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La ideologia como fetiche, o el amparo del no pensar
Por Parrhesia - Sunday, Jun. 24, 2012 at 7:15 PM
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La ideologia como fetiche, o el amparo del no pensar Parrhesia N° 17

La ideologia como fe...
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Un modo mas de arrinconamiento en el cuadrilátero de este sistema, una compulsa a utilizar sus reglas de juego, otra forma menos visible de quedar esclavxs de la necesidad de Ser en tanto definición…Es la ideología.
Tomar posición frente a los hechos o tomarse el tiempo y la libertad de no tomar posición y observar que es lo que discurre es un lujo que pocxs tienen y que pocxs son concientes de su existencia. Sin embargo es una necesidad urgente de libertad. Y en esto no me refiero a cierto abstencionismo tibio y acomodaticio del que hacen uso lxs especuladorxs mojigatxs al peor modo de las reglas de mercado; sino a una profunda necesidad del/a ser humanx que busca en cada instante la libertad.
Apurar a alguien a ponerse de un lado es intimarlo a no hacer uso de un tiempo para pensar y observar, cuando no quieren que veas o que pienses no estas pudiendo hacer uso de tu capacidad critica y por ende de tu libertad. Son los otrxs quienes en definitiva tienen la imperiosa necesidad de que te definas para neutralizarte, pero, ¿Es esa una urgencia propia?
Rodríguez Sánchez, es su trabajo Inconsciente, sociedad e ideologías históricas, nos dice: “las ideologías son aquellos componentes del imaginario social que relacionan los significados sociales con la estructura del poder social. Todo poder social es un poder formal y material al mismo tiempo y, por ende, todas las ideologías incluyen elementos formales y materiales. Toda acción social incluye en su sentido connotaciones valorativas, ya que en la acción humana no existirían fines neutros. Pero los valores, a su vez, remiten a un mundo ideal e idealizado (...) La realidad se vuelve satisfactoria por medio de una doble operación: interna y externa, individual y colectiva. En esta doble operación interviene lo que Castoriadis ha llamado el Imaginario Social: el conjunto de significaciones por los cuales un grupo o sociedad se instituye como tal, conformando no sólo sus formas de relación social y sus formas contractuales, sino también sus figuraciones subjetivas, estipulando lo permitido y lo prohibido, lo valorado y lo devaluado, lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo y, sobre todo, los reconocimientos y desconocimientos.” Es útil en esta definición recordar la diferencia que hace Loureau entre instituyente e instituido, talvez asumiendo que la libertad sea a condición de mantener una lucida dinámica instituyente sin apoltronarse en el cómodo regazo de lo instituido (costoso y caro al pensamiento critico y a la acción conciente, lo instituido hace las veces de adormidera social).
Definir, normatizar, taxonomizar la vida y el pensar, el existir en definitiva, tiene por único objeto normalizar y domesticar. Lo nombrable y clasificable pierde peligrosidad y da tranquilidad a lxs defensorxs del status quo. No es casual que estas prácticas formen parte del método científico, más eficaz y sutil que el religioso o marcial.
Pero el/la esclavx no lo es sino por delegación de sus facultades a un/a otrx: no se es mas esclavx que cuando se cede al deseo de reconocimiento.
L a necesidad de Ser para un/a Otrx puede estar en el origen de la vida psíquica, así como la manipulación de esx Otrx a través del premio y castigo desde el amamantamiento (crianza: te doy si me obedeces existís para mi si sos buen chicx), pero es responsabilidad plena del Sujeto, desujetarse para subjetivarse, es decir, romper esas cadenas para lograr la soberanía personal. En su defecto pasamos de la madre, y/o el padre al Estado, a la esposa/esposo, el/la patrón/a, etc…
Vuelvo al titulo, la ideología es la forma más sutil de este detenimiento en el proceso de conseguir la autonomía. Y la comodidad de no pensar su más fiel aliado.
Si la ideología se acepta y consume a través de la ilusión de ser Alguien, tomando por modelo de éxito social a lxs fantoches del momento o a alguien que ya pensó y escribió sendos libros y que nos ahorra tener que usar nuestro criterio y nos permite reproducir palabras huecas sin mas; entonces entramos en la ilusión del Amo: soy a partir de incorporar elementos de otrx.
Un necesario ejercicio de limpieza para volver a tomar las riendas de la autonomía es hacer una reflexión intima pero honesta de nuestras identificaciones, aquellos mojones en que hicimos pie alguna vez y hoy para sentirnos alguien y donde sin saber terminamos siendo una mascarada payacesca de otrx.
Dejo planteado este hilo de pensamientos para que otrxs compañerxs puedan meditar si quieren sobre la plasticidad de lo que podría llamarse un conjunto de ideas siempre propensas a repensarse, y la rigidez de la estructura organizada de la ideología…
Podemos como caso ir y venir entre lo personal y lo social para poner en tela de juicio el lugar en que estemos paradxs.


Lucrecia
http://www.laletraindomita.blogspot.com.ar

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