el tiro se fuga y lo deja tirado ahí” relató Gabriel Luna del M26 a Marcha. “El compañero sale conciente y fallece en el hospital” aclara.
Acto seguido, los vecinos del barrio y compañeros de Cesar, indignados, incendiaron y destruyeron el “quiosquito” donde el asesino vendía droga cotidianamente. Luna comentó que “la respuesta del barrio fue dolor, remordimiento, bronca de saber que el asesino siempre estaba ahí, que vendía droga. Y lo primero que se hizo fue tumbarle el bunker para que no siga vendiendo droga, esa fue la primera respuesta de todos los vecinos”.
“El asesino es el que cuidaba el bunker” dice Bruno Pontiliano, otro de los voceros del M26 que dialogó con Marcha. Y agrega que “cuando pasa esto la gente se rebela y se la agarra con el bunker. Porque el asesino era la imagen visible del bunker ese. Hubo una barriada donde la gente prendió fuego el lugar, lo destruyó”.
La complicidad policial, un dato que no es nuevo
“Todas las bandas de narcos pueden actuar bajo una complicidad policial, eso es más que sabido. Y bueno, lo que pasó acá es producto de esa impunidad que tienen esas dos mafias” dispara Pontiliano. Luna, por su parte, da un panorama de cómo era la situación en Vía Honda: “La policía nunca se hizo cargo, se sentía que era una zona liberada. Esto paso porque no hubo seguridad en el barrio. A cuatro cuadras está la comisaría, la seccional 19”.
En Rosario esta situación no es nueva y este mismo movimiento tuvo que lamentar el asesinato de tres compañeros el primero de enero de este año en una situación similar. Jere, Mono y Patom eran también miembros del M26 que fueron asesinados en la madrugada de año nuevo por un grupo de narcos que los confundió con una banda enemiga. Las complicidades policiales, el seguimiento de los hechos y la causa judicial fueron ampliamente cubiertos por este medio (ver “La masacre de Rosario” y “De oficio, defensor de asesinos”).
Actualmente, por el asesinato de Cesar hay dos detenidos, según comentó Pontiliano, uno es “el que se lo llevó en moto después del asesinato y otro que estaba adentro (del bunker). Pero el asesino está profugo”.
Cesar Oviedo fue velado el día jueves, pero la lucha por esclarecer su asesinato recién comienza. En el comunicado oficial del M26 se exige “el apresamiento inmediato del asesino, quien ya está individualizado y se encuentra prófugo”. Y también se responsabiliza al Estado provincial que “continúa demostrando una flagrante incapacidad para encarar estos sucesos como expresión de una problemática estructural que lejos de contenerse, se recrudece”.
Finalmente Pontiliano comenta cuales son los próximos pasos: “El 25 y 26 van a viajar los compañeros a Buenos Aires a contar lo que pasó y el 2 [de julio], porque el primero es domingo, se hace la marcha porque se cumplen seis meses de los asesinatos de Jere, Mono y Patom y ya vamos a ir por la causa de Cesar también”.
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