Julio López
está desaparecido
hace 6428 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Ver este artículo sin comentarios

Resoluciones del G20 en Los Cabos, México
Por Julio Gambina - Saturday, Jun. 23, 2012 at 8:41 PM

La principal decisión asumida en Los Cabos, México por el cónclave de los presidentes del G20 es la capitalización del FMI por 456.000 millones de dólares.

Como parte de ese monto, la zona del euro le aportará al organismo 200.000 millones, de los cuales, los españoles se comprometieron con 18.800 millones. Es sabido que Europa y el euro estuvieron en el centro de los debates, por la crisis y el ajuste que ella supone. Así y todo, los gobernantes de la eurozona transferirán nada menos que 200 mil millones de dólares al FMI…, para prestarle a los “países en problemas”. Suena increíble pero es verdad.

La crisis se manifiesta en crecimiento del desempleo, la marginación, el empobrecimiento, y dificultades de la población de menores ingresos; y la solución es acrecentar la capacidad de préstamos del FMI. Si hay un organismo responsable de la crisis en curso es precisamente el FMI.

Sorprende que países como Brasil e India, con inmensos bolsones de pobreza y atraso, cada uno aportará 10.000 millones de la moneda estadounidense al Fondo; igual que Rusia con una cifra similar. China, otro que concentra inmensa población empobrecida contribuirá con 43.000 millones; y Sudáfrica con 2.000 millones. Imaginemos esos fondos aplicados a políticas alternativas en beneficio de los más necesitados entre los pueblos de esos mismos países.

Todos ellos son los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), los “emergentes” que están de moda; los que se supone disputan la hegemonía mundial desde su lugar ascendente en la economía; que obviamente incluye el financiamiento de la crisis.

Alguna vez mencionamos que la categoría “emergente” supone una calificación funcional a las necesidades de inversión del capital global. Se es emergente ante la vista del inversor que busca niveles adecuados de rentabilidad. En la crisis “emergen” ciertos países, donde conviene invertir.

Son emergentes para los inversores. No es una calificación que destaca virtudes sobre las condiciones de vida de la población, sino que apuntan a virtudes requeridas por los capitales en búsqueda de ganancias, precisamente en momentos de crisis, donde el eje es la dificultad para valorizar a los capitales.

Otros emergentes también aportan, tal el caso de Corea del Sur, que aportará 15.000 millones de dólares; México lo hará con 10.000 millones; Turquía con 5.000 millones; y Colombia con 1.500 millones.

Por su parte, Japón se anotó con 60.000 millones, y EEUU se abstuvo de aportar en la ocasión, en un claro acto de transferencia de los costos de la crisis mundial al resto del mundo.

El G20 recapitaliza al FMI, tal como ya hizo en ocasiones anteriores, ahora con 456.000 millones de dólares. ¿Para qué? Para prestarle a los países endeudados (“países con problemas”), para que puedan cancelar sus deudas con los bancos y aportar al salvataje del sistema bancario en crisis.

La voz de los “20”, más allá de altisonantes declaraciones a favor del “crecimiento y del empleo”, volvieron a salvar a los bancos en problemas, y lo hicieron con recursos públicos.

El Estado salió nuevamente a resolver los problemas del capitalismo en crisis. ¿No era que había que evitar la participación del Estado en la Economía? ¿Dónde quedó el credo liberal, o neoliberal? ¿Son todos keynesianos? Keynes era un neoclásico, que pensó en la renovación del pensamiento hegemónico ante la crisis para salvar al capitalismo en la década del 30 del Siglo XX; que ahora se manifiesta como un modo de pensar “pragmático” en la coyuntura de la recidiva crisis del capitalismo.

Todas las fichas al crecimiento

Lo que hay que salvar es el funcionamiento del capitalismo, y por eso las llamadas a la salida de la recesión o desaceleración económica. El G20 se pronuncia por aplicar “políticas de crecimiento”, como si cualquier crecimiento fuera bueno en sí mismo.

Es algo a interrogar a los ambientalistas reunidos en Río de Janeiro a propósito de la contaminación de la “cidade maravilhosa”, con la Bahía de Guanabara “poluída” (altamente contaminada), situación similar a lo que ocurre en las grandes ciudades de nuestramérica (de la crónica de María Elena Saludas, participante de la cumbre popular en Río+20).

Vale la crónica ya que una de las propuestas del G20 se concentra en la inversión para infraestructura, que suena muy bien a los oídos “keynesianos, desarrollistas, o neo desarrollistas”, que asocian “inversión” con “crecimiento” y “bienestar”.

Así se justifica la inversión en infraestructura para saquear las riquezas naturales de nuestramérica, para lo que vale recordar la vieja “conquista”, y por qué no, la nueva aventura por la mega minería a cielo abierto, o la sojización de los países del Mercosur, proceso que entre otras cuestiones, desestabiliza al presidente paraguayo, tal como denuncia Idilio Méndez en su artículo: “Monsanto golpea en Paraguay: Los muertos de Curuguaty y el juicio político a Lugo”.

Es Monsanto la misma empresa que enorgulleció a la presidente de la Argentina en la reciente reunión en Nueva York con los empresarios estadounidenses, donde se conocieron las inversiones de la transnacional por 150 millones de dólares en las provincias de Córdoba y Tucumán.

¿Estamos contra el crecimiento y las inversiones? No. El problema es que no se trata de cualquier crecimiento, ni de cualquier inversión. Si la inversión capitalista se define por la obtención de ganancia del inversor, resulta conveniente discutir bajo qué circunstancias se define la inversión capitalista, especialmente cuando se alude al capital global.

El G20 apunta a la búsqueda de nuevas fuentes de rentabilidad del capital, y no necesariamente a satisfacer necesidades de la población.

