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Historia del siglo XX. El gobierno de Frondizi (segunda parte)
Por PRML -
Monday, Jun. 25, 2012 at 6:08 PM
Arturo Frondizi asumió la presidencia en mayo de 1958, luego de ganar las elecciones convocadas por la dictadura de Aramburu. Dos años antes, el radicalismo se había dividido respecto de su posición frente al peronismo. La UCR del Pueblo, liderada por Balbín, sostenía una postura de rechazo a la reintegración de dicho movimiento en la vida política; la UCR Intransigente, por su parte, buscaba puntos de acercamiento con los peronistas. Así, Frondizi triunfó en los comicios tras llegar a un acuerdo con Perón, quién llamó a sus seguidores a votar al líder de la UCRI a cambio de su promesa de levantar la proscripción.
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La relación con el movimiento obrero
Las primeras señales de Frondizi hacia los trabajadores parecían auspiciosas.
En agosto de 1958 se sancionó la Ley de Asociaciones Profesionales reclamada por el sindicalismo, que respetaba los lineamientos postulados durante el peronismo: una sola central obrera, un solo sindicato por rama de actividad y listas completas en las elecciones. Posteriormente se inició el proceso de normalización de la CGT intervenida, cuya dirección provisoria quedó en manos de una comisión con mayoría de peronistas pero integrada también por otras fuerzas. Por aquellos años, el sindicalismo peronista se nucleaba en las “62 Organizaciones”, y en su seno convivían las tendencias orientadas a la integración con los gobiernos de turno y aquellas más ligadas a las luchas de los trabajadores: mientras estas planteaban su lealtad incondicional al general, las primeras ya prefiguraban lo que se dio en llamar un “peronismo sin Perón”.
El resto del arco sindical estaba formado por el Movimiento de Unidad Clasista Sindical (MUCS, orientado por el Partido Comunista) y los gremios llamados “independientes”.
Los enfrentamientos con el gobierno llegaron más temprano que tarde. En octubre, los sindicatos petroleros repudiaron la firma de los contratos del sector. A causa de esto, el mes siguiente, en Mendoza, fue convocada una huelga general en la rama. Frondizi acusó a peronistas y comunistas de alentar un plan subversivo, decretó el Estado de Sitio y envió tropas militares, encarcelando a varios dirigentes. Contra el desguace de
los ferrocarriles pararon los ferroviarios a fines del mismo año, huelga que fue resuelta con la movilización militar del personal: varios activistas fueron juzgados en tribunales castrenses. También se destacó la resistencia a la privatización del Frigorífico Lisandro de la Torre de la Capital, en 1959. Además, hubo importantes paros de azucareros, bancarios, textiles y metalúrgicos.
La represión a los conflictos fue una constante durante esta administración.
En 1960 se decretó la aplicación del Plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado), que habilitaba a las fuerzas armadas a intervenir en los conflictos sociales, quedando cualquier acto sospechado de terrorismo bajo jurisdicción de los tribunales militares. Hubo más de 2000 detenidos, 500 condenados y numerosos despidos por causas gremiales.
A todo esto, la promesa de levantar la proscripción del peronismo había quedado en el olvido, lo cual no hacía más que recalentar las tensiones. Hay que sumar a ello el descontento del movimiento estudiantil, luego de que en el ‘59 se autorizara el funcionamiento de las universidades privadas, medida fuertemente impulsada por la Iglesia Católica para oficializar sus casas de estudio.
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