En los medios de comunicación y en la sociedad se instaló un debate donde los “buenos” son los que recomiendan políticas de crecimiento, entre los que estaría EEUU (Obama necesita un repunte económico para ganar un segundo periodo en las próximas elecciones de renovación presidencial en noviembre) y los países emergentes (recordar el significado de emergente); y los “malos” los que sostienen políticas de austeridad y ajuste, especialmente Europa, y más precisamente Alemania.

Entre los primeros están los críticos de las políticas neoliberales, aunque no tengan reparos a la hora de otorgarle 456.000 millones de dólares al FMI para facilitar créditos condicionados a los países en problemas. Son condicionamientos que incluyen la campaña electoral, como en Grecia, donde el FMI chantajeó para que la Izquierda Radical no triunfara en las elecciones recientes, claro que fue una gestión en la que estuvo acompañado por el Banco Central Europeo y las autoridades de la Eurozona.

No hay buenos y malos en la consideración de la crisis; solo matices sobre como “resolver la crisis capitalista”, y por eso el “crecimiento”, para restablecer el consumo, sí, pero especialmente la valorización, esencia del desarrollo de la sociedad capitalista. Es necesario que aparezca una voz diferenciada, con críticas al capitalismo en crisis, y que proponga superar, no solo la crisis, sino el capitalismo.

Restaurar la confianza

Junto al crecimiento buscado, se puede leer en las Declaraciones finales del G20 que superar la recesión y desaceleración, restablecerá la “confianza”.

Es bueno interrogarse ¿confianza en que qué, para qué, en quiénes?

Entre las medidas sustentadas en la Declaración del G20 se puede leer el estímulo a la búsqueda de acuerdos para una unión bancaria en Europa, para “examinar medidas concretas en vista a una arquitectura financiera más integrada, que incluya la supervisión, la reestructuración y la recapitalización bancarias, así como el aseguramiento de los depósitos”, todo a junto a promover “empleo de calidad”. Confianza en el sistema bancario.

El discurso de la regulación bancaria y la arquitectura financiera está dicho luego del salvataje de la banca española por 100.000 millones de euros; de la estafa de banqueros y ejecutivos de cuantiosos ingresos pese a la crisis, al desempleo y a la miseria. Claro, todo para salvaguardar el sistema, los depósitos y los “empleos de calidad”.

Resulta poco creíble pensar en las resoluciones del G20 como “medidas necesarias para reforzar el crecimiento mundial y restaurar la confianza”, como si en ello fuera el buen vivir de la población vulnerable. ¿Cuántos recursos públicos han sido ya canalizados al salvataje de bancos y empresas quebradas?

Parte de la búsqueda de la confianza se concentra en el llamado a una “tregua” en las acciones proteccionistas sobre el comercio mundial, por lo menos hasta el 2014. Es el eufemismo para instalar el discurso hegemónico del capital transnacional por la liberalización de la economía mundial.

Es el programa de la OMC, de los Organismos financieros internacionales, y el legado principal de lo que se llamó el Consenso de Washington: la promoción del libre comercio, del libre cambio, de la apertura de los mercados para la penetración de los capitales más concentrados.

Cada G20 termina siempre con evocación al programa de máxima: la liberalización de la economía mundial, base de sustentación del programa de salida de la crisis de los 70´, y que en la región americana se manifestara a través del ALCA, y luego en los tratados regionales o bilaterales por el libre comercio. No en vano una de las noticias que presentó Obama a los anfitriones, fue la invitación a México para ser parte del Acuerdo de Asociación Transpacífica, una negociación comercial plurilateral que involucra además del país azteca, a Nueva Zelanda, Australia, Brunei, Malasia, Singapur, Viet Nam, Chile, Perú y EEUU.

Este es un proyecto que involucra a 500 millones de habitantes; un 26% del PBI mundial; un 15% de las exportaciones mundiales y un 18% de las importaciones globales. Es un acuerdo que EEUU utiliza para su proyección sobre el Pacífico en competencia con China.

La confianza buscada es para relanzar el proyecto capitalista y superar la crisis. En el próximo tramo brasileño de los debates, “Río+20”, se incorporarán los mensajes de un “capitalismo verde”, con “empleos verdes”. Es un mensaje que busca consenso social ante la conciencia ecologista vigente. Pero ese proyecto verde, de ensoñación de los ideólogos del capitalismo contemporáneo, se asocia a la explotación depredadora de los recursos naturales.

¡Ojo con la confianza a restaurar! La confianza puede hacernos cambiar nuestras riquezas naturales por espejitos de color, verde, por supuesto.

La propuesta es por otro modelo productivo y de desarrollo

En variados debates me señalan mi pesimismo en las “soluciones” que se ensayan, incluso en “gobiernos progresistas” (que no dejan de ser capitalistas).

Son los mismos que me endilgan mi optimismo por la creciente “indignación” de un movimiento social que no tiene claridad sobre el rumbo a seguir, y solo se afirma en el NO a la realidad que les toca vivir, la del ajuste y la austeridad (Grecia, Italia, Europa en general, ahora, y de Nuestramérica en las últimas dos décadas del Siglo XX).

No es menor afirmarse en el NO. A veces es un grito de dignidad, aunque no se conozcan los SI, y que sin embargo se abren paso entre nuevos desafíos que instala el constitucionalismo renovado en Bolivia, Ecuador, o Venezuela; la propia renovación socialista en Cuba, e incluso las búsquedas de expresiones organizadas del movimiento popular por un movimiento de constituyentes sociales, que emergen en Argentina, Chile, Colombia, entre otras experiencias de organización popular en la construcción de un proyecto emancipador. En ese camino se inscribe la lucha por la soberanía alimentaria, energética, financiera, ambiental.

Los NO son el modelo productivo y de desarrollo capitalista contemporáneo, sustentado a la superexplotación de la fuerza de trabajo y la depredación de los recursos naturales. Los SI apuntan a nuevas formas de relación económica, social, política y cultural para reproducir la vida cotidiana en armonía con el conjunto social y los bienes comunes.

En definitiva, ni pesimismo, ni optimismo, sino reivindicación del NO y emergencia y difusión de nuevos SI. ¿Resulta simple? Claro que no. Es parte de la búsqueda por una nueva sociedad. El fantasma de los indignados recorre el planeta, y no se trata de “jóvenes interconectados” mediante nuevas tecnologías de comunicación y redes sociales, sino de trabajadores sin empleo, flexibilizados, precarizados, súper explotados, mayoritariamente jóvenes que rechazan el presente sin futuro y reescriben su propia historia emancipadora, liberadora.

Si el ciclo inaugurado por el Manifiesto hizo evidente el surgimiento de la práctica y teoría revolucionaria que inspiró históricas luchas de clases entre 1848 y la ruptura de la bipolaridad; el presente es un momento de imaginación creativa en la emergencia de renovadas perspectivas para la teoría y práctica de la revolución.

Julio C. Gambina es Doctor en Ciencias Sociales de la UBA. Profesor de Economía Política en la U.N. de Rosario. Profesor de posgrado en Universidades de Nuestramérica. Presidente de la FISYP. Integrante del Comité Directivo de CLACSO.

http://www.argenpress.info/2012/06/resoluciones-del-g20-en-los-cabos.html

agrega un comentario


Almuerzo en el Council de las Américas: Palabras de la Presidenta de la Nación
Por Prensa Presidencia de la Nación - Saturday, Jun. 23, 2012 at 8:59 PM

PALABRAS DURANTE EL ALMUERZO DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER CON EMPRESARIOS ESTADOUNIDENSES, EN EL COUNCIL DE LAS AMÉRICAS, EN NUEVA YORK.

(…) que me ha recibido en esta casa cuando era apenas senador nacional, sin estar acá en la casa un Presidente, pero ya nos conocíamos de antes. Seguramente nunca pensaste – yo tampoco – que iba a ser Presidenta, pero viste bueno acá estamos, esa es la vida, esta es la historia.

Estamos muy contentos de estar acá, contarles de la Argentina, que el año pasado, 2011 – según datos de la CEPAL – fue el país que más creció en toda América latina: 8.9, el país que viene creciendo desde hace nueve años, en su período de crecimiento a una tasa promedio de 7.9 por ciento, 8 por ciento anual sin precedentes, porque además lo hemos hecho sin volatilidad y sin altibajos como había sido una costumbre no solamente en la región, sino también particularmente en nuestro país.

Los fundamentos del crecimiento son sólidos y se mantienen fundamentalmente a partir de que logramos reestructurar nuestra deuda externa; primero durante la gestión del Presidente Kirchner, en el año 2005, y luego en mi primero presidencia donde finalmente se reestructuró prácticamente el 93 por ciento de la deuda. Al mismo tiempo logramos acumular una gran cantidad de reservas, que hoy confrontadas con lo que estamos pagando, en materia de deuda externa, en materia de intereses, en fin contra todas las variables nos dan una posición de manejo sólido y que nos permite… de no prolongarse demasiado la crisis en la eurozona y también de que Estados Unidos pueda volver a convertirse en un motor de la economía mundial, porque como ustedes saben no podemos venir a mentir a nadie aquí, se ha visto también un decrecimiento, una desaceleración en China; creció nuevamente el desempleo en los Estados Unidos; hubo reducción del PBI, etc. Y como los datos no son alentadores obviamente los mercados reaccionan a esos datos y entonces obviamente pese a toda la solidez que hemos hecho, esto también tiene impacto en nuestra economía. Pero sostenemos que va a tener mucho menor impacto de lo que puede tener en otros países.

En primer lugar, porque creo que hemos trabajado muy duro, en estos 9 años, conformamos también un sólido mercado interno que nos ha permitido – por ejemplo – en la crisis del 2008 y el 2009 mantener el crecimiento. También hemos tenido políticas activas dirigidas no solamente al sector empresarial, sino también, y fundamentalmente, al usuario y al consumidor, que es lo que nosotros estamos viendo como uno de los principales déficit en el manejo de los líderes globales que apuntan demasiado – perdónenme sé que hay importantísimos figuras del mundo financiero y de bancos – pero creo que sinceramente para sostener los bancos tenemos que sostener la demanda agregada, porque si no estamos entrando en una espiralización del sostenimiento únicamente del sector financiero. Y el sector financiero si no se mueve la rueda de la producción y del consumo va a volver a tener crisis como las ha tenido recurrentemente, desde el año 2008 a la fecha.

Quiero contarles algo: en el primer G.-20 - que tuvo lugar en Washington - cuando todavía Bush era Presidente, discutimos sobre la caída del Lehman Brothers y sobre lo que aparecía como la crisis de la primera economía del mundo, esto es Estados Unidos, con una caída del 25 por ciento del PBI. En la última reunión del G-20, en Cannes, discutimos todos el tiempo sobre lo que pasaba en Grecia; pasar de discutir al tema del Lehman Brothers y de la primera economía del mundo, a qué hacíamos con 10 millones de griegos, con todo el respeto que me merecen los griegos, me parece que algo estaba fallando. Lo puedo decir aquí porque se lo he dicho a quienes integran también el G-20 y realmente creo que el principal problema que hoy afronta el mundo más que económico es una falta de liderazgo político claro y concreto de cómo abordar la crisis y cuáles son los instrumentos para hacerlo.

Pero quiero seguir hablando de Argentina para luego pasar a lo que – para mí – es fundamental. La Argentina – como ustedes saben – tiene una larga tradición comercial; Estados Unidos es el segundo inversor en la República Argentina, con más de 500 empresas, algunas de las cuales se encuentran aquí representadas. El 60 por ciento de las empresas más importantes de los Estados Unidos tiene desarrollo y crecimiento permanente en la República Argentina.

Hace unos días nos visitó el CEO – a nivel global – de Walmart anunciándonos nuevas inversiones. Hace unos instantes, estuve con Monsanto, que nos anunciaba una inversión muy importante en materia de maíz. Ustedes saben que nosotros somos sextos productores de maíz a nivel global, pero somos segundos exportadores porque tenemos un excedente muy grande producto de las conductas alimentarias de los argentinos. Y además estaban muy contentos porque Argentina hoy está –digamos – a la vanguardia en materia de eventos biotecnológicos. También en repatriación de científicos hacía la Argentina y fundamentalmente en respeto a las patentes. Como ahora nosotros hemos logrado patentes propias nos hemos convertido también en defensores de las patentes.

Hace muy poco tiempo hemos patentado, junto con una empresa americana y científicos nuestros del CONICET, o sea nuestro organismo científico ha patentado una semilla, un transgénico, un gen que se extrajo del girasol para pasarlo también creo que al maíz, si mal no recuerdo, y que ha permitido precisamente que aquellas semillas que eran muy resistentes a la sequía no tuvieran tanta productividad. Bueno, se ha logrado – a través de estos investigadores argentinos, asociados con empresarios americanos, que financiaron la investigación, junto con el CONICET – y hoy tenemos patente común lograr un producto que no solamente es muy resistente a la sequía, si no que también aumenta la productividad.

Aquí tengo – y esto la verdad que se los quiero mostrar porque estoy muy orgullosa – el prospecto de Monsanto. Vieron que cuando hacen prospecto es porque ya está hecha la inversión, sino no te hacen prospecto. Así que una inversión muy importante en Malvinas Argentinas, en la provincia de Córdoba, en materia de maíz con una nueva digamos semilla de carácter transgénico, que se llama Intacta. También dos centros de investigación y desarrollo, que eso para nosotros es tan importante como es esta inversión de 150 millones de dólares: uno, en Tucumán y otra en la misma Córdoba, porque estamos trabajando mucho con científicos. Ustedes saben que durante mi gestión, se creó el Ministerio de Ciencia y Tecnología y hemos llevado una política muy activa en repatriación de científicos, que hoy superan los 880 científicos, estamos llegando a los 900 científicos repatriados de distintas partes del mundo. Uno de los lugares donde más hemos repatriado es precisamente de aquí, desde Estados Unidos.

Realmente hemos logrado y estamos pagando toda nuestra deuda, todos nuestros bonos renegociados sin acceso al mercado de capitales. Esto es con dólares genuinos productos de nuestra balanza comercial. Tenemos una cuenta corriente superavitaria, esto es otro de los fundamentos sólidos de la economía. Además, estamos pagando la deuda, vamos a terminar este año con el Boden 12, esto es una deuda en dólares, pero interna referida al famoso “corralito”, que se hizo sobre todos los depósitos bancarios, en el año 2001, y que ocasionó la crisis institucional más importante. Este año terminamos de pagar esto y el año que viene va a ser un año más amesetado, en cuando a pago de deuda. También tenemos un importante cupón de crecimiento que vamos a tener que pagar, calculamos – ministro Lorenzino – en 3.000 millones aproximadamente ¿no? producto de nuestro crecimiento, de 8.9, que evidentemente esto tiene impacto en nuestros bonos.

También está la buena noticia de que Carlos Slim acaba de adquirir el 8 por ciento del paquete accionario de YPF. Y aquí quiero detenerme un poquito porque sé que ha sido un tema un tanto movido la decisión que ha tomado el Gobierno argentino de expropiar el 51 por ciento de las acciones de Repsol-YPF. En realidad, hemos elegido el camino más difícil, podríamos haber hecho una nacionalización; una estatización, esto es del ciento por ciento del capital de YPF, esto nos hubiera – digamos –bajado de nuestra cotización de la Bolsa de Nueva York y posiblemente también de la Bolsa de la Argentina, en realidad obviamente y sin desmerecer a ningún argentino, la Bolsa de Nueva York obviamente es un orientador a nivel global. Y digo que hemos elegido el camino más difícil que es solamente tomar lo que nos permite el control de la compañía, seguir en la Bolsa de Nueva York, lo cual nos obliga a nosotros a controles societarios muy importantes, por parte de la Comisión de Valores de nuestro país, y por parte también de la SEC, aquí también en Estados Unidos. Por eso digo que hemos elegido el camino más difícil. No fue una expropiación que hubiéramos deseado hacer; simplemente por primera vez en la Argentina – en los últimos 17 años – habíamos tenido un déficit hidrocarburífero de más de 3.000 millones, que realmente nos comía parte de nuestro excelente superávit comercial, que no se debe únicamente – como algunos creen – a recursos primarios. Esto es somos conocidos por la soja, somos conocidos por el maíz, por las vacas, pero realmente la participación… ah están todos los canales en vivo en Buenos Aires, bueno no estoy diciendo nada que no pueda ser escuchado en Buenos Aires. No acostumbro a decir cosas en privado que no puedan ser escuchadas en público. Así que realmente nos produjo el primer déficit hidrocarburífero en muchísimos años.

El informe que hiciera el señor interventor - nuestro ministro de Planificación Federal – acerca de lo que fueron los 40 días, Julio de intervención ¿no? Esto revela claramente cuál era la política de la empresa, que era una política de desinversión en nuestro país. No pienso extenderme demasiado en el tema. Lo cierto es que – tal cual lo dije, y aquí estoy hablando como Presidenta de la República Argentina – y cuento algo: el otro día cuando el ingeniero Galuccio presentó el plan, en el Sheraton Hotel, de Buenos Aires, dije que hablaba como representante del 51 por ciento de las acciones, pero acá no lo puedo hacer porque estoy como Presidenta. Por lo tanto seguramente vamos a organizar un road show. Le estaba comentando también a la gente de Chevron creo este tema, un road show con YPF precisamente para hacer una oferta de lo que es los modelos de negocios de producción y explotación y de servicios que hoy puede tener el mundo petrolero, con lo que constituye la empresa más importante de la República Argentina.

El crecimiento ha sido muy importante, el proceso de industrialización también ha sido sumamente importante. Allí en la punta de la mesa se encuentra la representante de uno de los laboratorios más importantes del mundo: Pfizer, con quien nos asociamos. Estuvimos con ella en una reunión similar, aquí, hace dos años, donde habíamos propuesto con laboratorios ELEA. También ustedes saben que la industria farmacéutica argentina tiene un gran desarrollo y habíamos propuesto una asociación con Pfizer para la producción de la vacuna contra la Gripe, neumococo. Bueno, nunca me salen los nombres de científicos, soy abogada y no puedo con ellos, son muy difíciles, pero lo cierto es que hoy estamos construyendo esta fábrica de vacunas. Además estamos también trabajando mucho con el sector de laboratorios para lograr equilibrar la balanza comercial. Solamente en materia – por ejemplo – de anticuerpos monoclonales el déficit de la balanza comercial con los laboratorios es de 225 millones de dólares.

Ustedes saben que los anticuerpos monoclonales son aquellos que se utilizan para todos los remedios oncológicos y sobre los cuales César Milstein, un argentino, que fue el que los descubrió, y obtuvo el Premio Nobel de Química.

Bueno, la idea el otro día de un empresario muy importante, muy conocido de ustedes seguramente: Hugo Sigman inauguró la primera planta de anticuerpos monoclonales en América del Sur, y estamos inaugurando otra en octubre y la idea es marchar hacía el equilibrio de la balanza comercial y también en definitiva a tratar de ser superavitaria porque realmente nuestra industria farmacéutica es muy importante no solamente en materia de productos humanos, sino en materia también de sanidad animal es también una de las más importantes del mundo.

La inversión de Monsanto es importantísima también y va a ayudar a la concreción de nuestro plan, tanto agroalimentario 20-20, como nuestro plan también industrial. Y me decía, hoy, su titular que les había impresionado mucho el apoyo que nuestro Gobierno estaba dando a la ciencia y a la tecnología. Tengan ustedes la certeza que vamos a seguir en la misma línea. Yo estoy convencida de que tres van a ser los vectores que van a decidir el progreso o el retraso de los pueblos y de las naciones, en el siglo XXI: la energía, los alimentos y la ciencia y la tecnología. El entrecruzamiento inteligente y virtuoso de estos tres vectores son – y estamos convencidos – los que van a permitir hacernos crecer. Y creo que Argentina tiene un futuro y un presente muy promisorio.

Yo le comentaba - y la gente de Monsanto no lo sabía - que tenemos una Patagonia, en la cual algún productor argentino tiene producción, por ejemplo, forrajera y que uno lo puede observar en medio de la estepa patagónica los círculos que solamente con riego producen forraje de primerísima calidad. Y tenemos también agua en la Patagonia, porque cuando me tocó inaugurar, el otro día, una ampliación de un emprendimiento minero: Cerro Vanguardia, en mi provincia, lo habíamos inaugurado cuando Néstor era Gobernador y cuando otros eran los propietarios, ahora hay nuevos propietarios. Y han pasado de la minería a cielo abierto a minería en excavación y es justamente donde han encontrado en plena Patagonia ríos subterráneos. A ellos les causa problemas, pero a nosotros nos ha llenado de alegría, porque esto nos da la idea de que el elemento vital: agua, nos va a permitir extender la frontera agropecuaria.

No se olviden ustedes que, en mi provincia, por ejemplo Santa Cruz, la segunda en extensión después de la provincia de Buenos Aires, tiene menos de un habitante por kilómetro cuadrado. Somos apenas 40 millones de habitante y tenemos un territorio que es el octavo de superficie en el mundo. Esto nos coloca en una pole position en materia de generadores de alimentos, sumado a lo que es la biotecnología en la Argentina y a lo que va a ser en el mundo. Porque está claro que los métodos tradicionales de agricultura así cubriéramos toda la superficie de la Tierra no llegarían a cubrir las demandas, con la cual la necesidad de la intervención de la ciencia y la tecnología se convierten en centrales para los rendimientos.

Precisamente me explicaba, recién, la gente de Monsanto que este maíz que va a ser sembrado va a permitir que si se rota la tierra con este maíz, y luego con soja, el aumento de la productividad de la soja siguiente será de un 17 por ciento más. Y además exige y esto es lo más interesante que va a exigir prácticamente que no haya necesidad de plaguicidas, con lo cual además de aumentar la productividad también va a mejorar el medioambiente, un tema no menor en el mundo contemporáneo.

También una Argentina con un potencial energético muy importante: tenemos el tercer yacimiento descubierto – hasta ahora – de gas shale. Pero también tenemos potencialidades de gas shale en la Cuenca Austral, en el Sur, porque hace ya más de diez años que no se perfora, por ejemplo, en la Cuenca Austral a más de 4.000 metros de profundidad. Actualmente, hay una empresa argentina que lo está haciendo con excelentes perspectivas en cuanto a gas y petróleo.

Por eso creo que es muy importante que ustedes sepan esto de boca de la Presidenta. Esto no lo van a encontrar en ningún diario, en la República Argentina. Paul Krugman – el Premio Nobel norteamericano – decía: “no miren a la Argentina ni la lean por los diarios, vayan y vean lo qué está pasando y ahí se van a enterar realmente lo que es ese país”. Como lo dijo Paul Krugman, a quien solamente vi una vez en mi vida, no me une ninguna amistad, ni él tiene ningún interés particular conmigo, ni con la Argentina, nada más que el de un economista desvelado, como tantísimos otros por lo que está sucediendo en el mundo, creo que es importante escuchar todas las voces y fundamentalmente mirar por los propios ojos, más de los empresarios que son hombres inteligentes y que pueden ver más allá de lo que le pueden contar.

También importantes empresas, como: Cargill, como Procter & Gamble (P&G), como Walmart que están haciendo importantísimos inversiones en la Argentina; las posibilidades que estamos trabajando en todo lo que es biocombustible y energías alternativas, también muy importantes.

Yo acabo de inaugurar, hace muy pocos meses, campos de generación eólica en la Patagonia, donde además de sobrar territorio, sobra viento, tenemos viento para hacer dulce. Entonces, es un factor muy importante, o sea, es muy rica la Patagonia en minerales, en energía y también tenemos viento y si le agregamos la posibilidad de lo que hoy parece una quimera o un absurdo como es la ganadería o la agricultura, yo creo que estamos ante perspectivas formidables en nuestro país realmente.

Creo que además, y aquí sí pasó a la segunda parte, la necesidad de que se solucionen algunos problemas que hoy tiene el mundo que impactan, obviamente, en los inversores, impactan en el mercado, impactan en las economía, la zona del euro, un problema grave que debe ser resuelto con liderazgo político y a mí personalmente, si ustedes me permiten, me hace acordar mucho a la situación de la República Argentina en el 2001.

La Argentina en el 2001 tenía la convertibilidad, o sea, una moneda que según…si una moneda refleja el tamaño o la importancia de una economía, nuestra moneda era igual a la de Estados Unidos. Creo que era un absurdo, nadie puede –y esto no me convierte en menos patriota que otros- pretender que el volumen, la potencialidad de la economía argentina podía ser equiparable a la de Estados Unidos, era un absurdo.

Yo creo que algo de eso está pasando también en la zona del euro donde Alemania, obviamente, tiene una productividad sustancialmente diferente a la que tienen otros países que conforman también la Eurozona. No creo que la solución sea dejar caer a esos países. Por el contrario, creo que en realidad, un liderazgo importante sería poder realizar un rescate, pero un rescate que tenga que ver también fundamentalmente con inyectar al mercado de la producción de bienes y servicios los recursos que se pongan en los bancos.

Esto lo sostuve en la segunda reunión del G-20 cuando Gordon Brown, era Primer Ministro en Londres cuando dije que era necesario desarrollar un programa de infraestructura muy agresivo donde era necesario colocar dinero en los sectores de menores recursos. ¿Por qué? Porque los sectores de menores recursos son los que no tienen capacidad de ahorro.

En las crisis, aún los sectores de mayores recursos, aún pudiendo gastar mucho dinero, por una reacción natural de la condición humana tienden a retraer el consumo, aún aquellos que lo pueden hacer.

¿Quiénes son los únicos que no pueden retraer el consumo y por lo tanto mantienen el desarrollo? Los que no tienen capacidad de ahorro, los que tienen que gastar necesariamente en comida, en vestimenta, en viaje, en libros, en educación.

Por eso es muy importante entender esto para poder visualizar la salida del túnel. Porque hoy la salida del túnel a nivel global se ve como sin luz, se ve como que de algún sector o de algún país pretende bajo un plan de austeridad o ajuste…

El problema es exactamente lo contrario, el capitalismo es consumo y necesitamos aumentar el consumo, no ajustar el consumo. Si no hay consumo, no va a haber crecimiento de la economía, no va a haber desarrollo.

Sé que muchas veces a los banqueros los pone nerviosos este discurso pero yo les puedo asegurar que el tema de los derivados financieros puede ser bueno durante un tiempo, pero luego, finalmente, termina explotando como una burbuja también y termina afectando los intereses de esos bancos porque, en definitiva, se asientan valores contables que solamente existen en esos bancos y cuando se produce una crisis como la que se está produciendo en Europa, se puede producir una situación como la que se vivió en la Argentina en año 2001, una corrida contra el euro, por ejemplo, cosa que por supuesto no queremos. Pero no depende de nosotros, no depende de los países emergentes, esto depende de los líderes europeos. También creo que en cierta manera depende también de Estados Unidos que tiene también sobre ellos un fuerte liderazgo que obviamente no tenemos nosotros los países emergentes.

Es necesario que se entienda que este rescate debe ser también un rescate vigilado y controlado y al mismo tiempo también, por allí, yo voy a tener una entrevista con Hollande, recientemente electo presidente de Francia y con Vladimir Putin.

Pero quiero resaltarles esto: fíjense como están modificando el escenario político también de Europa las crisis económicas. De los que empezamos en aquel G-20 de Bush, del año 2008, creo que quedamos muy pocos, algunos se han ido por la alternancia democrática, dos o tres apenas, pero el resto se ha ido…he conocido tres Primeros Ministros japoneses, vamos por el segundo Ministro australiano, vamos por el segundo Premier italiano, vamos por el segundo Presidente francés que se fue no por la alternancia sino que le ganó alguien que propone algo sustancialmente diferente, vamos también por otros cambios. Entonces…Y lo más curioso es que pasan de gobiernos de “izquierda” a derecha y luego de derecha a izquierda, porque el problema no es ni de derecha ni de izquierda, esto es el problema. El problema es que hay un nuevo mundo, hay nuevos problemas que no pueden ser resueltos con los cliches ni de la izquierda, que era un concepto de la posguerra, ni de la derecha que también en definitiva o del neoliberalismo o de cómo quieran llamarlo ustedes que, en definitiva, fue un concepto que surgió después de la caída del Muro de Berlín.

De lo que se lo acusó al comunismo, del pensamiento único, se cayó luego en lo mismo del otro lado, cuando se cayó el Muro de Berlín también se cayó en un pensamiento único. Los pensamientos únicos siempre son malos, porque producen visiones unilaterales y las visiones unilaterales son malas.

Por eso creo que hay un gran desafío por parte de todos los que tengan responsabilidades institucionales de tomar las medidas necesarias para que este crecimiento que hemos venido sosteniendo los países emergentes, porque el sostenimiento del crecimiento de la economía mundial ha sido sostenido por China, por India, por Brasil, por países como Argentina, por toda la América del Sur que han crecido a tasas y que ha permitido incluir a millones de argentinos y de latinoamericanos.

El secreto del crecimiento del mercado interno, en el cual ustedes, Procter & Gamble, Walmart, lo saben porque están abriendo constantemente lugares para vender y los que les compran son argentinos, que tienen un mayor poder adquisitivo y que ha permitido precisamente un mercado interno muy potente que nos ha permitido sustraernos de la crisis global, sumado al hecho de que tenemos bienes exportables muy importantes y que hemos trabajado duramente en esto, nos ha colocado en esta situación.

Pero también no somos tan insensatos como para pensar que una situación de deterioro y declino, como dicen los petroleros, que hablan así de declino, permanente y estable en el mundo, no va a impactar también y seguramente no creceremos a las tasas a las que lo veníamos haciendo. Pero tengan ustedes la certeza que esta Presidenta va a tomar todas las medidas necesarias para sostener el crecimiento y seguir incluyendo argentinos, no solamente por una cuestión de convicciones políticas o sensibilidad social, sino por una cuestión de racionalidad económica.

Por ejemplo, miro aquí al gran productor de teléfonos celulares, que también se ha instalado en la República Argentina y se ha asociado con otras empresas argentinas. Somos el país que más celulares tiene de toda América: 50 millones de celulares y somos 40 millones de argentinos.

Sabemos que ahora está por venir Apple, que sería el único actor a nivel global que hoy no está en la Argentina, así que, prepárense el resto porque van a tener también mayor competencia.

Pero estamos trabajando muy fuerte, hemos desarrollado leyes de promoción del software; hoy nuestro país en materia de software es uno de los países con mayor desarrollo. No un software como el que tiene la India, que es de carácter masivo, sino un software de diseño…no sé dónde está la gente de Globant que había venido, allá está, el representante de Globant. Globant es una empresa argentina de cuatro platenses, son coterráneos, yo soy platense nací en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, que realmente es una empresa modelo en materia de diseño de software, totalmente argentina y es la primera empresa argentina que compra y se asocia con una empresa norteamericana.

Estaban muy orgullosos cuando visité su sede en Catalinas, hace muy poco tiempo, y realmente la radicación en nuestro país de muchas operaciones de Hewlett Packard, de IBM que hoy se hacen desde nuestro país nos llena de orgullo porque tenemos recursos humanos altísimamente calificados en materia de software, lo cual nos permite ser realmente un actor muy importante en toda Latinoamérica.

Ni qué hablar en materia nuclear donde también tenemos un claro liderazgo y además somos líderes de no proliferación. Estamos desarrollando también…Hoy estamos produciendo radares en la República Argentina y hace muy poco tiempo uno de los satélites que se puso…acá en la NASA fue lanzado, fue el Aquarius, fue hecho en la República Argentina, en el INVAP, es un satélite que mide la salinidad de los mares, se monitorea desde la provincia de Córdoba para precisamente ver el impacto de la salinidad de los mares. Es impresionante ver las fotografías del Atlántico, la salinidad y cómo las mismas fotos no se reproducen en el Pacífico donde se generan por lo general todos los grandes desastres climáticos.

Bueno, se está desarrollando esta tecnología en la República Argentina donde también tenemos el orgullo de haber vendido reactores nucleares compitiendo con Alstom y haberle ganado una licitación con producto de reactor nuclear llave en mano en Australia también.

Y, bueno, en general, lo que hemos tratado y estamos tratando de hacer es de diversificar nuestra matriz productiva y trabajar fuertemente en todo lo que hace al desarrollo de tecnología.

Ah, volver a recuperar el autoabastecimiento energético que para nosotros es fundamental porque es una de las razones también de nuestra competitividad, de nuestro crecimiento en estos años.

Y, bueno, en síntesis, también trabajando muy fuertemente para ver si logramos vencer algunas barreras comerciales aquí en Estados Unidos. No podemos colocar nuestros limones y nuestra carne, tenemos un comercio deficitario con Estados Unidos en 3.500 millones de dólares de déficit comercial en el último año y en el primer trimestre, estamos ahí más o menos porque estamos con 1.049 en el primer trimestre del 2011 contra unos 968 millones también de déficit en el primer trimestre de este año 2012.

La mala noticia es que seguimos con déficit; la buena noticia es que el intercambio comercial sigue siendo fuerte y sólido. Así que, estamos trabajando también con todas las empresas.

La gente de Procter and Gamble me hablaba de cómo podían hacer para obtener los dólares para importar. Bueno, la idea…estamos trabajando empresa por empresa para precisamente, lograr equilibrio en las balanzas comerciales, por una razón muy sencilla: la Argentina no emite dólares, el único que emite dólares está aquí, en Estados Unidos, que es la única moneda de reserva del mundo y, por lo tanto, los que no emiten dólares y necesitan dólares para que sus productores, sus empresarios, sus industriales puedan comprar insumos importantes en un proceso de reindustrialización y al mismo tiempo pagar las deudas de sus bonos a tantos tenedores internos o a tenedores externos en dólares es, precisamente, lograr una balanza comercial.

Nuestros dólares son los dólares más genuinos, no son producto de la especulación de los bonos, no son producto de ningún tipo de derivado financiero, son dólares obtenidos fundamentalmente de nuestro intercambio comercial.

Por eso los cuidamos tan bien y administramos nuestra balanza comercial como además hacen todos, absolutamente todos los países del mundo con datos de Naciones Unidas y para no atiborrarlos de datos y permitirles a ustedes preguntar: según Naciones Unidas, la Argentina figura entre los países con mayor libertad a la inversión directa extranjera.

En nuestro continente solo superados por Colombia y en el G-20, solo superados por Alemania en materia de no restricciones a la inversión directa extranjera.

También somos el país que en toda Latinoamérica recibe mayor calidad de inversión en materia de ciencia y tecnología: 51 por ciento. Todos datos también de Naciones Unidas.

Y realmente nuestro arancel máximo de importaciones es el 35 por ciento, porque además somos miembros del MERCOSUR y, por lo tanto, no podemos apartarnos de determinadas reglas. Cosa que no nos sucede, por ejemplo, con quienes se presentan como adalides del libre comercio en Europa donde tenemos que lidiar con tasas arancelarias aunque para-arancelarias también en materia de mantequilla, por ejemplo, 125 por ciento; un productor entrerriano, no sé si estará el Gobernador de Entre Ríos por aquí, pero un productor de arroz entrerriano tiene que lidiar y competir con un nivel de protección de importación de Japón del 450 por ciento de arancel de importación. Lo mismo sucede con todos los productos básicos de la República Argentina en materia primaria o de gran valor agregado como puede ser leche y demás, ya trasformada en queso, con protecciones en Europa que superan el 100 por ciento de aranceles de importación. Pero resulta que luego uno va a la OMC y lo acusan de no respetar las reglas de la OMC y, bueno, no podemos entrar limones aquí a Estados Unidos porque por barreras para-arancelarias, por cuestiones fitosanitarias cuando somos el mayor productor de limones y de jugo de limón del mundo.

Tampoco puede entrar la carne argentina. Yo creo que nadie puede dudar, no sé, lo harán…no les podrá gustar la Presidenta, podrán dudar de los argentinos, pero de las vacas argentinas y de la calidad de su carne, creo que nadie puede dudar.

Sin embargo, la carne Premium que es la carne argentina, no puede ingresar al mercado americano por cuestiones fitosanitarias de hace más de 10 años. Cuando ofrecimos venir al laboratorio, dijeron que no contaban con recursos en los laboratorios para poder hacer las pruebas.

Entonces, quiero contar estas cosas, no enojada ni con dedito levantado acusando, simplemente relatando anécdotas que son por momentos divertidas porque nos ayudan a repensar un poco las cosas que a diario leemos o nos cuentan acerca del libre comercio y de otras cosas.

Mi gran temor es que esta verdadera batalla comercial que se ha decretado en el mundo, sea entendida como la solución. Cuando yo en realidad creo que la globalización lo que debería hacer entender a los líderes, es que deberíamos articular cada uno de los países lo que mejor sabemos hacer y en lo que más competitividad tenemos para lograr el beneficio todavía de millones y millones de seres humanos en el mundo, en Asia, en África, en nuestro propio continente y también aquí, en Estados Unidos, donde hay muchos estadounidenses que han perdido su casa, que duermen en las calles y para mejorar la calidad de vida. Porque cuando esto no se hace y se prolonga demasiado en el tiempo y cuando la gente cambia de gobierno y va de uno de izquierda a uno de derecha y resulta que el de la derecha es peor que el de la izquierda o el de izquierda es peor que el de derecha, termina, no ya pensando en izquierda y derecha, sino termina pensando que es el sistema democrático el que no sirve.

Si uno mira con una perspectiva histórica, verá que los grandes cambios a niveles de sistemas políticos, han sido siempre precedidos por graves crisis económicas y sociales.

Yo creo que estamos a tiempo de tener el avance a la septicemia, no lo convirtamos en algo generalizado y yo creo que ustedes, que son hombres de negocio muy importantes, con llegada a los líderes globales, pueden ayudar mucho más que lo que yo pueda decir.

En definitiva me acuerdo y para terminar, una anécdota que tuvimos con el presidente Sarkozy: yo había ido en noviembre del año pasado, en el 2011, estábamos manteniendo una reunión en los jardines del Eliseo con otros colaboradores, estaba el Canciller, no estamos hablando de hace un siglo, un día magnífica en el Eliseo, así que, hicimos una reunión en los jardines, debajo de unas sombrillas con sus colaboradores y comenzamos a hablar del problema de Grecia. Y yo dije: “Mirá Nicolás, me parece que tendrían que hacer algo parecido a lo que hizo Argentina, una reestructuración de la deuda con una quita importante de modo de que el esfuerzo sea compartido”. Y me acuerdo la actitud sincera de Nicolás que se tiró hacia atrás, “no –me dijo- eso es imposible...eso…”. Bueno, a los pocos meses ya estaban hablando del 60 por ciento de la quita en Grecia y hoy Nicolás no preside Francia.

Yo creo que todo esto debe llevarnos a tener una gran apertura mental, estamos ante un nuevo mundo, una nueva etapa y van a exigir nuevas definiciones y nuevas soluciones.

Este enfermo no se cura con viejos medicamentos ni con recetas viejas. Por favor, antes que cambien los médicos y vayan a otros médicos que a lo mejor no sean del todo razonables, por favor, que los médicos cambien las recetas porque, bueno, sino finalmente la gente elegirá también nuevos médicos.

Muchas gracias y estoy a su disposición. (APLAUSOS)

http://www.presidencia.gob.ar/discursos/25918-almuerzo-en-el-council-de-las-americas-palabras-de-la-presidenta-de-la-nacion

agrega un comentario